Partida Rol por web

Extrañado por lo dicho, Matthew sacudió ligeramente su cabeza negando su participación en la actividad - Bueno señor, me temo que le he malinterpretado, ¿va usted a enfrentarse al Sheriff del pueblo?...por Dios santo, puede que no sea el mejor Sheriff del oeste, pero es nuestro Sheriff al fin y al cabo - acto seguido se acomoda su sombrero - yo por mi parte me largo a la oficina del alcalde para echarle una ojeada a esas ofertas de trabajo que hay allí, si ustedes no desean unirse, pues seguramente conseguiré vagos como yo dispuestos a ganarse $500 en un solo golpe - se despide amablemente de todos los presentes y se sube a su caballo blanco preparándose para ir a la oficina del Alcalde

Veo normal la actitud de Matthew con respecto a la negativa de ayudarme, y le propongo una última oferta sin ni siquiera girarme hacia donde estaba él, que estaba preparando su caballo para montar.

Matthew, creo que no me ha comprendido. Hablo de 500$ más lo que ganemos del sheriff

Miró a los demás presentes y le guiñó un ojo a Ohara como signo de complicidad, aunque era la primera vez que se percataba de su presencia. Pero he de decir que aquella mujer me daba confianza, era como de mi gente.

Dime, si no... ¿Qué cosas buenas hace el Sheriff a parte de quedarse con nuestro sueldo a base de impuestos? ¿Sabiendo esto, por qué no querreis recuperar vuestra parte?

Dejo estas preguntas en el aire, aún es de día... esperaré a la noche para atacar, si alguien está conmigo quiero verlo en este mismo lugar cuando se ponga el sol.

Acto seguido miró a Matthew de nuevo y le sonrió.

Ahora vamos a por los 500$

Para Little L el Sheriff era un villano, el más grande de ellos, ya que por culpa de su familia arruinaron su vida...

 El virginiano mira de hito en hito al indio criado entre los blancos, como si le tomara las medidas del ataúd, y al final le dice: muy seguro debes estar de lo bien que disparas para quererte enfrentar al sheriff y a sus cinco alguaciles, sólo o con la ayuda de otros, chico.

Por otra parte, cargarse a un sheriff en esta parte del mundo no es muy sano, que digamos. ¿Qué quieres, que los rurales de Texas te persigan hasta el infinito y más allá?

En fin, éste es un país libre y cada uno es libre de suicidarse como le de la gana, acaba, encogiéndose de hombros.

Miró extrañado a ese condenado que le hablaba

¿Quién ha dicho que yo mate al sheriff?

Sonrió con una risa sarcástica...

Mi plan no es ese...

Matthew se detuvo en seco alistando su caballo, y se giró mirando al que tan mal hablaba del sheriff - Explícate entonces hombre

Sonrío al ver la forma en la que Ohara se encarga de dejar en su sitio al camarero y cuando esta sale le sigo, haciendo un gesto de despedida al camarero. Creo que también pasara tiempo hasta que regrese a este local.

Me coloco junto a la dama y me detengo junto a ella cuando el hombre del arco comenta su intención de terminar con el sheriff y saquear su oficina.

Lo siento, pero sin conocer mas el asunto, yo no atentare contra un representante legitimo de la ley en la ciudad. Si no es el adecuado, es cosa de los ciudadanos que le votan el elegir a otro.

Luego miro de nuevo hacia Ohara y le sonrío un instante.

Cuando usted desee señorita...la sigo hasta donde sea menester.

Miro con gesto cabreado a los presentes, que parecen no percatarse del trasfondo de mis palabras.

¿Quién ha dicho que para conseguir un poco de dinero extra tengamos que matarle? Me refiero a saquearle. Todos nosotros necesitamos un poco de dinero...

Y dando un pequeño paseo entre los integrantes dijo en voz alta

Además, no se va a enterar de que somos nosotros, saquearemos a plena luz de la luna y con la cara tapada...

Volvió a mirar a los demás y esperó una respuesta afirmativa entonces

¿Qué me decís? por un puñado más de billetes le estaremos devolviendo el dinero a los que le pertenecen, a nosotros, el pueblo!

