Partida Rol por web

Nueva Atlantis

Introducción Theodora Sayou

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04/10/2019, 20:41
Director

Estás sentada - meditando - fuera del pequeño templo donde te criaste. El aire de la mañana roza tu rostro mientras el sol comienza a calentar. Respiras hondo y sueltas el aire con lentitud. Con tus ojos cerrados notas como un pájaro pequeño vuela cerca de ti. Estás tan quieta que se posa en tu hombro. Cuando giras levemente la cabeza, alza el vuelo de nuevo.

A pesar de moverse con el máximo cuidado posible y respirar de forma pausada, sientes los pasos de tu maestro al acercarse. Una leve sonrisa se ve en tu rostro, pues parece que el alumno comienza a superar a su mentor.

El anciano se sienta a tu lado con las piernas cruzadas, cierra los ojos y meditáis juntos hasta que el sol alcanza el mediodía.

Cuando el sol alcanza su cenit el hombre se levanta y te pide que le acompañes.
Una vez en el interior vais a la habitación del maestro Lian.

- Mi pequeña mariposa, tengo algo importante que decirte. Muy a mi pesar, es hora de que te marches. - te pone una mano sobre el hombro - No creas que te estoy echando, ni mucho menos. Ojala estuvieses conmigo hasta que fuese uno con la tierra. Debes volver a la ciudad, pero nada malo te pasará pues en Nueva Atlantis nadie sabe tu origen.

Se acerca a un pequeño cofre, que no recuerdas que estuviese en la habitación de tu maestro, y lo abre.

- Lo he visto. He sido iluminado y por eso sé que debes partir. Un cometido te espera. Se trata de algo muy importante que no te puedo explicar.

Te entrega un bolsa para colgar al cuello y cuando la tienes en tus manos notas su peso. En ella sabes que hay monedas.

- Espero que este oro cubra tus necesidades.

Vuelve al cofre y te entrega una collar de cuentas, se trata de un collar de oración budista, de madera. Cuando te lo entrega notas que se trata de un objeto que tiene algún tipo de poder.

- Estas cuentas te ayudaran, tanto en tus oraciones como para mantenerte a salvo.
>> - Cuando estés lista recoge unas provisiones y un odre.

El maestro te deja sola en su habitación.

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04/10/2019, 22:26
Theodora Sayou

Theo sentía que había sido bendecida. A pesar de que no conocía los colores ni podía ver la belleza de un arcoiris, podía sentir la paz natural que la rodeaba. Su maestro le había ayudado a entender que podía vivir sin mirar, que se podía "ver" con los otros sentidos. Pero su vida siempre había estado en el templo de la montaña. Por eso, recibió con algo de sorpresa y dolor las palabras de su maestro. Su rostro debió haber mostrado ese dolor, pues su maestro no tardó en explicar la razón por lanque debía partir. Se movía por la habitación sabiendo donde estaba cada objeto, de manera que a simole vista no se notaba que no podía ver.

 

Escuchó el rechinar de la madera del cofre que no recordaba que estuviera en esa habitación, y cuando extendió su mano para recibir los objetos, los mantuvo en sus manos un momento. El tintineo de monedas de la bolsa, y las cuentas del collar. Cuentas de madera en un simple cordón, pero sentía la energía que emanaban, leve.

 

Antes de que el maestro Lian saliera de la habitación, Theo lo detuvo, y pasó sus manos por el rostro del hombre. Estaba envejeciendo su maestro, pero no sintió temor de estar dejando atrás a un anciano, pues sabía que su maestro era muy fuerte. -No sé que es lo que me espera, maestro; pero confiaré en usted como siempre he hecho.- Dejó que su maestro la dejara sola en la habitación. Se llevó las cuentas a los labios y las besó antes de colgarla en su cuello. Sacó las monedas de la bolsa, reconociendo su valor por su textura y peso, y las volvió a guardar, colgando la bolsa en su cuello.

 

Volvió a su habitación, donde estuvo unos minutos. Conocía esa habitación, todos los secretos que escondía, la madera que sonaba bajo sus pies, los paneles de las paredes. Buscó su bastón, que era una extensión de ella misma, y se hizo un hatillo con sus pocas pertenencias. Nunca había necesitado másbde lo que tenía, sin embargo en un espacio de su habitación quedaban la colección de piedras de río que había guardado desde pequeña. -Volveré.- Prometió al aire y a si misma.

 

Fue a la cocina, donde tomó algunas raciones de frutas y carne seca salada. Tomó también un odre que llenó con agua de una vasija. No se sentía lista para dejar todo lo que conocía, pero confiaría en las palabras de su maestro. Con todas las cosas a la mano, fue al encuentro del maestro Lian por una última vez.

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07/10/2019, 20:39
Maestro Lían

El maestro te está esperando fuera, mirando el cielo.

