Partida Rol por web

Náhoda či Dopuštění

Sede de la Interpol (Lyon, Francia)

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23/06/2008, 09:55
Lausanne Soranno

No me gusta las cafeterías de este tipo de edificios, me parecen algo impersonales, la joven corresponde a tu sonrisa, mientras de encima de la silla del comisario, coge una mochila azul claro, la marca Nike luce en el frontal de la misma, parece una de esas de estudiante o deportista, por ambas cosas podría pasar la joven, en ella, introduce todos los expedientes y carpetas que había sobre la mesa, parece que pretende llevarlos consigo.

Si desea hablar con alguien antes de que salgamos de aquí, o tiene ya claro el siguiente paso, estaré gustosa de esperarlo o escucharlo según sea el caso, dice colocándose la mochila a la espalda.

En caso contrario, vayamos a un lugar tranquilo para que pueda seguir poniéndolo al día todo esto es demasiado irregular, a la joven se le escapa un pequeño bostezo, lo siento, vuelve a disculparse.

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25/06/2008, 00:43
Kanda Takeshi

-Lo único que necesitaré son copias de todos los informes que ha tenido la amabilidad de mostrarme, Soranno-san. Preguntaré después a mi compañero, Rochetaux-san, si desea acompañarme en la investigación, y después iré directamente a Chemnitz para comenzar con el trabajo de campo. Hay bastantes cosas que hacer, aunque no lo parezca: un interrogatorio, una revisión de la escena del crimen, un vistazo en el anatómico forense de la ciudad... -enumero, pensativo, bastante metido ya en el caso incluso antes de haberme puesto en acción-. Lo único especial que necesitaré es un permiso para portar un boken o una katana real conmigo, en su correspondiente maleta. Esto podría interpretarse como algo cinematográfico, pero si el asesino lleva consigo un arma de filo y un arma de fuego, estar en igualdad de condiciones con él es algo fundamental. La moral es algo muy importante, y si se ve superior en cualquier aspecto tendrá un punto a favor que será difícil de igualar. Aparte de eso creo que, por ahora, no necesito nada más, pero le comentaré cualquier inquietud que pueda surgirme antes de separarnos -finalizo con una de las habituales sonrisas de extrema amabilidad y cortesía-. Oh y, por supuesto, vayamos a donde usted prefiera. Estaré encantado, como ya le he dicho, de invitarle a tomar un refresco. Es más, no me vendría mal refrescar un poco la garganta a mí también... Aunque diría que usted desea un refresco de cola por una posible falta de sueño. Parece cansada, Soranno-san, ¿estoy en lo cierto?

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25/06/2008, 11:35
Lausanne Soranno

No hay ninguna problema con su solicitud, señor Kanda dice Lausanne hacemos una cosa, hable con su compañero, me encargo de copiarlos, y un cuarto de hora más o menos, nos vemos abajo, en la puerta, dice con seguridad, Y no se equivoca, algo de cola es lo que más necesito, le confesaré que no me gusta el café, así que algo tengo que beber para mantenerme despierta nuevamente se recoloca el flequillo con la mano.

Últimamente no duermo demasiado, echo de menos mi casa, se que es le sonará raro, una agente que no esté acostumbrada a dormir fuera de su cama, ríe de manera sincera, el sonido es fresco y agradable, pero ya se habrá dado cuenta que no soy un agente al uso, aunque es usted demasiado educado para decírmelo nunca vuelve a reír y su rostro vuelve a asemejarse al de una adolescente que es capaz de liberar su risa con cualquier cosa.

La joven se dispone a salir de la habitación, abres la puerta y ella sale dándote las gracias, el agente Hamilton la mira con una expresión de alivio cuando sale por la puerta, ella le sonríe y niega con la cabeza, sin decir nada, luego se engancha de su brazo y desvía sus vivaces ojos azules en dirección a Takeshi, Quince minutos, no haga esperar a una señorita dice en tono de broma mientras se encamina hacia el pasillo que conduce a otros despachos, dejándote a solas con Olivier, que te mira con el gesto a medio camino entre el enfado y la sorpresa.