 Mira a "Little L" -Cariño tu me ves saqueando la oficina del Sheriff que no me ha hecho nada, y  que no me falta el dinero??-

Luego mira sonriendo y pestañeando varias veces a Seth -Si, vamos  ami local seguiremos hablando allí de nuestros negocios, en un reservado- le sonríe y sigue con su típico contoneo elegante y sofisticado, ya que estaba tan cerca del bar, no había cogido su caballo, iba a pie.

Little L viendo la negativa de la aburrida gente con la que estaba decidió irse solo e ir tramando el plan para actuar como a él le gustaba.

Vale chicos, me despido de vosotros, iré a ver que pasa por la oficina del sheriff

y se fue por su camino andando hasta la oficina del sheriff, donde hablaría con él sin resultarle sospechoso, para enterarse de los horarios de visitas a los presos y de las horas en las que descansaba. También debía adivinar y observar donde tenía el botín...

El sheriff de esa ciudad era nuevo, pero había sido avisado por el anterior de los intentos de algún pistolero bastante dotado con rasgos indios... tendría que disimular bastante bien para que no lo registraran...

Ya de camino me elaboro mi plan, por ahora voy de buenas...

Inclinó el sombrero a la dama y hizo un gesto con la manos a los caballeros, y comenzó su camino separado de los demás

Dejo atrás al resto y camino junto a Ohara, ofreciéndole mi brazo para ayudarla a cruzar la calle. No estamos lejos pero la caballerosidad es un habito.

Cuando estamos algo mas lejos del resto del grupo del bar, me giro un poco para poder contemplarla bien un instante y carraspeo educadamente.

Sabe?...creo que nunca he entrado en su local.

 Agradecida, se coge de su brazo, con elegancia y le sonríe.

-Ya se lo verifico yo, no, nunca ha entrado, me habría fijado en usted, sin duda- le guiña

Entran en la primera planta del loca, pues era un local de 3 plantas, con las paredes de la fachada pintadas en un color salmón, y una enorme entrada compuesta por dos puertas que habrían hacia adentro, formando una especie de arco.

Le hizo una señal al barman y le sonrió. El local tenia un escenario donde bailaban varias chicas, y unas mesitas con sillas bastante cómodas, además de la laaaaarga barra, una iluminación más activa en el escenario relajaba el ambiente. Ohara lo guió hacia un rinconcito, donde hacia de puerta una cortina roja, y en su interior, había dos sofás rojos de terciopelo mullidos, y una mesita plateada, la luz no era muy intensa para no molestar y la música suave y relajante sonaba de fondo como banda sonora, se escuchaba poco el ruido de fuera de esa "habitación".

-Tome asiento por favor- ella se sentó en uno de los sofás cruzando las piernas, y llego el barman.

-Que quiere tomar?- le pregunto el barman antes a él que a ella.

Entro en el local y miro alrededor, quedándome con los detalles de buen gusto que se dejan ver.

Es un sitio muy bonito. Seguro que se llena por las noches. Luego,sentado de forma que pudiese acceder con facilidad al revolver, observo como se acerca el barman, que poco tiene que ver con el tipo que nos atendió en la taberna.

Cuando me pregunta lo que deseo primero que a su jefa, reconozco que le tienen bien enseñado.

Un café , por favor. Luego espero a que Ohara pida y se marche el barman, para relajarme un poco.

Sus empleados parecen mas capaces que los que se suelen ver en esta ciudad.

El barman mira a Ohara y esta le sonríe satisfecha, y después de tomar nota que lo que Seth quiere, se va.

-Este local, tiene clase, la clientela suele ser selecta, y tanto mis chicas como los demás están excelentemente educados, no puedo permitirme ni el menor desliz, en ese aspecto-

Antes de volver a entrar en barman, asoma la mano pidiendo permiso -Adelante Leo cariño- el barman entra y pone en la mesita plateada una taza de porcelana y un cafetera también de porcelana una cucharita y el azucarero y a ella un copa de vino tinto, y se marcha raudo.

-Bien espero que todo sea de su agrado, y si le parece bien vamos a hablar de nuestro negocio-

Asiento suavemente a su comentario esperando que todo sea de mi agrado y sonrío tras probar el café, esperando que el negocio que tiene en mente la señorita deje caer algunos billetes en mi maltrecho bolsillo.

Estoy mas que dispuesto a escuchar lo que tiene que proponer Señorita Ohara. Espero ser de alguna ayuda.

