-Calmaos Paolo...- trato de que no salte sobre cualquiera de los presentes, pues solo nos causaría problemas algo así. Más sospechas sobre nosotros no sería lo mejor.

Me giro hacia Guillermo y hago una inclinación de cabeza cuando interfiere por nosotros.

-Cierto es que se nos ha podido ver con esas flores. A mi esposo se las ofrecieron para que me las regalara en cuanto llegamos, sin duda y visto lo visto, como parte de un plan cuidadosamente urdido de antemano. Cuando supe que las flores no eran de la zona y dado a lo llamativo de las mismas, las regalé- hablo calmada, pues mejor explicarme yo. Siendo humana pueden leerme más fácilmente que a mi esposo o a Paolo, sabrán que no miento.- Pensaba que las flores eran para marcarnos de algún modo y las di tan pronto como caí en ello. Desconocía el tipo de flor, pues no tengo conocimientos de botánica o venenos.