Partida Rol por web

Sin más preámbulos pasamos a la maldita reunión. Con la espalda recta y la barbilla alta, me desplazo por los pasillos con expresión hastiada. El lugar me agrada, pero la compañía es un auténtico martirio y no hago esfuerzos para disimularlo.

No solo debía compartir espacio con esa escoria de otras sectas, si no que debía aguantar que un burdo mortal nos aleccionara.

Cuando de la boca de Lichman sale la palabra "impertinentes" un brillo juguetón en mis ojos se asombra del valor de aquel frágil saco de huesos.

"Solo por ese aplomo me gustaría convertirlo en mi ghoul o torturarlo hasta que suplique por su alma, todavía no me decido"

A mi lado Leonid permanece callado e impasible. Seguramente tomando como yo, notas mentales de todo lo que se estaba mencionando que había pasado en la ciudad sin que hubiéramos estado al corriente.

En realidad no envidiaba al gobernador. Controlar esa arca de Noe de engendros sobrenaturales tenía que ser una tarea apta solo para el más demente de los malkavian.

El vampiro con fauces de tiburón no hace mueca alguna, solo cuando nota la presencia del mismísimo Sabbat frente a ellos arruga un poco la frente ante la desfachatez de animarse tan solo de ponerse frente a la facción que se supone busca su destrucción.

Ya esperaba que Dante se burle o lance algún comentario sarcástico cuando todos estaban en la sala.

Sin embargo, grande fue su decepción al notar que fue incluso cortés con ellos.

Nota que Engel llega y no viene solo, son dos hombres, dos bastante…normales por así decirlo, quizá eran sus enviados a la ciudad para que hagan de infiltrados, claro, mandar hombres lobos con costras o gusanos en sus ojos no era algo…sutil.

Pasan todos a la siguiente sala, donde el gobernador lanza una verborrea típica de un niño pequeño al que habían roto un juguete, al parecer, no era el único que se sentía repentinamente atraído por su sangre y por consiguiente su tortura al siquiera inmutarse en amenazarlos.

Quizá era muy poderoso…o simplemente muy estúpido para animarse a tanto.

Esperaba ahora que su Barón se encargue de hacerle tragar sus palabras.s

Hector miró a la concurrencia. Todos ponian su mejor cara de poker. Asumia que aquel que les hablaba estaba muy seguro de lo que decia y se respaldaba en las dos figuras tras el trono. Seres seguramente lo suficientemente poderosos para plantar cara en solitario a más de la mitad de los concurrentes. ¿O esa era la impresión que queria dar?

 Si el tal Lichman esperaba verme intimidado por sus palabras, se iba a llevar un buen casco. Mi rostro era la viva imagen de la cerencia de emociones, mientras terminaba de escuchar su discurso.

 En su lugar, respondí en tono neutro, aunque educado:

 - Disculpe señor Lichman, ¿pero no es un poco injusto culparnos a todos por las acciones de unos pocos?. Yo, por mi parte, respeto las normas de convivencia y estoy seguro de que todos, o al menos así debería de ser, los que están aquí lo hacen. De hecho, es norma entre nosotros buscar transgresiones como las que a descrito, y castigar a sus responsables.

Parecía que el incidente no había pasado desapercibido y sin duda ya se había extendido por toda la comunidad inmortal y de los mortales que conocian su existencia.  Aquel  hombre resultaba inquietante en cierta manera, usar aquel tono rodeado de seres que podían arrancarle la cabeza sin que este pudiera pestañear era digno de admira, sin duda aquel aparente hombre fragil guardaba más de un as en su manga.

Rick permaneció atento a lo que acontencía y a como evolucionaba la conversación, de vez en cuando echaba un vistazo tras uno de los ventanales como si esperara que algún tipo de amenaza cayera sobre ellos pues después de todo ¿quien decia que aquello no fuera una trampa?

Mis ojos se paseaban entre Lichman y Leonid, mientras escuchaba con atención al primero brindando su monólogo. Desconocía ciertamente a qué se refería, pero cierto era también que hacía escaso tiempo que me encontraba en Erebo y ni siquiera me había puesto manos a la obra para empaparme de los pormenores de la ciudad.

