Partida Rol por web

Nueva galería de almas

Capítulo Segundo

Cargando editor
02/10/2020, 22:53
Lydia Rivers

Toda una caja de sorpresas era el viejo Isaiah, tan pronto atacaba en el embarcadero lanzándose contra el agresor encapuchado como sacaba unas ganzúas del bolsillo; me estaba sorprendiendo aquel sujeto.

- Bueno, menos parlotear y más abrir -A ver si abre la puerta y deja de dar explicaciones, no somos la policía.

Nos sorprende el hecho de que la furgoneta se ponga en movimiento.

- ¡¡Abre, abre!! -Había que desaparecer de allí como sea y lo único era meterse en la casa sea como fuera-. ¡Rápido, que vienen!

Cargando editor
04/10/2020, 23:28
Liam Gallagher

Quizás no fuera un profeta pero el viejo Isaiah estaba resultando toda una bendición para nuestros propósitos. No me extrañó verlo sacar aquellas ganzúas más que dispuesto a abrir la puerta. La calle era un lugar peligroso y había que apañárselas con lo que fuera, y yo no iba a ser quien recriminara nada a ese hombre que bastante había sufrido ya en esa vida.

Por un momento, una vez estuvimos en la parte trasera de la casa, creí que lo íbamos a conseguir sin ser detectados. Pero mis esperanzas de no ser descubiertos pronto se rompieron con el sonido de la puerta de un coche cerrándose.

Mierda —susurré pensando lo mismo que Tiffany había expresado lo mismo. Nos habían descubierto.

Seguramente el tipo que se había bajado del coche y se había subido a la furgoneta nos había visto rodear la casa y ahora venía a descubrir qué coño estábamos haciendo allí. Teníamos que entrar dentro del estudio antes de que llegara a nuestra posición y, en silencio para no agobiar al viejo, rogué para que abriera la puerta de una vez.

Cargando editor
05/10/2020, 13:42
Isaiah Green

Isaiah está bastante nervioso sabiendo que todas las esperanzas del grupo están puestas, en ese momento, en su habilidad como ratero. Parecían sentirse esperanzados de que él supiese cómo abrir la cerradura, pero sus propias expectativas desaparecían poco a poco. ¿Cómo estaba hecha por dentro esa condenada cerradura? ¿No era un cierre normal y corriente? ¿Por qué todo resultaba tan difícil desde la paliza?

Siento no poder ir más deprisa, amigos —dice mientras se afana en ser todo lo rápido que puede y pegando la oreja a la cerradura—. Parece que la muy puñetera sabe que queremos entrar y no nos va a dejar.

Pese a todo, consciente de que van a ser alcanzados y quizá agredidos, redobla sus esfuerzos.

Cargando editor
05/10/2020, 13:50
Director de Juego

El exdeportista parece bastante diestro en el poco respetable arte de abrir las cerraduras por la fuerza, pero esta parece estar resistiéndosele de una manera especial que él mismo no alcanza a entender. Girando la esquina en dirección al grupo aparecen tres individuos que no se parecían al que estaba sentado en la furgoneta negra cerca de la puerta principal. Son tres hombres vestidos con riguroso traje negro, camisa blanca y corbata negra, que tienen los ojos resguardados de la luz tras gafas oscuras de forma muy sencilla. En sus manos lleva bates de baseball de aluminio, lo suficientemente imponentes para dar una paliza de muerte o incluso matar a quienes se les pusieran por delante.

No toquéis al Profeta —dijo uno de ellos, indistinguible del resto—. Sabéis lo que pasará si sufre algún daño.

No será dañado —responde otro, sin que el grupo pueda saber quién ha hablado—. Pero debe ser reducido.

En ese caso —interviene una tercera voz de uno de los tres hombres—, no sufrirá daño permanente.

¿Y el resto? —pregunta la segunda voz.

Son objetivos, igual que el pintor —habla de nuevo uno de los tres—. Debe ponerse fin a sus actuales vidas.

¿Escaparán por la puerta? —se oye preguntar a otro de ellos, quizá de nuevo la segunda voz que intervino, pero es imposible saberlo con total seguridad.

