Partida Rol por web

(Mientras tanto...)

El doloroso despertar de la Teniente Rose viene acompañado por una escena de tensión entre Rook y Roasty. Lucius y el ICC no están, por lo que la prioridad es encontrarlos. Capítulo VII del Código Deontológico para Oficiales de la Resistencia, artículo 57: "El escuadrón es un organismo autónomo e independiente. Cada uno de sus miembros es indispensable para el éxito de la misión. La Resistencia no deja hombres atrás".

La herida es grave. Y duele como pocas de la innumerable colección que atesora en la memoria la intrépida Teniente. Como las demás, sólo dejará una bella cicatriz para recordar el coste de la victoria.

Aun con la vista nublándose, la Teniente distingue a Rook y a Chipp encarados contra Roasty. Más bien, Roasty acorralando a Rook, que trata de calmar de la mejor forma que puede al gallo bérserker. Chipp debe de estar sufriendo un ataque de ansiedad, claro está.

— A-al contrario, Mayhem 2— Rook se apura a responder mientras ensaya una respuesta— No te he quitado la gloria de morir en combate...— Una pausa ¿Dramática? necesitaba pensar— Te he... te he dado la oportunidad de...—¿De qué? ¡¿De qué?! ¿Peluche está cargada?— de enfrentar pico a... —¿Cara?—interfaz de reconocimiento facial al tecnomariachi ninja más grande jamás registrado.—Dijo al fín con mayor seguridad, sonriendo con falsa confianza. Entre su segunda y tercera muelas había un pedacito de Krunchy Munchy atascado.— Hubiera sido rastrero que murieras desintegrado por un rayo de la muerte que no tuvieras oportunidad de ver venir. Si el gigante hubiera estado desde el principio... bueno ¡Pero salió de la nada! Eso no es un combate justo.—Me estoy pasando de bocón, necesito un mejor argumento...— ¡Shaka Zulu!* Shaka Zulu no venció por ser un buen combatiente, venció por romper las reglas del combate. Igual que el robot gigante— Rook niega con la cabeza.— Hubiera sido una pena, no una gloria, morir a manos de un tramposo. Ahora puedes vengarte, enfrentarlo en combate justo y bañarte en el aceite que lubrica sus articulaciones, y darte un festín en los microchips que hacen funcionar su cerebro.

-¿Insinúas que no puedo vencer en una pelea amañada?-.

La pregunta corta el aire como un katanazo lanzado a la carótida.

Roasty observa a Rook. El rinoceronte es una montaña de músculos, hueso y sangre. Tiene la piel curtida tras tantas batallas y derribarle no sería una tarea nada fácil para un oponente incauto.

Pero Roasty Jones no es un oponente incauto.

Roasty Jones es un asesino.

Qué digo.

EL ASESINO.

Su ojo izquierdo palpita.

De repente, su visión se torna rayos infrarrojos.

Analiza los puntos vitales de Rook mientras éste habla de un tipo sin duda poco honorable que liquidó a sus enemigos rompiendo las reglas.

Concluye dos cosas:

1) Hay al menos 49 formas violentas de matar a Rook en ese preciso instante. 3 incluyen utilizar a Chipp como arma arrojadiza, por lo que las descarta. 46 formas violentas. Aritmética, ramera despiadada. Desearía más. Muchas más.

2) Shaka Zulu no le duraría ni 5 segundos a Roasty Jones.

Pero el proceso creativo del asesinato consume tiempo. Un valioso tiempo que tiene Rook para salvar la vida cuando la Teniente Rose despierta y grita:

“Roasty.” Intentó hacer que su voz sonara intimidante y autoritaria, pero sólo consiguió hacerse oír con esfuerzo. “No tienes permiso para morirte hasta que yo lo diga. ¿He sido clara?”

El gallo mira de soslayo a su Teniente. Sus ojos son el fiel reflejo de una oscuridad insondable. EL ABISMO EMPLUMADO.

Luego, Roasty observa Rook y habla. Lenta. Lentamente.

-Quiero dejarte una cosa clara: si volvemos a ver a ese sintético... ES. MÍO.-. Un tenso silencio sobrecarga el escaso espacio existente entre los dos Mayhem. -Tú aún tienes África para soñar. Yo no. Ellos empezaron la guerra. Y yo voy a acabarla. Espero que lo entiendas... Porque la próxima vez, NA-DA podrá protegerte de mí...-.

