Partida Rol por web

Nueva Diadema (Partida Privada)

El bosque de los lobos blancos (Oeste de la ciudad)

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22/02/2015, 02:16
Erundilmë

El invierno llego frío e intenso a estas tierras del Norte. En un pequeño claro del bosque, al oeste de una ciudad cruzando el río, se encuentra una loba blanca. Con mirada inteligente y sentada pacientemente sobre una roca, parece esperar a alguien.

Cuando llegas al claro, ves a la loba sentada en una roca en lo alto de una pequeña cascada, las aguas caen cristalinas a un pequeño estanque y el bosque parece respirar paz y tranquilidad. La loba pega un salto, aterrizando a la orilla del estanque y su forma cambia a la de una elfa con cabellos blancos.

Cubierta por una gran piel de oso polar y los pies desnudos, cualquiera que no fuese druida la vería como una extraña elfa salvaje. Pero su piel brillante e inmaculada y su porte, dan a entender a cualquiera que tenga ojos, que se trata de alguien muy diferente.

Te observa de arriba abajo y te sonríe sinceramente.

-Bienvenido Easar, te agradezco que pudieras venir tan rápidamente. La elfa caminó por la orilla del estanque mojándose los pies, que parece no afectarle al pesar del frío del otoño. Te hemos llamado porque necesitamos a alguien fuera de nuestro circulo. La expresión cambia en el rostro de Erundilmë de la calma al pesar. Cosas terribles están a punto de pasar en esta tierra. Todos lo hemos sentido, unos antes y otros después, hasta que nos hemos dado cuenta que es inevitable, a no ser que hagamos algo. La elfa se te acerca, penetrando por tu nariz el olor de la primavera. Un gran mal se acerca, un terrible mal tan grande que arrasará con toda la vida. Nos gustaría poder decirte cual es, pero aparte de la terrible sensación que tenemos todos, no sabemos de que se trata.

La mujer finalmente se desploma de rodillas delante de ti tomando tus manos vendadas, parece mas frágil y vulnerable de lo que parecía en un principio. Por favor... Dice bajando la mirada mientras las lagrimas que salen de sus ojos caen al suelo. ...ayúdanos. Perdimos a Sutolonte hace mas de un año... Dice cuando finalmente, cuando consigue recuperar fuerzas.

Notas de juego

Escena introductoria, empiezas y continuas a partir de aquí.

Eres un personaje de nivel 15, así que doy por sentado que tienes una gran reputación entre los druidas.

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22/02/2015, 13:22
Easar

Erundilmë, su belleza siempre me ha parecido de otro mundo. 

Me arrodillo junto a ella para que nuestras caras estén a la misma altura mientras mantengo sus manos entre las mías con delicadeza pero con firmeza. Mientras, le digo a Liesro, mi compañero animal, que se siente junto a nosotros y espere.

Por favor, nada de suplicas, muy gustoso ayudaré en todo lo que pueda. Más aún siendo la situación tan apremiante como parece ser. La ayudo a levantarse y me dirijo hacia el estanque aun sin soltar su mano. Cuando llegamos, me siento en su ribera y la miro a los ojos. Sabes que hace tiempo que centré mi vida en ayudar al mayor número de seres posibles. Tus palabras me han dejado con una muy mala sensación y una gran pena por la desaparición de Sutulonte. Cuéntame todo lo que puedas sobre este mal. 

Espero atentamente a que termine de contarme todo lo que pueda. 

 

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22/02/2015, 17:33
Erundilmë

Gracias a tus palabras y tus gestos, Erundilmë, consigue al fin calmarse un poco. Se sienta contigo en la orilla del estanque tranquilo, con el sonido de la pequeña cascada y los pájaros acompañándoos. La elfa respira hondo, intentando llenarse de la paz del lugar antes de hablar.

Fue hace algo mas de un año, cerca de la llegada del verano. Recibimos un mensaje de Sutolonte de que debía partir, y como era habitual en él, nos pidió a alguien del circulo para cuidar su jardín y sus responsabilidades en la ciudad. Enviamos a Jared, un joven que se había unido a nosotros hacía menos de dos dos años y que era mas abierto para vivir en esas poblaciones, tan atestadas de gente y con tan poco vida natural. Erundilmë tiembla un poco y su expresión cambia al espanto, consigue respirar un poco para decir. Lo que vino a nosotros hace un mes no era Jared, al menos no quedaba nada del joven que conocimos.

Erundilmë baja la mirada, mientras sus lagrimas caen en su regazo, apretando con fuerza la tierra de la orilla del estanque. Tras unos segundos muy largos que parecen eternos, al fin consigue sacar fuerzas de algún sitio para poder continuar.