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29/06/2008, 16:20
Kanda Takeshi

-Muy bien, hablaré con Rochetaux-san -digo en un primer momento. Me deleito de forma pasiva y contemplativa con su risa, que me despierta una sonrisa al mismo tiempo. Hay algunas pequeñas cosas que resultan bastante agradables a alguien que disfruta mucho con lo que sus sentidos perciben. Por no decir que Lausanne, bien visto, resulta de lo más atractiva. Y todo lo contrario a la belleza femenina japonesa, etérea, pálida y casi efímera-. Vaya, se le da bien captar a las personas, creo que ya sabe demasiado pronto algunas cosas sobre mí. Y le diré que ha dado en el clavo -río después de decir esto. Es verdad que nunca le diría que no parece una agente al uso.

Me echo a un lado abriendo la puerta, dejándola pasar, con modales impecables. -Adelante, Soranno-san, y descuide, nunca se me ocurriría hacerla esperar, se lo aseguro -añado con una sonrisa igualmente amplia. Una vez ha salido, lo hago yo para dirigirme a mi compañero y subordinado, Olivier.
-Bueno, Rochetaux-san, me parece que tenemos bastante trabajo por delante, aunque ahora mismo no tengo mucho tiempo para explicarte los detalles, en quince minutos tengo que volver a hablar con Soranno-san para ultimar los detalles. Después podremos centrarnos y sumergirnos en él como merece.

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01/07/2008, 10:36
Olivier Rochetaux

La cara de Olivier no es la mejor cuando te diriges a él, conoces su expresión y parece que no esta nada satisfecho con lo que haya hablado con el agente Hamilton, al que mira con el ceño fruncido mientras se aleja con la joven.

¿Qué está pasando?, te pregunta con una impaciencia poco habitual en él, Ese tío me dijo que era mejor que me mantuviera al margen, que la agente Soranno se encargaría de todo resopla, Lo lleva claro si cree que me voy a fiar de una niña bonita que a saber de quien es hija o con quien se ha acostado para subir tan rápido en el escalafón, maldita sea, no respetan los años de experiencia dice con exaltación, aunque manteniendo de momento un moderado tono de voz.

Y no lo digo por ti Takeshi, sino porque hay muchas maneras de decir las cosas, y ese tipo nos ha llamado poco menos que inútiles, dice en una apresurada disculpa, realmente le molestaba que pusieran en duda su profesionalidad o buen hacer, y seguramente Hamilton había golpeado con dureza ese punto, algo más tranquilo parece centrarse en lo que tengas que decirle.

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01/07/2008, 12:58
Kanda Takeshi

Qué curioso... Si esos dos trabajan juntos, y todo apunta a ello, significa que Lausanne me ha estado lamiendo la oreja y que, básicamente, pretenden utilizarnos a Rochetaux y a mí como conejillos de indias para conseguir ese artefacto... Si es que esas son sus verdaderas intenciones. Aún con todo no hay cosas muy claras aquí, pero ciertamente voy a tener que andar con pies de plomo en lo tocante a Lausanne. Su belleza tiende a embotar los sentidos (sobre todo el sentido común), favoreciendo el olvido del pequeño pero significativo detalle de que trabaja para la Inteligencia francesa. Pensativo, mantengo la mirada de Olivier, quien ha demostrado tener una mente mucho más incisiva que yo en lo tocante al rápido ascenso de la agente Soranno, como en realidad esperaba.

-Bueno, Rochetaux-san, ya sabes que yo sí respeto los años de experiencia, razón por la que me agradaría tenerte conmigo en el caso, que pronto procederé a explicarte... En quince minutos tengo que reunirme de nuevo con Soranno-san, pero antes me gustaría que me comentaras en profundidad lo que te ha dicho el agente Hamilton. Si es compañero de Soranno-san y ambos están metidos en lo mismo, querría decir que están practicando un extraño juego con nosotros, ya que si a ti te han dicho que somos poco menos que inútiles, a mí me han dicho todo lo contrario, de forma que la verdad se convierte en un cristal borroso durante un día de lluvia, a través del cuál es complicado mirar... -termino con una pequeña fórmula poética improvisada que incluso a mí me sorprende.

