Partida Rol por web

Cuando el mago se estrella contra el suelo das un paso atrás y algo llama tu atención. A varios metros a tu espalda hay un carromato extraño y junto a él puedes ver a un mujer joven apoyada en una vara larga y con los ojos cerrados. A su lado hay un hombre de pelo blanco y alborotado.

Cuando el mago se estrella contra el suelo un escalofrío recorre tu espalda y escuchas a Otto murmurar una plegaria por su alma.
En ese momento te percatas de que el hombre joven que hay frente a la puerta de la casa, da un paso atrás y os mira.

Cuando el mago se estrella contra el suelo y antes de que la sorprendida y asustada Charis llegue a decir nada, te das cuenta de quien es el hombre que acaba de morir. Le llamaban el Maestre y era uno de los magos más poderosos de toda la urbe.

Me doy un pequeño susto a ver que hay mas gente, al parecer no soy el único, eso me relajo un poco. Pero aun no conozco a estos tipos, mejor me voy acercando con cuidado.

aaaaa... ¿Hola?... vieron lo que a acaba de pasar 

Sabía que se había movido de prisa a través de las aguas, y pronto había llegado a su destino. Cuando sus pies descalzos tocaron el empedrado de las calles se sintió un poco desbalanceada, pero fue sólo un momento. Pudo sentir la energía variar alrededor, y como todo se había sumido en la oscuridad de lq noche, aún cuando se suponía que faltaba un poco para la hora nocturna. Un cuerpo que cae, gritos alrededor. Lo sintió tocar el suelo, y de pronto creyó que había llegado demasiado tarde. ¿Había fallado tan pronto?

Alzó su rostro hacia el hombre que se acercaba a ellos, sus ojos de un azul brillante y sin pupilas, velados por la capa de la niebla eterna. -No, no lo he visto.- Dijo, sincera. -Pero lo he sentido. Alguien ha caído desde muy alto. ¿Por qué? ¿Quién era esta persona?- Pregunto hacia la voz.

Desconozco quien fuera y tal ves sus motivos por haber caído tal alto, parece que fue en que me llamo. 

Me ha traído una persona de luz, y ustedes ¿como han llegado?

El Viejo se revuelve en su movimiento, a pesar de la edad, es experimentado y su reacción es acorde. Aunque no esperaba ver estas cosas en Atlantis, los instintos le permiten reaccionar a tiempo… aunque no a tiempo para salvar al Maestro. Algo extraño se estaba cociendo en la ciudad que amaba.
Con Aire de autoridad, el Arconte avanza decidido hasta donde se encontraba el fallecido, usando su baston como muleta.

- Atrás insensatos! – dijo malhumorado a los que interrumpían su paso.

Te encuentras en la periferia de la ciudad y el Maestre se precipitó desde la torre más alta y céntrica.
En tu caminar apresurado pasas junto a una casa que te llama la atención. Es la casa que viste cuando se te apareció en la visión.

Cerca de ella hay un extraño vehículo un hombre canoso y una joven que se apoya en un bastón. Frente a la puerta hay un guerrero y asomado desde dentro hay un sirviente.

Por la calle, caminado con una paso rápido aparece un hombre con muchos años sobre su espalda, al que aún le faltan muchos para ser un anciano.

veo como un anciano corre muy rápido, hasta creo que mas que yo. 

¡¡¡Wooouuu!!!.

volteo otra ves a ver la chica.

 No se quien sea pero le seguro es un veterano, voy acercarme para saber si el salve algo, pero antes. volteo ver  al anciano, Señor usted que me quería decir antes que todo esto pasara.

La joven escuchaba a las palabras. -También vi al ser de luz, me guió hasta aquí.- Contestó al desconocido, antes de escuchar pasos que se acercaban rápidamente hasta ellos. Movió el rostro hacia aquella dirección, como si realmente pudiera verlo a través de sus ojos azules sin pupilas. Se quedó en silencio, oyendo a su alrededor, de la misma manera que oía el viento entre las hojas, para intentar "ver" con sus sentidos, y sacar algo en claro de toda aquella situación.

- Veo que finalmente os habéis acercado a la casa de mi amigo. No hay duda que le habéis visto, pero no en persona. Me gustaría que entraseis y así os contaría algo que quizás os resulte interesante.

Theodora asintió a las palabras en voz del anciano frente a la casa donde había sentido que debía estar. -Gracias por el viaje, Otto. Si puedes, avisa al maestro Lian que he llegado bien.- Pidió al dueño del extraño carro, antes de avanzar hacia la casa señalada.

-Mi nombre es Theodora.- Se presentó, y una vez que el anciano le diera paso, entraría a la casa.

Viridius Dax enarco una ceja, todo lo que aquí ocurría sonaba a conspiración. Y el otro estaba tan calmado como si nada, cuando alguien se había arrojado desde lo alto de la torre de hechicería más importante de todo Atlantis.
Ingreso en la Casona, luego de dar una mirada a todo su alrededor, y acomodo la espada en su costado, minutos atrás, no hubiera pensado que iba a necesitarla dentro de la ciudadela, solo la llevaba consigo porque no habia tenido tiempo de regresar y acomodarse.

Me parece que hemos sido solicitados, para un bien mayor, después de la gente regresa a la vida, hasta el señor de luz, para terminar con esta trágica escena, le seguro todo esta conectado, a entrar a esta casa le seguro tendría respuesta.

Muchas gracias señor, espero no hacer molestia, a pesar que ya me di unos tragos. 

Voy a la entrada, y me espero que entren todos. 

El hombre os lleva a una sala de estar y os pide que os sentéis a la mesa que hay en el centro. Las paredes están llenas de estanterías repletas de libros y extraños artilugios tan sólo interrumpidos por un gran ventanal.
Os acerca un pequeño mueble bar con ruedas y os pone unos vasos frente a vosotros.

- Soy Geof. Lamento que nos hayamos conocido en estas circunstancias. Al parecer mi amigo, o lo que queda de él, ha decidido por motivos que desconozco que sois los más indicados.
>> Los últimos días en la ciudad han sido extraños. Las horas del día avanzan demasiado deprisa y la noche dura más de imaginable. Algunos de los muertos han comenzado a moverse durante los ritos funerarios donde se les incinera, algunos animales salvajes se han acercado mucho a las murallas... y ahora la muerte del Maestre, uno de los mejores magos, mientras se proyectaba su imagen en la oración hecha cada noche para mantener el equilibrio de la magia.

El hombre resopla y se sirve un trago de un licor de olor fuerte y alta graduación. Apura el vaso antes de seguir hablando.

- Algunos objetos mágicos estallaron o dejaron de funcionar. La gente tenía sueños extraños. Yo mismo sufrí alguno. Por ese motivo vine a ver a mi amigo, Samael Wintermute, para ver si podía hacer algo.
>> Pero lo único que encontré en su casa fue su cuerpo convertido en polvo y su espíritu flotando en esta misma sala. Y hasta donde sé, le habéis visto en esa forma.