Partida Rol por web

Escuchando los comentarios de Charly regrese al baño de mis recuerdos. La sangre y el vomito cubrian el lugar asi como mi cuerpo y yo helada, petrificada veía el cuerpo de mis padres en sus agonicos segundos.

Una lagrima, solo una se deslizo mi mejilla.

- Mis padres se durmieron para ir al cielo.

No dije nada mas mientras miraba el suelo y dejando de escuchar todo lo demas que estaba a mi alrededor me quede paralizada sosteniendo mi muñeca con fuerza.

         - Disculpen chicos pero prefiero no tocar ese tema ahora ni en este lugar -    Dijo Simone dando un paso hacia atrás para su hermana no viera que le hacía señas a los otros chicos para señalar la, esperando que los chicos entendieran que no quería que su hermana escuchara su relato

Marcos asintió a Oscar, totalmente seguro que nadie vendría. Charly les contó cómo habían muerto sus padres, aunque no sabía que era un “pogo”, supuso que debería ser algo muy peligroso. Estaba por acotar algo, cuando notó que Brianna y la hermanita de Simone podrían asustarse aún más.

-Pronto llegaremos al pueblo- dijo con voz firme a todos a su alrededor, aunque en realidad no veía mucho más lejos que unos metros. Se acercó a Brianna y le tomó de la mano-. No te quedes atrás- le dijo en un tono de voz bastante más dulce de lo que usaba con todos-. No pasará nada.

La sensación de llevar a alguien de la mano era tan familiar y nostálgica que casi la soltó. Con la mano libre se pellizcó la pierna, buscando ahuyentar esa sensación cálida y dolorosa.

De momento me deje llevar tomada de la mano por Marcos sin reaccionar realmente. Sumida en mis pensamientos o recuerdos de la muerte de mis padres.

Marcos me soltó al poco rato pero segui caminando con el grupo como una automata. Por alguna extraña razon queria llorar y me sentia muy triste pero me contuve.

Baje con el grupo, las ideas que proponían eran muy buenas, no necesitaba aportar nada más, además tampoco tenía ganas de hablar, la situación me parecía muy extraña y prefería dejarlo así, me mantuve en el centro del grupo para sentirme seguro.

Continué avanzando junto con el resto del grupo, al lado de Charly, Marcos y Brianna. Los dos primeros parecían estar postulándose como líderes del grupo y habían propuesto buenas ideas, por lo que decidí no apartarme de ellos.

Mi papá siempre decía que buscase amigos inteligentes para que supieran ayudarme cuando yo estuviera en problemas. Una pena que los amigos de mi papá no fuesen muy inteligentes. La mayoría de las veces que entraban en nuestra casa, los veía tumbados en el sofá o en el suelo, con una expresión extraña en los ojos y diciendo disparates tan absurdos como que veían lavadoras que les perseguían por el salón. No sé por qué. Quizá lo decían para hacernos reír o quizá tuvieran poderes para ver cosas que otros no podíamos ver.

-Mis padres murieron en una explosión -respondí a la pregunta de Charly-. Fue durante un experimento que estaba haciendo mi papá. Una vez trajo una bolsa con algo blanco parecido al azúcar, pero él me dijo que no era azúcar. Eran "polvos especiales", así que puede que fuera científico o un mago. -Una duda me surgió de pronto y me rasqué la cabeza, como cuando era más pequeño y tenía piojos-.  Oye, ¿y qué es un pogo?

-Ah, pues un pogo es cuando la banda toca una canción muy, muy rápida y la gente se emociona tanto que empiezan a correr, saltar y chocarse entre ellos. A veces se lastiman.

La charla continuó por un rato más hasta que por fin llegaron al pueblo

En la entrada del pueblo, un arco exhibía un cartel que rezaba: “bienvenido a Brumasbajas, un pequeño fragmento del Edén”. El arco daba paso a una calle y a un lado, un edificio de ladrillo de dos plantas. Algunas ventanas sólo exhibían la negrura de la noche, como las fauces de una bestia hambrienta. Pero en la mayoría, el parpadeo de las luces fluorescentes permitía divisar, al menos fugazmente, unas aulas vacías. Al otro lado de la calle unas pocas ruinas daban su mudo testimonio de lo que alguna vez fue una casa. Más adelante, sólo podían ver la niebla, que ahora se había vuelto mucho más espesa.