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01/07/2008, 15:57
Olivier Rochetaux

Vuelve a refunfuñar cuando mentas de nuevo a Hamilton, pero parece hacer memoria, u ordenar sus ideas para explicarlo, Bueno, el tío me dijo que la rubita se había empeñado en que vinieran aquí para solicitar la ayuda de algunos agentes, algo con lo que él no estaba muy de acuerdo, puesto que no consideraba ni necesaria ni útil nuestra ayuda aprieta el puño enfadándose de nuevo, malditos sus putos aires de superioridad esos capullos de inteligencia, un hombre pasa por el pasillo, no lo reconoces pero se queda unos segundos mirando en vuestra dirección antes de seguir con su camino.

Pero me apuesto lo que quieras a que sólo han venido por puro interés, algo quieren de nosotros, no me creo el rollo de la colaboración de buena fe, y menos mandando a esa pareja que tienen pinta de viejo verde y su ligue la forma de ver las cosas difieren entre vosotros, pero sobre todo en las maneras, lo cual a veces te ha resultado de mucha utilidad para captar otros puntos de vista que probablemente se te habrían pasado por alto.

¿Qué te ha dicho la niña?, ¿qué la interpol trabaja de puta madre y bla, bla, bla…?

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03/07/2008, 14:44
Kanda Takeshi

-Bueno, básicamente me ha dicho que consideraba que nuestra labor era la mejor para resolver el caso. Así que, o realmente es sincera o me estaba dando coba. Puden ser ambas cosas y, personalmente, no me incomoda ninguna de las dos. Sobre todo porque lo que sí es un hecho es que hay un asesino múltiple suelto por ahí, uno al que no le importa ser claramente identificado, y que sean los motivos que sean los del agente Hamilton y la agente Soranno, nosotros tenemos que darle caza. Lo que parece claro es que el asunto es de riesgo y prefieren usarnos como vanguardia y piezas más o menos sacrificables antes de lanzarse ellos mismos al ataque -una nueva reflexión medianamente poética pero no exenta de verdad, según me parece.

-Ten el móvil a mano, te llamaré en cuanto termine la reunión con Soranno-san y tenga en mi poder una copia de los documentos referentes al caso para ponerlos en común contigo, Rochetaux-san -inclino la cabeza levemente, a modo de gesto amistoso, como si palmeara su hombro-. No quisiera llegar tarde, sería una falta de respeto y, aunque Hamilton nos haya desprestigiado sin problemas, nosotros no podemos caer en su juego ni en la misma actitud. Intenta controlarte, Rochetaux-san, ambos sabemos que eres de carácter fervoroso -añado, con sonrisa cómplice, antes de disponerme a recorrer el camino de salida del edificio.

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04/07/2008, 10:38
Lausanne Soranno

El agente asiente, aunque sin mirarte, aún está dolido y parece que le va a costar tranquilizarse, mejor dejarlo solo unos momentos, así que optas por dejarlo refunfuñando mientras abandona tu compañía en el piso en el que se encuentra su despacho, despidiéndose de ti con un gesto de la mano.

Abandonas el edificio, y sentada a lo indio sobre uno de los bancos del exterior, se encuentra Soranno, la mochila descansa sobre sus rodillas y sonríe ampliamente al verte salir por la puerta, incorporándose mientras se sacude algunas hojas de la parte trasera del pantalón, luego mira su reloj y se dirige a ti, Muy puntual, no esperaba menos sonríe una vez más, Bien, ¿Dónde quiere que vayamos?, yo es la segunda vez que estoy en Lyon, y no salí demasiado la primera, así que tendrá que decidir usted, así veo sus gustos señor Kanda dice mientras camináis hacia fuera del recinto.

Hamilton no nos acompañará, tiene otros asuntos que resolver, espero que no le importe dice como recordándolo de repente.

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05/07/2008, 13:54
Kanda Takeshi

Salgo del edificio mirando a un lado y a otro de la entrada sin dejar de caminar mientras me coloco bien los hombros de la gabardina. El descenso hasta este lugar lo realizo bastante pensativo y serio, sin olvidar por supuesto los modales saludando a cualquier conocido que pase junto a mí. Al ver a Soranno me acerco hasta donde ha tomado asiento con una nueva sonrisa, aunque ahora debo tener muy presente que puede no ser todo lo amable que aparenta. Saber esto no hace que mi expresión varíe en absoluto, sólo que mi mente está ahora más alerta.
-Oh, bueno, tendremos que disculpar entonces al agente Hamilton: ante todo nos debemos encomendar a nuestro trabajo -asiento, satisfecho.