El gallo camina silencioso hasta Ruby.

-Necesita un médico.-, sentencia con displicencia.

Un tembloroso Chipp emerge de la espalda de Rook con el kit de primeros auxilios, dirigiéndose hacia Ruby sin cruzar la mirada con Roasty. Abre su maletín de primeros auxilios y examina la herida de la Teniente.

-¡¡GRAN BELLOTARI!!-, exclama con los ojos muy abiertos. -¡¿Teniente, desde cuando tiene usted las costillas de hierro?! *WHACK* ¡Ay! ¡Ooops! No es una costilla. Je. Es una barra de hierro. Oxidada. Je. Llena de sangre. Jeje. Mira-Mira cuáaaaanta sangre... Je... Ay, no me encuentro bien. Mi... Mi estómago... Creo que voy aBLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEAAAAAAAARGGGGHH!!!-.

Chipp cae inconsciente, no sin antes efectuar un vómito perturbadoramente intenso sobre la Teniente Rose. ¿¡QUÉ HA DESAYUNADO ESA ARDILLA HOY?!

Durante unos cuantos pasos no puedo apartar la mirada del arma que Lucius ha puesto en mi mano... En otras circunstancias, en el ¿Mundo Real? Ummmm... Este olor, acompañado del tacto pringoso de todas las partes de mi cuerpo que han estado en contacto directo con alguna parte de la alcantarilla son tan jodidamente reales que son R-E-A-L-E-Z-A... Bueno se me ha ido la pinza, quería decir que en otras circunstancias habría tirado el arma al primer charco de mutágeno que encontrase. Paz, vive y deja vivir, los cojones de Mahoma o como quieras llamarlo, peor aquí y ahora prefiero tener algo con lo que protegerme, y mi prioridad, tras la supervivencia es volver a encontrarme con Ruby.

sigo la estela de la cola del zorro girando entre pasillos con paredes de ladrillo y capas de azulejos blancos apilados capa sobre capa sobre capa sobre capa (Así que la leyenda es cierta, no retiran los azulejos de las paradas del metro, cuando se ensucian simplemente van añadiendo más, hasta que ni los enanitos puedan pasar por estos pasillos...) hasta que giramos una nueva esquina y veo una potada de tono entre mostaza y miel saliendo de la pequeña boca de un roedor mareado, mancillando una herida de aspecto poco halagüeño incrustada en el costado de mi di... Mi admirada... Emmm... Teniente.

- Ruby...- Jadeo como una niña pija descubriendo su pero pesadilla hecha carne, mientras mis pies me arrastran hasta la militar herida. Madre mía, Roasty Jones era un personaje cómico en mis viñetas, peor visto en persona da un miedo de cojones. Rook no es menos impresionante, no puedo remediar que un suspiro de canguelo escape entre mis labios, como un silbido tratando de sonar como algo distinto a oídos indiscretos. Ni JJ Abrams, Cristofersito Nolan, Snyder y Michael Bay colaborando en un mismo proyecto con la CGI más rajaculera serían capaces de hacer justicia a estos deshechos con los que ahora compartía aire... No era el momento pero viendo a Ruby herida no podía dejar de pensar en una canción...

“¡Por los cojones de Patton!”

Soltó la teniente al recibir el vómito de la ardilla cerca de su pecho y verla caer desmayada. Volvió a intentar disimular un gesto de dolor y miró a Roasty.

“Roasty, encárgate de Chipp.”

Miró hacia un costado, momentáneamente en alerta, al percibir que algo se arrastraba en su dirección, pero se alivió al comprobar que se trataba nada menos que del ICC. Suspiró y se relajó un poco. Parecía estar en buen estado. Al menos no todo estaba perdido. Ella podría morir allí, pero el ICC todavía podía salvarse. Aunque aun no tenía idea del por qué un sujeto con un aspecto tan patético podría ser tan importante para la causa. Sólo esperaba que no se trátase de un error. Si Fitz había muerto por nada Ruby iba a encabronarse como nunca antes.

