Partida Rol por web

La voluntad de Hekima se centra en una idea, un centro de estudios, un lugar de aprendizaje, una escuela. Su poder y su fuerza se aferran a esa idea y podéis sentir la oleada de energía mística que se lanza hacía las profundidades insondables de la Niebla. 

Mientras esperaba la reacción de sus compañeros Akania dejo fluir la energía que le rodeaba recargando su poder, quizá le sería útil un poco de carga extra para más tarde, entonces las vibraciones en la niebla le informaron que Hekima discretamente había creado un centro de aprendizaje para sus seguidores, pero las vibraciones del mundo en que estaban la habían delatado, en cualquier caso lo hecho, hecho estaba y era un dato interesante para tener en cuenta.

 Cuando Mod escucho la petición de Akania una sonrisa gatuna se formó en su rostro Por mi no hay problema y también tengo curiosidad por ver a tus travieso y al igual que su compañera el dios de orejas de gato dejo fluir la energía para recargar su poder, cuando una oleada de energía se lanza a las profundidades de la niebla, el dios se cabello blanco pensó un centro de estudios, es una idea interesante creo que podría usarla después

1- El paso del tiempo. 

En el mar de Niebla, mientras se dejaba mecer y percibía la energía infiltrándose en su cuerpo, Akania podía notar los agradecimientos de auruck. Ciertamente había causado una importante impresión en ellos, la energía encerrada en sus pensamientos la buscaba, pero no podía beneficiarse de ella. 

Aún no habían entendido el mensaje, tal vez había sido demasiado sutil, o les había dado demasiado que pensar de golpe y sus palabras se habían perdido en el camino. Tenía ganas de conocer el resto de las razas, pero igual tendría que ordenar antes su propia casa antes de visitar las de los demás. 

A excepción de Khan que parecía entretenido entre los suyos, todos los dioses se encontraban en la Niebla, nadie podía discernir cuales eran las intenciones de Na´boruck. Misterioso como era habitual, su presencia parecía disfrutar del desconcierto que causaba. 

De pronto empiezo a manifestarme en la niebla, parecía que reptaba, moviéndome en zigzag con mi cuerpo moviéndose como ondas de un lado a otro, mientras que nuevamente se escuchaba el sonido de unas maracas agitándose rápidamente (off: Como una serpiente, que como de momento no hemos creado ninguna pues para aclarar xD), pero de pronto al llegar junto a los demás me elevé, dando varias vueltas para luego detenerme de forma abrupta, con un golpe fuerte a un tambor para acompañar a esa entrada.

Aunque no tenía cara podían sentir como si de tenerla, tendría una amplia sonrisa divertida en mi rostro, mientras unía la punta de mis dedos con esa actitud infantil de siempre. -Hola hola hermanos~ Aunque... No sé que les parece ese termino, pero ya que somos los que más nos parecemos por nuestra condición como Dioses, supongo que sería lo más apropiado. Si me disculpan, tengo algo que hacer en la Niebla, pero ya vengo.- Y así de una forma etérea, tal y como llegué con conjunto de sonidos musicales, me fui alejando del grupo de Dioses, yendo hacia la infinita Niebla.

De repente unos movimientos extraños en la niebla y el sonido que proviene de esta llaman la atención de Mond,  ¿Que es lo que está en la niebla? Ese sonido me recuerda a los que hace Na'boruk

Al ver qué el ente que estaba en la niebla era el dios de la máscara el cual los saludo, ​​​​​​con una sonrisa el dios de orejas de gato dijo Hola Na'boruk, esa fue una gran entrada, después de pensar un poco en las palabras del recién llegado continúo creo que tienes razón, por mi no hay problema de que me llames hermano, bueno dime disculpan voy a ver a mi gente

La presencia de Khan se hace patente en el momento en que Mond desaparece al manifestarse en su propio territorio. 

Akania seguía sumergida en la niebla buscando aquel recuerdo que tanto le había llamado la atención, cuando un ruido musical acompañado de un movimiento extraño, era Na'boruk que llegaba con una impactante entrada, y con una idea curiosa, llamarse hermanos entre ellos, la diosa seguía distraída, espero un momento antes de salir, quisa demasiado, Mond se despidió y se fue, casi al mismo tiempo llego Khan.