-Bien, pues teniendo en cuenta la hora que es, no demasiado avanzada, podríamos considerar que podemos ir a tomar un aperitivo. Conozco un bar no muy lejos de aquí cuyo camarero es amigo mío. Es un buen bar al que voy desde que estoy aquí en Lyon: limpio, espacioso, discreto si se necesita, buena cocina y buena bebida... Convencí al propietario de que se hiciera con algo de sake. Desde entonces sólo puedo beberlo en tres lugares: mi casa, un restaurante japonés o este bar del que le hablo. Ya que me ha permitido elegir, no le queda más remedio que atenerse a las consecuencias -sonrío ampliamente mientras encaro la dirección del bar mentado y me dispongo a ir hacia allá.

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06/07/2008, 17:31
Lausanne Soranno

!Estupendo!, nunca he probado el sake dice con entusiasmo mientras comienza a andar a tu lado cargando con la mochila a su espalda.

El bar no queda demasiado lejos, aunque tampoco está al lado de la oficina donde trabajas, a unos quince minutos más o menos, durante el trayecto la agente Soranno parece más bien ensimismada en observar todo lo que rodea, como si de una turista más se tratara, pues la sede se encuentra en el centro de la ciudad y el paseo es bastante agradable, de vez en cuando te hace preguntas sobre los lugares, muchas de las cuales no puedes contestar, pero a ella no parece importarle y sigue con esa permanente sonrisa.

Si llego a saber que me iba a llevar de turismo habría traído la cámara de fotos sentencia admirando las calles con lo que parece autentica fascinación.

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06/07/2008, 17:32
Yakin

Finalmente “Las arenas blancas” aparece frente a vosotros al doblar la esquina de una pintoresca calle, el lugar no está demasiado concurrido a estas horas, así que nada más entrar el camarero y también dueño del local, Yakim, un argelino afincando en Francia desde hace algunos años, te saluda nada más entrar y luego mira a la joven con una sonrisa.

El lugar es tal y como se lo habías descrito a la joven, limpio, espacioso y discreto, varias mesas repartidas por el sitio y una pequeña barra, cristaleras que dejan ver la calle, no demasiado grandes, pero si lo suficientemente grandes como para que la luz del sol cuando brilla sea suficiente para iluminar el lugar, dos de los clientes tampoco tardan demasiado en fijarse en la pintoresca pareja que acaba de entrar en el local, un asiático acompañado de un hermosa chica.

Buenos días Takeshi, siempre es placer verte por aquí saluda con efusividad el dueño del lugar.

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08/07/2008, 00:23
Kanda Takeshi

-El sake es delicioso, Soranno-san, se lo garantizo. Aunque claro, ¿qué voy a decirle yo, siendo japonés? -bromeo con despreocupación. La conversación con la muchacha resulta al menos entretenida. Tiene mucha energía y es una mujer agradable al trato. Por mi parte, no puedo pedir nada más. Adoro las buenas conversaciones aunque sean de asuntos triviales y de escaso interés. Por eso me esfuerzo por alargarla todo lo posible haciendo gala en todo momento de buenos modales. La entrada en el bar me despierta las sensaciones habituales: cercanía, calor, tranquilidad... De hecho considero a Yakim un buen amigo, casi como si de un tópico se tratara: el camarero amigo del policía, que se conocen porque el segundo siempre acude al bar del primero a ahogar sus penas.

En este caso no es del todo así. Realmente nos conocimos durante la comida de navidad de hace dos años de la brigada de homicidios, que fue en este bar. La comida se convirtió en cena, y ésta en fiesta noctura o sarao. Yakim, persona transigente, cordial y amable como pocas (según mi opinión), no sólo no puso objeción alguna a esto sino que, además, se unió a nosotros. Congeniamos con cierta rapidez y desde entonces no ha habido un día que no haya venido al "Arenas Blancas" a saludar a mi amigo. Incluso en numerosas ocasiones hemos aprovechado las diversiones nocturnas que Lyon proporciona para, por qué no decirlo, buscar alguna aspirante a novia. Se trata, probablemente, de uno de mis mejores amigos y, por eso, al tratar con él ya no utilizo sufijos como "-san", detalle que habla de la cercanía entre ambos.