Escuchó que el ICC la llamaba otra vez por su nombre, como si se conocieran de toda la vida y ella le dirigió una mirada de extrañeza. ¿Es que realmente lo conocía de alguna parte? No, no era probable. Parecía uno de esos humanos de antes de la guerra. Los débiles que no habían sobrevivido. No había ya de esos en este mundo. Pero ahora no había tiempo de ocuparse de nimiedades. Miró a Rook.

“Rook, chequea el estado de salud del ICC.”

La teniente puso ambas manos contra el suelo cubierto de escombros. Cerró los ojos y suspiró un par de veces con fuerza, por entre los dientes apretados. No es nada. Sólo un rasguño, se dijo a sí misma. Una barra de mierxx no puede detener a la teniente Rose. Peores montones de chatarra lo habían intentado.

Ayudándose con manos y pies, impulsó su cuerpo hacia arriba, intentó evitar lanzar grito todo lo que puedo, pero el dolor de la barra rozando contra su carne, era demasiado intensó y terminó profiriendo un alarido que resonó en la caverna derruida en la que habían quedado atrapados.

Finalmente se vio librada y cayó de costado, jadeando aceleradamente con la boca abierta y con una mano sobre la herida. Se incorporó y se dio al vuelta, al tiempo que lanzaba un gemido entrecortado y extendió una mano hacia Roasty.

“Roasty, dame el equipo médico de Chipp.”

La teniente cogió un antiséptico y unas vendas, pero no estaba en la mejor posición de atenderse a sí misma y realizó un trabajo de autocuración un poco chapucero. Después de todo, su especialidad era causar daño, no curarlo.

Mientras intentaba ponerse una gasa sobre la herida, miró de reojo a Rook.

“Rook, reporte de estado del ICC.”

-¡Teniente!-. El sargento corre hasta Ruby y examina la herida con notoria preocupación.

-Déjeme ayudarla con esa herida, Teniente. Rookie, reanima a Chipp, el ICC está sano y salvo. Ahora necesitamos una cura profesional para la Teniente. Esto es un jod%$& parche...-. Mientras el zorro asiste a la Teniente, aprovecha para ponerla al día. -Señora, este es Jimmy Turner, venido de una realidad alternativa donde no hay guerra. Es...-, el sargento da una palmada al joven dibujante en el hombro. Duda por un momento, como buscando la expresión que mejor pueda describir el desconcierto que supone tener a un hombre de un plano existencial diferente al tuyo propio. -...Es un viajero del tiempo y el espacio. O algo así. Fabrica armas. Y equipo. Jimmy, chaval, explícaselo.-.

Mientras termina de suturar la herida, el zorro susurra a Ruby al oído un críptico "No le deje su arma, Teniente. Es gafe".

¿Tratar de hacer algo así como una especie de soporte vital para la herida de Ruby será too much para una demostración? Algo tipo plantarle un reactor como el del corazón de Ironman en el costado ;P

Conste que aún así supuestamente todavía no sé de las cualidades dle lápiz, a ver cómo puedo llegar a eso ;P

Gracias por todo y ánimo con la semana que arranca...

 “Ya lo creo que es gafe.” Comentó la teniente.

Le hizo un gesto a Lucius para que detuviera sus curaciones.

“No hay tiempo para eso. Tenemos que movernos.”

Intentó incorporarse, pero una punzada de dolor como un cuchillazo, le taladró el costado. Puso una mano sobre la herida y apretó los dientes. Le echó una mirada de reojo a Jimmy.

“Un armero, ¿eh?”

Le hizo un gesto con la mano para que se acercara. Cuando estuvo a su lado, lo cogió con fuerza por el cuello de su camiseta y lo atrajo hacia ella. Le clavó una mirada intensa y furibunda.

“Escúchame bien, chico de otra dimensión. No le dejaría ni a mi madre llamarme por mi nombre, si la tuviera y a ti no te conozco de nada, así que te dirigirás a mi como teniente. ¿Está claro?"

Soltó su ropa y estuvo a punto de darse la vuelta para volver a tratar de ponerse de pie, pero pareció recordar algo y volvió a cogerlo de la camiseta para poner su cara, una vez más, cerca de la suya.

“Otra cosa más. Espero que seas el mejor armero de todas las pu#@s dimensiones, porque he perdido a uno de mis mejores guerreros y a mi nave para salvarte el culo. Dime, ¿lo vales?”    

