Partida Rol por web

Viernes, joder, es viernes y estáis ahí atrapados sin remedio al menos cuarenta minutos más. Os habían anunciado que a última hora, de siete a ocho de la tarde habría una charla para todos los estudiantes de todos los módulos en el salón de actos, uno de esos plomazos en los que os hablan de futuro profesional, drogas, sexo, prevención de riesgos laborales o dios sabe qué.

La charla de esta tarde iba a llamarse "Bioética y desarrollo sostenible"; vamos, lo de no experimentar con animales, no arrojar lejía por el wáter y no pisar el césped. Pero aunque debía haber empezado a las siete, a y cuarto por allí no había aparecido más que el director del Centro de Formación, Jose Luis, el "Puyol", que miraba una y otra vez su reloj mientras que el experto que tenía que venir se retrasaba. Y entonces a la gente se le inflaron las pelotas y decidieron marcharse y que al tipo que tenía que venir que le fuesen dando por el culo.

De los cincuenta que estábais en el salón de actos, os quedáisteis sólo siete, los que no tenéis vehículo propio o lo tenéis estropeado, esperando a que llegue en cuarenta minutos el microbús que tiene que trasladaros desde este polígono a las afueras de Oviedo hasta la propia ciudad.

Para rematar, el tipo acaba de aparecer por la puerta, sudado, nervioso y deshaciéndose en excusas susurradas con Jose Luis en un aparte. Mientras, los demás os miráis unos a otros a la espera de ver qué ocurre.

Por fin Jose Luis se vuelve hacia el público, vosotros siete, con cara de circunstancias.

-Chicos, este es Israel, de Jóvenes por la Ecología. Ha tenido un problemilla con el coche y por eso ha llegado tarde. Ya le he contado lo que ha pasado con vuestros compañeros, pero si os parece, vamos a aprovechar el rato y escuchar lo que ha venido a decirnos..-

-No, ni de coña. Encima vamos a tragarnos el peñazo nosotros solos, que hubiera llegado a su hora.- exclama Raúl de repente. También llamado "Rulo", muchos son los que creen que Raúl sólo pierde el tiempo aquí y debería ponerse a trabajar en la obra lo antes posible. De hecho, le deben gustar los muros, porque no deja ninguno sin decorar con su spray. Normalmente se va del centro por su cuenta, pero hoy tenía la moto estropeada.

-No, si yo lo entiendo y de verdad que os pido perdón, pero podríamos aprovechar para..- Israel parece tener veintipocos años. Habla con tono paternalista, a su edad. No es que sea feo, pero por su cara parece el típico empollón con pocas posibilidades de echar un polvo.

-Sí, ya. Profe,- dice Irene refiriéndose a Jose Luis -¿no podemos salir fuera a esperar al autobús o echarnos un cigarro? Que es viernes, ¿no?- y os mira a los demás buscando vuestro apoyo. Irene, también conocida como "La Camacho" o "Camacho", es el tipo de persona cuya suerte no suele poder pagar las facturas que extiende su ego. Se pasa la vida hablando de lo que va a hacer sin hacerlo y de lo que ha hecho sin que haya pruebas de ellos. Sin embargo, la leyenda está ahí y hay quienes evitan contradecirla como si supieran algo que los demás no sabéis..

Lucía, como imaginábais, se mantiene callada, la muy mosquita muerta. Conocida como "Lu" pero también llamada a sus espaldas "Paloduro" por su extrema delgadez, es una chica modosita, triste. Se rumorea que anoréxica, aunque no es de las que faltan a clase y últimamente se la ve menos delgada y más feliz. La teoría aceptada por todos es que ha encontrado novio, pero nadie sabe quién es, si existe.

Ainara había estado esperando un buen rato, y ya se había hecho a la idea de que el hombre que daría la conferencia no iba a venir.

Al verlo entrar por la puerta, dio un bostezo y cruzó sus brazos, mientras miraba para otro lado.

Escuchó quejarse a sus compañeros, pero ella prefirió mantenerse al margen. Sin lugar a dudas, prefería salir de allí lo más pronto posible y echarse un cigarrito con sus amigas, pero... al fin y al cabo estaban allí para sacarse un módulo, y ése era su verdadero objetivo.

Esperó un rato, con ganas de saber que ocurriría al final.

Sentada en la última fila, con las piernas extendidas y los pies sobre la silla de delante, jugueteo con el paquete de tabaco de liar. Yo a las ocho me largo, si quieres hablar, habla, miro fijamente al tal Israel, pero a las ocho, me voy.

Me importa un comino la charla, pero ya que ha venido... Qué tristeza de muchacho, por dios...

Miro a "la Camacho" con un ligero aire de superioridad, vete si quieres, nena, nadie te obliga a quedarte.

¿Jovenes por la ecologia? ¿no sera algo asi como un greenpeace verdad?
Digo sin mucho interes, mirando el reloj a cada rato. El tiempo pasa lento cuando te aburres...

Sol leía los últimos capítulos de su nueva adquisición -Do Androids Dream of Electric Sheep? de Philip Dick- cuando ingresó al salón el sujeto de la charla, o lo que fuese. Suspiro resignada y cerró el libro. Miró la hora, 7 y 25 PM, en media hora, poco más, llegaría el micro. Por fin, que día de mierda...

Sonrió encogiéndose de hombros. Por mí, da igual. A las ocho llega el micro. Si te alcanza media hora... Dijo, con su cansina tonada rioplatense, mirando al sujeto recién llegado.

-Bueno.. como Greenpeace no, pero parecido, aunque a nivel asturiano, claro y centrado en lo que los jóvenes podéis hacer por mejorar vuestro entorno y..-

-Jooooder...- suspira Raul por lo bajo, cruzando los brazos y apoyando los pies sobre la mesa. -Si lo sé me piro aunque sea andando, ¿sabes?-

Esto promete no terminar más... Me la veo venir: Lío en puerta. Sonrió para sí. Una discusión sin sentido era mil veces mejor que una aburrida charla sobre reciclaje, menos basura, espacios verdes y todas esas bobadas. El planeta se va al carajo, ¿y qué?, vive lo que te queda del día. El mundo se irá a la mierda mañana, hagas lo que hagas.

Sol no abrió la boca pero puso cara de "soy toda oidos" y esperó.

-Bueno, Raul, vamos a ver si nos comportamos un poco y no empezamos otra vez, ¿vale?-

-¿Otra vez qué, cojones? Siempre yo, siempre yo.- responde alzando la voz.

Siempre tú, le tiro un filtro de cigarrillo a la cabeza, sonriendo. Bostezo descaradamente y empiezo a liar un cigarrillo.

Bueno, ¿y cómo mejoramos nuestro entorno? Cuentanos, miro a Israel, más aburrida que intrigada.

-¡Oye, no te consiento..- Jose Luis estalla, su rostro, ya de por sí rubicundo, enrojece de ira. Estalla una discusión a mil voces en el aula, en la que casi todo el mundo pretende meter baza, inclusive Israel, que tímidamente intenta pacificar las cosas. La única que parece empeñada en seguir silenciosa es Lucía, aunque parece muy nerviosa.

-¡Pero tío, Jose Luis, por qué tienes que gritar..-

-¡Eso, joder, que nos tratas como a críos!-

-Si es que os comportáis como críos!-