Partida Rol por web

Te encuentras en aquel que es tu refugio. ¿Importaba a este punto definirlo específicamente? Podría ser perfectamente una clichada oficina en la parte más alta de un inmenso edificio como podría ser un subterráneo muy cómodo y protegido como lo tendría cualquier viejo paranoico y poderoso como era tu caso, o incluso un lugar normal, un cuarto de habitación tipo suite o quién sabe. Lo que importaba es que estabas en la ciudad donde te habías desarrollado por largo tiempo y donde se encontraba tu programa con el Columbia Business School, en esta misma ciudad. Podrías pensar que te despertaste tarde pero las latitudes hacen cambios dentro del mismo país y quizá eso haya hecho que fuese distinto el inicio de noche... ¿O así no funcionaba? Seguro era porque has estado estresado y necesitabas tomar un descanso. Aún inmortal, sentías el desgaste mental y emocional.

Bobby te había hecho saber hace poco que tus negocios iban bien y que el entrenamiento tanto de Camille tanto como del otro joven humano heredero a futuro no tenían problemas recientes, honestamente. Por lo demás, te ha informado, como lo que es prácticamente tu mano derecha, de que agentes y emisarios de la Camarilla consideran hablar con tu persona, aunque esto ha sido últimamente administrado por los Líctores para hacer la "transferencia" de esta reunión más sencilla y sobretodo, supervisada o al menos concedida y permitida por el mismo Clan Ventrue al que sirves más que a la misma Secta, tal cual. Así, el emisario o enviado en cuestión llegará en cierto lapso, no todavía ni pronto pero sí eventualmente.

Por tu parte, pareces tener suficiente tiempo para armar lo tuyo, prepararte, asearte si lo ves siquiera necesario considerando que seres como tú o vosotros no emitís ningún tipo de aroma por estar, bueno, físicamente muerto o simplemente arreglarte según veas mejor para esta audiencia, por llamarle de alguna forma. ¿Qué querrían? ¿Qué buscaban? No tienes tiempo de pensar en ello demasiado porque algo sucede, un mensaje enviado de modo escueto pero importante, de aquel en quién confías y ha manejado tus negocios, tu imperio de día, ahí donde no puedes tocar.

Bobby, muy a su pesar, te hace saber en este mensaje que han habido asuntos, problemas con inversionistas y otros sujetos de interés y que debe pegarse un viaje larguísimo a nada menos que Miami, en Florida, al sur, y que no podrá estar presente mientras se encargue de esto directamente. Te lo explica y en general, si bien es una hijeputada, tiene un punto, como siempre ha hecho, como le has guiado a tener dicho punto y saber qué y cómo. Todo esto sumado con la misteriosa "audencia de la Camarilla". ¿Está relacionado? Algo te hace pensar que las cosas están cambiando y los cimientos de tu gran pero firme torre tiemblan aunque sea un poco, te molesta y despierta casi de lleno ante una nueva noche maldita.

Maldita suerte, pero firme resolución.

El despertar había sido tranquilo. Al despertar cada noche una sensación de noticias oscuras y malas me tenía alerta. Era una costumbre que traía desde que era mortal: esperar lo peor. El derrumbe total, el final de casi todo. Sin embargo la mayoría de las veces aquello no ocurría. En el momento en que ocurría era una situación que arrastraba todo, la previsión ante ello llevaba a los más grandes beneficios. Reflexionando hacia atrás, la cobertura me trajo en primer lugar riqueza material inmediata, y en el largo plazo la inmortalidad. Curiosamente, un verdadero largo plazo. 

Ahora, a pesar de décadas de inmortalidad me sentía desde siempre como un principiante. Quizás cerca de otros más jóvenes me sentía seguro, pero en el fondo no olvidaba mi perspectiva de ser casi nada entre la población de los Vástagos. Esa "humildad" colaboraba en que recordara mi lugar. 