Pero lejos de los hechos que este hombre mencionaba, lo que verdaderamente atraía mi atención y con bastante desagrado era la arrogante forma en que nos hablaba. A cada comentario, con cada nuevo sonido que salía de su boca, mi mandíbula se marcaba más y más, y mis puños se cerraban y abrían constantemente a la vez que mi semblante molesto resultaba notorio.

"¿Por qué permitir que un humano nos hable de esta manera? ¿Cree tener poder, quizás lo tenga? Es irrelevante, lo importante es impedir que se nos trate de la forma en que este patético ser lo hace", cavilaba en el momento en que Lichman hablaba. "En otra época no hubiese dudado en buscar su cabeza, pero ahora no puedo, no debo... sin embargo, ¿cuánta humillación hemos de soportar?", me decía mientras observaba de a ratos a nuestro ductus.

-11°

15:21 hs.

 - ¿Que te ha pasado Hans? Antes eras un hombre bastante ameno… - de la oscuridad, se hizo eco una voz femenina cuyos pasos no emitían sonido alguno, estaba sola, con una capucha que le cubría la mitad del rostro, su piel marmórea emitía un brillo casi celestial, pero a su vez melancólico, como un ángel de muerte cuya presencia emanaba el mismo frio de una tumba de mil años - …si sigues así, me temo que no alcanzaras a ver el siguiente amanecer de esta, nuestra querida ciudad –

El gobernador se notaba confundido, extrañado, con los ojos tan abiertos como platos, luego los entrecierra intentando discernir la identidad de aquella colada quien al parecer no había sido invitada.

- ¿A…Alana? – fue lo único que se pudo escapar de su carraspeada garganta –

Su capucha de terciopelo se desliza por unos ondulados cabellos rojizos, dejando así a la vista por completo sus facciones.

Silencio, profundo silencio se hizo presente en una habitación donde solamente había un mortal capaz de respirar, afuera, la tormenta se hizo un poco más apreciable.

- Nos olvidamos de tantas cosas mi querido Hans… - la vampiresa camina hacia el centro, quitándole su espacio al gobernador quien le cede ese espacio, como una pieza de ajedrez que decide alejarse del inminente jaque - …nos olvidamos de quienes somos, del porque seguimos con esta paupérrima no vida, nos olvidamos de ser los monstruos temidos que deberíamos de ser y nos olvidamos de los seres civilizados que pretendemos demostrar, nos olvidamos que los verdaderos enemigos siguen ahí afuera, que el cambio es inminente, que nosotros como criaturas de la noche escogimos continuar a cambio de darle un sentido a nuestra inmortalidad, somos invencibles ante el paso del tiempo y es esa imposibilidad de caer ante la vieja parca la que nos incita a caminar hacia la apatía de una locura, que a veces parecer ser la verdadera contraria en este juego enfermizo al que hacemos llamar vida –

Calla, gira y observa a todos los presentes.

- Me presento, soy Alana Vondik, príncipe de la Camarilla de la ciudad de Erebo y he venido no buscando guerra, sino calma en estas turbias aguas –

- ¿La misma Alana que huyo ni bien las cosas se pusieron tensas por la ciudad?... – la voz de un mal vestido Kenneth McAlpin se hizo audible mientras caminaba hacia la príncipe – …claro, la única líder de estos chupasangres capaz de hacer algo quien decidió salvar su propio culo mientras todos se venía abajo – se puso casi frente a la pelirroja, pero esta le levanta la mano pidiéndole que no se le acerque más –

- No mi querido Kenneth, yo no soy líder de nadie, ahora soy poco menos que una vagabunda que busca un espacio en un lugar que antaño fue su hogar, estos vástagos, cainitas o vampiros cuentan con sus propios líderes y sus propias creencias, sin embargo, todos en el fondo estamos bajo el mismo… -

- Pura mierda… - le interrumpe - …eso es lo que eres, pura y cobarde mierda, vienes con tus aires de misticismo para pedir calma en un momento donde la guerra es inminente, al menos yo contra los hijos de puta que mataron a mi protegido – observa a todos, como buscando al culpable –

Alana solo sonríe, lo mira con sus ojos escarlatas radiantes.

