Partida Rol por web

Parece que me conoce pero yo no le reconozco. Es un poco rara la situación pero parece amable. ¿Me acaba de dar palmadas en la cabeza? Ah vale, es Kite. No le he reconocido con toda esa cosa azul. Aunque la última vez que lo vi yo también llevaba un montón de mugre encima. ¿Me esperaba? El alquimista también está extrañado pero por razones diferentes.
Kite explica a Gaius de que nos conocemos y se va a acicalarse rápidamente.
¿Qué será lo que me tiene que decir?

-¿Usted también le conoce?

- Lo siento mi rei... Lyrune. Somos del mismo pueblo pero apenas viví mis primeros cuatro años en Elvana, el resto de mi vida lo pasé bastante aislada de los elfos. Me llamo Katra y soy una druida de los Bosques como ya le he dicho.

Me tomo la libertad de acercarme al rey y lo examino.

El hombre vuelve a soltar un suspiro, viendo como el tiefling se va. 

Es mi alumno; lleva desde que es pequeño conmigo en esta casa. Le enseño lo que sé de magia y alquimia a escondidas.

Debes de estar confuse, deja que te lo explique. 

Se sienta en la mesa, cogiendo una pequeña taza. Bebe lo que sea que tenga en el interior, mirándote.

¿Quieres? Es té, no te preocupes. 

Dejándote un sitio en frente suyo. Te deja una pequeña taza de porcelana en la mesa, llena de una especie de líquido verde.

Kite es un joven tiefling, debe tener tu edad, que fue abandonado por sus padres. Le dejaron a él sólo con un pequeño collar de recuerdo. Decidí adoptarlo, y tan pronto como llegó a casa me si cuenta de su gran potencial en la magia. Decidí enseñarle todo lo que sabía. 

Supongo que te has dado cuenta de que Kite no siempre es un tiefling; supongo que, por tu reacción, le conociste con otra forma. 

Una de las habilidades de los tieflings es cambiar formas; sólo pueden hacerlo, o tan bien como él, unos pocos expertos. Para quienes no, pueden usar algún objeto importante para ellos. Cuando era pequeños usamos el colgante del que te hemos hablado antes. 

Últimamente Kite se ha interesado en la nigromancia, así que va viajando de aquí para allá buscando maestros, sujetos de prueba...

Él es el informante del que te habló, es bastante narcisista...

Si Kite te dijo de buscarle aquí quiere decir que eres alguien de interés, alguien importante...

Gaius carraspea, dándole un sorbo al té. 

Perdona, ¿Tienes alguna pregunta?

Gaius vuelve a suspirar. ¿Aprendiz? No se si Gaius es más mayor de lo que creía o Kite es más joven de lo que pensé. Aunque lo más raro es que no recuerdo que Kite fuera un tiefling.Tal vez la poción que me dio Sen hizo que olvidara algunas cosas. En lo de confuse acertó. Me ofrece una taza de te.

-Vale, gracias.

La huelo antes de dar un sorbo. ¿Kite es un tiefling y tiene mi edad? No entiendo la manía que tiene tanta gente de abandonar niñes. Realmente es triste y parece que a muchísima gente le pasó. Al menos hay gente como Gaius que cuida de estas personas e incluso enseña cosas a estos. ¿Cambia de forma? Esto parece que será una sorpresa delante de otra. No sabía que los tieflings podían hacer esto. Lo de buscar sujetos de prueba no suena muy bien. ¿El nigromante que he estado buscando es el mismo Kite? Lo de una sorpresa tras otra parece que seguirá cumpliéndose. Ahora mismo estoy atónite y no se que preguntar pero tengo curiosidad por si alguien sabe que Kite vive aquí. Aunque con los golpes que he escuchado seguro que sería sencillo que alguien les hubiese descubierto. 

-¿Alguna vez alguien descubrió que usted tenía un alumno escondido? 

Realmente espero que nunca hayan tenido algún problema con eso porque la gente en Moonguar no parece soportar ni la magia ni a las otras razas.

Mm... Caleb no sabe que Kite es un tiefling, pero sí sabe que practica la magia a escondidas, así que ya debe olerse que no es humano.

Sonríe, intentando confortarte al ver tu expresión de confusión.

Para todo los demás es mi sobrino humano; le enseño alquimia básica, así que por favor, mantén la tapadera...

Mientras conversáis Kite sale del baño, haciéndote señas para que vayas con él.

Veo las señas de Kite y antes de seguirlo miro a Gaius y le digo: -Gracias por explicarme esto y si necesitas ayuda para ir a buscar algún material para la cura, podría ayudarle. Voy con Kite. Hasta luego. 

Al acabar, sigo al tiefling. 

Entráis a la habitación. Está todo desordenado, pero hay bastante espacio. Hay una litera; no sabes exactamente por qué. 

Kite no se para; aparta la mesa con cuidado, levanta la alfombra y veis una trampilla de metal.