El llamado de una audiencia imprevista no me resultaba inconveniente. Llamé a Camille que debía estar compartiendo el espacio, le envíe un audio a través del celular: 

-Haz que preparen el auto y arreglate y preparate tu. Elegante- le aclaré, con esa palabra ella sabía que no correspondía vestimenta de noche, sino más bien algo entre formal y de noche. Formal era otra cosa. Por mi parte, yo me vestí, camisa, saco, prendí con una orden de voz el monitor de la computadora en mi habitación. Los resultados de las acciones y otros activos en los que estaba posicionado. Estaba todo en orden. Me puse colonia y me peiné con cuidado. Dejé algunas imperfecciones en mi corbata y mi cabello para que Camille se ocupe de eso. Le gustaría sentirse útil e importante. Revisé uno de los celulares y estaba todo en orden. 

Vi el mensaje de Bobby. Problemas en Miami. El 2007 y 2008 y su crisis me confirmaron que tanto a nivel de los Vástagos como de los mortales dicha ciudad era clave para tomarle el pulso a EEUU. La crisis de las subprime tuvo parte de su eje allí. Era dónde la construcción había volado y dónde el precio de las propiedades más subió y también dónde más cayó. Tenía intereses allí, habíamos entrado en la construcción fuertemente tras la crisis porque los precios estaban por el suelo. Había participado con un porcentaje pequeño en el emprendimiento de Key Biscayne, el edificio Oceana construido por una incipiente empresa llamada Consultatio. Ese fue el último negocio por el que había recibido dinero allí pero tenía otros corriendo. 

Envíe un mensaje a Bobby por escrito: Apenas conozcas los detalles, enviamelos por e-mail. 

Todo en orden. Así era como debía ser para tí, uno de los Sangre Azul, pero sobretodo, alguien que nunca se había confiado, que nunca había subestimado a sus oponentes potenciales y reales (si es que siquiera había diferencia entre ambos) y que nunca se había sobre-estimado a sí mismo del todo tampoco. Como el rookie estrella de tus días cuando eras joven, muy joven y aún humano, hasta hoy, seguías manejándote a base de vaticinios y aplicación inteligente en pos de esquivar la bala alejándote de su trayectoria en vez de intentar confiar a ciegas en tus reflejos y tragarte el impacto. Fuese como fuese, diste tus órdenes entonces y empezaste a prepararte.

Al llegar a con Camille le viste y bueno, qué podía decirse. Cada noche, cada única y distinta noche, tras las ya miles de estas en tus más de 100 años vivo mezclando tus varios años de vida humana y varios más de no-vida vampírica realmente te era imposible pensar en una mujer más sexy, más bella, más condenadamente atractiva. Se había vestido con una falda larga pero que resaltaba su nada discreto trasero, medias abajo, tacones no muy altos, una especie de blusa con cobertura completa hasta su cuello dando una idea elegante que bordeaba, como pediste, entre "atuendo de noche" y "atuendo formal" y además tapaba ese tatuaje juvenil que tenía en su espalda y con escote que era tapado por esa blusilla suave debajo de su parte superior del vestido, dando una idea de seductora, femenina pero discreta, propiedad privada, tal cual, tuya, por mucho que jamás fueses a admitirlo más allá de lo profesional. Aquella hermosa joven de ojos verdes que se había hecho algunos rizos y por lo demás dejado el pelo suelto estaba lista, obediente y no hubiendo envejecido un día desde hace diez años por la vitae que le proveías desde entonces.

- Ya está listo todo, señor. -"Señor". Te hacía pensar cuando actuaba en modo "noche" y no "formal" y te decía "Amo", o peor "Amo-r", con r al final. Te controlaste de pensar en ello por las contradictorias ideas y efectivamente ella empezó a arreglarte tu desordenada camisa y corbata con perfección y pulcritud, dejándote impecable en ese pequeño detalle.- Parece apurado, pero no creo que sea algo tan malo. No se tense tanto.

Acarició suavemente tu cabeza y por un segundo casi sentiste dicha cabeza explotar, como en las películas de tipo B, esas que por cierto, viste con tus propios ojos de joven y entiendes por qué se les apoda así, puestas literalmente en un lado B de los cines con las películas lado A post-crisis, en los días exactos de los años después del 29 en que empezaste a ser entrenado por muchos años para ser lo que serías y eras ahora. Memorias. Ya abajo teníais todo listo y empezásteis a bajar, pero algo os pillaría por sorpresa o quizá no tanto, a tí y a Camille al descender de aquel alto edificio.

