Partida Rol por web

Henry, amoratonado y moviendose con dificultad, logra ponerse de pie. Sin embargo, antes de que pueda invocar los poderes de su sangre de Brujo, Victor se le avalanza encima y de un poderoso garrazo, lo corta en vertical, desde el cuello hasta la cintura. El Tremere lo mira atonito antes de que la luz escape de sus ojos y caiga al suelo con pesadez. A los pocos segundos, su cuerpo sanguinolento comienza a convertirse en ceniza.

Leonid y el padre Stein bajaron de la camioneta junto a los perros guardianes del ultimo, que se lanzaron contra el Nosferatu tras una señal de su amo con una ferocidad terrible, casi como si quisieran redimirse a la vista de su dueño por la cobardia mostrada hacia unos momentos en el pub. Antes de alcanzarlo, sin embargo, el nosferatu se convirtio en algo parecido a un fantasma, que hizo que los dos canes frenaran de pronto, confundidos, ladeando la cabeza y olfateando al aire buscando a su objetivo, que comenzo a correr en direccion a los arboles.

Selene, por su parte, dio un rugido bestial que no parecia posible de alguien con su estructura corporal. Esto, sumado a la subita desaparicion de su amo, hizo que los dos sabuesos de Clark huyeran hacia el bosque, aterrorizados.

Dentro del refugio, a Leonid y Stein esperaba una vision de pesadilla: Un enorme charco de sangre un poco traslucido se extendia por el suelo, envolviendo a Leonid, que gritaba y se retorcia como un desquiciado. En el mismo momento en el cual entraron, Aurora se habia alejado de un salto extendiendo la mano. El charco estallo en llamas.

Nunca supo que había pretendido hacer ese sujeto, pero fuera lo que fuera, estaba muy seguro de poder detenerle. Pero Víctor tenía un dicho: “ataca primero y con fuerza, pregunta luego a los despojos”. Sus garras penetraron el cuerpo de su enemigo con un sonido que nunca dejaba de fascinarle, como si rompiera una tela vieja o algo así. Pero ahí terminó todo, el intruso murió luego de eso, sin siquiera lanzar un sonido. Decepcionante.

Se giró para ver correr al feo nosferatu… ¿Dónde demonios estaban los danzantes? Oyó gritos desde el interior de la casa, pero no podía prestarles más atención cuando tenía a otra presa, huyendo por su vida. No podía dejar pasar esa oportunidad, hacía mucho tiempo que no tenía tanta emoción junta. Esperaba que el nosferatu si gritara mientras moría

Iniciativa 4+14=18

Que demonios.

Piensa mientras va avanzando en dirección al refugio junto al Padre Stein, solo para encontrarse con un espectáculo de lo grotesco de un charco traslucido que ha envuelto completamente a Lawrence y esta combatiendo a Aurora al mismo tiempo que se sigue llevando a cabo la pelea entre los otros integrantes de la Espada con quienes acaban de invadir el refugio. El charco viscoso empieza a avanzar en torno a él, comenzando a envolverlo de tal manera que lo lleva a gritar las suficientes maldiciones en ruso mientras intenta quitarse de encima a "la mancha voraz"

-Por los NUEVES INFIERNOS-.

Experimentando ese estrés, esos nervios que se disparan en sus cinco sentidos que le advierten la señal de peligro y que debe reaccionar rápido. 

¡Lawrence, no! -A quien se le ocurre embestir a esa cosa, estaba claro que había que evitar el contacto físico.

Y efectivamente Lawrence empezó a descomponerse y sufrir quemaduras de muy mal aspecto. Ver a su aprendiz así hizo que un sentimiento de enfado le invadiese como una gran ola.

-A ver cómo te libras de esto. -Dijo llena de rabia mientras se alejaba unos metros y extendía la palma de la mano izquierda hacia aquella criatura ácida.

Al estar unicaménte las luces de interior de la casa iluminando vagamente la zona de combate, todo se sucedía en la oscuridad de un bosque por la noche, hasta que aquella masa ácida estalló en llamas iluminando los rostros de los que estaban alli. Daba la sensación que aquella cosa era susceptible al fuego tanto como cualquiera de los cainitas.

Llegaron Lenid, Stein y sus perros con el coche pero desechó la idea de darles instrucciones, imaginó que era mayorcitos para saber que hacer.

De pronto suena un grito gutural que la sobresalta, se le pasa por la cabeza el licántropo u otra amenaza pero resulta que es Selene  -Vaya, sabe hacer algo después de todo. -Volvió al asunto que tenia entre manos.

-¡Despierta Lawrence, aléjate si no quieres morir! -Ordenó al novato que aunque había hecho un gesto heroico podia acabar derretido si no reaccionaba y se dispuso a hacer su siguiente ataque.

La acción de Laila es moverse sobre Aurora (como había sido desde el principio).

Aurora va a ser atacada. Queres abortar tu accion y esquivar? (Aplicando las reglas de abortar accion)?

Pues declaro esquivar

Víctor se estaba dejando llevar por sus instintos, persiguiendo a su esquiva presa con una enorme sonrisa en los labios, saboreando el gozo al ver que la distancia era rápidamente acortada. Si hubiera pensado un poco más detenidamente, se hubiera preguntado cómo es que ese cainita había logrado huir teniendo a tantos miembros de Sabbat cerca, pero ahora mismo solo se entregaba a su hobbie preferido: cazar.

Su mandíbula chasqueaba a medida que se acerca, como si intentara morder el aire o saborear el inmundo aroma del nosferatu. Cuando lo tuvo a tiro, lanzó un feroz manotazo con las garras extendidas, apuntando a la raquítica espalda del cainita. ¿Gritaría de dolor? ¿Suplicaría? ¿Se arrepentiría en el último segundo por haberse entrometido con el Sabbat? Víctor solo esperaba que las garras abrieran en canal al desgraciado y que su grito de dolor reverberara en el bosque.