Ju jum, bienvenidos, jum, hermanos, que bueno verlos nuevamente, pero una sensación le hizo pensar que algo pasaba con sus queridos seguidores, pero deseaba más alcanzar aquel recuerdo tan esquivo que le llamaba la atención, así que desde donde se encontraba decidió enviarles un pequeño aviso, dejen les mando un pequeño aviso a mis pequeños para que no se olviden de mí, concentrándose envió junto a un pequeño terremoto un pequeño enjambre de mosquitos, y ¿cómo les fue fuera de la niebla?

Khan llega a la niebla estirandose, esta realmente cansado.

¿Ya fuisteis a ver vuestros territorios? las criaturas son realmente desesperantes... dice Khan bastante molesto por su interacción con sus seguidores.  Creo que he organizado mínimamente las cosas por allí, lo suficiente para buscar algo de información aquí. ¿Como os ha ido a vosotros? Les pregunto mientras mi consciencia empieza a buscar en la niebla la información que necesito

-Pues no sé si es un poco obvio, pero con mi apariencia igual y no les agradé mucho.- Se escuchó como mi voz viajaba como un eco desde la parte que entré en la niebla, aunque podían ver entre la misma pequeños retazos de colores de mi máscara, tal vez una parte de una mano o pie mientras iba flotando de un lado a otro, pero igual mi voz se escuchaba con claridad.

-Pero con un poco de mi magia pude lograr que confiaran en mi, ahora quisiera hacerles un regalo, enseñarle cosas nuevas, pero para eso necesitan algo más... Una muestra de buena Fe.- Se escuchó una pequeña risilla al final, mientras que muy poco a poco se empezaba a escuchar un toque de tampores retumbando en el lugar. 

"Tun, tun tun tun... Tun, tun tun tun" el sonido de unos grandes tambores que iban subiendo de volúmen despacio, hasta un nivel que fuera molesto para nadie, que luego eran acompañados por el sonido de lo que podrían ser palos siendo golpeados en una madera hueca, un sonido tribal que acompañaba a la perfección por esa apariencia fiera a Khan, el recién llegado. -Ellos no han aprendido nada de momento. Mis niños son juguetones y muy unidos, pero pronto les ayudaré a que crezcan, o ese será mi objetivo. Por cierto, ¿Como son los suyos? Creo que nunca hemos hablado de eso...-

Estar con sus congéneres hizo a Akania cambiar de opinión, quizá una pequeña plaga de insectos no daría un mensaje claro a sus creyentes, algo más directo podría servir mejor, una estatua de un bello metal a su semejanza, uno con la capacidad de tomar sus colores, desde el negro, hasta el blanco, con algunas tonalidades azuladas y otras doradas, pero sobre todo un altar de sacrificio, usando la misma energía que estaba a punto de destinar a su llamada de advertencia la redirigió a su nuevo proyecto.

Mis pequeños son unos pícaros juguetones y adorables, los quiero tal cual son, pero debo enseñarles que deben amarme a mi sobre cualquier otra cosa, ju ju jum, también debería pensar en protegerlos, umm.

Tienen potencial, pero por ahora solo los puedo catalogar de decepcionantes. Sentencio, no soy un dios blando o que juzgue con benevolencia. Espero poder guiarlos a algo grande. ¿Habéis descubierto algo de interes en la niebla? yo he notado cosas extrañas por lo menos en mis criaturas, supongo que si pasasteis suficiente tiempo entre ellos también os daríais cuenta.

- Oh, Khan, que lástima oír eso. Yo he aprendido tanto sobre ellas... pero aun sé muy poco, demasiado. Necesito conocerlas mejor, y ellas necesitan conocer el mundo, a duras penas saben hablar, pero están mejorando a pasos agigantados. - Miro buscando a Mond - Vaya, parece que se ha ido. Akania, ¿quieres que vayamos a ver a tu gente? Muero de ganas por aprender más sobre ellos y ver todo lo que han hecho. Luego podemos ir a ver a los míos.

En la Niebla, Hekima imagina la forma de las herramientas que su pueblo debería usar, un pico, una pala, un hacha, un cuchillo... invirtiendo un poco de su poder crea una copia para los Kujua, donde quiera que estuvieran. 