Aquel que había sido enviado por la Camarilla ya estaba ahí, os esperaba prácticamente en la entrada y a punto de pasar a la recepción del primer piso o planta del edificio en cuestión, manos tras la espalda y un aspecto pulcro, cabello plomizo/claro y traje, por lo demás, pero en contraste contigo, quizá por su excesiva formalidad en apariencia y a su vez el aire que daba, se veía como alguien menor, como alguien que realmente no destacaba económica ni funcionalmente, pero que aún así, había sido confiado con esta misión. Os miraba a medida que bajábais y llegábais ahí. Parecía casi estar esperando que le diéseis permiso para poder entrar, aún cuando podría hacerlo de manera normal, bueno, técnicamente no si es que tu seguridad no lo permitía. ¿Qué pretendía?

- Mis disculpas. Soy aquel que han enviado para el asunto en cuestión, soy Othello. Noah S. Othello, señor Hayford. -Hizo un gesto cordial entonces. Camille estaba un poco sorprendida, notabas, pero por lo demás no mostraba debilidad directamente. Aquel sujeto con su expresión amable, no, afable daba cierta sensación inquietante, como si pudiese mirar literalmente en tu alma.- Tengo que pedir disculpas por adelantarme, pero si no recuerda, se pidió que yo viniese aquí.

Al decir eso a distancia y justo para que lo escuchárais, tu agente principal de seguridad hizo un gesto como preguntándote algo así: "¿Jefe, debería echarle tal cual o hacer algo más con este sujeto?" mientras te veías enfrentado a esta opción, de si dejarle entrar tal cual, exigirle que fuesen a otro lado o preguntar por qué rayos no se te informó mejor que la Camarilla exigía que esta reunión fuese en tu refugio y dominio. ¿Admitir que lo pasaste tú por alto? ¡Nunca! ¿O no fue así? ...¡No tienes idea! ¡Y te molesta! Pero no podían demandar que se invadiera tu refugio. ¿Fue Camille la que hizo mal quizá o Bobby? Alguien pagaría, seguro, si eras lo suficientemente arrogante para hacer que así fuese... O excesivamente considerado como para castigarte por tu propio error si lo admitías al asumir que seguro tú no te acordaste que este hombre debía venir a tí, no tú a él.

Y para rebasar, claro, el mensaje de Bobby llega recién, en texto.

Así será, señor, acabo de asentarme en la ciudad y tengo que hacerme un poco con el sector y ambiente local, pero tendrá la información en la brevedad absoluta y más próxima.

Atte.: Crimson.

¿"Crimson"? ¿Por qué no Bobby? Hoy sin duda era un día con cimientos temblorosos.

Suponías que una torre no se sujetaba sola, después de todo.

Camille aunque no sonora bien en épocas modernas, era el mejor complemento o el mejor adorno que se podía tener a la hora de tener compañia. Sabía mantenerse callada y hablar lo justo, y lo que era mejor, tendía a aprender bastante bien sobre la gente con la que me rodeaba, lo que demostraba que tenía una buena capacidad de atención, incluso para los detalles. Fuera de esto, le sorpendía un poco la urgencia de Bobby, pero no le molestaba en absoluta. 

Había estado pensando en qué podía estar ocurriendo en Florida y la posible relación de esto con lo que el enviado quisiera decirle. No le gustaban estas reuniones sorpresivas a no ser que vinieran de superiores directos. En este caso no tenía ni idea de donde venía. 

Le había dicho Bobby que el agente de la Camarilla llegaría, lo recordó mientras andaba hacia allá. El error era de él, pero era en buena medida por la tendencia hacia la rutina que notaba en su vida y de la que luchaba por escapar. Regla propia: no aceptar reuniones en el lugar dónde dormía, tampoco en dónde dormía otro Vástago. Usar Eliseos o lugares para reuniones. Aunque Bobby lo sabía, y todos lo sabían, ¿cuándo había aceptado esta reunión? ¿Lo habría hecho o estaba confundido? No me importaba ahora. Observé la cara del hombre de seguridad, y al enviado de la Camarilla. 