Mmmmm, yo diría que con 1'80 de largo por 50 de ancho ya da para su ataúd, comenta El virginiano al ver marcharse al indio.

No sé si matarlo yo mismo y pedirle al sheriff una recompensa por anticipado, pero igual no me la dan si no le busca nadie, reflexiona en voz alta.

Bien, continúa. ¿Quién de los presentes está por ver qué empleos bien pagados ofrece el bueno del alcalde?

Matthew levantó su mano mientras miraba fíjamente como el indígena, cuyo nombre desconocía se alejaba - Yo me apunto señor, a propósito, mi nombre es Matthew Bing, aunque mis conocidos me llaman Sureshot. Encantado en conocerle

 Ohara toma un poco de su copa de vino y empieza -Si acepta el trabajo, seguramente sera útil al menos para mi, o eso espero. Han llegado a mis oídos que presta los servicios de su arma al mejor postor, y tengo intención de serlo. Vera donde he llegado, me he creado varios enemigos, por ejemplo he tenido que pisotear a otros locales como el mio, para que no me quitasen protagonismo por eso no hay ninguno más, y... bueno hay hombres que no se conforman con mis chicas, si no que vienen por mi, desgraciadamente- dice con fingida pena -No tienen para pagar mis honorarios, por lo que ellos son de la opinión que o para ellos o para nadie y eso en mi trabajo no es posible. Por lo que quiero que sea algo así como mi guardaespaldas, en cuanto a el pago, es mi vida la que corre peligro, no escatimare en gastos, seguramente le tenga aprecio a su arma, pero para este local necesitara un arma más... elegante, por lo que... igual le regalo otra, en cuando a alojamiento, tiene?-

Lo mira sonriendo. esperaba captar con todo eso su atención

-Claro que si no esta cómodo con lo que le ofrezco, siempre se puede ir a buscar recompensas con nuestros amiguitos- Le sonríe picara.

La escucho dando suaves tragos al café, y pese a que no alquilo mi arma al mejor postor exactamente, el cometido que parece tener en mente no implica algunos de los tabúes que me autoimpongo para aceptar mis tareas.

Tras su explicación, permanezco unos minutos en silencio considerándolo y termino hablando.

Antes de nada...me gustaría comentarle que no disparo ni contra mujeres, ni contra niños...no a menos que ellos me ataquen y deba defenderme. Tampoco suelo matar por encargo a gente inocente...no se si me entiende. Si necesita protección o arreglar alguna disputa soy su hombre. Si lo que quiere es venganza ciega ahí ya es mas complicado.

Ni siquiera menciono el asunto de la taberna de al lado. Aquella panda de alocados se haría matar en breve.

Luego toco mi arma con un dedo y la miro alzando una ceja.

Que tiene de malo mi arma?.

Se dio la vuelta al escuchar a alguien llamarle indígena... no era lo que más le gustaba que le dijeran, pero esta vez hizo caso.

Encantado Sureshot.- Le tendí la mano

Me llaman Little L, lo digo para que dejes de llamarme indígena

Y sonrió de forma amable ante aquel individuo.

Veo que eres un hombre emprendedor... por el camino te comento lo que vamos a hacer.

Le guiño un ojo a Sureshot

Por cierto, ¿que armas usas?

Y comenzó a andar hacia la comisaría sin mirar que ese buen hombre le siguiera o no

Sureshot se sorpendió, no había utilizado el término vulgar indígena para referirse a aquel individuo y más sorpresa hubo cuando le propuso continuar con su campaña de ir hacia la cabaña del sheriff, respetuosamente devolvió el saludo - Me gustan los revólveres, soy más bien un muchacho de campo, nada de que ufanarse si me entiendes Little L, y pues, lo siento, pero no he dicho esa palabra. Si bien tienes aspecto de nativo, el término indígena no lo usaría frente a tí o a cualquiera de ellos. Respecto a tu propuesta de ir donde el Sheriff, lo agradezco - finalmente subió a su caballo para partir inmediátamente a la oficina del alcalde - pero mis menesteres van dirigidos a conocer las ofertas del alcalde, si te interesa - y miró al resto del grupo - o a ustedes, esperaré verlos allí, un placer conocerlos - no diciendo más, largó en su caballo a la oficina del alcalde