La explicación de Charly sobre el “pogo” fue atendida por Marcos, aunque aún tenía muchas dudas sobre esa práctica. Había imaginado que era algún tipo de perro, pero al parecer ocurría con la música. Pero no pudo seguir cavilando sobre el tema, pues el tétrico pueblo apareció ante sus ojos. Releyó el cartel arrugando al frente, no le sonaba de nada y el lugar no parecía poblado.

-Eso es una escuela- su dedo se dirigió hacia el edificio de dos pisos. Esperaba que si alguna vez tenía que volver a la escuela, esta no se viera como aquella. Ningún niño querría estudiar allí.

No podía ver ningún otro lugar más allá de esa niebla y no pretendía adentrarse mucho más. Las únicas luces que veía eran las de la escuela, todo lo demás era engullido por la niebla. Miró el cielo oscuro, preguntándose cuanto faltaría para que amaneciese. Tenía hambre y sed, pero no dijo nada. Debía ser fuerte.

-Voy a ver si hay alguien- y empezó a caminar con paso seguro hasta la escuela, esperando que alguno le acompañara. Le habría gustado tener una linterna, aunque era un arma de doble filo. Apuntabas a un lado y la sensación de que “algo” estaba a tu espalda se acrecentaba.

-Vamos la necesidad de hacer algo se incrementaba en su ser. El lugar me parecía raro y siniestro. Mientras más rápido me vaya de aquí, mejor estaré.

Vamos a ir tomados de la mano, así ninguno de los dos se perderá. Los que se queden no se separen.

No creia que ir de las manos fuese realmente necesario pero no tenia ni idea de donde estabamos ni porque asi que simplemente segui a Marcos que para bien o para mi me daba mas confianza.

- Estaremos bien, quedate tranquila y no hagas ruido. Le susurre a mi muñeca.

Veo que Marcos se adelanta hacia el edificio que parece ser una escuela y decido seguirlo, con pasos rápidos, junto con Brianna y Darrow. Permanecí pensativo, observando a Darrow. Aunque sabía que existía, hasta entonces no había hablado mucho con él. De hecho, había permanecido tan silencioso en el autobús que no recordaba que estaba con nosotros.

-¡Esperadme, voy con vosotros! -exclamé, con nerviosismo, y eché a andar junto al trío de niños.

Aunque acercarnos en mitad de la noche a una escuela de un pueblo abandonado me producía un poco de miedo, tampoco quería quedarme rezagado con Simone y Maggie. Mi papá decía que las personas negras te robaban a la menor oportunidad que tenían, y mi papá lo sabía todo, por lo que tenía que ser verdad.

           - Nos adelantamos un poco con los chicos a la escuela ... si quieren acompañen nos para no separar nos o esperen aquí por favor ... -   Dijo Simone al resto de los chicos sin soltar a su hermanita ... y avanzó con los chicos mas aventureros a la escuela ... alcanzo a Brianna y también le tomó de la mano mientras que avanzaban

Escuchar que varios compañeros iban a acompañarle le hizo sentir mejor. El edificio parecía más amenazador con cada paso que daba y las sombras parecían bailar al compás de la suya. No era alguien cobarde, podía pelearse con chicos más grandes que él o incluso golpear a los mayores e insultarles. Pero eso era diferente, no había forma de no tener miedo de algo como eso. La situación, el lugar, los sentimientos de todos, era una mezcla difícil de ignorar.

-Ayuda a las más pequeñas- le dijo a Darrow apretando un poco los labios y sin dejar de mirar el edificio. Temía que si le perdía de vista, algo aparecería. El chico casi tenía su edad, por lo que no quería ir tomado de la mano con él. Si fuera otra la situación, ya le habría dado un golpe en la cara-. Si veo a González, le daré una patada- se encogió de hombros-. Bueno, despues de que nos lleve a donde debe.

Al final, todos decidieron entrar en la escuela. Las puertas se abrieron con un chirrido escalofriante. Adentro un desierto pasillo les dio la Bienvenida.