- No lo culpo señor Kenneth, pero es justamente la guerra la que me trajo hasta aquí, solo que usted está apuntando hacia el enemigo equivocado…no me malinterprete, no le digo que la justicia probablemente le llegue a quien le haya hecho tal afrenta, ni tampoco considere que seré yo la que obstaculice el trayecto del martillo que debe de golpear a los asesinos de su pupilo, pero he de insistir que los enemigos no son aquellos que usted imagina, sino de otro tipo, de otro lugar y de otro poder –

Los ojos felinos de Kenneth se viran hacia el rostro de Alana, quien seguía con su media sonrisa confiada.

El rubio da unos pasos hacia atrás, como dándole permiso a la príncipe para que continúe con su soliloquio.

- Es de público conocimiento que Erebo no es un lugar particular, desde sus fenómenos naturales hasta los sobrenaturales, la ciudad se presta a extraños eventos que más de uno de los presentes ha sido testigo, por lo que, ante un escenario extraño, implica movidas igualmente extrañas, primordialmente por un objetivo que me temo debe ser prioridad para todos, ya sean del Sabbat, de la Camarilla o del movimiento Anarquista…me refiero a la antigua Sheriff: Darija –

Deja que todos procesen el nombre, algunos quizá hayan escuchado de ella, para otros es simplemente un conjunto de letras que tiene poco o nulo valor.

- Se trata de una nictuku, para aquellos que no están familiarizados con los extensos linajes de los de mi especie, básicamente es una criatura casi tan antigua como los primeros vampiros, por lo que su poder es inconmensurable, incluso para los garous más feroces de toda Alaska, quienes fueron masacrados por ella, Darija siempre resulto ser una fiel acompañante en los asuntos de una debilitada Torre de Marfil que solamente sabía enfrentarse a conspiraciones y a traiciones, por lo que con su ayuda, más de una vez logre instaurar el orden entre los insidiosos…pero…luego de pedirle que se encargue de investigar las instalaciones de Pentex en la petrolífera, volvió completamente loca y atormentada, no sé exactamente lo que le hicieron, pero una nictuku con ese poder y sin control alguno, era poco más que una bomba de tiempo que no tardaría en estallar, todo eso sin mencionar a las tribus Sabbat que se habían hecho presente en el lugar, no contaba con aliados, por lo que tuve que marcharme hacia el Concilio donde me dieron la oportunidad de recobrar fuerzas y finalmente dejarme volver para intentar dar consejos sobre lo que se avecina…nuevamente, suplico no me malinterpreten, no estoy aquí para decirles lo que deben o no deben hacer…solamente pido apoyo ante un movimiento que a todos nos afecta, si bien, Darija ha evitado acercarse a Erebo, la cercanía que tiene por el lugar, le hará volver inminentemente –

- Es decir…pides que nos ayudes a matar a tu vieja mascota… – esta vez, fue Engel el que hablo, el actual líder de los Danzantes de la Espiral Negra quien iba vestido de manera elegante, con camisa blanca y saco plateado –

- Considérelo como usted crea conveniente, pero tenga en cuenta que esta nictuku loca y de cuarta generación, fue capaz de matar a toda una manada de la Camada de Fenris sin esfuerzo alguno –

- Porque eran una manga de debiluchos e inútiles, mis muchachos por lejos son capaces de hacerle frente –

- Entonces, no sé qué hace aun aquí, váyase…nadie realmente le está deteniendo, sin embargo, no olvide lo que ha pasado en Argentina y creo recordar que tu líder había dicho algo sobre necesitar soldados para cierto enfrentamiento – las palabras afiladas de Alana sonaban peligrosamente desafiantes –

Engel le sonríe, esta vez ambos parecían enfrentarse mentalmente en un juego que nadie podía observar.