- Mi pequeña mariposa, ¿estás lista para emprender tu viaje y demostrar al mundo de lo que eres capaz?
Aunque sabes que tu maestro esta tratando de aparentar normalidad y que sus labios muestran una leve sonrisa, sus palabras tienen un ligero deje de tristeza.
Salvo las visitas esporádicas de algún minero o leñador, has sido su única compañía desde el día en que te acogió.

Esperaré con paciencia tu regreso.
Te coge la mano durante un instante, como haría un padre con su hija.

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10/10/2019, 10:08
Theodora Sayou

La joven monje se acercó hasta su maestro, percibiendo su tristeza pero también adivinando su sonrisa. Era difícil partir cuando ambas partes no querían separarse. Pero entendía que si el maestro había visto su destino lejos de él, debía obedecer.

-Estoy lista, maestro Lían.- Dijo, también dibujando una triste sonrisa y "mirando" en su dirección con sus ojos velados. Su mano se cerró alrededor de la suya con suave apretón. -Pero siento incertidumbre en mi corazón. ¿Cómo sabré que he llegado al lugar correcto? ¿Cómo podré identificar el cometido que deberé cumplir?-

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10/10/2019, 11:06
Maestro Lían

Mi pequeña mariposa - dice el maestro cruzando sus manos tras su espalda - tras tantos años de meditación y entrenamiento no tendrás problemas para encontrar el camino. Además estoy seguro que tu forma de percibir las cosas te hará solucionar cualquier contratiempo.

>> Confía en ti misma.

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10/10/2019, 14:12
Theodora Sayou

La joven Theo pensó las palabras, asimilándolas en su corazón, antes de asentir hacia su maestro. -Entonces no dejaré que las dudas sean piedras en mi camino.

Hizo una reverencia hacia su maestro. -Ha sido usted como un padre para mí, y es mi profundo deseo poder volver aquí cuando lo que sea que aguarda en mi futuro esté completado. Mis pensamientos estarán hasta entonces con usted.- Con aquellas palabras como despedida, esperó su bendición para partir hacia un rumbo desconocido.

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11/10/2019, 22:50
Director

El anciano te dedica unas breves palabras, algo que parece un mantra o una oración.
Después regresa a su habitación para meditar, no quiere verte partir, le resulta demasiado doloroso.

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15/10/2019, 23:43
Director

Notas de juego

Desciendes por la ladera y llegas hasta las minas pasado el mediodía, tras hacer una breve pausa para descansar. Recorrer el camino no te resulta difícil, pues estás cerca de tu hogar y has recorrido esta zona varias veces.

El sonido de un carreta, de sus ruedas pues no escuchas ningún ruido de cascos de animales de tiro.
El vehículo se detiene a tu lado.

- Theodora ¿a donde vas? - reconoces la voz al instante, se trata de Otto un viejo chatarrero que hace negocios con los mineros.

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16/10/2019, 01:44
Theodora Sayou

Por momentos parecía olvidar que aquel viaje no se trataba de un simple paseo, sino que se estaba alejando definitivamente del templo, a enfrentar un destino incierto. El camino bajo sus pues le era familiar y distinto al mismo tiempo, los sonidos como única compañía.

El vehiculo que se acercó a ella era uno que conocía, pues no era común las carretas que no eran tiradas por animales. Levantó su rostro hacia la voz del hombre. -Es un gusto verte, Otto.- Mostró una diminuta sonrisa por aquella broma privada. -Me dirijo a Nueva Atlantis. Tengo una diligencia allí.- Comentó. No veía que tanto explicar al hombre, aunque igual ella no tenía tanto que explicar pues ni ella misma sabía.

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16/10/2019, 12:19
Otto

-Será un placer llevarte allí. Al fin y al cabo debo ir para comprar algunas cosas.

El hombre sonríe, abre la portezuela y da unos golpecitos al asiento de la cabina.

Es un paseo largo incluso para alguien versado en las enseñanzas del anciano.

Te subes y emprendes el viaje a la urbe, mientras Otto que cuenta alguna anecdota graciosa.

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18/10/2019, 03:09
Theodora Sayou

-Gracias, Otto.- Dijo la joven con una reverencia, subiendo a la carreta. No le gustaba mucho la sensación de estar en movimiento sin que sus pies estuvieran sobre el suelo, pero el hombre había ofrecido la ayuda y no quiso rechazarla.

Agradeció en silencio que la providencia le diera aquel transporte inesperado, y con los dedos recorrió las esferas de madera del amuleto que su maestro le había entregado, mientras escuchaba y sonreía al hombre de la carreta. Quizás pudiera cumplir con su cometido mas pronto de lo que pensaba, o tal vez su presencia en donde fuera que la necesitaran era tan importante que el mismo mundo conspiraba para ayudarla.

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21/10/2019, 12:57
Director

Tras una pausa para comer reanudáis vuestro viaje.

Al caer la tarde os queda poco para llegar a la ciudad. Os aproximáis a las tierras de cultivo y podéis ver la muralla a los lejos y la cúpula de energía que protege la urbe.