Pues venga, quiero, que le doy ventaja a mi teniente favorita, otra cosa es saber si he de tirar el dado o cuanto se gasta, entiendo que es un flipe de nivel 1, como l armadura personalizada, ¿No?

- Un, uh... Cl... Claro, teniente.- Mascullé avergonzado, la tenía que conocer como si la hubiese parido y ahí estaba yo, tuteándola como si nada, coño, que en un bosquejo del personaje había llegado a escribir que Ruby tenía un cuchillo molón como el de PLANET TERROR para cortarle las pelotas a sus enemigos no robóticos y hacérselos comer bañados en mutágeno al rojo sólo por las risas. Me la estaba jugando bien. Las croquetas encogieron y se apretaron entre mis piernas con solo recordarlo. Pero es que el síndrome de Stendhal me superaba.

(REPRISE)

- S... Soy la hostia bendita con un lápiz en la mano, otra cosa es que podamos crear lo que diseñe, ungh.- Gran momento para recordar que nuca me había dado por diseñar algún pulpo u oso mutante que se encargase de construir equipo para el escuadrón. Con lo que me gustaba Forja de los X-Men de enano (más que ese mierdoso de Gambito o el canijo canadiense peludo) y no me había dado por homenajearlo en mi magna (o)pus. 

Mientras comentaba esto noté un calorcillo en el muslo, casi casi como aquella vez que un amigo apostó a que no me metía un zippo encendido en el pantalón del chándal (Era acrílico y todavía guardo un recuerdo, aparte del premio Darwin de aquel día) pero no podía ser eso, en aquel compartimento sólo iba mi lápiz. Qué carajo... Metí la mano a toda prisa en el bolsillo y lancé por el aire el lápiz que flotó sobre mi cabeza durante media milésima de segundo antes de caerse en mi ojo abierto y rebotar al suelo. - Hijo de...- Mascullé deseando que lso lápices tuviesen un cuello que pudiese ser retorcido. 

Tomé aquel mordisqueado cacho de madera, atravesado por una aguja de grafito del suelo, brillaba como un puñetero neón cían pero no parecía estar caliente al tacto. Tirado en el suelo, no muy lejos, vi un fragmento de papel que terminé reconociendo como parte del poster interior de la PRIVATE número 95, con la suerte de que mostraba un primerísimo plano de un culo en pompa cuya superficie podía emplear para esbozar algo.

Al ver a Ruby tan tocada recordé los minutos iniciales de Iron Man y comencé a trazar un esbozo del aparejo que Tony Stark se plantaba a modo de marcapasos McGyveresco que le permitiría ir tirando hasta la vigésima película del UMC. Pero el la´piz no parecía querer dibujar sobre aquella foto de escultural trasero. Pareció tomar control de todo mi brazo, haciéndome apuntar en la dirección de la teniente herida, lanzando trazos al chou, al aire que nos separaba, creando trazos del mismo tono cían eléctrico, como de efecto cutre de videoclip de los 80 hasta que pareció plasmar una suerte de holograma con la idea que tenía en mente que se proyectaba sobre el torso de Ruby.

Cuando aquel esbozo de una especie de armadura/barra/soporte vital pareció estar completa comenzó a rellenarse, añadiendo primero un color plano blanco, sobre el que se extendió un tono metálico que ganó en volumen y detalle. Donde la barra había perforado a la teniente, ahora brillaba una tenue circunferencia de leds que fue mitigando su brillo hasta una intensidad que no la delatase entre las sombras. Su cuerpo (su jodidamente perfecto cuerpo...) pareció notar la fisicidad de aquel armazón, adaptándose cómodamente al mismo. Desconocía las posibles características reales de aquel chimpófono pero para ser la primera vez que usaba aquella especie de lápiz arrancado de las entrañas de Tron, parecía que la cosa había quedado chanante (palabra que me había enseñado un estudiante de intercambio español y que aparentemente significaba DE PUTÍSIMA MADRE, TÍO!).

Bajé mi mano con el lápiz, mirando a Ruby con cautela mientras mi cuello decidía que era un gran momento para tener un tick, haciéndome girar la cabeza hacia un lado repetidamente, como si indicase a la teniente que se viniese conmigo a un callejón cercano, pero al parar aquel movimiento presionándome el flácido moflete con una mano, la (a)normalidad volvió a mi cuerpo. Tenía porte y un saber estar que te cagas. Era dibujante de cómics, forjador de realidades, el puto demiurgo en batamanta... JIMMY TURNER... SAY MY NAME!!!

