Partida Rol por web

Lentamente os acercais dando un pequeño rodeo. Cuando estais a unos pocos metros veis lo que parece ser un buggie aparcado en la pared Norte del edificio. Al contrario que el vuestro este no posee asientos agregados a la parte trasera, en su lugar tiene una especie de jaula metalica a modo de portaequipajes.

El edificio tiene una sola planta y mide unos 5x5 metros. Tiene una puerta en la pared Sur (hacia donde estan vuestros compañeros) y una ventana, de la que solo queda el marco, hacia el Este, que es por donde vosotros os acercais.
Precisamente a traves de esta ventana veis una tenue luz, como de una pequeña lampara o linterna enfocada hacia la pared. Os agachais para evitar ser vistos y comenzais a escuchar una conversacion.

- ¿Crees que nos pagaran mucho? Mirala, esta muy dañada.

- Bah, la podran arreglar, nos daran un buen puñado de creditos.

- Tenemos que comprar armas, mas vale que nos paguen mucho.

- ¿Que les pasa a nuestras armas? Todavia pueden matar.

- Quiero algo que tumbe a un Orx, con esta basura apenas podemos ponerle furioso.

- ¿Y para que coño quieres matar a un Orx? Por eso no nos pagaran.

- Estupido, quiero decir que necesitamos armas potentes, tan potentes como para acabar con un Orx. No que vayamos a dedicarnos a cazar Orx.

- Antes necesitamos reparar el carro, cada dia funciona peor.

Las dos voces son inconfundiblemente de Het Wad.

El primer impulso del gulzig es abandonar aquel lugar de inmediato cuando detecta las voces pero el misterio de la conversación pica su curiosidad.

¿De qué estarán hablando? Hablan de que les pagarán por ella, y que está dañada...

Valorando la situación y confiando en sus capacidades de sigilo, Zolah decide asomarse. Antes de hacerlo hace un gesto al het-wad indicándole que él se asomará. No sería conveniente que lo hicieran los dos, aumentaría el riesgo de ser descubiertos. A continuación se asoma mínimamente por la ventana e intenta descubrir de qué hablan aquellos dos individuos.

La oscuridad de la noche me protege, la oscuridad de la noche me protege piensa Zolah para calmarse

Bien, la idea de encontrar a otros dos renegados Het Wad me da la idea de traicionar a mis nuevos compañeros, pero al ser cazarrecompensas no puedo esperar fidelidad.

Mediante la mimica indico a Zolah que apunte a traves de la ventana una vez derribe la puerta.

Agamenel hace una seña a Zolah explicando el plan a seguir. Lentamente el Gulzig asoma la cabeza por una esquina de la ventana para comprobar quien esta en el interior. Pero antes de que pueda ver algo mas que la nuca de uno de los Het Wad oye un ruido a su lado. Agamenel ha golpeado la pared al girar la esquina, no seria un ruido considerable si no hubiese un silencio absoluto.
Los Het Wad del interior rapidamente se ponen en pie, en cuanto uno de ellos se gira Zolah se aparta de la ventana. Su conversacion se interrumpe y tan solo podeis oir un par de pasos y despues nuevamente el silencio.

El Het Wad y el Gulzig se alejan del buggie dando un amplio rodeo hacia el pequeño edificio. Vosotros permaneceis al Sur, esperandolos.
Ambos llegan alli desde el Este, apenas podeis intuir sus siluetas gracias a las estrellas, pero apreciais como se agachan junto a una de las paredes.

Puede que sea cautela o puede que hayan oido o visto algo, sea como sea desde vuestra posicion no sois visibles ya que estais ligeramente por debajo de la construccion. De igual manera es muy poco probable que veais a alguien si sale de alli.

Mientras esperais disfrutais de una noche calida, como siempre en la region conocida de Naraka el clima es casi tropical y raramente la temperatura impide estar en el exterior.