Es imposible. Ni el Profeta puede abrirla.

Dicho esto, siguen avanzando hacia vosotros, aunque en esta ocasión sus intenciones son claras.

Cargando editor
05/10/2020, 16:52
Tiffany Clark

-Debemos estar preparados -dije al resto del grupo- Si no logramos entrar a tiempo, tendremos que defendernos.

Me preguntaba cómo podía hacerlo. Mi cámara se veía muy frágil como para usarla contra esos sujetos.

Cargando editor
05/10/2020, 22:09
Lydia Rivers

Se pone fea la cosa con aquellos viniendo hacia nosotros armados con los bates, además por las conversaciones que traen no parece que quieran darnos sólo un susto.

- ¡¡Hay que irse!! -La puerta no era capaz de abrirla y esa gente ya estaba cerca, si queríamos entrar en la casa habría que hacerlo por algún otro lado pero no aquella gente cerca-. ¡¡O abres la puta puerta o nos vamos ya!!

Y luego habría que correr, que vete a saber si esa gente corre más, desde luego no me iba a quedar parada esperando recibir una paliza.

- ¡¡Tanta cámara, tanta cámara... hazles una foto!! -Si teníamos suerte de sobrevivir, siempre podríamos denunciarlos en la comisaría.

Cargando editor
07/10/2020, 00:21
Tiffany Clark

No estaba segura de qué es lo que vería esta vez al revelar las fotos, pero la idea de Lydia, realmente podría sacarnos del apuro, si el timing era el correcto. Preparé mi cámara a la espera de que esos sujetos estuvieran lo suficientemente cerca. Esperaba no tener que usarla, pero mejor estar preparados.

Notas de juego

Si se acercan los suficiente, les saco una foto, tratando de deslumbrarlos con el flash.

Cargando editor
07/10/2020, 17:15
Liam Gallagher

Esto se está poniendo muy feo —dije al ver a los hombres acercándose a nosotros con muy malas intenciones—. Aunque consiguiésemos entrar dudo que escapásemos de ellos. Ya nos han visto. —Mirar aquellos bates me demostraba que no tenían pensado detenerse ante nadie ni ante nada—. Hay que largarse de aquí.

Toqué en el hombro a Isaiah para obligarlo a dejar de insistir con la puerta. No lo íbamos a lograr y era una tontería esperar a que aquellos trillizos entrajetados llegaran junto a nosotros. Escapar sería entonces una misión imposible.

Mientras seguía intentado que el viejo dejara de hurgar en la puerta, escuché las palabras que las dos mujeres cruzaron. La idea de sacarles una fotografía no era mala, quizás así consiguiésemos algo de tiempo para escapar. Aunque de nada nos serviría una fotografía de los agresores si nosotros no salíamos con vida de aquella.

Haz la puta foto y vayámonos de aquí —dije nervioso y tenso, cogiendo del hombro a Isaiah sin ninguna sutileza por mi parte para obligarlo a caminar, o en ese caso sería mejor correr.

Cargando editor
07/10/2020, 19:41
Isaiah Green

El exdeportista nota el tirón en el hombro, pero no es suficiente para moverlo del sitio. Su constitución es fuerte y aguanta el empujón sin desplazarse más que los pocos centímetros de ropa que ha conseguido estirar Gallagher. El rostro de Isaiah muestra una sonrisa de oreja a oreja a pesar de la situación. Delante de él, la cerradura ha hecho un sonido metálico y la puerta se ha abierto unos centímetros. Insuficiente para poder saber lo que hay en el interior, pero más que de sobra para comprender que el hombre ha logrado su objetivo.

Pero… ¿cómo nos vamos a ir ahora que he conseguido abrir la puerta? —pregunta mostrando una inocencia poco acostumbrada en las personas que viven en la calle y tienen que ganarse la vida, en ocasiones, de la peor manera—. Teníamos que entrar a la casa y ahora podemos entrar…

Está claro que el hombre no parece consciente de la situación en la que se encuentra. No parece percatarse de que su inmovilismo puede poner en peligro su vida y, con mala suerte, a todo el grupo con él. ¿O quizá es que ni siquiera se ha dado cuenta de la presencia de los tres hombres trajeados que se aproximan a ellos con armas blancas?