—¡CHIPP NO!— llegó a decir Rook antes de que la ardilla lanzara las tripas por la boca. Con cuidado de no mirar al gallo, se acercó hasta su compañero desmayado. Lo levantó con el "índice" y el "pulgar" (si así podía llamarse a las monstruosidades que la mutación le había dado por manos) de la parte de atrás del cuello, como quien levanta un gatito. Un gatito psicótico mutante desmayado y probablemente con dinamita en los bolsillos.

Se lo llevó a un lugar donde los escombros dejaran una superficie ligeramente más lisa.

“Rook, chequea el estado de salud del ICC.”

 —Ya va teniente. Por favor no se mueva. Despertaré a Chipp y él le dará una mano.— dijo volviendo su atención a la ardilla ¿Cómo demonios iba a despertarla? Le puso un dedo sobre el pecho, y presionó rítmicamente. No pensaba darle respiración boca a boca, primero porque dudaba que la diferencia de tamaños lo hiciera posible, y segundo porque la ardilla apestaba a vómito, pero por lo menos podía tratar de enviarle algo de sangre al cerebro.

Estaba a punto de responder un tanto más exásperado cuando Lucius interrumpió, aclarando que el Idiota estaba bien.

Le sacó la campera a la ardilla y se enderezó, dispuesto a dirigirse a atender a la teniente, porque claramente éste animal no iba a responder por ahora.

—Teniente, permitame limpar...le?— con la campera aún en la mano, pensando usarla como trapo improvisado, Rook se dio vuelta para ver algo salido de algún libro de ciencia ficción ¿Vance?¿Asimov? Era una pena que, como el rinoceronte tenía una pobre vista, no le gustaran los comics. De lo contrarío quizás hubiera tenido mejores referentes para entender lo que veía.
Un dispositivo mágico se había materializado desde la nada misma, y se insertaba en la carne de la teniente (que, contra su indicación, había decidido arrancarse la barra ella sola).

SAY MY NAME!!!

—¿Timmy Turner?— Nombre extraño, le faltaba... poder, estilo. Pero era innegable que el hombre tenía capacidades interesantes. Una vez había encontrado una guía de televisión de inicios del 2000 ¿Sería éste el mismo Timmy Turner que mencionaba el texto? Rookie pensaba que tenía que ser solo ficción, que las hadas no existían, pero claramente había habido algo de magia ahí en medio. Y decía que venía del pasado, y de una realidad paralela... Miró al ICC, buscando artículos de ropa de color rosa, o verde, como tratando de comprobar su teoría.

—Teniente ¿Cómo se siente? ¿En la escala EVA*, cuantos puntos?— Rookie no tenía idea de cómo iba a arrancarle esa cosa del cuerpo, ni qué peligro podía significar. Arrancar con un diagnóstico tentativo de la gravedad era un principio.

El sargento Sharp contempla con asombro como Jimmy hace su magia. Sus ojos esmeralda refulgen con el chisporroteo que sigue el trazo del lápiz del joven dibujante, aunque lo cierto es que el zorro se pregunta en esos momentos como un ser vivo tan absolutamente negado para el arte de la guerra puede tener tanto talento para el arte... eh, el arte a secas.

-Chaval, eres un verdadero manco disparando, pero con esa varita luminosa haces verdaderas maravillas, no puedo negarlo.-, Lucius da una palmada a Jimmy en claro gesto de aprobación.

-Es JIMMY, Rook. Con "J". Timmy era el recluta comadreja que no llegó a pasar las pruebas físicas para ingresar en el Escuadrón Mayhem. Bien hecho, Jimbo. ¿Qué le parece, Teniente? El chaval tiene talento.-. A juzgar por las palabras de Lucius, Jimmy tiene pocas dudas de que Lucius trata de reforzar la moral del escuadrón en ese momento crítico.

Roasty observa con recelo la demostración pictórico-chisporroteando de Jimmy. El gallo es, con suma diferencia, el Mayhem más intimidante.

-No está mal. Pero es un truco. No conozco ninguna mutación que permita "fabricar" armamento.-. Roasty da un paso al frente y sus espolones resuenan contra el pavimento con un tintineo perturbador.

