Al ver la increíble aparición de Asenoc en escena, el asesino desvía su atención hacia él, y desesperado, arroja su arma al suelo y se rinde.

-¡Sorcha!- grito asustada y salgo corriendo hacia la puerta, dirección al patio, sin llegar a ver el increíble salto de mi esposo por la ventana.

Voy con prisas hacia el patio, sin haber premeditado mi reacción muy bien.

-Que no le pase nada... A Sorcha no...

Los guardias apresan al asesino, y lo atan. Sorcha se aleja rápidamente de él, bastante alterada. Al ver a Carienn la abraza sin poder evitar el llanto.

-Pensé que iba a morir... -Las palabras no le llegan a la boca, quedando atrapadas en el llanto.

Abrazo fuerte a Sorcha, corriendo hacia ella.

-Todo está bien... Todo está bien...- le susurro intentando calmarla, e intentando calmarme yo a su vez. Lloro también con ella. Por el susto y con la alegría de que finalmente no le pasara nada.

-¿Qué habría hecho yo si ella muere? Moriría todo lo que para mí representa mi familia... Bueno, lo que la representaba hasta que me casé... Debo agradecer a mi esposo su valor.

Todo ha terminado bien. Me siento más tranquilo ahora que Sorcha está bien y Carienn está más tranquila. Me acerco caminando despacio hacia el asesino con serenidad. Cuando estoy muy cerca de él le susurro:

Pobre de ti. No sabes dónde te has metido. Más te vale que tus respuestas me complazcan enormemente o conocerás un dolor como jamás has experimentado.
Esto… no es una amenaza… es un hecho.

Dado que estamos en las tierras de mi suegro dejare que sea el quien lleve a cabo las averiguaciones. No obstante si no obtiene los resultados deseados intervendré con un… “confiesa” especialmente poderoso

Mientras permaneces abrazada a Sorcha te pasa la cosa más extraña que te ha pasado jamás en toda tu breve vida. Por unos segundos sufres una alucinación. Una rara pero intensa alucinación. Es como soñar despierta, pero no es un sueño, sabes que no es un sueño... Es real.

Viajas en el tiempo unos minutos atrás, estás en mitad del patio mirando a Sorcha. Ella se encuentra afanada cargando los carruajes, preparando el viaje de mañana. Entonces ves al asesino salir de la nada y lanzarse sobre ella. Le gritas para que lo evite, pero no te oye. No puede oirte.

Y entonces la visión se esfuma tal como vino. Recuerdas las historias que Sorcha te contaba de niña sobre las brujas irlandesas. Mujeres (siempre son mujeres pelirrojas de ojos claros) capaces de leer la mente de los demás con sólo tocarlos. Capaces de quemar cosas con sólo pensar en ello, de hacer volar los muebles o de hablar con los espíritus. Brujas malvadas y grotescas que siempre acaban bajo la espada de algún caballero justiciero o en la hoguera... o en alguna situación peor todavía. Según las leyendas, la "maldición" siempre se transmite de madres a hijas.

¿Tiene esto que ver con que sepas
tan pronto el sexo de tu hijo?

¿Eres una bruja?

¿Era tu madre una bruja?

¿De qué más cosas eres capaz?

¿Qué pasará si Asenoc se entera?

¿Qué pasará si alguien más se entera?

¿Confías tanto en Sorcha como para decirle esto?

Os retiráis a vuestros aposentos una vez más. Dougan os dice que no os preocupéis, que lo interrogarán y que hallarán el porqué del asesinato. Os insta a tratar de descansar, a pesar de todo mañana viajaréis a Drogheda.

(Podéis hacer un inciso antes de la mañana si lo deseáis)

A la mañana siguiente Dougan os confirma que el detenido ha confesado, pero que por desgracia no saben quien es el verdadero culpable. Al parecer una mujer encargó el asesinato, pero el asesino no le vio la cara en ningún momento, ni le mencionó su nombre. Algo común en este tipo de asesinatos, por desgracia.

Si todo esta tranquilo ahora le pido a Carienn que volvamos a la cama. Necesitamos descansar.