Cargando editor
07/10/2020, 23:02
Lydia Rivers

El viejo loco por fin había logrado su objetivo, había conseguido abrir la puerta con aquellas ganzúas. No había tiempo que perder, me abalancé sobre la puerta, traspasándola - ¡¡venga, joder, que vienen!! - igual el viejo Isaiah no era consciente del comité de recepción pero con que mirase a los tipos armados con bates no dudaba que empezaría a ser consciente de la amenaza real a la que nos enfrentaríamos.

Busco cualquier cosa que sirva para parapetarse en la casa, en cuanto a obstaculizar que aquellos salvajes también entrasen en la vivienda.

Cargando editor
08/10/2020, 10:29
Director de Juego

Justo cuando Liam Gallagher estaba a punto de soltar la chaqueta de Isaiah para salir corriendo y Lydia Rivers iba a entrar en la casa para parapetarse, algo sucede. Los tres hombres de negro se quedan paralizados cuando Isaiah consigue abrir la puerta trasera de entrada al estudio en las afueras de Christian Starker. Durante un instante parecen incluso incrédulos ante lo que están viendo. Detienen su carrera y dejan caer los bates al suelo como si fueran objetos superfluos e insignificantes. Se aproximan caminando de una manera que resulta, paradójicamente con lo vivido con anterioridad, tranquilizadora.

¿Cómo es posible? —dice uno de los hombres, siendo imposible identificar quién es de los tres—. Eso no podía ocurrir.

La información sobre el profeta era insuficiente —dice otro de ellos—. Probablemente sea la punta de lanza que precisamos en nuestro asalto a…

¡Silencio! —ordena una tercera voz—. ¿Es que no os dais cuenta de que estamos en presencia de los discípulos del profeta? Ellos no comprenden lo que estamos diciendo, pero pueden llegar a averiguar cosas que forman parte de los Límites.

Nunca llegarán a la Ciudad Eterna —dice la segunda voz.

No tentemos a la suerte —sugiere la voz primera—. Es mejor retirarse ahora y encontrarnos en otro instante. La casa está comprometida y el momento ya no es propicio.

Los tres hombres se dan media vuelta y desaparecen por la esquina de la casa. A pesar de que pudiera tratarse de algún tipo de truco para sorprender al grupo con la guardia baja, la falta de sensación de peligro, el instinto mitigado de urgencia, hace pensar que su marcha ha sido real. Y allí, los cuatro componentes del improvisado grupo se encuentran en el porche trasero de la casa cuya puerta se encuentra ya abierta.

Cargando editor
08/10/2020, 11:22
Isaiah Green

Entrando dentro de la casa.

- Uff... ha estado cerca. Creía que no se abriría la puñetera puerta. ¡Venga! que no ha sido más que un susto. Vamos a relajar un poco las pulsaciones -me recuerda a un truco que me enseñó un coordinador defensivo que tuve en la universidad-. Respirad hondo y despacio, poco a poco. Inspiramos y expiramos -avanzó hacia el interior de la casa con precaución, alerta, mirando a un lado y a otro por lo que pudiera pasar mientras murmuraba ahora-: ¿Habéis oído eso? ¿Se referían a mí como el profeta? Era yo el que abría la puerta. Parecen de una secta o algo parecido. Recuerdo que tuve un compañero en el equipo que se metió en una secta de un advenimiento o algo parecido. Creían que unos seres vendrían a rescatarles, dejó el fútbol y se fue a Arkansas a una granja a arar... ¡Menudo gilipollas! Estos tíos me lo han recordado, esas expresiones de fanáticos... -me hielan los huesos.