-¡Buenos días, Yakim! -saludo con igual efusividad, acercándome a la barra e, incluso, palmeando el hombro del argelino-. ¿Cómo va el día? Me he escapado un momento del trabajo junto a mi compañera, la agente Lausanne Soranno-san, para venir a hacerte una visita. Es un poco pronto, pero nos apetecía tomar algo de sake, y como todo el mundo sabe no puedes ir a otro sitio que no sea el "Arenas Blancas" a tomar sake en todo Lyon, salvo algún que otro restaurante de comida japonesa. Aunque no sé si todo el mundo lo sabrá, pero con saberlo yo mismo me basta -amplío mi sonrisa, bromeando con mi amigo. Entonces caigo en la cuenta de algo-. ¿Dónde están mis modales? Soranno-san, Yakim; Yakim, Lausanne Soranno-san.

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08/07/2008, 09:26
Yakin

Responde a tu palmada con una amplia sonrisa y asiente cuando nombras los del sake, Es un placer conocerla señorita Soranno, probará usted el sake japonés en un local típicamente argelino, dudo mucho que esto pase en ningún otro lugar del mundo, pero bueno, Takeshi me convenció para que lo trajera, y se la da muy bien convencer a la gente dice sin dejar de mirarla en ningún momento.

Así que compañeros de trabajo, desde luego, no lo hubiera dicho nunca sentencia el argelino pero venga, sentaos y os serviré la bebida favorita de mi amigo Takeshi, señala la mesa que habitualmente ocupas cuando está disponible, ni demasiado lejos de la barra, ni demasiado lejos de la puerta, bajo uno de las ventanas y ligeramente apartada de la vista casual.

Soranno sonríe y asiente mientras se estrechan la mano, No se preocupe, pocos adivinan mi profesión, y los que la saben siguen sorprendiéndose al verme aparecer ríe como si recordara algo, de esa manera casi infantil que le has oído varias veces, luego se encamina al lugar indicado por el dueño del bar, el cual, tras dejar que la joven se adelante un poco, te agarra del brazo y te susurra ¿En serio es poli?, joder, pues esta muy buena, ya podías traerla de noche, fiesta en lugar de trabajo, ya me entiendes Yakin siempre había tenido menos modales que tú en esos asuntos, aunque solía tener bastante éxito entre las chicas, e iba con bastantes, siempre las trataba con respeto, sin mentiras.

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09/07/2008, 12:17
Kanda Takeshi

-Bueno, bueno, sólo cuando me lo propongo -digo, haciendo alusión al comentario de Yakim sobre mi capacidad de persuasión. No necesito que mi amigo me diga nada para saber, por cómo mira a mi compañera, que le ha gustado. No es algo que sorprenda: Soranno es un auténtico bombón. Por eso precisamente tengo que estar bien concentrado en mi trabajo o estaré tan embobado que me la colará por donde quiera. Aprovecho el pequeño momento en que mi amigo y yo nos quedamos algo rezagados para golpearle amistosamente con el codo en los riñones.
-¿Así que nunca lo hubieras dicho, eh? ¿Qué pasa, que sólo puedes llevarte tú a las mujeres hermosas? -susurro, conteniendo la carcajada.

-Y sí, es poli. De la inteligencia francesa, concretamente. Toda una belleza, como puedes comprobar... Pero no sé por qué mi radar del peligro lleva activo desde hace un buen rato... Algo me hace pensar que bajo ese angelical e inocente rostro y ese cuerpo escultural y casi perfecto se esconde algo más o menos inquietante. Lo cuál, amigo mío, es un grave problema, ya que en una mujer dichas cualidades no hacen sino aumentar su atractivo y encanto... Ya puedo andarme con ojo, mi querido Yakin... -continúo, con la misma sonrisa de cierta picaresca.

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09/07/2008, 17:30
Yakin

Yakin no puede evitar reírse, aunque niega con la cabeza mientras retrocede un poco para apoyarse en la barra, sin intentar ocultar la mirada que clava sobre la parte trasera de la anatomía de la agente, Siempre me prefieren a mi Takeshi, por algo será, y sin son de la inteligencia ya ni ti cuento vuelve a susurrarte guiándote un ojo.

