Partida Rol por web

Llevais tres dias encerrados en la base, sin nada que hacer. Os han dado permiso despues de vuestra "excursion" pero no podiais salir de la base, asi que todo esto ha sido una gran mierda.
Y ahora vuestros capitan que ya sabeis como se llama; Perkins, aunque para todos los reclutas es Big H.P. os ha ordenado que esta noche hareis guardia en los bunkeres del perimetro. Debeis preparar equipo para la patrulla y eso es lo que estais haciendo.
Ayer fuisteis ha despedir a Hudson. Lo embarcaron en un helicoptero hasta Saigon y de alli ira a casa. Estaba dentro del saco y debia oler bastante porque nadie se acercaba.
El capitan y alguno de sus hombres tambien estaban cuando se llevaron a Hudson. Le entregaron un sobre al piloto, seguro que con una nota del tipo " su hijo murio como un heroe, defendiendo a su pais", pero deberia decir" su hijo murio en la orilla de un rio sin nombre en una aldea sin nombre".

Lo primero que hizo John al llegar de la patrulla fue meterse en las duchas para eliminar el olor a cloaca que le había dejado su excursión por el túnel.

Después le pidió al capitán la dirección de los padre del pobre Hudson, y les escribió una carta larga y poética embelleciendo lo que en realidad no fue sino una muerte estúpida e inútil: "cayó como un valiente protegiendo a sus compañeros" (...) "tremendo valor", y toda esa mierda retórica tan querida para los demagogos del War Party. Acto seguido se fue al barracón de los negros a por un peta, que se fumó a escondidas un rato que estaba rebajado de servicio, mientras pensaba en el absurdo de esta guerra, de todas las guerras.

Preparó su equipo para la patrulla a conciencia, como cuando preparaba la mochila con su padre para ir a cazar cocodrilos a los bayous. El M-16A1, una docena de cargadores que primero vació y luego rellenó personalmente, el cuchillo en la bota, y la pistola con tres cargadores de repuesto. Por fin el fabricante se había dignado repartir equipos de limpieza para los M-16 (tras descubrirse que la aniquilación de toda una compañía en el delta del Mekong se debía a que se habían atascado todos sus subfusiles), por lo que John desmontó el arma por completo, limpió cuidadosamente todas las partes móviles, aceitó los mecanismos y volvió a montarla. Particularmente interesante era la mejora del A1 respecto a la versión anterior, al incorporar un extractor de proyectiles en el lado derecho del arma, no "por si se atascaba", sino "para cuando se atascara".

De paso que cogía munición, John llenó un pequeño morral con granadas de fragmentación, y se lo colgó a la espalda.

Cita:

Max se aburrió increiblemente durante los dias en la base. Por puro matar el tiempo limpió su M16, revisó los cargadores y se aseguró de que esa repugnante maquina de matar funcionase. No pensaba utilizarla nunca, no tenia ningún interes en jugar al cowboy como el resto. Dedicó más atención a reponer el botiquín y asegurarse de que no faltaba de nada. Finalmente con algunos de los dolares que su familia le mandó se hizo con una linterna y pilas para leer por la noche y una buena provisión de cigarrillos.

El dia de la "misión" se preparó con cuidado. Botiquin, listo. Linterna, lista. M16 y una decena de cargadores, lista. Se ajustó el chaleco y el casco y se calzó las botas.  Esperaba regresar con vida pensó mientras echó la carta al correo.

Mariano andaba de nuevo preparado para la gresca, apenas había gente que le cayera medianamente bien en la compañía desde que intentó pillar algode hierba para olvidarse de dónde estaba y le habían proporcionado la peor cosa que nunca había fumado... Había estado tentado de darle a aquel cabo de suministros una paliza que nunca olvidaría, pero eso es algo que le hubiera obligado a regresar al puñetero talego cuando volviesen a casa... Más le valía cargarse de paciencia, o su estancia en aquel puñetero y lejano país podía hacérsele larga, muy larga...

Limpió su fusil, agarró una docenita de cargadores, además del cuchillo-bayoneta que nada le gustaba desde que vió los excelentes cuvchillos de combate que portaban los de operaciones especiales, y se dirigió, ligero cómo iba, a juntarse con el resto del grupo. 

Cuando volvieron a la base, Belleti se encontraba como en casa, durante 5 meses había vivido en bases logrando escaquearse y sabía que en la vida de la base los contactos lo eran todo, hasta que llega un nuevo capitán...

Después de dormir largo y tendido la primera noche, se fue en busca de Wood, el chico le había caído bien durante su primera incursión, y le invito a la mejor hierba que se podía encontrar en la base y a una cerveza caliente "Algo es algo", se decía a sí mismo en cada sorbo.

A la siguiente noche tocaba patrulla y aunque a Belleti le gustaba hacerse el machito normalmente, la sola imagen de volver cerca de un vietcong y acabar en una bolsa como el pobre Hudson le revolvía el estomago.