Si yo tuviera que visitar a alguien en su refugio lo haría porque iba a "detenerlo" o en todo caso destruirlo. Suponía que no era el caso. La otra razón podía ser que lo que se fuera a hablar fuera tan privado que no podía hacerse en otro lugar. Por último, había una razón posible que era sencillamente una preferencia personal. 

-No hay inconveniente. Por favor, acompañenos- dije al señor Othello, no iba a decirle nada más. No me interesaba entrar en detalles sobre la culpa o responsabilidad. Posiblemente había sido un error mio, pero no importaba demasiado. Subimos nuevamente e ingresamos de regreso al piso, tenía una oficina dónde recibirlo, con una mirada nada más Camille supo que debía dejarnos solos. Una lastima era no poder seguir contando con la compañia de sus bellos ojos y labios y el tacto de su mano, o de su muslo llegado el caso pero intuía que la reunión que pretendía este hombre era de la más estricta privacidad.

La oficina que tenía era de lo más austera. Las paredes estaban revestidas de un color crema, había un escritorio negro y arriba de él sólo había una computadora pórtatil marca Dell. En una de las paredes había un armario empotrado que se encontraba cerrado en ese momento. 

Las sillas no tenían diferencia de rango, es decir eran del mismo tipo y tamaño, sillones grandes, con rueditas y amplios de color negro tapizados con cuero.

-Tome asiento si gusta por favor- dije mientras iba al otro lado y esperaba si el caballero hacía lo mismo para que tomaramos asiento ambos. 

Tu memoria reciente y conocimiento general te dice algo o más bien te refresca un poco las ideas en cuanto a algo particular: Miami y en general el estado de Florida no es estrictamente un haber de la Camarilla, no del todo o ya no al menos, sino más bien un "dominio lejano", como se le suele decir quasi-coloquialmente, que significa un área no central de lo que serían dominios de Camarilla, cercanos al principado puntual, el o los eliseos específicos de aquel dominio y tal. Sumado a eso y con todo el ajetreo mortal que hay, mafias, inmigración latina tanto desde Cuba como Centro y Sudamérica entre otros, resulta una verdadera sopa de caos, en la cual si bien no tienes problemas económicos, tus finanzas tampoco han sido un eje, bastión o pilar parangónico ahí. Te hace pensar un poco, podrías decirlo, respecto a la situación en general.

Ya solventado el problema y aceptado tu propio error de no haber recordado ese detalle menor, quizá buscando salir por costumbre (aunque con una idea coherente respecto a lo de "cazar a un vástago en su propio refugio", hay que admitirlo), invitaste a Othello a una de las salas centrales de reunión en aquel edificio, una sala taciturna y con poca luz pero elevada privacidad, a lo que viste a Camille asentir obedientemente ante tu exigencia, habiendo servido por escasos minutos para darle un buen show visual al invitado de la Camarilla en cuestión, el cual sí, crees que pareció complacido o no por dicho, a lo que luego viste a la mujer irse del todo. Notaste sin embargo algo: Camille parecía estar revisando su móvil justo cuando estaba saliendo y cerrando la puerta y se veía molesta, como si mirara un mensaje o se comunicara con alguien y no estuviese consiguiendo lo que quería. Nunca ponía esa cara frente tuyo, a lo mucho cuando trabajaba con tecnología o cosas modernas y se ponía en su modo serio, ahí donde tú apenas manejabas bien por tu antiguedad, pero en particular esto era algo más de ella. ¿Qué ocurría? Fuese como fuese, cerró del todo y estabas frente a frente con él, Othello.

Othello era un sujeto extraño, no había que negarlo. Sí, tenía la elegancia base de un Ventrue no tan elegante ni poderoso en los ámbitos Venture (por llamarles de alguna forma) como tú pero a su vez daba la sensación casi espeluznante de ser un ente sobrenatural a pesar de poseer el rostro de un nadie, con su pelo claro, casi plomizo o blanco ordenado sobre su cabeza en variadas tiras de mechones, corto y su traje. Una vez estábais solos, habló.