Venga, ve a la mesa, no la hagas esperar, yo te llevaré el sake dicho y hecho, pues Yakin es un excelente camarero, así que apenas has tenido tiempo de acomodarte y ya tienes a tu amigo con las bebidas prestas a ser servidas.

Importado directamente de la tierra de nuestro común amigo Kanda Takeshi señorita Soranno deposita los recipientes sobre la mesa y se disculpa pues acaban de entrar algunos clientes en el local.

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09/07/2008, 17:31
Lausanne Soranno

Os quedáis libres de oídos ajenos a los cuerpos de seguridad, Lausanne ha separado la mochila de su cuerpo y la ha dejado en la silla a su derecha, sonríe una vez más a Yakim, es obvio que es mucho más natural ese estado que el gesto serio que luce cuando habla de trabajo.

Cuando este os deja, se queda mirando el líquido esperando a que des el primer paso para acompañarte, arruga ligeramente la nariz al sentir el licor recorrer su garganta, pero luego te mira sonriendo, Uhm, sabe como a pasta, ¿no? pregunta algo tímidamente temiendo no estar segura de que ese es el sabor que se le debe presuponer. Deja el vaso en la mesa de nuevo y se estira para coger la mochila, la cual abre, y extraer una de las carpetas, golpea con el codo la mesa, provocando que el vaso se derrame sobre tu lado de la mesa, aunque reaccionas rápido, no puedes esquivar algunas gotas. La agente te mira avergonzada, y en el intento de evitar que el líquido caiga, suelta las carpetas sobre la mesa y tu vaso es golpeado con su mano izquierda volcándola sobre las carpetas y el jersey de la joven.

Lo siento, lo siento, maldita sea te mira realmente colorada, decide mejor estarse quieta para no liarla más tras retirar las carpetas para evitar que continúen mojándose, Perdón, soy un desastre, lo siento dice con el rostro compungido.

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13/07/2008, 23:17
Kanda Takeshi

Las chanzas de Yakin me arrancan una sonrisa divertida. Menudo fanfarrón está hecho, el tío. Cuando por fin tomo asiento con la agente Soranno, deseando empezar a hincarle el diente a esos informes como Dios manda más que otra cosa, un nuevo caso de torpeza interrumpe el momento y hace volar el sake por los aires de forma completamente inesperada. Efectivamente me pongo en pie, reaccionando lo más rápido que soy capaz, tratando de evitar el mal mayor... Aunque no parece ser suficiente. Sólo espero que el contenido de las carpetas quede a salvo. Por eso las cojo en cuanto se mojan y las aparto del sake derramado, pasando un par de servilletas por las zonas mojadas para, después, mirar a Soranno.

Y me siento incapaz de reprimir una carcajada por más tiempo. La verdad es que la torpeza de la agente y las terribles reacciones en cadena que provocan resultan de lo más graciosas. Mucho más ahora que estamos en un ambiente más relajado que la sede de la Interpol. Cuando por fin la risa cesa, sacudo la cabeza, mirando de nuevo a la mujer. -Vaya, eso ha sido verdaderamente sorprendente, Soranno-san. Pero no se preocupe, no hay ningún problema que no pueda ser arreglado, y menos unas manchas de sake. Se van con mucha facilidad, se lo puedo asegurar -y es cierto. El licor de arroz (pues la joven no había acertado del todo con su apreciación) es una sustancia que deja poca mancha, lo cuál viene de perlas a los empresarios japoneses adictos al preciado licor-. Pero lo mejor será que se quite ese jersey y pasemos un poco de agua por la zona mojada, para limpiarla. En cuanto se seque verá que no ha quedado ni rastro del sake.

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14/07/2008, 18:33
Lausanne Soranno

La joven te mira primero con una expresión de sorpresa, pero luego no puede evitar echarse a reír de manera franca y sonora, poniéndose aún más colorada pero con una mirada divertida al desastre de mesa que ha quedado, no sabes si está más sorprendida por lo sucedido o porque te ha visto soltar una carcajada.

Cuando le dices de quitarse el jersey, no parece dudarlo ni por un instante, sigue con cara divertida y negando con la cabeza aún avergonzada, con cuidado se despoja de la prenda, no vaya a ser que tire algo de nuevo, y te la entrega, debajo lleva una camiseta negra de tirantes, de estilo más bien deportivo, bastante escotada, Le tengo cariño a ese jersey, me lo compró mi hermana en París, cuando fue de viaje de novios, te explica recuperando un poco la seriedad.

