Partida Rol por web

Ella iba en busca de papeles. Sin embargo encontró una sorpresa bastante desagradable. De haber sido simplemente Luciana, habría vomitado allí mismo; pero era una nephilim antigua, muchas cosas peores había visto y sufrido como para impactarse ante aquella visión.

-Chicos tenemos compañía. Al menos un Deep-one anda en el edificio. El infeliz que descansa en el suelo lo prueba- la mujer señaló detrás del mostrador por si alguien más quería ir a ver. Allí yacía un guardia mutilado y desangrado, con claras marcas de haber sido atacado por una criatura mitológica similar a la que habían enfrentado horas antes.

El Nephilim de Agua fue detras de Erthynn y casi al unisono vieron aquel cadaver. Estaba seriamente mutilado, pero Raebretaw tomo delicadamente a su compañera del brazo y la saco de alli. -Vamos. Encontremos al bicharrajo que hizo esto antes que hayan mas cadaveres.

Asiento mirando a la pareja de Nefilim.

- ¿Al menos uno? ¡No me sorprendería que hubiese cientos de ellos aquí! - digo. - Deberíamos prepararnos un mínimo antes de seguir avanzando... - Por un momento dejo de lado mi sarcasmo habitual para avisar a los demás. - Estamos entrando "a saco" al sancta-sanctorum de von Keyer... 

Niego con la cabeza. No voy a echarme atrás en una pelea, pero esto me parece un suicidio. Ayer estuvimos a punto de caer ante uno de esos bichos y a penas hace unas horas que Rafael casi acaba con nosotros.

Por un momento me concentro en mi Ka. Es probable que aquí me cueste más contactar con mi fuego interior, así que antes de adentrarnos más quiero prepararme para el encuentro que se avecina.

Tras contemplar el cadáver no puedo menos de mostrar mi desagrado en una mueca. Pero no es el momento de eso. Así que tras un momento empiezo a murmurar antiguos hechizos para preparme para el combate.

Lo primero es fortalecer el cuerpo, y mi cuerpo se fortalece. Lo segundo es proteger el cuerpo, más la armadura se deshace antes de ser convocada. Y lo tercero es el ataque, así que un gigantesco escorpión armado con un bastón aparece junto a mi.

-Apuremonos, Von Keyers nos espera.

Mientras caminan, se percatan que Chrysoprase musita unas palabras, comunes para ustedes, el cuerpo de Chrysoprase se fortalece y pareciera renovarse y un poderoso escorpión aparece junto a él empezando a acompañarlos. El camino es oscuro, húmedo, lúgubre, pequeños destellos de las bombillas ya caídas iluminan ocasionalmente el terreno dejando claro cuerpos mutilados y heridos a lado y lado, aproximádamente hay 3 cuerpos de guardias de seguridad, a lo lejos, escuchan un bramar como si un caballo estuviera allí dentro, el sonido viene del siguiente bloque visible girando a la derecha, pero por los muros no pueden mirar la fuente del mismo

Mirelia consigue mantener la concentración para preparar sus hechizos antes de enfrentarse a la guardia de von Keyer y no puede sino sonreír al ver a Chrysoprase hacer lo mismo.

Un momento después, las luces del Bosque Ardiente de Pharphar rodean a la djinn. Algo más tranquila de lo habitual sin a excitación del combate, las bolas de fuego permanecen flotando a su lado en vez de dar vueltas a su alrededor. Se concentra un momento más para invocar un manto de fuego, pero el elemento dominante en el edificio rompe su conexión con el Ka y el conjuro no llega a funcionar.

- Bueno, tendrá que valer... - dice antes de avanzar tras sus compañeros.

La batalla final habia llegado. Por experiencia los Nephilim sabian que hacer uso de la Magia durante la batalla era demasiado riesgoso. Esta vez irian mas preparados. Se tomaron las cosas con calma e intentaron recordar los conocimientos mas propicios para la situacion.

Raebretaw se unifico con su Ka predominante y consiguio luego de hacer uso de las palabras antiguas indicadas, hacer que su cuerpo se vuelva mas agil y diestro. A su vez logro invocar cuatro esferas celeste y azules al mismo tiempo que flotaban a su alrededor permientiendole una aun mayor agilidad. Pero con eso no bastaba, por lo que tambien intento materializar un arma, una a la que le mucho aprecio a pesar de llevar tantos siglos sin hacer uso de ella. Una espada en forma de aleta de tiburon que salpicaba agua cuando la movia.

Por ultimo haciendo uso de un poco de polvo lo coloco en el centro de sus manos y volviendo a invocar su naturaleza acuatica lo tranformo en un fino y plateado material, el cual soplo con cariño y suavidad hacia Erthynn. Sabia que no era mucho, pero queria hacer algo por ella, ahora que podian. Quizas durante el combate no tendria dicho momento.

La Nephilim de Aire fue rodeado por aquel polvo plateado y su ropaje comenzo a tomar tintes mas brillantes haciendola parecerse a una diosa. El Nephilim de Agua, quedo ensimismado con la belleza que su compañera desprendia.

Erthynn sintió como el aura de Raebretaw la cubría y la magia de agua se manifestaba para brindarle protección. La nephilim miró con adoración a su compañero. Este simulacra había resultado ser muy débil y poco conectado con sus raíces de viento, así que agradeció que el rugbier le proporcionara algo para cubrirla.