Para mantener las preocupaciones fuera de su cabeza, el proyecto de soldado se dedicaba a repasar su armamento, la M16 de reglamento, varios cargadores, 4 granadas y el cuchillo de combate.

Tras montar y desmontar, tal y como le habían enseñado durante la instrucción, su M16 3 veces, el chico de ascendencia Italiana miro a la cama con el armamento y una risa amarga surgió en sus labios -  ¡PSE! Vaya mierda de país...

Al llegar a la base avanzada despues de la patrulla tenia el animo bajisimo. Busque de inmediato donde se ubicaban los negros y es que incluso en medio del combate habia un racismo latente pese a que, teoricamente, eramos compañeros de armas de los blancos. La patrulla me lo habia demostrado, aquellos blanquitos no podian soportar que un negro tuviera una graduacion aunque fuera solo salarial y sin mando superior a ellos. Habia notado la hostilidad de aquellos tipos especialmente de aquel HPR que llevaba 5 meses aqui pero al entrar en combate habia estado cagado.

Pase con los hermanos los días siguientes bebiendo algo de cerveza y licor casero pero pase de la hierba. Las drogas habían reducido nuestros barrios y a nuestra gente a la mendicidad, si queríamos ser igual que los blancos debíamos esforzarnos. Trabajar para poder reclamar, estaba en Vietnam para evitar que mis hermanos dejaran los estudios. Malcolm X lo había dicho: "La Educación es el pasaporte hacia el futuro, el mañana pertenece a aquellos que se preparan para él en el día de hoy." Yo nunca había sido radical pero no había visto progresos en la lucha de Luter King solo la radicalización de los blancos. En la base en USA y aquí había muchos negros que habían sido reclutados por ser activistas y no tenían el poder de Mohamed Ali para eludirlo, ellos abrieron mi visión de la lucha afroamericana. Durante aquellos días en la base avanzada pinte en la frontal del casco: "I'm black and proud", como la canción de James Brown.

Nos comunicaron que tendríamos que hacer una patrulla y pidiendo consejo a los veteranos prepare mi equipo. Prepare 6 cintas de 100 balas a mano, metiendo 1 bala trazadora por cada 3 convencionales para aumentar la visibilidad durante el combate. Cogí de todas maneras varias cintas normales por si las moscas. Preparé una cantimplora con café solo para mantenerme despierto y otra con agua, pues hasta por la noche el calor era insoportable. Guarde en mi ALICE 5 bengalas convencionales y 4 bengalas de blooper, así como todas las minas Claymore que pode recoger, un total de 6. Encontrar granadas fue mas difícil, todo el mundo parecía deseoso de tener un montón de aquellas asique solo puede llevarme 4 y 1 de fósforo blanco. Deje en la base todo lo demás y limpié concienzudamente la M-60.

Fui a reunirme con el pelotón a la hora señalada y al llegar estaban todos preparando y limpiando minuciosamente los fusiles de juguete que tenían asignados. - ¿Habéis cogido bengalas? - pregunte a todo el grupo mientras miraba a mi alrededor para ver quien se había hecho cargo del blooper - ¿Quien tiene el lanzapepinos? - pregunté al no encontrar con la vista a su portador. Me dirigí entonces al chicano, que parecía ser experto en trampas - ¿te parece que pongamos un perímetro con trampas granada y minas claymore por si se le ocurre venir a charly? - le pregunté animadamente, pues el también, en menor medida, era victima del racismo de los blancos.

Todo tuyo.

Mariano era el que más ligero iba de toda la patrulla, y cuando vió aparecer al negro que se dirigía hacia él, y todo el arsenal que llevaba encima, es cuando comenzó a pensar que igual no había sido buena idea eso de dejarse atraer por la redención de condena a cambio del servicio militar en ultramar...

Sin problema por mí parte, James, pero ¿es qué esto no va a ser una simple inspección de perímetro?... Sí los chicos de la sección de zapadores han hecho bien su trabajo y han guarnecido en condiciones el exterior de esta pocilga, no deberíamos de tener problema alguno en salir al exterior siempre y cuando no nos alejemos demasiado.

Apiadándome un poco de mi compañero, alargo la mano hacia él.

Anda, trae para acá algo de chatarra, qué no quiero verte muerto de cansancio en cuanto llevemos andadas un par de millas... Te ayudaré con las claymore, que seguro que te viene bien el desquitarte de algo de peso... ¿quieres que te lleve alguna cinta, men?

James, dice John dirigiéndose al que parece al mando, habría que enterarse de si lo que pretenden es que nos quedemos en el búnker a lo que salte, o habrá que patrullar por el perímetro, porque son cosas bien distintas.

Por lo que se ha visto hasta ahora, los lifers nos tienen de carne de cañón, y habría que intentar no ponérselo fácil.

Llega la hora de la patrulla y despues de una cena ligera con mucho cafe, os poneis en marcha.
El capitan esta fuera de vuestra compañia, esperandoos.