- Pues, no he venido solo, estos dos hombres resultan ser mis capitanes y pues, escuchare gustoso la opinión que tengan que dar ambos –

- Un líder que escucha a sus subordinados es siempre un buen guía, por lo que espero que tanto Sabbat como Anarquistas sean capaces de imitar tal comportamiento…así que… ¿qué dicen damas y caballeros? –

La extraña que se hacía llamar Alana comenzó a parlotear, algunos quisieron hacerle frente, pero de una manera política y correcta los hizo callar a su manera.

- Así que, hablas de una guerra, pero yo solo escucho una cacería…según tengo entendido, guerra implicaría cientos de miles de posibles víctimas, por lo que me gustaría escuchar más sobre susodicho conflicto, si es que es tan amable de ilustrarnos con datos certeros de ser posible –

Al parecer, la príncipe estaba al tanto de la confrontación entre Danzantes, eso puede que sea importante para algunos, pero para Shamil era simplemente una forma de alardear sobre el conocimiento de un secreto pobremente escondido.

Estaba realmente deseoso de oír a su barón sobre el pedido de unión de fuerzas de Alana, pero con más ahínco aun quería escuchar lo que tenían que decir los Danzantes sobre la intromisión de una simple chupasangres en sus asuntos.

 Me mantuve impasible mientras escuchaba con atención a la tal Alana y todo lo que nos dijo, incluido acerca de la nictuku. No era asunto mío el meterme en asuntos de esta índole. Yo solo había venido a presentarme y conocer gente, pero también era cierto que esa criatura desquiciada podía ser una amenaza para todos. Eso suponiendo que la pelirroja no hubiera contado toda la verdad y no nos hubiera ocultado nada.

 - ¿Que nos puedes decir de la tal Darija, a nivel personal?. - Pregunté a Alana, con un tono gélido y carente de emociones. Mi verdadera razón para hacer la pregunta era juzgar cualquier impresión que me diera la mujer, mientras trataba al mismo tiempo recordar cualquier cosa que pudiera saber de ella.

Realmente no eres el cuchillo más afilado en una situación diplomática al excusar de esa manera a tu grupo chico...

Piensa mirando a Adbón de manera inquisitiva a  la espera de la respuesta que fuera a dar el Gobernador hasta que de un momento a otro aparece la figura de la Príncipe de Erebo. Rápidamente las venas de sus globos oculares se tornan negras y sus sentidos se colocan en mayor alerta al asumir de manera previa que se trata de una emboscada para eliminar tanto al Sabbat como Anarquistas.

Sin embargo, la intervención sentimental de Kenneth lo lleva a frenarse en ese mismo momento ante cualquier interrupción por parte del líder Sabbat. Escuchando detenidamente la oratoria expresada por Alana quien va dando a su juicio círculos solo para alentar emociones y despistarlos del verdadero propósito de dicha reunión hasta llegar a un punto importante: la situación de Darijha. Comenzando a tomar nota que poco o nada ofrece de los últimos eventos, al mismo tiempo que detiene en las palabras de Engel quien busca dar tutoria de algo que a su juicio es demasiado obvio.

Puras palabras innecesarias.

Luego escucha la observación del anarquista y sus ojos se posan en Alana,  esa mirada que es atenta de alguien que muestra un aura de astucia como son los zorros.

-Hagamos un alto Alana-.

Dice en ese marcado acento ruso/italiano que deja en evidencia un aire diplomático.

-Si vamos entendiendo bien nos está pidiendo a ambas facciones que solucionemos un asunto que desde el principio y en estricto rigor  es vuestra responsabilidad. De nadie más-.

Hace una pequeña pausa y prosigue sin cambiar su expresión inquisitiva.

-Por diplomacia y respeto hemos tolerado acusaciones injustificadas contra la Congregación, contra mi cofradía ante eventos  que han golpeado este lugar cuando la responsabilidad directa cae en usted como en su secta al ser incapaz de proteger a los habitantes y velar solo por su beneficio-.

Su expresión se mantiene fría mientras va exponiendo los hechos que resultan evidentes para él y que su desconfianza hacia la Príncipe son justificadas.

-Más allá de la información solicitada por el presente, debe entender nuestra suspicacia hacia usted dado sus antecedentes de liderazgo y especialmente sus verdaderas intenciones filantrópicas-.