Los pensamientos, los trocitos de recuerdo que les componían a ellos y las mismas nieblas, parecían ordenarse para encontrar una respuesta al enigma planteado por la diosa del conocimiento. 

Era un conocimiento codiciado por casi todos los dioses, como demostraba que Naboruck comenzara la misma búsqueda, ya que lo habían buscado con ansias, pero su mente preclara lo había desencriptado primero. 

Akania levantó los cimientos de lo que podría ser un edificio consagrado a ella, pero su poder no era suficiente para crear un edificio así de la nada. 

Entretanto Khan se sumergía en un recuerdo de una vida ajena. 

Con pesadez te sientas en el círculo, los niños te miran con emoción. Han traído sus tablillas de cera y las cuchillas de metal para aprender a escribir. Como todos los días tocaba enseñar una lección.

-Bien niños. Hoy es vuestro primer día de clase, espero que esteis emocionados.

- Siiii. Gran Maestre Oob.- Respondieron la mayoría al unísono. Todos los años había alguno que era más tímido que los demás.

-¿Sabéis porqué es importante venir a las clases?

- Si, Maestre Oob. Porque es el regalo que usted nos hizo para poder ser un grupo y ayudar a todos cuando crezcamos.-respondió un valiente

-Una respuesta adecuada, aunque no la acertada. ¿Alguien más?

Un joven de ojos negros y piel blanca alza la mano, su aspecto te recuerda a alguien. ¿Tal vez algún aprendiz anterior? 

-Porque la educación es la semilla del pensamiento cultivado.- Por un momento contienes las ganas de aplaudir.

-Esa frase es muy hermosa, hijo de Takel, ¿sabes lo que significa?

-Si, Gran Maestre Oob. Que aunque alguien sea muy inteligente, si no está en un entorno en el que pueda aprender no sirve de nada toda esa inteligencia, y que hasta el más tonto en un entorno culto puede aprende algo.

-Así es.- asientes.- el arte, un lenguaje elaborado que permite explicaciones más precisas, tener materiales con los que poder crear registros... son las formas en las que una generación puede dejar su conocimiento disponible para la siguiente. Además, a más variedad de formas pueda disponer un pueblo, más rápido desarrollará nuevas formas. 

Hekima, cielo, en serio me gusta la idea, pero quisiera cargarme un poco antes de partir si me disculpas un momento y partimos, nuevamente dejo fluir la energía a su cuerpo para tomar más poder, estoy lista encanto.

Extendió su mano a la diosa esperando a que la tomase para luego ir junto a ella a ver a las criaturas y ver como están.

-¡¿HUH?!- De pronto en lo profundo de la niebla se puede escuchar un montón de tambores tocar, siendo aporreador a un ritmo frenético mientras que ven como sobresale primer mi máscara removiendo las nieblas hasta llegar hasta Akania y Hekima, donde los tampores paran de golpe -¡Esperen! E-Esperen. Hekima, no sabía que también querías descubrir lo mismo, ¿Hay alguna forma en que me ayudes en buscar esa misma información que tu ya tienes?  poder transmitírmela.- Entonces vlteo a Akania. -Akania, s-si no tienes problema también quisiera ver a tus seguidores, si acaso son como dices pues tendría curiosidad para saber como son en comparación de mis Rootlings-

- Encantada de ir contigo Akania, vamos. Na'boruk, cuando volvamos podemos compartir nuestros conocimientos, el fin último de toda vida. Y por mi, puedes venir con nosotras, siempre que extiendas tú la misma invitación. - Le doy la mano a Akania y voy andando con ella. Así como voy andando a su lado, mi cuerpo empieza a alargarse, como si mi silueta se escapase de los límites de su cuerpo, hasta que exactamente esto ocurre, y una réplica exacta de mi aparece entre la niebla - Vámonos Akania, estoy impaciente por conocer a tu gente.

La diosa volteó con los sonidos de los tambores.

— También me parece bien, y también me despierta la curiosidad ver a tu tribu mi estimado hermano

La esbelta deidad hace una pequeña pausa para soltar una leve risa antes de continuar

 — Ju jum, entonces, ¿qué dices?, ¿nos llevaras a ver a tu gente?, preguntó al mismo tiempo que extendía su otra mano para ofrecerla a Na'boruk.