Con temor a fracasar nuevamente en sus intentos de contactar a las esferas elementales, la chica no hizo siquiera el amago de convocar su Ka. La batalla era inminente y si iba a jugar sus cartas, lo haría en el momento de tener frente a sí a Von Keyer. No quería ponerse más nerviosa de lo que estaba fallando antes de empezar.

Aunque fuera un gesto vano y tonto, antes de ponerse en marcha se acercó al nephilim de agua y lo besó. Si iban a morir en la batalla, quería llevarse un bonito recuerdo para su siguiente reencarnación.

-Vamos- dijo asintiendo a las palabras de Chrysoprase. El momento de pelear no podía dilatarse más.

Mirelia niega con la cabeza al ver cómo Erthynn besa al nephilim de agua. - ¡Qué bonito!... - dice con sarcasmo. - ¿Estáis ya listos, tortolitos?

Una de las esferas que rodean a la djinn se adelanta a las demás por el camino que se disponen a seguir. Concentrándose un momento en ella, Mirelia observa a su alrededor desde la nueva perspectiva. La visión térmica de la que dispone desde la esfera le desorienta durante un momento, pero no tarda en reconocer los alrededores. Si alguno de los seres acuáticos como los que se encontraron el el edificio anterior está en los alrededores, no estará de más tenerlo localizado antes de que sorprenda al grupo.

- Despejado. - Informa antes de ponerse en camino. - Aunque estoy segura de que von Keyer nos tiene preparada alguna sorpresa antes de que lleguemos a encontrarle. - Añade mientras se interna en el edificio, parándose de vez en cuando para otear desde la esfera de fuego que les precede.

En él último instante que usas la esfera, quedas ligeramente cegada, más por la sopresa que por el brillo, por una imponente fuente de energía de orden mágico de color azul, el color que reconoces corresponde al Ka de Agua. Algo ha impactado la esfera y la ha destruído por completo y por lo poco que lograste ver, segúramente era una criatura mágica

Mirelia arpadea rápidamente un par de veces, como si algo la hubiese cegado.

- ¡Mierda! - exclama. - Ahora ya no está despejado... Preparaos. No sé para qué exactamente, pero no nos va a gustar... - Aviso mientras aprovecho estos últimos segundos para concentrarme.

Estaban en marcha, la pelirroja había dicho que el camino estaba despejado así que iban al encuentro de Poseidón de una buena vez. Sin embargo, poco fue lo que pudieron avanzar. Algo había alertado a Mirelia y ahora había dado la voz de "alto".

-Ok, parece que no tenemos que buscar los problemas... ellos vienen a nosotros- con una sonrisa irónica se dispuso a esperar a su agresor. La armadura que Raebretaw le había provisto la hacía sentir más segura y mientras esperaba que el combate viniera a ellos inició una técnica de relajación que le permitiera estar mejor predispuesta para el enfrentamiento final. Ahí vamos por fin.

El grupo de Nephilims se pararon en el pasillo ante la alerta de Mirelia. Raebretaw, cerca de Erthynn, tomo su acuosa arma con ambas manos, apuntando el filo hacia el final del pasillo. Algunas gotas caian de la misma salpicando al suelo.

Con voz burlona aunque seria a la vez agrego: -Jamas buscamos problemas, ¿no?. Pero que vengan, esta vez terminaremos con esto.

Me concentro unos momentos para invocar mi armadura. Y una vez que se crea sobre mi cuerpo me coloco frente a la puerta de Von Keyers y doy el primer paso.

Un retumbar súbito, sonaban como si el metal se estrellara contra el suelo en un ritmo casi armonioso, el sonido rápidamente era asociable con el galopar de caballos aunque el sonido parecía provenir de un solo cuerpo, de repente, a una velocidad espeluznante, girando por la esquina un inhumano hocico que se asemejaba de hecho al de un caballo solo que hecho de agua completamente se asomó lanzando un terrible mordisco que amenazaba grotescamente el cabello de Mirelia el cual fue capturado por la extraña bestia, la cual quedó a la vista de todos en forma de un poderoso e impresionante caballo hecho de agua únicamente

Mirelia se echa a un lado esquivando el mordisco del caballo.

- Es hora de evaporar a ese bicho... - dice mientras empiezo a lanzar las esferas de fuego contra él.

La mitad de las proyectiles mágicos alcanzan al ser acuoso mientras el Djinn se prepara para buscar alguna otra forma de atacarle.

El humanoide azul de pico curvo y ojos felinos que me acompaña suelta un gorgojito cuando le pido que ataque; y empuñando su bastón lanza un par de ataques con el gancho de este, y tiñendola del liquido negro que fluye de este con cada golpe.

Un muro de agua se manifestó ante ellos. El muro, poco a poco fue tomando forma de corcel, un gallardo animal que hasta podría haber sido considerado hermoso por Erthynn si las circunstancias hubieran sido otras. Pero allí estaban, enfrentándose a una de las criaturas invocadas por Poseidon que intentaría destruirlos a como diera lugar.

Mirelia actuó casi al instante. La pelirroja no dudó un momento en lanzar las poderosas bolas que había conjurado minutos antes. Chrysoprase no se quedó atrás. Su elemental salió al ataque también.

La mujer de Aire no quería permanecer sin hacer nada. Su magia no era tan poderosa como la de sus compañeros, pero no por ello dejaría de utilizarla.

En medio de la batalla, respiró hondo e intentó canalizar... sin embargo algo la bloqueó, provocándole un terrible dolor y no dejando que su conexión se estableciera.

-¡Mierda!- fue lo único que atinó a decir antes de que el caos se volviera en su contra.