Dice ahora en un tono más inquisitivo con intención de estudiar el comportamiento de ella, siendo aun diplomático en cada uno de sus gestos y dejando claro que no esta insultando sino dejando en claro los mismos hechos que ella esta señalando de porque deben existir medidas como aprehensiones hacia la figura de la Príncipe y del resto de los presentes.  Observando de reojo al resto del sabbat en no hacer movimiento alguno a menos que sea un ataque directo contra ellos.

Dejando claro su búsqueda de garantías reales de que ella realmente no buscará joderlos en esta cacería. Más aun por los antecedentes que el mismo ductus maneja tras su primera avanzada.

No descarto entonces que el autor del asesinato de Aaron posiblemente sea ella, Darija..

Master¿ es posible hacer tirada del conocimiento de mi personaje sobre los nicktuku y usar el espejo regalado por Aurelio?..esto último de manera discreta...

Dante se refrego la frente, como si sufriera una jaqueca, mientras todos los demas hablaron y se pavonearon. Si estos seguia asi, se quedaria sin trabajo! No era el, acaso, el que debia pecar de presuntuoso y opulento? No conocia del todo las normativas y leyes de Derecho de Autor y Patente en Alaska, pero estaba seguro que podia argumentar en cualquier corte que estaban robandole el personaje.

-Yo tengo una pregunta, una sola solto cuando por fin terminaron con el postureo Y es esta: Por que estamos teniendo esta reunion, de veras?

Hizo una pausa para observar a los que llevaban la voz cantante, casi en desafio.

-Señor Lichman, ciertamente aprecio la invitacion que nos hizo llegar, si eso puede llamarse a la bravata que haria que un camello de secundaria se ruborizara por el cliche de "Veamonos en 20 minutos, vayan solos". No obstante, respetare su morada y no lo insultare con bobadas ni le hare perder su tiempo con las insoportables y francamente obtusas indirectas y protocolos vuelteros de corte camarillense dijo con una expresion neutra En tanto, señalo: Usted es un mortal. No dudo de sus capacidades cognitivas o de sus recursos, por supuesto, pero por violencia o por el paso del tiempo, morira. Y pronto, si he de ser sincero, disculpeme la osadia. Me atreveria a asumir que tampoco busca la inmortalidad que trae la Sangre... Si lo hiciera, hubiera arreglado un Abrazo hace mucho tiempo, teniendo en cuenta su familiaridad con Alana y sus subditos.

Con un gracil gesto de mano, señalo a la susodicha.

-En cuanto a usted, Alana... Como ha dicho el señor McAlpin, verdad? Usted es una princesa caida en desgracia. Conozco tan bien como usted las idas y venidas de la Pax Vampirica. Puede racionalizarlo de cualquier forma que crea conveniente, pero la Torre no la ayudara sin que demuestra que puede mantener la paz y las Tradiciones fuertes, y si fracaso cuando esta era apenas un pueblo de pescadores y petroleros, ahora que es una metropolis comparable a New York... Bueno... En especial cuando el primer equipo de refuerzo fue... Ejem, interceptado.

Hizo una mueca parodiando una sonrida, sin ocultar en lo mas minimo el desprecio por la Antigua.

-Lo cual nos deja... con el mismo gesto, señalo a los miembros del Sabbat, abarcando con su brazo su parte de la sala A ustedes. Bajo el liderazgo de nuestra Mesa de Directivos, Erebo ha prosperado. Como dije, paso de ser un pueblucho olvidado de Alaska a ser la Metropolis del Fin del Mundo. Millones de personas han llegado, desafiando el frio y el aislamiento, para ver a Erebo renacer con un cuerpo de acero y concreto y fibra optica. Esta ciudad es un testamento a la gloria no solo del Movimiento Anarkista, sino de los humanos de los que nacemos, a los que el Sabbat pretende despreciar tanto pero, siendo honestos, de verdad teme. Y deberian. Erebo se alza impotente y desafiante a la naturaleza, y solo necesito un poco de nuestro tiempo y recursos. Y a nuestra ideologia, la cual es, por supuesto, incompatible con la cruda y primitiva teocracia de la Mano Negra. Asi que, por favor, sean sinceros al responder: Cual es la razon de esta reunion? No nos necesitamos entre nosotros, por supuesto, y desde luego, no habra paz. No puede haber paz, ni convivencia, entre nosotros ya que nuestras visiones son tan distintas. Ahorremonos un par de horas, y seamos sinceros: Que queremos que salga de esta reunion? La caza de Darija?

