Partida Rol por web

Después de salir del salón donde se realizaba la reunión de von Keyer sin que nadie se percatara, Raphael les ha llevado a un lugar solitario al interior del mismo auditorio donde se hizo la presentación. Sin decir nada, se ha quitado su chaqueta y ha empezado a estirar sus brazos y piernas mientras mira enojado y seriamente a cada uno de ustedes, un nuevo combate se prepara

No es ningún secreto, prepárense, el maestro Poseidón me ha solicitado que me encargue de ustedes así como el buen guardián que tenemos ya se encargó de sus amigos en Atlantic Corp. - los puños de Raphael se apretaban con fiereza

Raphael nos llevó a otra sala de aquel auditorio, parecía que estábamos solos con él pero sus intenciones no eran buenas.

- ¿Nos has traido aquí para pelear contigo?- le pregunté un tanto extrañada- ¿Te has percatado de que estás en inferioridad numérica? [¿Dónde está la cámara oculta...?] -pensé.

La salida del auditorio había resultado demasiado teatral para Erthynn. Todo en aquel lugar era demasiado teatral. El pavoneo del guardaespalda de von Keyer, el duelo de voluntades entre él y Mirelia, el que todos debieran seguir al mastodonte como un guía turístico... Sin embargo, por fin se ponía de manifiesto cuales eran las intenciones del tío ese. Lo único que quería era romperles bien la cara.

¿Qué coño hicieron estos rosacrucianos? Parecen unos improvisados. Estos tíos no sólo sabían quienes éramos, si no que además nos estaban esperando para darnos duro. Ay ay ay, esto es casi un facepalm... Von Keyer si no fueras un cabrón hijo de puta creído dueño de la verdad, podría entendete...

-Bueno, parece que se viene lo lindo... ¿Alguna frase de preferencia para que figure en tu lápida grandote?- desafiante, la nephilim de aire crugió sus  dedos y comenzó a concentrarse. A pesar de su fanfarronería, sabía que este tío era de cuidado así que más le valía estar en contacto con los elementos o no saldría de allí viva.

 Observo al situación y sacudo levemente la cabeza en señal de negación.

-Estos jóvenes de hoy en día. Piensan que tienen la iluminación y no dejan de ser unos ciegos. me pregunto que diría fénix en estos momentos...

Mirelia mira a sus compañeros, parándose en Raebretaw un momento más de lo necesario. "Me pregunto si él se atreverá a enfrentarse a Poseidon si nos viésemos en esta misma situación. Está tan cegado que parece no darse cuenta de lo que está haciendo von Keyer". Finalmente se dirije al djinn con gesto de resignación.

- Bueno, parece que al final dejaremos las discusiones filosóficas para otro día... - dice con sarcasmo mientras se prepara para el enfrentamiento. Esto va a ser más complicado que el Deep-one de la noche anterior, y una vez más se siente ligeramente incómoda con su nuevo cuerpo.

Ridiculamente todo el grupo liderado por Juan habia caido en... ¿una trampa? Bueno, no necesariamente. Habian accedido a ella sin mas. Y por supuesto, el plan de investigar o retrasar los planes de Von Keyer se iban por los mismos caños por donde habia ascendido Atlantis.

Llegando al punto de una nueva pelea, parecia que el grupo, una vez mas, se iria a enfrentar a alguien que por sus palabras podia manejar mejor la magia que ellos y ademas, sus armas no le afectaban. En contraposicion a lo que pensaba Raebretaw respecto a la situacion, trono sus nudillos acompañando las palabras de Erthynn.

-Bueno, me cansé de hablar. A ver de que es capás este cuerpecito.- Erthyn entró en contacto con su esfera dominante, el Viento. Poco a poco iba afianzando nuevamente su capacidad de alinear su espíritu con los elementos así que la invocación le resultó sencilla.

-Ya verás amigo... no te resultará tan fácil acabar con nosotros- sus ojos miraron al vacío, sus labios murmuraron una fórmula inaudible, sus manos se prepararon para moldear el torbellino que arrasaría con el djinn. Sin embargo algo falló. El hechizo no llegó a concretarse y su intento fue en vano.

-¡Mierda!

Erthrynn había logrado distraer lo suficiente a Raphael para que Juan actuara ahora. En un rápido movimiento Juan sacó un arma diferente a las de ustedes, un revólver de 8 proyectiles, con tambor, al mejor estilo western, sin embargo al sacar ese revólver tanto Raphael como todos ustedes sienten un cosquilleo incómodo en lo más profundo de sus seres. Juan dispara fallando en impactar contra Raphael. Sin embargo en cuanto el proyectil fue disparado todos sintieron como un pequeño rasguño en sus propios Kas, prueba inequívoca que Juan tenía en este momento un arma de lo más odiado por ustedes, el metal maldito de los Nephilim, el Orichalka

-¡Mierda!- dijo casi al unisono el rugbier cuando vio que lo que intentaba hacer Erthynn no le salia como planeaba. Aqui vamos de nuevo... Esto no puede ser asi, lo mejor sera concentrarse.

Intentando apaciguar las aguas de frustracion que los recuerdos con la lucha del Deep One le traian, Raebretaw cerro los ojos y procuro aislarse del todo. Hasta no conseguir sentir el poder del agua provenir de su ser, no se sentiria del todo preparado para la pelea. Sabia que el precio era alto. Quedaba impune frente al enemigo y seria un estorbo para sus compañeros, pero no volveria a equivocarse como la noche anterior.

Recordando su combate contra el Deep-one, Mirelia se concentra para intentar repetir el conjuro que utilizó la última vez, pensando que tal vez los astros le beneficien en esta ocasión.

Mientras pronuncia unas palabras en un antiguo idioma, siete esferas de fuego empiezan a dar vueltas a su alrededor. Su mirada se vuelve aún más rojiza con el reflejo de las brillantes bolas y el movimiento circular hace oscilar sus cabellos de una forma fantasmagórica, haciendo que su apariencia se asemeje aún más a la metamorfosis que anteriormente mostró su enemigo.

Cerrando sus ojos, un torbellino rojizo de fuego cubre el cuerpo de Mirelia quien rápidamente tiene a su alrededor girando 7 pequeñas esferas de Fuego tal como lo había conseguido la noche anterior contra el Deep-One del edificio de von Keyer. Parecía que la experiencia les salvaba esta vez

Raphael ve las esferas girando alrededor del cuerpo de Mirelia. En cuanto trata de conectarse con los campos mágicos del Fuego, se distrae al percatarse que lentamente fue rodeado por todos ustedes

 Entonces... preparémonos...

La habitación se sume en una oscuridad cavernosa mientras una serie de dientes empiezan a nacer de la tierra y a brotar sobre mi cuerpo. La luz regresa con un brillo oscuro desde la armadura que recubre mi cuerpo. 

A los ojos de todos, Chrysoprase reza unas palabras, inentendibles para un humano normal y súbitamente del suelo surgen unos gigantescos dientes que cubren totalmente el cuerpo de Chrysoprase, después de dos segundos los dientes descienden y dejan al descubierto el cuerpo de Chrysoprase portando una armadura totalmente negra, tan ajustada a su cuerpo que pareciera que no tuviera nada, solo se ven sus ojos a través de la rendija de lo que sería el yelmo.