Observa en silencio como, tras pedir la ayuda de Yakin, el cual no puede evitar echar un vistazo al más que generoso busto de la agente de la inteligencia francesa, consigues borrar en su totalidad la mancha del licor, aunque el jersey se encuentra mojado, por lo que lo dejáis en la silla de al lado esperando que se seque. Entonces la chica vuelve a coger las carpetas, echando un vistazo sobre ellas, casi de manera casual.

Aquí está toda la información sobre el caso, pero le contaré algo que no está en los informes dice incorporándose un momento para subir sus piernas a la silla y sentarse sobre ellas, Hace un par de días, otro hombre fue encontrado muerto en Nueva York, en un lujoso apartamento del centro, atravesado por una espada, había signos de lucha, pero nada forzado, y su mujer, según nos dicen todas las versiones, se encontraba con él en la casa en ese momento, desapareció sin dejar rastro, te mira asegurándose de que la escuchas, Un tipo que aparece y desaparece sin que nadie lo vea, ni seguridad, ni cámaras, mata a las personas, y parece que secuestra a una mujer, a los días, tres muertos con espada en la otra parte del mundo, y los causa un tipo con una espada acompañado por una mujer que encaja en las descripciones de esta reciente viuda, físicamente es imposible que haya pasado todos esos controles y sean la misma pareja que actuaron en Nueva York, ¿le dejaría entrar la mujer en su casa?, es posible, esto es todo una suposición mía Takeshi, ideas que se me van ocurriendo, el mismo modo de operar, o por lo menos parecido, no sé, ¿qué opinas? pregunta sin dejar de mirarte.

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15/07/2008, 00:58
Kanda Takeshi

Una vez más la risa de la agente resulta de lo más dulce. No sé si Soranno habrá sido escogida para desconcertarme, pero lo cierto es que si así ha sido... No lo está haciendo nada mal. Cojo su jersey cuando me lo tiende, manteniendo la sonrisa: -Es un jersey precioso, Soranno-san; se nota que su hermana tiene buen gusto -alabo antes de llevarlo con Yakin, a quien doy un sigiloso codazo al percibir dónde se pierden sus ojos. El tío no se corta un pelo, desde luego... Con esa actitud no entiendo cómo puede ligar tanto. Nunca comprenderé a las mujeres... Es más, ningún hombre podrá nunca comprenderlas. Lo bueno es que, por fin, relajado más el ambiente, volvemos a entrar en detalles jugosos sobre el caso. Escucho la nueva información así como las opiniones de mi compañera con interés y una mano en el mentón, cubriendo la boca con un dedo.

Al terminar su explicación, momento en que pide mi opinión, me doy unos segundos de reflexión, antes de responder: -Bueno... Esta nueva información me sorprende... Para empezar está claro que es el mismo MO (modus operandi) en ambos casos. Aunque sería conveniente revisar y comparar los informes forenses de cada uno de los casos, es muy probable que nuestro hombre misterioso sea el mismo en este caso de Nueva York que en el de Chemnitz. La mujer... En efecto bien podría ser su cómplice, ésta viuda, pero teniendo en cuenta la escasez de datos no podemos determinar nada claro. No sabemos si lo de Nueva York fue un crimen pasional ni si puede estar relacionado con el caso de Chemnitz. A primera vista, desde luego, no tienen relación alguna. Bien podría tratarse de un caso de síndrome de Estocolmo muy prematuro por parte de la viuda... A menos que, realmente, sea una prisionera. Pero lo que más me intriga es la facilidad de este personaje nuestro para aparecer y desaparecer sin ser advertido. Más aún, me sorprende todavía más que no haya habido ninguna denuncia al respecto... Un hombre con esas vestimentas y con una espada de semejante envergadura es imposible que pase desapercibido en cualquier ambiente. A menos que alguien le haya confundido con un actor o algo por el estilo, aquí hay cosas verdaderamente extrañas -suspiro, contrariado, retirando el pelo de la cara-. Pero no puedo decir nada mucho más claro sin llevar a cabo una investigación tanto en Chemnitz como en Nueva York... Este caso promete ser complicado...