-Fabrícame un arma a mí. Quiero fundas láser para mis espolones. Soy el Mayhem con más bajas en combate cuerpo a cuerpo. Vamos. Quiero ver cómo haces el truco.-. El gallo se planta delante de Jimmy con una pose desafiante. Todos los allí presentes pueden sentir como el ki asesino de Roasty bulle en su interior como electricidad estática.

El inconsciente Chipp despierta súbitamente, presa del pánico.

-¡YAAAAAAARGH!-. La ardilla permanece varios segundos respirando de forma acelerada, fuera de control. Luego observa a la Teniente, recauchutada con una nueva armadura biotecnológica y a Jimmy, acechado por Roasty.

-Teniente, qué elegante la ve... Oh... Parece que ha olvidado limpiarse antes de equiparse la nueva armadura. Huele a bellotas con lentejas. ¡Mi plato favorito!-. En apariencia, el riesgo de haber podido infectar la herida de su oficial al mando no parece causarle demasiados quebraderos de cabeza al pequeño McClusky.

-Al... ¡Alto, muchachos! ¿Has dicho Jimmy Turner? ¡¿JIMMY "FUCK&%$" TURNER?! Él... Él... ¡¡ES EL ELEGIDO!!-, grita Chipp presa de una emoción incontenible. -¡¡¡LO HE RECORDADO!!! ¡¡¡SU NOMBRE ESTÁ GRABADO EN LOS RESTOS DE LA DAMA DE LA LIBERTAD!!! 

(MIENTRAS TANTO... EN LA SOLEDAD DE SU CUARTEL GENERAL INFECTADO DE TROZOS DE PEGAJOSA MATERIA BIODEGRADABLE...).

-Juro por T3nebr1s que mataré a Jimmy Turner por dejar esta... esta... "COSA" tirada en el suelo a traición-, gruñe el villano sintético tratando sin éxito de retirar un trozo de pizza de pepperoni pegada a su pie de titanio.

-Estoy harto de tanta conversación y tantos vínculos emocionales emergentes. Es la hora de abrir las compuertas...-, el malvado J4ck13 coge una goma de borrar y se dispone a suprimir unos cuantos escombros que sepultaban varias vías del subsuelo de Nueva York. Y las sepultaban por una razón condenadamente buena...

-¡JA! Vamos a ver de qué os sirven vuestras armas contra una avalancha de cabr%&$$, malditos Mayhem. ¡MUHUHAHAHAHAAAAAA (KRAKOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM)!

Al verme acorralado por Roasty no puedo dejar de recordar el transfondo y el motivo por el que creé a Roasty, puede que en ocasiones lo presentase como un mero alivio cómico pasado de rosca (me gustaba dibujar al agllo encabronado apretando dientes (Si, dientes) lleno de rayitas en claro homenaje a las Tortugas Ninja de Simon Bisly, su miniserie Body Count es una jodida obra maestra).

- Pero Roasty, coño. Tú saliste del huevo para arrancar caras y testículos con tus espolones desnudos, pico o dientes -(que si, joder, dientes... Si las ocas tienen sientes seguro que alguna especie de gallos también tendrá).LAs armas son un desperdicio en tus... Plumas o espolones, parece mentira que un adepto del Rooster-Fu tan pasado de rosca como tú se quiera ensuciar con meros trucos de concierto de hair metal...- Le comenté mientras miraba nervioso el lápiz, al usarlo creando el soporte vital de Ruby me di cuenta de que aquello se consumía más rápidamente de lo que debería y no creía que K4nti fuese atirarme otro lápiz nuevo dle trinque dentro de... En serio estaba dentro del puto cómic?- Esta es mi munición y mi seguro médico para vosotros, tratemos de que dude lo máximo posible, ¡Mutilator Jones!- Pronuncio ese apelativo y su apellido como lo haría un presnetador de la WWF dando paso a 
Randy 'Macho Man' Savage.

Cuando Chipp comentó lo de mi nombre en la Señora Libertad no entendía lo que quería decir hasta que recordé uno de los diseños para la portada alternativa del número 0 de Nueva York Nuclear que había diseñado como homenaje a una splash page del Stray Toasters de Sienkiewicz. En la original, un demonio que estaba de turismo por la Tierra lanzaba a un caniche desde el interior de la Estatua de la Libertad, en mi portada Rook le hacía lo propio a Chipp con un hongo atómico a modo de fondo.

