Inicio del primer capítulo, tres personajes (Damian, Dimitri y Javier)
Se escucha como alguien da un par de toques con los nudillos en la puerta y esta se termina de abrir. Un hombre de pelo castaño y piel pálida algo bronceada por débiles rayos de sol se coloca en la puerta y mira a los presentes.
Jimmy sonrisas se gira hacia el hombre con la escopeta en la mano, dándole un aspecto amenazador -el enviado de Margareth por fin ha llegado, parece que ya estamos todos.
Con un amplio gesto indica al nuevo invitado que se coloque entre el mercenario con la cara tapada que fuma tranquilamente un cigarrillo y el joven soldado rubio. Mientras tanto Jimmy coge una silla, la coloca delante vuestra y se sienta al reves, apoyando sus brazos en el respaldo.
Como habeis podido observar esos puñeteros Destructores están destruyendo el barrio, desde tiroteos, robos y violaciones a eso que habeis visto -os dice señalando con un dedo la ventana rota desde la que cayó el hombre que yace enfrente del portal- muchos del barrio se han unido a ellos por miedo, están muy armados y no tienen tapujos a la hora de matar a inocentes.
Jimmy os mira uno a uno fijamente, como si intentara leeros el pensamiento -pero lo peor es la locura que crean en algunos hombres. Creemos que se trata de alguna droga que causa locura en los hombres pero no hemos podido localizarla ni detectarla en los ataques. Algunos, los más supersticiosos, hablan de magia y pactos con el más alla.
Tranquilamente abre uno de sus bolsillos y saca una cajita de bronce y os va diciendo -quiero que rastreis a esos perros, quiero que los encontreis -abre la cajita y saca un puro de esta -quiero que les ataqueis, quiero que les corteis los dedos de las manos -se lleva el puro a la boca -quiero que les hagais contaros sus sueños e inquietudes mientras les rompeis cada hueso de su cuerpo -abre otro bolsillo y recoge un mechero de plata de este -quiero que os convirtais en su mayor pesadilla, que los hagais llorar de terror e imploraros perdón -enciende con un gesto rápido el puro y exhala humo -y quiero que les destroceis el alma lentamente y posteriormente que quemeis todo rastro de ellos, hasta que solo quede humo y cenizas.
Sí, este trabajo puede ser un buen empujón para los "Puños de Hierro". Damian acabó su cigarro y comenzó a revisar todo su armamento, examinó la munición de los cargadores, la recámara, limpió el cañón y calibró la sensibilidad de los gatillos, no era ninguna manía, sin embargo le gustaba hacer bien el trabajo. ¿Cuánto tiempo tenemos?
Eso que ganamos nosotros?
Miro al reto del os presentes en la habitación con cierta desconfianza.
Si conseguis destruir a Los Devastadores lograres librar del yugo de su opresión a la mayoría de los ciudadanos del barrio, que os lo agradecerán con clamores y cantarán historias sobre vuestra hazaña -os responde Jimmy dando continuas caladas al puro mientras camina de un lado a otro de la habitación -Los nietos de los actuales habitantes de la ciudad escucharán las historias de vuestra ardua tarea y vuestros nombres perdurarán en el tiempo, como el de los heroes de antaño.
¿Como que heroe jefe? -le pregunta uno de sus secuaces riéndose.
Que te den, Athan -le contesta escupiendo al suelo -también podeis quedaros con algunas de las armas robadas, con su droga y con parte del dinero que tengan, aunque dudo que sea mucho. Y yo os daré un buen fajo a cada uno, lo suficiente como para que os construyais un chalet en alguna playa y os dediqueis a pescar el resto de vuestra jodida vida.
Jimmy se acerca a la mesa en la que está apoyado su compañero muerto y entre el desorden de folios que se encuentran sobre la mesa escoge un par de ellos y vuelve a vuestro lado.
Mirad -os ordena enseñándoos una foto de um hombre que lleva en la mano -este chico guapo con la cara llena de pequeñas cicatrices es Meriaton Manuwa, el portador de la destrucción, como le gusta que le llamen. El muy imbecil siente una gran pasión por los lanzamisiles y esas cosas, siempre lleva alguno encima y la mayoría de las cicatrices que tiene se las ha hecho él mismo disparando a objetivos que estaban muy cerca. Hasta hace un mes nadie daría un duro por él, pero han debido de recibir algún tipo de ayuda que los ha hecho crecer en número, armas y peligrosidad.
Os da la foto a uno de vosotros y despliega el otro documento, un mapa de una zona del barrio.
Y por aquí se ha visto a un grupo de Devastadores capturando a un tipo, creo que pertenecía a Los Rebeldes, y quiero que vayais a esta plaza -os dice señalando con su puro un lugar del mapa -encontreis a esos cabrones y los mateis. Debeis daros prisa, cada día que pasa su banda de asesinos se hace más fuerte y la mía y la de otros jefes se debilitan progresivamente.
Un tio que no sabe a qué distancia debe disparar su arma no me supondrá ningún problema. El mercenario se encendió un nuevo cigarro, con calma observó el mapa y memorizó el aspecto de Meriaton. Muy bien, si tengo que trabajar con estos dos necesito saber sus especialidades.