Sasha estaba quieto a la izquierda un par de pasos por detrás de su Alfa, pero atento a todo cuanto acontecía a su alrededor. Cada mirada, cada gesto, cada palabra, cada olor y cada reacción, hasta que de la mismísima pared hizo acto de presencia la tal Alana. -"De dónde había salido, había seguido todas las presencias de la estancia y no había nadie más" Pensó para sus adentros Alexander mientras una sonrisa astuta se dibujaba lentamente en su rostro. -"Esto se pone interesante..."

De nuevo para su sorpresa Engel tomó parte directa en la ida y venida de cuchillos. Nos habían descubierto, pero eso podría poner más interesante si cabía la vista.

Sasha dio un paso al frente y miró a Engel antes de decir nada, buscando su aprobación. -"Tal y como lo veo yo. Este asunto va más allá de un ajuste de cuentas. Se trata de algo grande que puede hacer daño a todos los presentes. Está claro que no podéis vencer sin nosotros, pues vuestras capacidades para encontrar a la bestia son limitadas o más de lo que lo son las nuestras, sin contar con vuestros impedimentos diurnos. Sin embargo, quien algo quiere algo le cuesta y esto no os va a salir gratis a ninguna de las partes". Concluye con una sonrisa para colocarse de nuevo tras de su Alfa.

Escucha al fin a Dante, va tomando nota de cada palabra que va señalando y en un momento donde la diplomacia fuese más lúdica seguro habría mostrado una afilada sonrisa como gesto de menospreciar cada una de las palabras junto a esa mirada astuta. Sin embargo, el contexto muestra una tensión en el ambiente que fácilmente puede ser cortado con un bisturi  y más aun al dejar claro sus intensiones de mantener la guerra entre las sectas.

Por lo menos de todo lo innecesario cuanto ha señalado lo único limpio que puedo sacar del movimiento es que se encuentran en guerra contra los suyos. Ahora si es difícil de leer cuál de las dos sectas es más cobarde

Piensa y antes de dar un comentario, escucha atento a uno de los capitanes que acompaña a Engel y expone algunos puntos que a su juicio para efectos de la cacería contra Darija resultan ser bastante importantes.  Lamentablemente tiene razón que serán necesarios los cambiaformas para esta misión y más si a quien van a cazar es una criatura antigua nacida de cuentos para asustar a los neonatos.

-En eso último que usted acaba de señalar respecto al costo estamos de acuerdo de llegar a concretarse un pacto para cazar a Darija-.

Dice  mirando a Alexander , dejando claro que existe disposición por parte del Guardián en estudiar detenidamente este asunto y colaborar en la cacería al ser una amenaza a considerar. Observando de reojo a sus hermanos con sutileza invitando a que den a conocer su punto de vista mientras espera las respuestas de la príncipe caída y de Lichman a las palabras del líder anarquista.

Tan pobre y mediocre es de la Camarilla como Anarquistas presumir las migajas que no pueden defender realmente.

-11°

15:25 hs.

Uno a uno comenzaron a hablar, Alana se voltea y clava su mirada mientras brinda una respuesta a cada uno de aquellos seres inmortales que deseaban respuestas.

- Así que, hablas de una guerra, pero yo solo escucho una cacería…según tengo entendido, guerra implicaría cientos de miles de posibles víctimas, por lo que me gustaría escuchar más sobre susodicho conflicto, si es que es tan amable de ilustrarnos con datos certeros de ser posible –

- Créame caballero cuando se lo digo, cientos de miles caerán ante la fuerza implacable de Darija si no le damos un alto, por lo que con lo que a mí respecta, puede usted llamarlo como mejor se le plazca -

- ¿Que nos puedes decir de la tal Darija, a nivel personal? –

- Mas allá de lo importante, lleva una máscara para ocultar su monstruosa apariencia, o la llevaba antaño, no sé cómo se encontrará ahora…por lo demás, siempre ha sido una sheriff implacable e impecable, nunca rechisto ninguna orden y jamás cuestiono nada -

-Si vamos entendiendo bien nos está pidiendo a ambas facciones que solucionemos un asunto que desde el principio y en estricto rigor es vuestra responsabilidad. De nadie más-.