Terriblemente asustada vuelvo a mi alcoba a dormir con mi esposo.

-Os agradezco enormemente que hayáis salvado a Sorcha- digo de manera automática a Asenoc. Quizás en mi interior quisiera sonar más sentida, pero la preocupación creciente me tiene abstraída y simplemente no puedo. No digo más, el silencio me invade. Me desvisto de nuevo y me meto en la cama, sin prestar en ese momento atención a mi pudor al hacerlo.

En la cama me hago un ovillo al lado de mi esposo y le escucho respirar acompasadamente mientras duerme, pero mis pensamientos me mantienen en duermevela, no pudiendo conciliar el sueño de ninguna forma.

-No puede ser verdad... No puede ser verdad...- resuena constantemente por mi cabeza, sin permitirme dormir como debiera y a consecuencia despertándome aún más cansada a la mañana siguiente. Las notables ojeras en mi cara demuestran que pasé una mala noche. Apenas me tengo en pie por la falta de sueño y el peso que me abruma de forma constante.

A la mañana siguiente emprendéis viaje hacia Drogheda. El asesino viaja cerrando la comitiva, a pie, atado por las manos a una cuerda que arrastra una carreta. En Drogheda será entregado la guardia, vuelto a interrogar, y ajusticiado (eso de "juicio justo" no se conoce).

La llegada a Drogheda es una fiesta. Todo el pueblo celebra la llegada de Dougan y Carienn, y están deseosos por conocer a su marido. Se han organizado festines y unos juegos para conmemorar el evento. Los típicos juegos son; lanzamiento de tronco, combate con hacha, tiro con arco, combate a caballo... y el más aplaudido por la plebe... Capturar el cochinillo en una charca de barro.

A vuestra llegada os reciben los hermanos de Carienn, que os abrazan calurosamente y lanzan un particular reto a Asenoc para que participe en los juegos.

Me muestro sonriente y agradecido por el evento. Saludo con efusividad a la familia de Carienn y acepto encantado participar en los juegos. Cuento a sus hermanos lo maravillosa que es Carienn. Dulce y encantadora como un angel.

Observo que Carienn parece agotada. Algo normal despues de la noche que ha pasado. No habra podido dormir.

¿Que tal estais querida? Pareceis agotada. ¿Teneis algo que contarme sobre anoche? Se que fue muy estresante pero Sorcha esta bien y todo ha pasado. ¿Que os preocupa?

Saludo cariñosamente a mis hermanos, no tanto a mis cuñadas.

Delante de mis hermanos siempre han disimulado, pero ellas siempre me han despreciado a espaldas de ellos, diciendo que mejor me casara con un noble menor y abandonara de una vez mi hogar... Que no era más que una malcriada mimada y consentida, solo por el hecho de que mi padre me permitiera saber leer y escribir.

Estar aquí con mi esposo era como un sueño, o debería serlo, mis pensamientos aún me reconcomen.

-Debería aprovechar antes de que nos vayamos para preguntar... Me encuentro tan cansada...- disimulo un bostezo, cubriéndome la boca con el dorso de la mano.

-Nada- me apresuro a contestar a Asenoc.- Solo estoy cansada, el viaje, los acontecimientos de anoche... Pero estaré bien. No os preocupéis querido esposo.

Esbozo una sonrisa, muerta de fatiga, y aprieto su mano.

-No se me permite estar presente en la mayoría de los juegos... Os esperaré por el castillo y nos haré preparar una alcoba- miro a mis hermanos, que ya empiezan a pavonearse unos delante de otros sobre sus habilidades.

-Asenoc...- me acerco a su oído.- Cuidaos de mis hermanos, mi padre los instruyó él mismo en el arte de la guerra y a veces son demasiado bravucones...- temo que lastimen a mi esposo.- Harán cualquier cosa por ganar y presumir de ello, durante años... Tened cuidado, os lo suplico.

Observo como Carienn se relaciona. Apreciando cada detalle para discernir que tipo de relacion tiene con esa persona.
Se muestra un poco mas fria y distante con las mujeres de sus hermanos.