Cargando editor
08/10/2020, 20:08
Tiffany Clark

Para mi sorpresa, aquellos sujetos parecían haberse quedado paralizados cuando vieron a Isaiah abrir la puerta. Esperaba que no fuera por miedo a algo peor que ellos esperándonos adentro. Por lo pronto, tomé el consejo del viejo y traté de hacer los ejercicios de relajación que sugirió. Lo necesitaba. Mientras tanto, intenté recordar lo que dijeron. Era difícil usaban términos que no nos resultaban del todo claros.

-Tienes razón -respondí al viejo deportista, mientras sacaba mi libreta de apuntes-, parecen tener un sistema de creencias con palabras secretas y ese tipo de cosas. Puede que no signifique nada para nosotros, pero intentaré apuntarlos para investigar más tarde. ¿Quién sabe? Tal vez descubra algo interesante. Veamos -comencé a hacer memoria y a anotar una serie de palabras-: punta de lanza... límites... ciudad eterna.. casa comprometida... ¡Listo! -exclamé mientras daba un golpe con mi bolígrafo sobre el papel, acuñando el punto final-. Creo que eso será todo por ahora. Veamos qué podemos encontrar en el edificio.

Cargando editor
08/10/2020, 22:08
Lydia Rivers

No sé si se trataba de una broma con cámara oculta pero nada de todo aquello tenía sentido, tan pronto venían a darnos una paliza de muerte como tiran los bates y se van sin más, y sobretodo aquella conversación entre los atacantes ¿profeta? ¿discípulos del profeta? ¿ciudad eterna? ¿los límites? Qué le ocurría a la gente, porqué tenían que mezclar alcohol y drogas de aquella manera; el mundo estaba perdiendo la cabeza - ésto es una locura.

Entré por la puerta al interior de la casa buscando un sillón en el que sentarme y recuperar la compostura. Nada más hacerlo, recordé que habíamos accedido después de que Isaiah hubiera abierto con ganzúas la cerradura - ¡hay alguien? ¡¿Hola?! - me fijé en lo que tenía alrededor, la decoración que había en aquella casa. 

Cargando editor
09/10/2020, 07:09
Liam Gallagher

Demasiado tarde. Aquellos tipos ya estaban encima de nosotros dispuestos a darnos la paliza de nuestras vidas. Echar a correr era inviable a esas alturas y el viejo estaba empeñado en no dar su brazo a torcer. La puñetera puerta ya no me importaba, lo único que quería era salir de allí por pies y alejarme de aquellos tres locos que venían a por nosotros.

Mi sorpresa fue grande cuando, con toda la beatitud de alguien al que hace tiempo que ya no distingue el mal que le rodeaba, Isaiah nos avisó de que la puerta estaba abierta. Pero la sorpresa se convirtió en estupor cuando los tres entrajetados, con una conversación tan absurda como la anterior que había escuchado, abandonaban toda intención de molernos a palos.

Esto es una puta locura —dije, sin poder creer todo lo que estaba pasando.

En mi cabeza rondaban las palabras de aquellos tres y, mientras por fin entrábamos en la casa, no dejaba de darle vueltas a los detalles de aquella historia. Detalles que, como piezas de un puzzle, se iban uniendo pero que aún no me permitían ver la imagen final.

De nuevo a Isaiah se le nombraba como profeta. ¿De qué? Eso aún era un hueco en la imagen.

Starker desaparecido y su estudio vigilado. Pero allanar esa propiedad nos había salvado la vida y Starker había sido supuestamente el que había enviado la nota.

Empezaba a sentir de nuevo el dolor de cabeza punzándome el cerebro y, rebuscando en el interior de mi chaqueta, saqué el bote con las pastillas para tragarme un par de ellas antes de mirar a mi alrededor.

Con los nervios y debido a la oscuridad, no veía nada. Palpé por la parede buscando algún interruptor que funcionara para así poder arrojar un poco de luz a aquel lugar.

Cargando editor
13/10/2020, 09:36
Director de Juego

Isaiah Green está divagando cuando entra por la puerta que acaba de abrir hace unos momentos, la entrada posterior del estudio de Christian Starker. Mientras, Tiffany Clark acaba de apuntar todas las palabras extrañas que ha podido recordar de la conversación de los tres extraños individuos que habían amenazado con agredirles. Las mismas preguntas sobre las que se preguntaba Lydia Rivers antes de hablar en voz alta.