- Muchas gracias, señor Hayford. Seré honesto e iré al punto para no quitarle ni un valioso segundo de esta noche. -Asintió al decir esto, como reforzando sus palabras y agregó, gestualizando ahora con la mano brevemente.- Tenemos un problema, y el sujeto en cuestión, "nosotros" aquí, no es otro sino la Camarilla.

Pausó unos segundos, volviendo a su pose original, esperando tu reacción, si es que alguna. Preguntas igualmente o algo.

Proseguiría posteriormente.

- Tal sea, la Camarilla ha encontrado ciertos problemas reiterados respecto a entidades que amenazan la calma entre y para los Vástagos, así como por supuesto, la Mascarada. Necesitamos de su acumen en los negocios y las organizaciones para entender a la potencial amenaza.

Ahora lo entendías o más bien, lo hacías ver. Othello no era más que un agente de la secta misma, de la Torre de Marfil, un emisario y ya, de un mensaje que era obvio y aún así tan silencioso como podía ser: Nunca tuviste opción. Tú sirves al Clan Ventrue como un Tribuno, correcto, pero el clan Ventrue no solo representa a la Camarilla, sino que es la misma Camarilla, y es parte de dicha como una entiad mayor, últimamente y todos tus esfuerzos por esquivarla porque "no te incumben los asuntos sobrenaturales" o la ideología que sea que tengas, si bien son respetables desde una perspectiva peculiar, no terminan por eximirte de esto, de asistir a la gran entidad, y al parecer, otras, citadas, "entidades" están molestando a la secta, la cual exige que dichas sean aplastadas, por la gran pierna de marfil que pisa lo que no le acomoda. ¿No es así siempre, mortal o inmortal? Claro que sí, lo sabes bien, si no no sería noble capitalismo.

Noah por lo demás se ha portado y presentado de un modo impecable en este lapso, por neutro o carente de chispa que parezca y por casi nulo, como una cara invisible, como el rostro del mismo olvido incluso, simplemente dándote a saber el mensaje: Camarilla exige asistencia contra molestia prolongada y difícil, Camarilla obtendrá asistencia de alguien excepcional que forma parte de los suyos. Sencillo, a más no poder. Prosigue entonces con algo más, como una explicación extra.

- Trabajaría con usted directamente, yo, quiero decir. No sería del todo una Cuadrilla, sino más bien un trabajo de asistencia mutua. -Parecía estar adivinando que te molestaría si te lo decía directamente: Ser compañeros como lo harían miembros de alguna oficina policial o gubernamental, pero sí, eso era, y sus ojos casi querían dejar el ejemplo analógico en tu mente, si bien no lo hacían.- Ya lo demás sería discutible.

Pausó por fin, ahora cruzando los dedos de ambas manos, entrelazándolos entre sí mientras aguardaba, buscando no inclinarse del todo a medida que observaba tu persona y a veces el cuarto, curioso, pero volviendo a tu atención, dicho sea.

Había observado la seriedad con que este hombre se manejaba y me resultaba de lo más interesante lo que tenía para decirme, sin embargo no esperaba algo como lo que escuché. Las palabras fueron directas, si, pero también cargadas de interrogantes. No dudó en responder. 

-Bien, por supuesto puede contar con mi colaboración en lo que sea necesario- no estaba de más decirlo, aunque era evidente- me sorprende la forma de expresar lo que necesita de mí y la amenaza que se sufre, porque en principio estimo que si se tratase de una cuestión que implicara al Sabbat lo hubiera dicho. Por lo que estimo que la "entidad" debe consistir en algo desconocido y sospecho que afecta a empresas o intereses de la secta de alguna forma. No quiero adivinar pero es lo que parece estar implícito. No está de más decir que viendo la naturaleza de la cuestión, la discreción de mi parte está garantizada, lo digo porque si recurrieron a mi es porque sospecho que saben que si hay una cuestión del tipo que sospecho que se esta tratando necesitaré toda la información posible para que nos podamos asistir mutuamente- no estaba seguro de lo que ocurría, pero si lo habían elegido a él era justamente por la discreción. No quería ya empezar pidiendo algo para lo que le pedían, pero sabía que si no tenía toda la información necesaria su tarea se vería sumamente dificultosa y complicada de llevar adelante. 