En cuanto Zolah está asomando la cabeza por la ventana el het-wad se mueve torpemente y roza la pared de la esquina llamando la atención de los dos que se encuentran dentro.

¡Estúpido! ¡Zolah, eres un estúpido! No puedes espiar junto a un het-wad y esperar que sea sigiloso... piensa el gulzig con amargura.

Los het-wad del interior del edificio se callan al oír el ruido. Se escuchan un par de pasos y a continuación: silencio. El más absoluto silencio. Gesticulando con cuidado le indica a su compañero que deben abandonar el lugar lo antes posible.

No seas obtuso, het-wad. Vayámonos de aquí de inmediato - piensa Zolah esperando que su compañero capte el significado de su mirada y sus gestos.

¡Ni de coña!
No pienso salir corriendo de un encuentro en el que me encuentro en igualdad de condiciones.
Voy asta la puerta y le doy una patada mientras vacio el cargadors sobre el tio armado mas cercano que me encuentre.
Pedir que se rindiesen seria demasiado sencillo.

La situación cambia en una milésima de segundo y el gulzig no permite que la sorpresa relentice su reacción. Se levanta en cuanto el het-wad patea la puerta y se pone a disparar hacia los cuerpos de los dos individuos.

Maldición, het-wad, me has obligado a hacerlo de nuevo... piensa Zolah mientras dispara sin compasión.

Me apoyo en el asiento de forma que mis brazos quedan cruzados bajo mi pecho, el cual queda realzado más de lo habitual, que no es poco, pero no lo hago para seducir, como normalmenta haría, sino qpor que es la postura más cómoda en ese momento para mirar al Bauwer. Estoy tan cansada que en realidad ni me doy cuenta.

-¿Alguna idea de por qué nos ha pasado esto o de si ha sido simple casualidad? ¿Y sobre l oque vamos a hacer en un futuro cercano?-

Aquella noche, abrazados bajo las estrellas, fuí el hombre más feliz del mundo. Ah, cuánto te echo de menos...Me giro un poco sobresaltado al escuchar la voz de Red, la miro durante dos segundos a los ojos y después levanto la vista hacia las estrellas, suspirando. -Por qué...buena pregunta. Sigo mirando al cielo, intentando despejar mi cabeza de recuerdos. Me vuelvo hacia la humana, y, sin querer, mis ojos resbalan durante un instante sobre su busto. -No lo sé. Lo más probable es que no haya porqués, sino tan solo cómos, cuándos...Sonrío. -No me hagas caso. Lo más probable es que sólo nos quisieran para usarnos como moneda de cambio, nos cogerían por azar seguramente. ¿Cómo te capturaron a tí? Yo viajaba hacia el Sur para realizar una...investigación.

-En cuanto al futuro cercano...Creo que deberíamos encontrar refugio donde pasar la noche. El camino puede hacerse muy duro sin comida ni sueño...Te lo digo por experiencia.

-Bien que sé eso yo tambén...pero me refería a un futuro algo menos cercano. Cuando lleguemos a tu pais. Pueden...pasar muchas cosas por el camino pero, una vez allí...lo más práctico sería matarnos a todos menos a ti, que eres de los suyos...-

Desvío la mirada hacia dónde se fueron nuestros compañeros.

Agamenel patea la puerta y en seguida puede ver el interior del edificio. Esta todo destrozado, armarios metalicos en las paredes y algunos por el suelo. En cuanto ve al enemigo comienza a disparar, pero estaban alertados y en seguida se ponen a cubierto. Los disparos destrozan un par de monitores fijos de la pared, aunque su estado anterior tampoco muy bueno.
Por su parte Zolah se asoma por la ventana para apoyar el asalto de su compañero. Dispara al otro Het Wad que estaba a cubierto de la puerta. Le alcanza en algun punto de la espalda antes de que se vuelva a poner a cubierto de cada a la nueva amenaza en la ventana.

El fuego de replica no tarda en llegar. Uno dispara hacia la puerta fallando por poco, Agamenel puede sentir el calor de un proyectil rozar su cuello.
El otro apunta a la ventana pero su disparo se pierde en el cielo.

