Partida Rol por web

Icaro está a punto de sucumbir al sonido que tan desagradablemente zumba dentro de su cabeza pero en el último momento y sin saber demasiado bien cómo consigue deshacerse de esa auténtica molestia que comenzaba a hacer un suplicio.

Josh, en un principio, aguanta también pero pronto sucumbre y cae de rodillas, mientras de sus pídos comienza a salir sangre, haciéndole gritar, gritar intentando superar el sonido que hace que retumbe toda su cabeza. El bloque de hielo que mantenía izado en el aire, cae al agua hundiéndose en ella.

El combate eraalgo qque no esperaba tan temprano. Quizá fué por eso que titubeó antes de actuar.
Se quedó pasmada observando como ícaro lanzaba aquellos extrañas ondas de energía y sufrió por la vida de aquel ser etéreo. En el fondo Martina no quería que nadie sufriera daño alguno, ni tansiquiera el ente.
Entonces sobrevino el ataque del joven Josh. El hielo se rompió en mil pedazos enmedio de un quebradizo ruido parecido al cristal al romperse.
Topley aún se encontraba aturdida a causa del frío que traspasaba la mojada ropa. No paraba de tiritar y temía la congelación. No sentía la punta de los dedos y las articulaciones senegaban a obedecer las órdenes que les enviaba el cerebro.
Maldita sea Martina... Tienes que hacer algo...
Se dijo a si misma con mas ánimos.
Sin dejar de tiritar se acercó a la sombra. La mirada de Martina era luminosa apesar de su estado. La ropa crujía al estar semicongelada y se movía con dificultad. Aquella caida en el agua congelada había sido fatal.
-¿Quién eres... y que quieres de nosotros?...- Preguntó acercandose con una mano levantada hacia el ente. -Déjanos seguir nuestr camino...-

Por unos instantes la criatura parece girar la cabeza hacia el lugar que ocupa la joven alada, pero en seguida se deshace de esa sensación de estar siendo encadenada, haciendo que Martina la mire a ella y luego os mire a vosotros, dándoos a entender que se ha roto la conexión que tan sólo había conseguido establecer durante unos instantes.

Creo que la extraña criatura solo ataco a los que mostrarón intenciones hostiles me acerco a junto Josh preocupada al verlo sangrar por oidos y caer de rodillas sin quitarle los ojos de encima a la extraña criatura, de todas formas no creo sensato usar mi mayor poder de ataque en una cueva... no sería nada sensato.

¿Estas bien? Le pregunto mientras desenvaino la katana lista para un teletransporte si vuelve a atacarnos.

Muy bien pedazo de mierda, ahora si que la has jodido. Ahora estoy cabreado, muy, pero que muy cabreado. Si no me hubieses cabreado, te podias haber ido de rositas por el mismo sitio por el que has venido. Pero ahora que me has cabreado, te voy a convertir en granizado digo con cara de muy malas pulgas, mientras recobro la compostura y extiendo mis alas para dar mas enfasis a mis palabras.

Y por si no lo habias notado, tengo unos picahielos cojonudos y sin mas, levanto el rifle y disparo, volviendola a impactar de lleno. Tras disparar, me pongo el rifle a la espalda y desenfundo las dos pistolas, cogiendo cada una en una mano. Primero disparo la pistola laser que tenia cogida en la mano derecha acertando otra vez, para acto seguido disparar con la pistola que tenia en la mano izquierda, consiguiendo un tres de tres en impactos.

¿Que te habia dicho? pregunto triunfal con una socarrona sonrisa en el rostro.

La criatura no parece hablar, y si lo hace, al menos no responde a las palabras del agente Draven, quien de mientras, aprobecha para hacer que la figura de hielo, pierda más fragmentos de su cuerpo, aunque esta vez no se deshace en fragmentos, simplemente pierde unos trozos.

Lo raro, es que el impacto ni siquiera la ha movido del sitio y que extrañamente, os pica a todos la cicatriz de la mano durante unos segundos.

Veo como Marta se preocupa por mi  - No te preocupes... - Susurro. Tras el extraño impacto de la criatura sobre mi que me habia dejado retorciendome de dolor mientras me sangraba el oido. Intento rehacerme cabreado, echo a un lado a Marta, ahora si cogia varios trozos de hielo del suelo para lanzarlos disparados contra el monstruo.

Veo como Marta se preocupa por mi  - No te preocupes... - Susurro. Tras el extraño impacto de la criatura sobre mi que me habia dejado retorciendome de dolor mientras me sangraba el oido. Intento rehacerme cabreado, echo a un lado a Marta, ahora si cogia varios trozos de hielo del suelo para lanzarlos disparados contra el monstruo.

Josh volvió a elevar en el aire un gran fragmento de hielo, que al salir del agua sobre el que flotaba, dejó resbalar gran cantidad de agua. La verdad es que hubiera sido algo bastante bonito de observar si no fuera por lo complicado de la situación. El enorme bloque se movió a gran velocidad por el aire, yendo a estrellarse contra una de las paredes de la cueva, aunque pasando bastante cerda de la criatura.

La criatura, que no se había movido tras todos los ataques sufridos, levantó una de sus manos parar señalar a Ícaro y volvió a hacer otro tanto para señalar a Josh. Mientras volvían a escuchar de nuevo ese sonido que a Josh le había desttrozado hacía unos instantes.

Otra vez ese pitido comenzaba a zumbar mis oidos martilleandome por dentro, doblandome de dolor de nuevo...

Otra vez ese maldito sonido infernal se mete dentro de mi cabeza, y aunque esta vez estaba preparado para ello, no por eso resulta menos doloroso. Incluso podria decirse que lo es mas, tanto que esta vez acabo con la rodilla derecha en el suelo maldito bichejo, estas haciendo que la voz del memo de Henderson cuando canta en las cenas de nochevieja me parezca hasta agradable con tanto puto ruidito.

Esta vez el zumbido es bastante más débil de lo que había sido en la ocasión anterior y a ninguno de los dos os sucede anda, aunque quizás es porque algo ha mermado la concentración de la criatura. Por la pared que habéis entrado, y la abertura se encuentra ahora sepultada, escucháis un zumbido, como un disparo, aunque haya sido lo que haya sido no ha llegado a traspasarla en el primer intento.

Martina observa retorcerse a sus compañeros. Esa criatura les estaba inflijiendo alguna especie de daño. Aunque Martina no era capaz de adivinar cómo.
-Déjales. No les hagas más daño.- Ordenó cambiando su expresión.
Lentamente se puso en pié y dió unos pasos en dirección a la criatura de hielo.

La criatura se queda totalmente quieta, no tenéis demasiado claro qué es lo que ocurre, pero no hace nada. Es cómo si Martina hubiera conseguido que la hiciera caso..

Quereis estaros quietos, esa criatura solo esta actuando en defensa propia o no os disteis cuentas de que solo os ataco a vosotros dos dejandonos al margen a Martina o a mi Digo cabreada

-Mucho me temo que estas equivocada... pequeña...- Dice Martina ante las palabras de Marta. Apesar de estar hablando con ella no desviaba la vista de aquella cristura de hielo. -Este ser no alberga buenas intenciones... y no se cuanto tiempo mas podré contenerlo...-
En el rostro de la mujer alada se deducía un notable esfuerzo de concentración.