¿Hay alguien? —exclama más que pregunta—. ¡¿Hola?!

Liam Gallagher toma un par de pastillas para un creciente dolor de cabeza, fruto quizá del estrés de las situaciones vividas. Tantea la pared buscando algún interruptor que permita iluminar una estancia en penumbras que, en esos momentos, desprende una vaharada pestilente que dificulta un poco la respiración. Al fin, Liam alcanza el interruptor y la escena se ilumina en toda su crudeza.

En un primer momento, cuando se hace la luz, nadie es capaz de reaccionar. El olor a matadero de animales, mezclado con una especie de aroma dulce, combinándose con la putrefacción de la muerte. Se hace cada vez más difícil respirar por la nariz, pero respirar por la boca desata la idea de pensar que os estáis, de alguna manera, comiendo el olor. Sin duda se trata de la sala de exposiciones privada del estudio de Starker. Las paredes se encuentran horriblemente salpicadas de sangre y demás secreciones corporales que provocan inmediatamente un rechazo instantáneo. Hay restos humanos esparcidos por todas partes: piernas, pies, brazos, manos, torsos abiertos en canal y vacíos por dentro. Sin embargo, curiosamente, no hay ni rastro de cabezas u órganos internos.

Los objetos de arte son muestra de la desesperación en la que cayó Starker en ese momento en el que su obra comenzó a cambiar tan radicalmente. En algún caso son obras relativamente desconocidas de artistas como Picasso y Miró. En todos los cuadros hay manchas de sangre dotando al conjunto de un desagradable efecto doloroso de mirar. Una habitación, por grande que quiera ser, pequeña para tanto dolor como debieron de sentir las víctimas cuyos cuerpos yacen destrozados en el suelo en medio de un mar de sangre.

Pero más interesantes incluso son las pinturas del propio Starker. Muchas han desaparecido, y las pocas que quedan pertenecen a su periodo inicial, antes del cambio que metamorfoseó todo su arte. Muestran a una mujer de radiante belleza en distintas poses. A pesar de no ser grandes entendidos en arte, os percatáis de que la técnica es magnífica, aunque carente de la original y la fuerza que adquirió después. Algunas pinturas y los demás objetos no han sido tocados por nadie, al menos en apariencia, ni manchados de sangre.

Notas de juego

Por si fuese necesario aclararlo, en la esquina noroeste hay una preciosa escalera de caracol hecha en madera que sube al segundo piso del apartamento.

Cargando editor
13/10/2020, 15:02
Lydia Rivers

A pesar de mis palabras y los ruidos no hubo contestación. Avancé por la casa hasta que un pesado olor a muerte y carne descompuesta entró por mis papilas olfativas, por inercia profesional me coloqué un pañuelo en la cara, cual bandido o atracador de bancos y continué el tránsito hasta acceder a una habitación donde descubrí la causa del olor - parece la habitación de los horrores - sin duda alguien o unos cuántos habían llevado a cabo actos inhumanos.

Las paredes salpicadas de sangre y bilis, cuerpos desmembrados por el suelo, piernas y manos cortadas - dantesco... ¿Alguien tenía consciencia del estilo de Starker? - sin duda era un desequilibrado, un psicópata - desde luego en creatividad no lo gana cualquiera - faltaban las cabezas, ningún cuerpo la tenía. Sin duda las habría almacenado para otra obra artística, viendo lo visto.

- Si sois de estómago sensible, no os recomiendo venir hasta aquí - yo porque estaba habituada de alguna forma en ver sangre, no es que me pareciera normal lo que estaba viendo pero, de ahí a perder el sentido o los nervios tampoco.

Veo unas escaleras, subo por ella con cuidado de no tocar nada - voy a subir, a ver qué nos encontramos - faltaban las cabezas, muchos cuadros y el propio Starker; por curiosidad subo al piso de arriba, mas por saber si las piezas de la resolución de la carnicería de abajo tiene explicación o no. 