Observé con atención la expresión de este hombre, no sabía exactamente el grado de autoridad que tenía en la cuestión, pero me imaginaba que no era la mayor, pues sino no se propondría a trabajar conmigo lado a lado. No sabía si revelaría para quién o quienes exactamente trabajaba, pero en la medida que el nivel de "acceso" fuera mayor eso me podría decir el grado de relevancia de la tarea. 

Othello parecía mantenerse analítico de la situación en la que estaba. Por otro lado, aún te queda en la retina esa imagen breve de Camille, pero pasa a segundo plano sobretodo cuando empiezas a hablar, a lo que este hombre, este emisario de la Camarilla pasa a escucharte atento, cada palabra y cada frase que dices, no asintiendo ni nada pero gestualizando un poco mientras demuestra ir procesando y recibiendo la información que le das.

Finalmente, pasa a ponerse una mano como si fuese a sujetarse o tomarse el mentón pero sin hacerlo, para responder.

[color=#D6B566]- No es el Sabbat, consideramos, pero sí que están involucramos, sabemos.[/color] -Su modo de hablar era pausado pero constante, un tanto curioso podrías decir. No teníais ningún brebaje y hablar de sangre sería ir a tus propias reservas. Servirlo en una taza o algo sería, como mínimo, grotesco, aunque no es como si fueseis seres que pudiesen darse el lujo de hablar de pureza de ser, si bien eso era un tema delicado, no para los como tú, o quizá Othello, pero otros tantos sí.- [color=#D6B566]Se trata de algo no sé si completamente pero sí definitivamente distinto...[/color] -Pausó entonces, como si pensase en algo pero rápidamente siguiese su respuesta a tus palabras, acomodando esa mano que tenía flotando al lado de su cara para juntarla con la otra sobre su regazo entonces, en una pose entre ordenada y excesiva. Podrías decir que este sujeto compartía un rasgo apreciable en los de tu clan, neurosis, incluso cuando tú mismo no eras del todo considerado así, aún si pudieses serlo un poco. Su compulsividad se mostraba aunque no perdía el ritmo.- [color=#D6B566]¿Sospecha? Muy bien, no puedo preguntar sobre vuestras teorías sin decir nada primero, ciertamente, así que...[/color]

Tomó aire entonces, más como un acto gestual que una necesidad real y procedió él mismo ahora.

[color=#D6B566]- No es un grupo fijo. No es un único Autarca en cuestión ni una organización de Independientes. Muy como usted podrá saber, estos suelen asociarse y ayudarse pero haces sus propias redes individualmente a través de contactos, asociados propios y tales en su mayoría mortales, influenciados o no por la Vitae. Tampoco se trata de un segmento específico, léase, el Sabbat, como dijo usted y le repliqué antes.[/color] -Pausó, como si estuviese por decir lo obvio pero no le gustase.- [color=#D6B566]Mis implicaciones son las que piensa, que tenemos personas dentro, no tengo como probar que no le sospecho yo a usted de ser un interno ni los que me mandan lo hacen, pero puedo proveerle de lo que considere si eso ayuda.[/color] -Honesto. Tal cual, decir "Hay sujetos de la Camarilla en esto, en la Entidad tal cual, no puedo probar que no te estamos espiando directamente, así que toma nuestros actos de confianza". No sonaba mal aprovecharse un poco, dirías.- [color=#D6B566]Y sí, como ha dicho, es un asunto conjunto, afecta el ámbito sobrenatural, social y económico de la Camarilla, sus propias áreas y dominios, su propia población de Vástagos y, realmente, todo.[/color]

Pausó entonces, pensando entonces y soltó algo una vez más.

[color=#D6B566]- Afekk. Uno de los nombres que suele repetirse en las búsquedas que ejecutamos. Podría ser un buen inicio.[/color]

Asintió entonces. Esto podía ir para largo, pero Othello parecía dispuesto a cooperar. También aquí estaban abiertas las negociaciones de: "¿Qué gano yo en todo esto?", sobretodo considerando que te confesó que hay involucrados Camarilla en el asunto y que buscaba compensar al menos el no poder probar que no estaban buscándote como posible culpable, léase, lo que te dijo de proveerte lo que necesitaras. Por otro lado parecía querer saber tu sospecha sobre aquel tipo específico que pensabas que podría ser.