La situacion queda en tablas. Agamenel cubierto con la puerta y Zolah tras el marco de la ventana. Vuestros enemigos tras un par de armarios tirados, esperando la ocasion para disparar. Los armarios tumbados miden aproximadamente un metro de alto por dos de largo y parecen bastante resistentes.

Antes de que Teil pueda desmentir o confirmar la teoria de Red sobre la llegada al Condominio Bauwer os sobresalta un ruido procedente del edificio.
Un golpe seco en inmediatamente seguido de un breve tiroteo. Al mirar hacia alli podeis ver una puerta abierta en la cara sur de la que sale una tenue luz.
No podeis distinguir el interior, pero os da tiempo a ver como el Het Wad que os acompaña se aparta de la entrada permaneciendo fuera de alli.

Al que no veis es al Gulzig, aunque podria estar junto al Het Wad y que la silueta de la pequeña construccion lo este tapando.

Cuando abres los ojos solo ves oscuridad. Estas tumbada y notas el frio metal sobre tu espalda.
Notas como tus heridas siguen ahi, abiertas. Aunque estas debil intentas moverte, pero algo lo impide. Estas atada de pies y manos, es mas, tus manos estan atadas a tus pies por una larga cuerda.
Intentas hablar pero notas algo en tu boca, de hecho sientes que tienes algo en la cara. Como si fuese una mascara que tapa tu nariz y tu boca y que ademas esta fijada en tu cuello.

De repente oyes algo, parece lejos porque el metal que te rodea ahoga el sonido. De todas formas puedes entender la conversacion entre dos personas. Por su tono de voz y la forma de hablar parecen esos sucios Het Wad.

- ¿Crees que nos pagaran mucho? Mirala, esta muy dañada.

- Bah, la podran arreglar, nos daran un buen puñado de creditos.

- Tenemos que comprar armas, mas vale que nos paguen mucho.

- ¿Que les pasa a nuestras armas? Todavia pueden matar.

- Quiero algo que tumbe a un Orx, con esta basura apenas podemos ponerle furioso.

- ¿Y para que coño quieres matar a un Orx? Por eso no nos pagaran.

- Estupido, quiero decir que necesitamos armas potentes, tan potentes como para acabar con un Orx. No que vayamos a dedicarnos a cazar Orx.

- Antes necesitamos reparar el carro, cada dia funciona peor.

De repente se oye un golpe y escuchas disparos. Algo esta ocurriendo fuera de tu pequeña caja metalica y no sabes si mjorará o no tu situacion.

Dolor...

Oscuridad..

Voces..

Ingrid retoma la consciencia ¿está muerta? No ve nada..acaso es esto lo que hay después de la muerte? La nada?..

Pronto oye voces y tarda unos segundos en asimilar que no está muerta y en entender lo que dicen. Pero no se siente nisiquiera con fuerzas de hablar, mucho menos de levantarse. Se limita a cerrar los ojos y descansar, sabiendo que su destino ahora no depende de ella sino de los ancestros... o más bien de ese par de sucios esclavistas Het Wad.

Zolah dispara hacia uno de los hetwad y logra alcanzarlo en la espalda, sin embargo, la herida no es letal y el enemigo responde sin herir al gulzig. Espera la oportunidad y en cuanto esta llega Zolah vuelve a disparar. Aquella situación no le gustaba, pero estaba descubriendo que se le daba especialmente bien y que mostraba una sangre fría desconocida para él. Debería meditar sobre aquello, pero sería en otro momento, cuando no estuviera apretando el gatillo contra su enemigo.

Una vez el combate es seguro preparo mi organismo para entrar en fase de combate y activar mi armadura natural.
Jajajajaja! Una risa estridente sale de mi voz sin que pueda controlarla, el flujo de hormonas a traves de mi cuerpo esta generandome un subito subidon de placer.