Viendo a aquel mequetrefe blandir un lápiz en el aire, a punto estuvo de caérsele el alma al piso. Allí tenía su respuesta. Toda aquella carnicería para rescatar a un jodido chalado que pensaba que un lápiz era un arma. Faltó poco para que echara mano de su pistola y acabara con la miseria de ese pobre lunático, pero algo pasó. Unas imágenes se dibujaron en el aire, detrás de sus trazos y aquella cosa se solidificó sobre su cuerpo.

Ruby frunció el cejo con extrañeza y se tocó el costado, levantando la mano al percibir algo metálico que no se encontraba allí antes.

Se incorporó y volvió a palpar el mismo lugar. El dolor se estaba yendo rápidamente y una sensación placentera emanaba desde el punto donde antes sólo se extendía la más atroz agonía. Se puso de pie con fuerzas renovadas y miró al armero con un gesto entre la admiración y la desconfianza.

“No soy fácil de impresionar, chico armero.”

Volvió a tocarse y a mirar el punto de la herida y luego miró nuevamente al muchacho que se había presentado de modo grandilocuente como Jimmy Turner, pidiendo que dijeran su nombre. Esbozó una de sus raras y leves sonrisas.

“Y debo decir que estoy jodidamente impresionada.”

Le puso una mano en el hombro.

“No voy a decir ese nombre marica que tienes, eso sí. Te llamaré Armero o sólo Turner.”

Señaló el instrumento que llevaba en la mano y con el que había creado su flamante armadura.

“No pierdas ese lápiz.”

Se dio un golpecito con el puño sobre su nueva coraza.  

“¿Puedes hacer cuantos quieras de estos?”

Lo sacudió fuertemente por el hombro con una expresión alegre, todavía mucho más rara en ella que sus raras sonrisas.

“Creo que este canijo nos ha hecho ganar la maldita guerra.”

Miró alrededor.

“Sólo tenemos que sacar nuestros culos de este agujero en una pieza.”

Rook le preguntó como se sentía y dijo algo de alguna Eva, que ella no conocía de nada.

“No sé de qué estás hablando, Rook, pero me siento mucho mejor.”

Señaló su armadura.

“Esta cosa funciona de maravilla.”

Entretanto, Chipp se había recuperado y comenzó a contar frenéticamente, como siempre, algo acerca de la libertad y de que el Armero era el elegido de algo.

“¿El elegido?” le preguntó ella con aire escéptico. “Mejor descansa un poco, Chipp. Seguramente te has golpeado la cabeza al desmayarte.”

Roasty, puso en duda las habilidades del chico e intentó intimidarlo, para que hiciera algo para él.

Él intentó salirse de la peligrosa situación hablando, pero Ruby sospechaba que no lo iba a conseguir. Intentar engatusar a Roasty era peligroso. Lo mejor era enfrentarlo en los términos que él entendía y respetaba. Se apresuró a interponerse entre ambos y encaró al gallo con su mejor cara amenazante, que era la cara que mejor le salía. De hecho, la practicaba frente al espejo todas las mañanas.

“Roasty, soy la que da las ordenes aquí, que no se te olvide. Si digo que este chico es legítimo es porque lo es. Ya habrá tiempo para pedirle cosas.”

Se volteó hacia un lado y otro, para abarcar a todos los presentes con una mirada cargada de entusiasmo.

“Pero hay que pensar a lo grande. Artillería, misiles intercontinentales, tanques, mechas, de todo lo que necesitamos para reducir a chatarra a las malditas hojalatas.”

Se volvió hacia Jimmy y lo cogió por la nuca con ambas manos, mirándolo con ojos desorbitados por la felicidad. 

“Podría besarte, ¿sabes?” Hizo una pausa y un gesto de duda se dibujó en su rostro. “Si tan sólo te vieras un poco más como un hombre…”

Le dio la espalda para dirigirse a sus muchachos.

“Muy bien, basta de cháchara. Tenemos que salir de aquí y volver a terreno seguro.”

Recogió su arma e hizo un gesto indicando que avanzaran hacia la salida.

“¡Andando!”