-Bien, muchachos, esta noche el bunker Nº5 es vuestro. Cuando llegeis, el equipo anterior os dara las novedades y se retirara. Teneis que comprobar las comunicaciones con el Centro de Mando. Vuestra designacion de radio es Area 5. Teneis que hacer una patrulla con dos hombres por el interior del perimetro para comprobar la posicion de las Claymore.
Buena suerte, soldados.

El capitan se despide y se va a informar a otro peloton. Mientras marchais hasta el bunker, os cruzais con soldados profesionales. Ninguno os dice nada, solo os observan.
Hasta que, cerca de la compañia del capitan Perkins, estan fuera dos soldados que reconoceis. Son dos de los que recogieron a Hudson y que estuvieron cuando se lo llevaron.
-Eh, ratilla. -Dice el mas pequeño, creeis que se llama Alt, a Bernier.- Me gusta tu pistola, ¿me la podre quedar si te matan? El companero de la lado se echa a reir. Va fumado hasta arriba.
-Joder, Alt, no asustes a los novatos. Si no, no querrran salir de la base y no los mataran y...
-Callate, idiota.- Dice Alt enfadado. Os mira con desprecio.- Largaos de aqui.
Seguis andando y llegais a la hora en punto al Bunker Nº5. El cabo del peloton se presenta como Tomkins. Parece muy profesional mientras os enseña el interior.
Hay un aparato de radio, 12 detonadores manuales de Claymore de otras tantas minas colocadas por la seccion de perimetro que debeis vigilar, y un visor Starlight Scope para vigilancia nocturna.
Os dice que esta todo muy tarnquilo y que dentro de 4 horas vendra vuestro relevo. En ese rato dos de vosotros debera recorrer el perimetro por el interior para comprobar la alambrada y las Claymore.

Tras el encontronazo con el par de payasos que se partían de risa a costa de su supuesto miedo, Mariano decidió que el paseo por el perímetro le vendría bien... Además, sí de algo sabía, era de observar cuidadosamente sin que se le pasasen los más mínimos detalles...

Bueno, mens... si no les importa, yo seré uno de los que compruebe el perímetro... ¿quién me acompaña?

John hace un aparte con los demás después de cruzarse con los dos lifers.

Oid chicos, una cosa es que a esos payasos les importe poco o nada que nos maten, pero que estén esperando que palmemos me preocupa, y bastante. El otro día, en el poblado, ya escuché a esos gilipollas hacer algún comentario en ese sentido, y ahora al borrico ese se le ha vuelto a escapar. Aquí pasa algo raro, y a costa de nuestro pellejo, así que esta noche me espero lo peor.

Luego le contesta al chicano, yo voy contigo: quiero averiguar hacia dónde apuntan esas Claymore.

Desde luego - Dijo Belleti a la vez que volvía a repasar su M16 y el blooper que le habían dado, las sospechas de sus compañeros parecían completamente infundadas - No pienso volver a casa en una bolsa. Mataré lo que haga falta.

- Entonces Dieguez y Besnier al perímetro a comprobar instalar las nuevas Claymore - dije para resumir las confusas propuestas de mis compañeros - Belleti y Wood conmigo en el bunker, si no tienes ninguna objeción - le dije con cierta sorna al italoamericano. A mi también me parecía raro lo de aquellos lifers pero dudaba que ellos fueran a intentar nada contra nosotros - mientras hagamos las cosas con sensatez y seguridad nadie tiene por que morir - respondí a las preocupaciones de mis compañeros.

Pocos días antes me había enterado de la muerte de Luther King y estaba furioso, todos los africanos lo estábamos, algunos de ellos pensaban en rebelarse y montarla por que hasta en aquel sitio perdido de la mano de dios habíamos odio algunos blancos celebrar su muerte. Me habían dejado un libro con sus discursos y lo llevaba escondido en la guerrera para leerlo en los periodos de descanso. Todo aquello me había turbado y el peligro y las sospechas de los veteranos me habían dejado en un estado de enorme confusión y distracción pero seguía creyendo que cumplir con el deber militar me haría digno de reivindicar la raza.

El paramedico dedico su habitual mirada hastiada a los marciales movimientos de sus compañeros de platoon. A diferencia de ellos el al menos estaba completamente cagado de miedo y no tenia problemas en evidenciarlo. Y si le tenian por un cobarde a el tanto le daba.

Se sento en un rincon del bunker y dejo el arma a un lado tras comprobar que esta seguia con el seguro puesto. Hecho esto y con el botiquin listo entre las piernas encendio el primer pitillo de una larga noche...

Mariano, dice John a su compañero una vez fuera del búnker. Llámame paranoico, pero ¿verdad que hemos traido un par de Claymore extras? Bueno, pues vamos a ponerlas en el acceso posterior del búnker, es decir, apuntando a nuestra retaguardia, no fuera que algún Charlie se despistara y nos atacara por la espalda, y eso sería peligroso, ¿no?, acaba con un guiño.

Además, vamos a cambiar de posición las Claymore que ya hay puestas, de forma que apunten hacia lugares más creativos, que eso siempre es divertido.