Una vez termina de hablar le digo:
Cuenta con migo pero espero que si los matamos a todos que canten bonitas canciones:
esbozo una gran sonrisa.
Hablad entre vosotros para conoceros mejor y ser capaces de luchar juntos -os dice Jimmy- tendreis que tener cuidado, Los Devastadores son buenos luchadores y además son capaces de volver locos a las personas.
Jimmy camina hasta la ventana rota y se apoya en ella, mirando a la dirección en la que se encuentra el cuerpo destrozado.
Lucas era un buen hombre, era nuestro amigo desde que eramos jóvenes -cuenta Jimmy con tristeza - era huérfano y nosotros eramos su única familia. Esos locos son imparables y no muestran ningún tipo de afecto ni parecen sentir el dolor. Debeis tener cuidado.
Hablad un poco entre vosotros si quereis antes de ir a la misión y de que os den algunas armas.
Javier intenta ser algo más descriptivo y extenso al escribir, mostrando los sentimientos e ideas de tu personaje, para dar un poco más de personalidad y vida a los mensajes.
Damian estaba algo mosqueado, tenía la sensación de que sus palabras caían en saco roto, pero se contuvo guardando esos sentimientos para el objetivo, de todas maneras ya descubriría las capacidades de sus compañeros en el campo de batalla, por el momento solo debía concentrarse en la misión. Bien novatos, mi nombre es Damian, pero me llamaréis Puma, si tengo que trabajar con vosotros espero que estéis a mi altura, u os dejaré a vuestra suerte, y como parece que sois más callados me otorgo el título de líder, si a alguno le molesta no tengo problemas en discutirlo.
Cuando acabó la frase se ajustó los guantes dando a entender que no tenía ningún problema a la hora de repartir puñetazos. Bien, hay que marcar el territorio desde el comienzo, si no los novatos se te suben a las barbas.
Miro hacia el muchacho que acababa de hablar el tal Damian ,Puma para los amigos:
Puma tu crees que seras lo suficientemente listo para dirigir a alguien haber dime que esperiencia tienes en ataques, si crees que puedes dirigirnos demuestrame de que eres capaz y si me convenze pues no tendre que reirme de ti por listo, ahora cuando nos expliques podremos empezar habar de la misión.
Mi experiencia como rebelde no tiene limite he participado en muchos atentados contra la AMG matando muchos altos cargos de sus instituciones soy el representante de los rebeldes.
Me siento en una silla esperando su contestación.
Si tantas ganas tienes de saberlo te lo diré, no me he centrado en atentados contra la AMG, aunque he participado en varios a cargo de los rebeldes, he participado en batallas de campo, infiltraciones y rastreos, tengo conocimiento sobre todo tipo de estrategias, desde guerrilla a batallas multitudinarias, se me conoce por mi conocimiento y manejo excepcional de las armas de fuego, tengo entrenamiento en el combate cuerpo a cuerpo tanto armado como desarmado y en artillería, como podrás comprobar por mi anatomía soy un atleta excelente, además de dominar el sigilo gracias a mis años como comando especial. El mercenario dejó escapar una sonrisa de suficiencia, estaba claro que no era un gran orador, pero sabía lo que hacía.
Además, pasé aquí mi infancia, conozco el terreno y a su gente, además tengo algunos conocimientos de artificiero, mecánica y medicina de campo. Apagó el cigarro aplastándolo con la bota antes de proseguir.
Si crees que puedes superarme adelante, pero no esperes que te salve el culo si las cosas salen mal porque no has sabido llevar a cabo la misión.
Sí, suena pedante, pero mi pj no es que sea muy ducho con el carisma. XD
Me parece bien Dimitri....
Miro con superioridad a damian:
Tu salvarme el culo a mi suelto una carcajada Tu cuida de ti y deja trabajar a los profesionales´, ahora centremonos en las armas.
Si de verdad se cree un profesional lo dejaré actuar, al menos podré llevarme su parte cuando muera. A Damian le disgustaba la presencia del tal Javier, sin embargo desvió la atención a las palabras de Dimitri, el cual parecía que también quería asumir el mando. Les das la mano y te cogen el brazo.
Tuvo el impulso de enzarzarse en una pelea, sin embargo dejó pasar los delirios de randeza de sus compañeros pensando en lo deliciosa que será su muerte cuando no sepan qué hacer.
El pandillero entra cargado con un par de mochilas de las que salen las boquillas de varias armas.
Bien, aqui tengo un poco para todos -os dice mientras empieza a repartir las armas- un par de pistolas Colt, un subfusil Spectre, un rifle Dragunov de francotirador, una escopeta Protecta, dos cargadores para cada una de ellas, tres granadas y una carga de demolición. Repartios la mercancia vosotros.
Damian se acercó a las bolsas y cogió la segunda Colt y la Dragunov además de una granada y las cargas de demolición, un par de cargadores para cada una de sus armas y listo, solo tuvo que colocarlo estratégicamente en los enganches de su traje mercenario, diseñado para tales menesteres además de la función protectora. Bien, en cuanto Javier haga acopio de sus armas nos echaremos a las calles a investigar, no quiero tardar mucho en hacer este trabajillo.
Viendo lo poco que me habian dejado decido coger la escopeta los cargadores la carga de demolición y una granada que quedaba.
Vamos acabemos pronto esta misión.