Probablemente no tengan una buena relacion. Si quiere contarme algo ya lo hara cuando lo considere necesario.

Su preocupacion por mi resulta muy tierna.

Amor mio. No te preocupes por mi. No me haran daño. Respecto a los juegos... si eso te hace feliz los aplastare como a frutas maduras. Aunque tengo dudas sobre si eso seria lo correcto... lo haria igualmente por ti.

Tengo ciertas dudas sobre los juegos y como podria ganarlos usando mis poderes vampiricos.

El lanzamiento de tronco seria facil con potencia, el combate con hacha igual, no se como podria ganar el tiro con arco, el combate a caballo tampoco deberia ser dificil con potencia... y el más aplaudido por la plebe... Capturar el cochinillo en una charca de barro... no se si podria utilizar mi presencia o manipulacion para hacerlo en plan sobrado.

Tenia pensado algo asi como aproximarme caminando tranquilamente al cerdito que, debido a mis poderes, no moveria ni un musculo y atarlo comodamente sin manchar mis ropas.

Otra opcion seria quedarme en una zona sin barro... agacharme ligeramente y llamar al cerdito, que este viniese hacia mi en terreno seco y capturarlo. A continuacion diria algo asi como... "Nunca se lucha en un terreno donde tu oponente tiene ventaja... estoy seguro de que vuestro padre os enseño eso" y caminar victorioso en plan sobrado.

Ya me dices que se puede hacer. Aunque si lo cortes es que les deje ganar lo hare si a Carienn le parece bien. Si me pide que gane... lo intentare con mis poderes.

Miro a mi esposo y luego a mis hermanos de reojo. Son hombres corpulentos, curtidos en batallas y marcados por ellas.

-¿Lo correcto?- le miro sin comprender, a estas alturas debería darse cuenta que mi padre lo que valora no es la cortesía.

-Mis hermanos compiten entre ellos así por complacer a mi padre, esposo mío...- bajo la voz.- Así se ganan su aprecio, el más valorado por mi padre es mi hermano mayor, Donovan. Tiene años de experiencia curtidos en batalla y porta con todos los méritos de guerra que se conceden...- le señalo a mi hermano mayor, corpulento y con el cuerpo marcado de cicatrices de guerra.- Si le ganarais...- comienzo dudando y aún temerosa de que le pase algo a Asenoc.- Si ganáis a mis hermanos... Mi padre no os consideraría como a un simple aliado, sino como a un hijo propio... 

-Solo te pido encarecidamente que tengáis cuidado... No os fiéis de ellos... Son hombres justos y amables, pero fieros en el campo de batalla.

Sonrío con confianza. Como si estuviese completamente seguro de mi victoria.

No saben a quien se enfrentan mi vida. Soy Asenoc Zibanitum.
Les enseñare con que clase de hombre se ha casado su hermana.
 

Asiento levemente ante la seguridad de mi esposo.

-Os deseo suerte, pasadlo bien... Luego suelen pasarse por las tabernas del pueblo... Les justa beber con la plebe- le explico, ahorrándome que además disfrutan de las prostitutas y aldeanas que acceden pasar por su lecho. Aquí es vox pópuli, aunque mis cuñadas hagan la vista gorda.

-Ya le dije lo que pensaba sobre otras mujeres, pero no tengo derecho de exigir nada... Además que mis hermanos son como son, querrán que "celebre" la boda aquí también.

Niego para mi, alejando esos pensamientos. Debo ir a las cocinas, aunque empiece a notar náuseas ante el olor de ciertas cosas.

-Me retiro, voy a instalarnos en una alcoba como dije, ya os indicarán cual... Mi antigua alcoba no era muy grande para dos- sonrío a mi esposo, haciendo por mostrarme despreocupada.

Sonrío ante la preocupación de Carienn de que vaya a disfrutar de alcohol y prostitutas.

Descansad... pues cuando gane los juegos vendré aquí a celebrarlo con vos.
No deseo la compañía de estos patanes cuando puedo estar a vuestro lado.
 

Le regalo un delicado beso y le guiño un ojo con picardia mientras me alejo en dirección a las competiciones.