Se ponía agitada la cosa, y cada vez más se sacudía la torre.

Sabías bien que ni la noche ni el tiempo mismo se hacían esperar, ni esperaban a nadie.

Escuché atentamente llevandome la mano a su barbilla mientras escuchaba. Sonaba a un desafío. El uso de tácticas desconcertantes, la posible colaboración del Sabbat, hacían pensar, principalmente o al menos lo llevaban a pensar que quién estaba haciendo este movimiento no era más que gente joven posiblemente bien organizada. Era posible el origen del movimiento incluso no estuviera en el Sabbat. No era que fuera un experto, pero si el movimiento era en cuestión de negocios o bursatil debía implicar alguien con conocimientos, y esa gente no era la que solían reclutar sus enemigos. 

-¿Cuáles han sido los daños ocasionados? ¿Qué vías de intercambio de información vamos a adoptar y de comunicación? Por lo que me comenta puede que no sea sólo gente con conocimiento en mi área la implicada, sino adaptada a la época actual. Necesitaría conocer más detalles pero será importante empezar a estudiar los daños, los movimientos realizados, para poder empezar a entender la amenaza- expliqué, no iba a preguntar que ganaba con todo esto, me parecía poco elegante. El acceso a la información que me brindaran suponía que sería de alto impacto y podría utilizarlo como mínimo en mis negocios. Si el trabajo implicaba otros sacrificios sería mejor hablarlo en el transcurso de los mismos.

-¿Ha trabajado sólo usted contra esta amenaza o existe ya algún tipo de equipo formado e informado sobre esta cuestión?- pregunté al final -no me refiero a Vástagos, sino a sirvientes- entendía que este tipo de cuestión debía ser enfocada con buenos asesores mortales, posiblemente jóvenes si iba en la dirección que sospechaba.

No respondió en orden debido al modo en que tomaba las cosas que preguntabas y el cómo responderlas.

[color=#D6B566]- Múltiples cuadrillas han sido organizadas, si bien todas en estricto secreto y con una considerable fragmentación en sus miembros y recursos para abarcar mayor área.[/color] -Pausó entonces, pensando en cómo ir respondiendo a lo que ibas diciendo luego, mirando siempre fijamente y con cierta preocupación, como si le costara, sabiendo que este trato tenía que ser lo más suave y eficiente posible y que no se trataba de algo fácil por la complejidad de lo que estaba a punto de (intentar) explicarte.- [color=#D6B566]Sobre los daños... Sí, existen daños tangibles y daños monetarios, económicos, digo, pero es más que eso, los daños son a un nivel de seguridad, de Mascarada, que es la razón porque un especialista de dicha como yo fue peticionado con esto y además de pedir su asistencia en tratar con organizaciones a nivel global.[/color] -Trató de hablar del modo más humilde al decir "especialista" al referirse a sí mismo pero se notaba, tú lo notabas en el brillo de sus ojos, aún los de un no-muerto, como es que mostraba claro orgullo y cierto leve hubris, digno de todos los Ventrue, sobre lo que era su propia habilidad y proficiencia. Siguió.- [color=#D6B566]Nuestro enemigo se ha estado entreteniendo con el acto de intervenir y meter su mano en cada uno de los aspectos de la sociedad vampírica, de la condición vampírica, tal cual, sea dicho.[/color]

"Enemigo", tal cual, lo que denotaba tanto en su gesto como en sus palabras por fin des-suavizadas, el tono de guerra que esto tenía, guerra velada, pero a fin de cuentas dicha, las palabras de un estratega, un ejecutor y quizá hasta un general en pleno campo de batalla, más pruebas de que como tú, debía ser uno de tu estirpe y por ende explicando el que el mismo Strategoi haya metido mano para hacerte aceptar esta encomienda para con la Camarilla directamente y asignarte o que fueses asignado a Othello, uno de los vuestros.