- Procurad no tocar nada, no sería bueno que la policía nos relacionara con semejante "creatividad"

Cargando editor
13/10/2020, 19:44
Tiffany Clark

-Estoy de acuerdo -dija cuando Lydia nos aconsejó no tocar nada- Acabamos de irrumpir en una escena de un crimen. Tendremos que irnos antes de que la policía llegue. 

Luego pensé en lo que dijo Lydia sobre Starker.

-Es posible que haya sido él, pero eso no explicaría por qué su casa está siendo vigilada. Yo no descartaría que lo hayan hecho esos tipos de hace un rato -entonces recordé el extraño comportamiento de aquellos hombres- O tal vez... alguien más. Alguien a quien incluso ellos temen. ¡Y quién no! Si fue capaz de hacer esto...

Cargando editor
14/10/2020, 20:09
Liam Gallagher

Incluso antes de llegar a encender el interruptor el hedor llegó hasta mi nariz. Lo primero que pensé fue que ese lugar llevaba mucho tiempo cerrado y que algún animal se habría colado en su interior y muerto allí mismo. Pero cuando la luz iluminó el escabroso espectáculo no tuve dudas de que estaba viviendo una pesadilla.

Cubriéndome la boca y la nariz con el codo en un vano intento porque aquel hedor no siguiera entrando por mis fosas nasales, tuve que cerrar los ojos ante la arcada que aquella visión me provocó. En mis años como periodista había visto muchas catástrofes, muchos cuerpos mutilados, pero pensar que alguien pudiera usar sangre, excrementos, partes de cuerpos humanos para crear arte me revolvió las tripas.

Seguía sorprendiéndome la entereza de mis compañeras. Podía entender que la doctora se mantuviera más imperturbable al estar acostumbrada a tratar con cadáveres, pero Tiffany mostraba una sangre fría que me dejaba anonadado. Ya me hubiera gustado a mí mantener su entereza, pero ante esa visión era difícil no perder los estribos.

Rebusqué en el interior de la chaqueta hasta dar con un pañuelo con el que me cubrí. Respirando un poco mejor y acostumbrándome a aquella dantesca visión comencé a detenerme en los detalles que a simple vista podían pasar desapercibidos.

Ten cuidado —dije a Lydia al ver cómo subía por la escalera.

Por mi parte empecé a moverme por la habitación, observando las obras que permanecían intactas y evitando las partes más macabras esparcidas por el lugar. Me quedé mirando fijamente los cuadros de la hermosa mujer y que para mí eran más arte que la mierda que Starker había hecho en su última época.

¿Cómo es posible que a estos objetos ni siquiera les haya salpicado una gota de sangre? —Me resultaba curioso cómo el período inicial de Starker se mantenía casi intacto—. Quienquiera que haya hecho todo esto, incluido el propio artista, estaba claro que tenía fijación con... con su obra tardía.

Cargando editor
15/10/2020, 11:46
Isaiah Green

Isaiah era un tipo duro. Siempre lo había sido, desde que era pequeño y tuvo que hacer frente a la vida. Pese a todo lo quye había vivido como profesional y luego en la calla, jamás había visto algo parecido a aquello. La escena era dantesca, se dobló por la mitad y vomitó como si fuese una fuente. El olor era insoportable, se te metía en las fosas nasales y ahí se quedaría mucho tiempo  -me cago en la puta...  - murmuró un par de minutos después cuando pudo por fin reaccionar.

Poco a poco recobró la compostura y se fijó en que había cuadros manchados de sangre y otros no -¿porqué unos están manchados y otros no? además son de estilos distintos -no tenía ni idea de arte pero se daba cuenta de que los que estaban manchados eran de un tipo y los que estaban incólumes eran de otro.

- Esto lo han tenido que hacer los de la secta. ¿Llevan mucho tiempo muertos? ¿pasó hace mucho? -le preguntó directamente a la doctora - espere, yo también subo. No vaya a haber uno de esos locos hijos de puta arriba. Yo me encargo, por favor permítame.

Su idea era ir delante por lo que pudiera pasar, era ante todo un caballero chapado a la antigua, en seguida afloró su instinto de protección.