A unos metros por delante del carromato aparece un hombre brillando en el aire. A pesar de tu ceguera le ves con claridad. Se acerca levitando hasta situarse a varios pasos a tu derecha. No te cabe duda que Otto no es consciente de su presencia, ni del luz que emite.

Sus palabras resuenan en tu mente.
- Estás dotada de unas capacidades poco habituales. Necesito tu ayuda.

Una ilusión aborda tus sentidos. Se trata de una casa en el anillo interior, donde sin duda vive un mago.

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22/10/2019, 10:35
Theodora Sayou

La súbita silueta de luz sorprendió a la monje, que jamás había sentido una luz tan brillante. Resultaba sorprendente que Otto no lo hubiera notado, pero también era sorprendente que ella pudiera "verlo" de algún modo.

Luego de las palabras del ser iluminado, la imagen de donde debe ir es clara en su mente, y por un momento Theodora se quedó sin aliento. Había colores, algo que ella no conocía realmente, por lo cual no podía darles nombre. Vio formas y texturas, algo más familiar ya que podía percibirla con las manos y los pies, pero ahora también podía percibirlo como un todo y no solo en partes.

Giró su cabeza en la dirección en donde estaba la figura de luz, e hizo un asentimiento. Esa debía ser la señal que estaba esperando, la guía para lo que el maestro Lian había visto para ella. -Otto, necesito llegar al anillo interior dentro de la ciudad.- Dijo, describiendo lo que en su mente había visto, ya fuera para que le llevara hasta allí o le indicara como llegar.

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24/10/2019, 19:43
Otto

La sorpresa cruza el rostro de Otto y se queda boquiabierto.

- ¡Por todos los santos! - exclama recuperando la compostura - ¡Agárrate fuerte! Te llevaré a donde haga falta.

Tira de una palanca y el vehículo emite un chirrido, como si se fuese a desmontar pieza a pieza. La velocidad del trasto aumenta considerablemente y él ríe como un demente.

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26/10/2019, 02:56
Theodora Sayou

El cambio de velocidad junto con la actitud de Otto le tomó por sorpresa, y Theo no tardó en hacerle caso y sostenerse al carromato como pudiera.

-¡Otto, ¿Qué ha pasado?!- Preguntó por sobre el ruido, queriendo volver a sentir el suelo bajo sus pies para recuperar el sentido de la orientación; miró de nuevo en busca de la silueta iluminada, ¿acaso su presencia era lo que había asustado al hombre? Pero no parecía haberlo notado antes, ¿qué había cambiado?

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27/10/2019, 12:51
Otto

El hombre se percata de que algo te preocupa y mientras hace sonar una bocina para que la gente se aparte, cruzáis la una de las puertas situadas en la muralla de la ciudad.

Tienes las sensación de que el tiempo transcurre más rápido de lo que debería, por que la intensidad de la luz ambiental desciende antes de lo previsto.

- Algo me dice que debes llegar pronto a Nueva Atlántis - alza la voz para que le escuches - Una intuición o algo así.

Antes de que puedas responder detiene el vehículo de forma brusca junto a uno de los canales que cruzan la ciudad y negocia con un hombre que maneja una gran barcaza. Con mucho cuidado sube su carro a la barcaza y os ponéis en marcha hacia los anillos interiores.

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02/11/2019, 18:28
Theodora Sayou

Theo supuso que lo que había hecho actuar así a Otto tuvo algo que ver con la figura de luz que había visto junto a ella. De pronto se encontraba el carro se detenía, pero para sorpresa de la monje, seguían en movimiento. Al parecer, dentro de aquella ciudad podían moverse tanto sobre la tierra como sobre las aguas.

-Sea lo que sea, confío en que llegaré a tiempo.- Dijo la joven, pues también su maestro le había heho salir con premura del lugar, aunque le había permitido hacerlo a su tiempo. Sin embargo, lo que fuera que la esperara allá ya debía ser inminente.

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05/11/2019, 21:15
Director

El carromato de Otto desciende a la orilla cuando os volvéis a subir a él. Recorreréis una distancia corta, guiados por un sentido que no sabriais explicar y os detenéis a pocos metro de una casa.

En la puerta de la misma hay dos hombres hablando. El más anciano está dentro y parece un mayordomo, el otro es un hombre joven que porta una espada envainada.

Bajas del vehículo y Otto te sigue. Antes de que os acerquéis, todo cambia a vuestro alrededor.
La noche cae a traición, sin previo aviso y antes de lo previsto. Una imagen se forma en la cúpula de la ciudad, como si alguien la proyectase mediante un juego de luces. Puedes ver, al igual que todos los ciudadanos, como un mago anciano y poderoso sube sin que nadie le acompañe a la torre más alta, para rezar la oración como se hace todas las noches para que la magia mantenga su equilibrio.
Alza los brazos al cielo nocturno y comienza recitar las mismas palabras que tantas veces ha pronunciado. De pronto su voz se quiebra y se queda quieto y cae al vacío.

Notas de juego

Con esta escena finaliza tu introducción. Abriré una nueva escena en la que os iréis reuniendo.