Partida Rol por web

Tuldar espoleó a su montura con evidentes intenciones guerreras.

¡Arre Babosón, arre!

El lobo comenzó a correr a toda velocidad en dirección al árbol en que el kadvurie se ocultaba. La intención del goblin era lograr un potente salto para intentar cercenar las piernas del huano salvaje. Sin embargo, Babosón no comprendió bien las intencioes de su amo, y simplemente pasó corriendo bajo la rama, dejando a un confundido kadvurie tras un sorprendido y furioso goblin...

Yarr, intenta ver al enemigo...

Una vez más el enano ponía un virote  en el arco de acero para apuntar hacia uno de los salvajes y descargaba la ballesta con todas las malas intenciones que era capaz

Yarr, preocupado por la situación se decide a invocar una bola de fuego que asuste a los salvajes y cause un efecto de verdad...

La invoca sobre el más cercano... y le impacta de lleno... Haciendole 16 puntos de daño...

Espero que huyan...

sin pensarselo dos veces el enano descarga los otros dos virotes sobre el mismo salvaje pero esta vez anda bastante desacertado y ambos pasan de largo, provocando un bufido de molestia que ondea en su bigote y barba...

La bola de fuego es lanzada contra el arquero que cae desde lo alto del árbol envuelto en llamas, mientras un virote de Gimshreck se clava en su cuerpo, dejándole inerte, desplomándose en el suelo.

Tuldar que escucha todo tras de si,  sigue su carrera frenética. Los dos goblins que le siguen tratan de cargar contra los kadvuries que están en el camino.

Los kadvuries, se preparan para recibir las cargas de Tuldar y los goblins, tratndo de protegerse de los impactos del enano y el mago.

Aprovechando la velocidad a la que Babosón corría, y oliendo la carne quemada que el anciano Yarr había cocinado con el kadvurie del árbol, Tuldar se concentró en el siguiente objetivo.

Mientras aferraba el pelaje de Babosón con la mano izquierda, el goblin incrustó la cabeza de su hacha en el pecho del rimer humano infeliz que tuvo cerca, haciendo saltar la sangre...

Baboisón lanza su dentellada contra el salvaje, al que muerde sin hacerle presa. Alcanzando su brazo derecho e inmovilizando su arma.

Yarr, se mantiene a cubierto tras la carreta y dispara su honda contra el enemigo más proximo (16,12)...

Se levanta y dispara para luego esconderse de nuevo... acertando a su enemigo enla cabeza.

La fuerza por desgracia no lleva mucha potencia.

Totalmente descontento con su puntería blasfema y esputa cerca del carro maldiciendo su mala suerte y asegurandose a sí mismo que se debe a las malas compañias Solo un goblin podría tirar tan mal...
Sin perder un momento tira la ballesta dentro del carro y emprende una carrera hacia el frente mientras saca su pequeña hacha, aunque sus piernas son cortas y no llega lejos, si lo hacen sus imprecaciones que lo adelantan a la velocidad del sonido.

Mientras el anciano prepara su honda, el enanao deja caer su ballesta sobre el carro para emprender una larga carrera para cargar contra los kadvuries.

Mientras tanto en tre babosón y Tuldar desmembran a uno de los salvajes en un abrir y cerrar de ojos, entre acero y marfil, dejándole en tan mal estado que su muerte será inevitable sino inmediata.

Los goblins a losmos de sus lobos corren a la carrera no muy convencidos, debido a la anterior emboscada y se retraen de entrar en combate.

Por su parte algunos de los kadvuries al ver el combate ahora en desventaja tratan de escapar de manera muy poco marcial.

¡Ñaaaaajaaaaaaa!

Tuldar, animado por la fácil derrota del primer Kadvurie, y por la huida en desbandada del resto, decidió probaar suerte de nuevo.

Sin embargo, en aquella ocasión, la alocada carrera de Babosón provocó que taanto el goblin como el lobo fueran incapaces de acertar a su objetivo, que corría como alma que llevara el diablo...