[color=#D6B566]- Afekk es una de las claves de la entidad en cuestión. Proveedor, simpatizante, miembro directo involucrado de rango medio, bajo o incluso alto, marioneta, pero está asociado. Justamente dicho sujeto es un mortal, que sepamos. Y sobre lo que pregunta usted de nuestro lado... Sí, tenemos Ghouls, tenemos asesores mortales, todo eso.[/color]

No parecía del todo estar entendiendo tu punto o al menos captándolo a tu nivel, léase, el que era ideal tener personas humanas y modernas para tratar con lo que parecía una amenaza altamente versada en la tecnología igualmente, tal cual, como si no lo considerara una necesidad excesiva muy como tú parecías considerarlo una clave. Quizá era la diferencia de edades, visiones o simplemente el caso habitual de tu propio acumen saltándose pasos al resolver el problema cuando todos los demás recién iban con la raya de avance. Justo entonces, tocaron la puerta. Os callásteis ambos y al darse la señal de que podía entrar dicha persona, lo haría, ya en silencio ambos. Camille, claro, siguiendo protocolo.

[color=#C494BE]- Mis disculpas. Os he traído algo, señor Othello, mi señor.[/color]

Se inclinó para dejaros lo que parecían modernos pero elegantes contenedores bien sellados y tapados con lo que asumías que podía ser, sin poder ser realmente otra cosa. Te lo sirvió denotando diferencia y deferencia clara al decirte "mi señor" a tí si bien también mostró cortesía con el invitado, Othello, sirviéndolo. Al hacerlo, el vástago en cuestión miró a Camille con un gesto amable y agradecido, observándola directo a los ojos al hacerlo por medio instante. Camille le miró curioso y luego os hizo un gesto indicando que se retiraría. Por tu parte, sin embargo, pudiste notar algo con increíble detalle como no notaste apenas antes: Primero, pasa que Camille ha estado revisando su móvil y mandando mensajes. Al estar frente tuyo no lo hace, nunca, pero apenas sale lo hace casi con desesperación, asumiendo que quizá perderías tu interés en ella y sus "cosas menos importantes" (aún con su exquisito culo bamboleando a medida que se retiraba de tu vista, sobre-estimando tu egocentrismo correctamente o no). Segundo, parece molesta, como antes, sobre alguien que o no le responde o no le dice lo que quiere saber específicamente. Tercero, parece estar excepcionalmente atenta a tí y a tus acciones todo el tiempo y casi la venida o visita súbita del agente de la camarilla le cagó todo el tempo o el orden. ¿Qué sucede?

Por otro lado, tú mismo recibes un mensaje de Robert, Bobby. Menciona que ya terminó su asunto en Miami y se hizo con uno que otro asset, por lo que volverá en la prontitud, directamente. Othello por otro lado te responde ya con Camille del todo retirada una vez más, acomodándose un poco y consumiendo la sangre herméticamente conservada y fria en aquel contenedor metálico y limpio, gustándole el sabor. Tú igual tienes la tuya en frente.

[color=#D6B566]- No hemos querido, o al menos la Camarilla no ha querido arriesgar grupos enteros de mortales. ¿Por qué? Porque el grupo en cuestión por las pistas que ha dejado, parece tratarse de expertos, efectivamente, Vástagos. Si bien comprendo ahora su punto. Sobre lo último que preguntó, o primero más bien, comunicarnos digitalmente es un problema...[/color] -Consumió otro poco para hacer pausa.- [color=#D6B566]Y mediante papel es difícil también. ¿Y si yo le dijera... Memoria? Sí, mediante una simple visión, léase, lo que hacemos nosotros, lo que vulgarmente se denomina al don del control de la voluntad: Dominación.[/color]

Delcaró directamente ofreciéndote su idea, un método infalible, dominación, tal cual, ya sea marionetas dominadas para ir dando mensajes o... ¿Qué más? ¿"Memoria, dijo"? ¿Podría ser...? Tú conoces esa habilidad, puedes usarla. Si se refiere a eso, podrían comunicarse mediante alterar sus memorias y poner cosas en las de otros y después sacarles, inaccesiblemente para cualquier dispositivo o interferencia.

No tenías, por lo demás, idea de Afekk ni nada, quién era, no te sonaba, un nadie más en el mar de humanos.

Todo en desorden, ciertamente, para quienes buscaban el orden, nada menos.