Nos reunimos varios, porque Jared nos había enviado un mensaje urgente, algo iba mal en la ciudad y debía hablar con el circulo. No se atrevía a contarlo con el mensajero, así que quedamos en el puente que va a la ciudad, ya que el joven temía que no llegara vivo al norte donde esta nuestro circulo. Pero lo que vino a recibirnos no era Jared, al menos no para mí, ni para ninguno de nosotros. Un Zorro negro enorme, erguido a dos patas, como si fuera un hombre, es lo que nosotros vimos en la distancia. Pero cuando vino corriendo, nos dimos cuenta enseguida que eso no era ni un hombre, ni un zorro. Era un criatura muerta, maldita, que en su día pudo ser Jared. La druida volvió a temblar y levanto su mirada, haciendo que vuestro ojos se encontraran y viendo así su dolor y determinación en sus palabras. Era un zorro enorme, que se descomponía lentamente, sus ojos eran rojos y al mismo tiempo me dí cuenta que dentro de ellos ya no había nada. Nada aparte de la destrucción y la maldad que deseaba traernos. Hicimos algo mas que abatirlo, lo matamos, si es que esa cosa se la puede considerar viva y después la quemamos y purificamos todo lo que pudimos. Nos llevo dos semanas sanar la tierra de ese mal tan corrupto que había esparcido solo con su existencia. La mirada de la elfa pasa a la preocupación y a la suplica. No sabemos que fue del alma de Jared, si se encuentra ahora con Mielikki, o algo peor.

Erundilmë mete los pies en el agua fría del estanque y eso parece calmarla un poco, mira al cielo, y los rayos del tenue sol iluminan su rostro. Al final se pone en pie lentamente y te mira.

No sabemos nada de Sutolonte desde que se fue, lo normal, en las pocas veces que se va, es que regrese poco antes de la primavera. Pero es como si algo lo hubiese arrancado del mundo y solo queda de su existencia los recuerdos que tenemos de él y la casa que dejo a nuestro cargo. Erundilmë te mira una vez mas suplicante y al mismo tiempo expresando culpa por lo que desea y no desea pedirte. ¿Nos... nos ayudaras?

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22/02/2015, 20:11
Easar

¿Un druida transformado en un no-muerto sin voluntad? Algo muy grave está pasando aquí para que alguien desafíe a un circulo de druidas de esa manera. ¿Acaso Jared encontró algo en la casa que no debía haber visto? 

- Sin duda lo que me cuentas me pone nervioso, no me gusta nada la situación en la que os encontráis. Si ese mal puede corromper tanto a un druida no es bueno que sigamos sin saber que es lo que lo provoca. Con el rostro serio me levanto lentamente mirando el estanque. ¿Qué haría Eldath en esta situación?...

-¿Habéis intentado entrar en la casa de Sutolonte? ¿No sabéis donde fue? ¿Notasteis en el mensaje si su partida la tuvo que hacer con urgencia? Nadie debe quedarse parado ante una situación como esta.

Eldath considera a Mielikki como su propia hermana. Yo consideraré este ataque hacia tu circulo como un ataque directo a mi familia. Os ayudaré, de eso no debéis tener duda alguna. Pero antes necesitaré algo que me ayude a comenzar una investigación en profundidad de la situación. ¿Tenéis contacto con alguien que sepa moverse por la ciudad? 

Debe estar muy angustiada, no debe ser fácil contar este tipo de cosas a nadie, menos aún pedir ayuda para solucionar el problema. - Erundilmë, muestrame si es posible el lugar donde purificasteis los restos de Jared. Quizás pueda ver algo que se os haya escapado. Cuando compruebe la situación allí, me gustaría dirigirme a la ciudad para ver esa casa. Deberás al menos explicarme donde está, ya que nunca he entrado en esta ciudad. 

Le ofrezco mi mano para ayudarla a levantarse. - No te preocupes. Solucionaremos esta situación lo más pronto posible.

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22/02/2015, 23:48
Erundilmë

Erundilmë te mira y el alivio se refleja en su cara cuando ve que lo comprendéis y os interesáis por el problema.

Después de acabar con esa cosa, yo y otros dos entramos en la ciudad. Yo y un compañero nos dirigimos a la casa de Sutolonte, allí no encontramos nada raro. Nuestro otro compañero fue a avisar a Laurana, la sacerdotisa del templo de Mielikki, para que nos ayudara a purificar los restos de la cosa. Se queda pensando muy brevemente y al final niega con la cabeza. Las veces que se va, es de pronto y sin avisar, nunca nos dice donde va, pero el jabalí que nos trajo su mensaje parecía exhausto, como si no quisiera descansar hasta avisarnos de la partida de Sutolonte. Cuando lo trajo, bebió, comió y se volvió a marchar, tan rápidamente como lo hizo.

-Gracias Easar, no sabíamos que hacer, nos sentimos perdidos en esos lugares tan llenos de gente. Erundilmë te agradece tus palabras y su rostro recupera su brillo y la calma que siempre has visto en ella. Hablamos con Laurana de tu llegada, su novicio te recibirá en la puerta oeste de la ciudad y te guiara donde lo necesites.

-Marcel os guiara a la casa de Sutolonte y yo hasta el puente para que puedas verlo, aunque solo queda tierra quemada.

Erundilmë se levanta ayudada por vuestra mano y te sonríe finalmente agradecida. -Mil gracias Easar. Adopta su forma de loba blanca y te mira antes de que emprendáis el camino al puente.

Notas de juego

A la escena de "Ciudad de Nueva Diadema y alrededores".