Partida Rol por web

Yarr, tras la "detención" por hacer magia, se abstrae de la realidad y sigue a los guardias sin hacer preguntas y sin decir nada.

Los espiritus de mis antepasados han querido que conozca al famoso rey, estoy seguro que por este motivo han forzado que utilice la magia para defenderme.

Algo grande se prepara y debo estar atento a sacarle partido a la situación. Solo hablaré con el rey en persona.

Sorprendido ante el dragonuts que intenta arrollar al grupo, consigue apoyarse en sus captores y evita caerse en el último momento.

No me ha tirado de milagro...

El dragonut arremete contra la puesrta mientras algunos de los situados en el pasillo caen al suelo o son empujados contra las paredes.

Al abrir la puerta el dragonut empuja al joven Roy hacia atrás.

La sorpresa de los que están en el pasillo al ver al joven en la sala del trono es manifiesta. Mientras la voz del dragonut retumba en la sala.

Traigo noticias urgentes de Lord Devirius, Drerick. - Acto seguido levanta al joven de suelo. - Perdona joven.

Tras sacarles de la sala los extranjeros, soldados y Roy esperaban fuera.

Roy dudaba entre irse y cumplir las órdenes de su amo o quedarse allí.

Yarr, viendose rodeado de los viajeros que encontró en la taberna se ve en la obligación de agradecer su apoyo a los compañeros...

Os agradezco vuestro apoyo para este momento de dificultad.

No debeis preocuparos, no corro peligro por haber lanzado el hechizo del fuego... Mis antepasados me han conducido hasta aquí y no espero que sea para morir en este momento sin hacer algo grande.

Yarr, mientras tanto no pierde de vista su báculo.

No hay pena de muerte por el uso de magia. - Ríe un soldado. - El rey solo la aplica en caso de reincidencia y desobediencia. El castigo por el uso de la magia es el Destierro.

Mirando a los ojos al soldado, Yarr comenta...

Gracias por la información soldado, me será de enorme utilidad.

Ten cuidado con el cayado que portas... una maldición para aquel que lo haga desaparecer de mi vista habrá.

Cuidalo en mi nombre.

Dice estas palabras con tono humilde y con una suave firmeza, pero sin marcar una amenaza.

El soldado agarra con fuerza el cayado, apartándolo de su cara, todo lo que puede, mientras sus ojos se abren temerosos.

Me quedo extrañada. Nos llevan de un lado a otro, luego Roy ya estaba en la sala con el Rey y después ese ser... impertinente y que da miedo pasa como prioridad por delante de nosotros...

Una vez estamos fuera de la sala esperando, miro a mis compañeros de pelea y a Roy ciertamente desconcertada.

- ¿Por qué nos han echado? Si apenas ni hemos saludado... -pregunto sin tener puñetera idea de diplomacia ni como van los asuntos de la corte. Ése es un mundo aún muy complicado para mí.

Las palabras que mantienen el soldado y el hombre del cayado me mantienen alejada de mis pensamientos, aunque no sé si es mejor.

- ¿Destierro? ¿Echarlo de estas tierras? ¿Por qué? -pregunto molesta al soldado- Sólo intentó ayudar, no quemar la ciudad.

Y de repente, tras las palabras del hombre del cayado acerca de éste, yo también me aparto más del soldado que lo porta haciendo ver que estoy mirando la sala en la que estamos esperando, examinándola.

Tranquila, pequeña amiga. Los grandes señores tienen tendencia a exagerar y amenazar para hacer ver su grandeza a propios y extraños, pero casi nunca cumplen con sus amenazas. El peligro viene más bien de lo que no dicen, más que de sus jactancias. digo al ver la preocupación de la joven elfa.

Me quedo mirando con cara de no haberle comprendido del todo bien lo que mi compañero me explica.

- Si es peor lo que no dicen...¿cómo saber qué es? -tuerzo el gesto. Aquellas palabras no tenían lógica ni entendimiento alguno para mí.

"Entonces si dice que le va a desterrar, es que no va a hacer eso. Va a hacer otra cosa. Otra cosa que no ha dicho. Y que será peor que lo que ha dicho...

...

No, no tiene lógica para mí..."

Niego levemente sonriendo. Qué mundo más raro éste...

Ashanne, no creo que debas preocuparte demasiado por mi en este caso.

Vine a esta tierra siguiendo el consejo de alguien con una visión mistica y no espero que hierre tanto el tiro. No creo que nos ocurra nada malo hoy...

Espero que sea el principio de algo grande...

Tras decir estas palabras Yarr se sienta en postura de meditación en el suelo junto a la pared y parece esperar tranquilamente...

Tras unos eternos minutos tras las puertas, estas se abrieron de par en par.

El dragonut que antes les apartara a empujones permanecía en pie en un lateral del salón del trono. Mientras Lomy y Taurnil el tabernero del Odre de Vida permaneciían al lado del rey sentado en su trono.

Nuevamente el rey les echa de la sala, dejando en su interior al joven Roy, el hechicero y el goblin recien llegado junto al dragonut poco amigable. Empezáis a notar el extraño comportamiento del monarca de estas tierras en carnes propias... Estáis fuera, en el pasillo con los guardias.

Uno de los soldados os evalúa silenciosamente y finalmente os dice.

Bueno, podéis estar por aquí, al parecer han encontrado a más de esos salvajes por la ciudad. Así que no os metáis en líos. - Hece un gesto a los demás para que le sigan. - Si el rey os reclama estad atentos.

Roy sale de espaldas de la sala del trono.

Ves que los guardias se han ido, los extranjeros están solo en el pasillo.

Me acerco a los extranjeros, con paso resuelto. Hola, ¿que tal?. Antes de nada, me gustaría darles las gracias por salvar mi vida. Hago una reverencia.

¿Que averigue con mi tirada anterior de tasar objeto? (te recuerdo que falle)