- Si y no…Darija era mi responsabilidad antes de que la Amalgama experimentara con ella, desde entonces, es como un animal rabioso que debe ser eliminado para evitar posibles bajas innecesarias -

-Por diplomacia y respeto hemos tolerado acusaciones injustificadas contra la Congregación, contra mi cofradía ante eventos que han golpeado este lugar cuando la responsabilidad directa cae en usted como en su secta al ser incapaz de proteger a los habitantes y velar solo por su beneficio-.

- No sé de qué acusaciones habla usted y de ser reales, créame que no han provenido de mi boca…sobre los habitantes, por dos décadas he mantenido una paz no solo entre vampiros, sino entre hombres lobos y mortales locales, claro, he sufrido alguno que otro atentado, pero nada que con Darija de mi lado no hayamos podido soportar, por lo que considero que uno o dos años de paz en una ciudad con tantos frentes interesados por sus recursos es un verdadero logro, pero veinte disculpe la expresión, pero lo considero algo casi heroico -

-Más allá de la información solicitada por el presente, debe entender nuestra suspicacia hacia usted dado sus antecedentes de liderazgo y especialmente sus verdaderas intenciones filantrópicas-.

- Por supuesto, yo comprendo su desconfianza y más aun con mi intromisión a esta selecta reunión, sin embargo, tenga en cuenta que Hans aquí presente, hace pocos minutos deseaba la cabeza de cada uno de los presentes, puesto que sus ojos mortales no eran capaces de notar un peligro que yo le acabo de revelar, uno que él conoce y teme –

El gobernador se mantiene en silencio, como un niño siendo reprendido.

-Yo tengo una pregunta, una sola, y es esta: ¿Por qué estamos teniendo esta reunión, de veras?

-Señor Lichman, ciertamente aprecio la invitación que nos hizo llegar, si eso puede llamarse a la bravata que haría que un camello de secundaria se ruborizara por el cliché de "Veámonos en 20 minutos, vayan solos". No obstante, respetare su morada y no lo insultare con bobadas ni le hace perder su tiempo con las insoportables y francamente obtusas indirectas y protocolos vuelteros de corte camarillense, en tanto, señalo: Usted es un mortal. No dudo de sus capacidades cognitivas o de sus recursos, por supuesto, pero por violencia o por el paso del tiempo, morirá. Y pronto, si he de ser sincero, discúlpeme la osadía. Me atrevería a asumir que tampoco busca la inmortalidad que trae la Sangre... Si lo hiciera, hubiera arreglado un Abrazo hace mucho tiempo, teniendo en cuenta su familiaridad con Alana y sus súbditos.

El gobernador solo lo mira, como sin ganas de responder, se lo notaba distante, alejado de toda palabra, como si dentro de su cabeza estuviera moviendo piezas invisibles que necesitaban encajar a pesar de no ser compatibles.