Aún sin decir nada el tiefling abre la trampilla, bajando por las escaleras.

Llegáis a una oscura habitación, esta también bastante desordenada. Por el suelo hay varios utensílios que supones que son mágicos y algunos símbolos dibujados en el suelo. Algunos te resultan familiares.

Sé que el sitio es un poco sospechoso, pero no quiero hacerte nada, no te preocupes. 

...Dijiste que invocaste a un demonio, ¿no es así? Quiero saber cómo un humano puede hacer magia y, si puedo, ayudarte a controlarlo... 

Te parece ver un brillo en sus ojos; está ilusionado.

También puedo resolverte algunas dudas si ese viejo no te lo ha contado bien.

Camino siguiéndole en silencio mientras veo lo rústica y bonita que es la primera habitación por la que pasamos. Llena de plantas y de vida. Paso por una trampilla y bajo por unas escaleras mientras le sigo.

Al final llegamos a una habitación oscura iluminada por una luz en el fondo. Está todo lleno de cosas y símbolos. Si estuviese a oscuras podría dar miedo pero con esta luz parece hermoso. 

Miro todo detalladamente. Kite menciona lo sospechoso que parece este sitio.

-Realmente no había pensado en eso pues este sitio parece más interesante que otra cosa. Y si,  creo que invoqué uno.

Vuelve a tener la misma mirada que en la posada. Parece que tiene mucha ilusión por descubrir cosas.

- No tengo dudas la verdad. Gaius lo explicó todo muy bien y se me da mal pensar preguntas.

Mmm, ¿Entonces eres humane, segure? ¿Tus padres son ambos humanos?

Preguntó Kite, mientras hacía un espacio entre la mesa para que pudieras sentarte. Él, dejándote a ti la silla, se sienta encima de la mesa.

Si es así puede que sea alguna maldición, algún dios o modificaciones... ¿Veneras a algún Dios, Johan?

-No se quienes son mis padre pero seguro que soy humane.

Nunca vi nada que me dijese lo contrario. Creo que si eres de otra raza se puede llegar a notar algún día.

Me siento en la silla mientras escucho lo que dice Kite  y lo miro mientras esta sentado encima de la mesa.

-No, no venero a ningún dios y no creo que lo vaya ha hacer en algún momento.

Si que a veces hablo con una cosa pero ya me dejo claro que no es un dios y lo conocí después de que apareciera Arashi. Creo que soné un poco cortante al contestar.Miro a Kite sentado encima de la mesa esperando a que conteste.

Mm...  ¿Y qué tal esas runas que tienes? ¿Qué son?

Kite estiró su brazo, señalando las runas que se podían ver tanto en tu cara como por los hombros. Parecía estar intentando tocarlas, pero no sabes si por pereza o por respeto no se levantó.

Los temas que salen a conversación habrían podido ser incómodos cualquier otro día pero el que sirva para entender cosas me motiva a contestar. 

-¿las runas? No se que son pero... Eh, pues no me acuerdo bien pero creo que las tengo desde antes de ir al monasterio. Era muy pequeñe así que no me acuerdo del todo. Recuerdo de que antes de que me llevarán, estube en una casa con otres niñes. También tenían las runas y no solo habían niñes, también había una nana. Creo que ella nos hizo las marcas. 

Recordar cosas de hace tanto es complicado y me pregunto que pasó con esas personas. Los del monasterio decían que no eran personas de dios y que eran una aberración y todas esas tonterías. Creo que esa información podría servir pero los religiosos suelen exagerar mucho las cosas. Igualmente mejor dar todos los detalles.

-Después de estar allí, unos monges me llevaron a un monasterio de las afueras. Me acuerdo de que decían que la señora de antes era todo lo contrario a lo que creían los dioses y una desalmada y todas esas cosas. Y la forma en la que estoy contando esto, no parece que la deje en muy buen lugar.

Te acercas al soberano y lo inspeccionas. Te das cuenta de que tiene marcas de estrangulamiento en el cuello, pero ninguna muestra de haber ingerido nada. Todo lo demás lo ves normal.

Esto quizás suena un poco raro, ¿pero podrías quitarte la ropa?

No todo, no quiero que te desnudes ni nada, sólo quiero ver el resto de runas; puede que las reconozca.

Se levantó de la mesa, caminando hacia ti. Puso sus manos en tus hombros, sonriente. Vuelves a ver ese brillo en sus ojos... ¿Lo hará a propósito?

¿Por favor...?

¿Cómo? Esto se esta volviendo bastante raro. No se si debería aprender a pensar que aunque una persona me dice que algo es raro, sigue siendo sospechoso. Creo que ha esto ya debería negarme pero acaba de aclarar que solo quiere reconocer las runas y eso hasta cierto punto tiene sentido. Si es por la investigación, podría enseñarle la espalda.

Kite se acerca y pone sus manos en mis hombros.

Tiene los mismos ojos que antes mas ahora empiezan a parecerme entre interesantes e inquietantes. No puedo evitar alejarme un poco en silencio.

Me pide por favor y realmente no me ha dado ninguna razón para desconfiar. Gaius no comentó nada alarmante sobre él y esto es para descubrir cosas que yo también quiero saber.

Me doy la vuelta y le enseño la espalda descubierta. Mientras digo tartamudeando un poco: - Va-vale... 

Oh, ¿Estás nerviose? ¿O quizás incómode?

Tras decir eso se rie un poco, pero no comenta nada más. Pasan los minutos y todo sigue en silencio. Ves como Kite tiene la intención de pasar sus manos por las runas, pero no lo hace, quizás por respeto a ti.

. . .

Su expresión es bastante más seria que antes; casi da miedo.

Sí, estas runas son la razón de tu poder mágico, seguro...

Kite tapa de nuevo tu espalda, mirándote a los ojos.

Pero es algo más serio que sólo runas mágicas, me temo...

Le escuchas susurrar algo. - ^{_{Es joven, no debería soportar la carga de saberlo...}} -

Oh, pero no te preocupes, no es nada de lo que te tengas que preocupar por ahora.

Te da pequeñas caricias en la cabeza, sonriente.

¡De lo que sí debes preocuparte es eso de la invocación! Esta vez tuviste suerte y fue una criatura pensante, pero si invocas alguna bestia y no la controlas podrías acabar muy mal...

¿Qué te parece si practicamos eso? Los tiefling sabemos algunas cosas sobre invocación.

Parece que ha terminado de hacerte preguntas.

No se si estoy nerviose por lo que sea que se pueda saber por las runas o simplemente incomode. Aunque escucharle reír puede tranquilizarme un poco. Pasan unos largos minutos en silencio y no se que tanto se puede analizar de unos símbolos. Vuelvo a revolver las cosas de mis bolsillos intentando distraerme.  El que ahora ya no hayas risas sino una expresión seria me pone un poco más nerviose todavía. ¿Más serio que unas runas mágicas? y no creo ser demasiado joven para saberlo. Recuerdo que el alquimista me dijo que tenemos más o menos la misma edad. No me creo del todo su intento de despreocuparme. Y parece que lo de acariciar la cabeza de la gente es una manía que tiene. Aunque parece divertida.

¿Podría invocar a una bestia? Eso si que no me lo esperaba. Intentar aprender algo para que eso no pase parece una buena idea.

-Por mi genial.- Contesto después de que parece que acabó de hacer preguntas.

¡Genial! Entonces vamos a practicar, ¿sí? Empecemos por algo simple, como una rata...

Comenta, mientras se aparta un poco de ti. Prepara una de sus manos alzándola para que la puedas ver. De ella empieza a salir una especie de niebla roja y negra; notas el calor desde donde estás.

Poco después aparece una pequeña y adorable rata; esta salta de la mano de su invocador, empezando a corretear por la sala.

Estas criaturas que invocamos son almas que se han quedado entre la vida y la muerte, el paraíso y la tortura eterna... Son criaturas que no viven en ningún lugar, pero que siguen existiendo. Tú lo que haces cuando invocas una bestia es darle una forma física en el plano mortal, donde nosotres vivimos. Algunas criaturas, como esta pequeña rata, son inofensivas y lo único que harán será curiosear el lugar o, si no les gustas, morderte la pierna. El tiempo que estén en el plano mortal es responsabilidad del invocador; si está nervioso o no, tu poder mágico, tu fuerza física... Cada criatura pedirá una cosa distinta, así que tendrás que aprender de ellos. 

Esta pequeña rata es inofensiva, como ya te he dicho, pero hay muchas criaturas peligrosas y poderosas que puedes invocar y que requerirán un adiestramiento. Eso dependerá mucho de tu nivel; yo, con esta rata, puedo hacer lo que me plazca -ves como la criatura, quien estaba ya lejos, vuelve corriendo hasta su invocador. - Le doy órdenes y las cumple. Esto es porque esta rata es de un nivel muy bajo, es decir, es sencilla de invocar y de dar órdenes. Sin embargo, si intento invocar un dragón, tengo muchas posibilidades de acabar calcinado. 

Todas las invocaciones tienen sus características; algunas sólo podrán ser invocadas en ciertas circunstancias, otras necesitarás carne para poder darles órdenes, otras atacarán al primer ser vivo que encuentren... Tú como invocadore deberás saber todo esto y usarlo cuando mejor te venga. 

Lo bueno de las invocaciones es el escaso gasto de puntos de poder; cuando llevas a un compañero animal, por cada orden que le des deberás gastar uno. Sin embargo, con las invocaciones, sólo debes gastar el necesitado para su invocación y después es todo tuyo.

Kite te da un respiro, dándote tiempo para procesarlo todo.

Intenta hacerlo tú, no es difícil. Concéntrate e imagina qué criatura quieres hacer aparecer.