-En cuanto a usted, Alana... Como ha dicho el señor McAlpin, ¿verdad? Usted es una princesa caída en desgracia. Conozco tan bien como usted las idas y venidas de la Pax Vampirica. Puede racionalizarlo de cualquier forma que crea conveniente, pero la Torre no la ayudara sin que demuestra que puede mantener la paz y las Tradiciones fuertes, y si fracaso cuando esta era apenas un pueblo de pescadores y petroleros, ahora que es una metrópolis comparable a New York... Bueno... En especial cuando el primer equipo de refuerzo fue... Ejem, interceptado…lo cual nos deja... con el mismo gesto, a ustedes. Bajo el liderazgo de nuestra Mesa de Directivos, Erebo ha prosperado. Como dije, paso de ser un pueblucho olvidado de Alaska a ser la Metrópolis del Fin del Mundo. Millones de personas han llegado, desafiando el frio y el aislamiento, para ver a Erebo renacer con un cuerpo de acero y concreto y fibra óptica. Esta ciudad es un testamento a la gloria no solo del Movimiento Anarkista, sino de los humanos de los que nacemos, a los que el Sabbat pretende despreciar tanto, pero, siendo honestos, de verdad teme. Y deberían. Erebo se alza impotente y desafiante a la naturaleza, y solo necesito un poco de nuestro tiempo y recursos. Y a nuestra ideología, la cual es, por supuesto, incompatible con la cruda y primitiva teocracia de la Mano Negra. Así que, por favor, sean sinceros al responder: ¿Cuál es la razón de esta reunión? No nos necesitamos entre nosotros, por supuesto, y desde luego, no habrá paz. No puede haber paz, ni convivencia, entre nosotros ya que nuestras visiones son tan distintas. Ahorrémonos un par de horas, y seamos sinceros: ¿Que queremos que salga de esta reunión? ¿La caza de Darija?

Alana quien escucha muy atentamente a las palabras del Barón, introduce aire a sus muertos pulmones para soltar un suspiro, uno innecesario a modo practico, pero completamente indispensable para las palabras que saldrían a continuación de unos pasos hacia el anarquista, a quien no deja de sonreír y mantenérsele casi cara contra cara.

- Es usted un ser mucho más antiguo que yo, esa quizá es la probabilidad más certera entre todas las posibilidades, ha visto al sol, ha visto a los hombres sin dientes recorriendo los lodosos caminos de las ciudades de piedra y antorchas, ha visto el nacimiento del vapor y de las maquinas, lo sé, su rostro perfecto solo oculta unos ojos tan antiguos como cansados, tal como pozos eternos rodeados de un lago de plata, ya he visto una y mil veces ese tipo de ojos, por lo que permítame repetírselo caballero…yo no pido nada, muchísimo menos vengo a exigirle a usted ni a nadie algo, tenga muy en cuenta mis intenciones, ¿por mí? Adelante, vaya, siga disfrutando de sus placeres que la mortalidad mundana ofrece, he tenido poder, he tenido dinero, he tenido mil y un amantes y quizá usted los haya tenido por partida doble, pero eso solo es un indicativo de algo que ambos sabemos, todo termina, todo acaba, todo es simple polvo en el viento, por lo que, por favor, tenga en cuenta lo que le vuelvo a decir: yo no busco cazar a nadie, busco prevenirlos de lo que se viene, una descendiente directa de un antediluviano con la capacidad de destruir esta metrópolis y todas aquellas que intenten hacerle frente, considéreme como la mano que detiene la daga antes de que esta se ensarte en su espalda…pero, si ya ha visto ese escenario y sabe que está por ser atacado y aun así no quiere hacerme caso…allá usted – se aleja unos pasos sin dejar de sonreír -

-"Tal y como lo veo yo. Este asunto va más allá de un ajuste de cuentas. Se trata de algo grande que puede hacer daño a todos los presentes. Está claro que no podéis vencer sin nosotros, pues vuestras capacidades para encontrar a la bestia son limitadas o más de lo que lo son las nuestras, sin contar con vuestros impedimentos diurnos. Sin embargo, quien algo quiere algo le cuesta y esto no os va a salir gratis a ninguna de las partes".

- Por fin alguien que pueda dar una respuesta certera…caballero, permítame saber su nombre – dice Alana luego de dar un par de aplausos – por otra parte, cabe resaltar que en Erebo no se hace de día por varios meses querido, no se preocupe por nuestro impedimento con el astro rey…sobre el precio, lo siento, ya no tengo el poder para ofrecerles nada, hoy soy una vagabunda…bah…mucho menos que eso incluso, pero sé que los líderes de cada facción pueden ofrecerles algo a cambio de esta ayuda, porque es bien sabida que la fuerza de los garous es inconmensurable, especialmente contra este tipo de retos –

El gobernador sale de su letargo, se levanta y habla.

- Creo que poco más hay por añadir que no sea saber quiénes desean participar en este movimiento -