Partida Rol por web

Me quedé ligeramente traspuesta (lease que incluso ronqué un poco) mientras esperaba. Al despertar miro el reloj y veo que casi gan pasado las cuatro horas.

Me levanto, me estiro un poco y vuelvo al puente de mando. A la orden, capitán digo, cuadrándome ante èl a modo de saludo para luego ir a mi puesto como artillera.

El tiempo del trayecto finalmente concluyó, había sido menos pesado de lo que esperaba, ya que al volver al puente con el Capitán, había pasado el tiempo conversando con alguno compañeros.

Allí estaban ahora Aren y Tayley tratando de hacer su tabajo. Juliet esperaba que la cosa fuera rápida, pero también sentía cierta emoción, como una esperanza, de que pudieran encontrar algo sorprendete en aquel lugar, uno de esos descubrimientos que pasaban a la historia. Sabía que era difícil pero la esperanza es lo último que se pierde.

Joana regresa también, tomando su puesto sin dilación... y ella allí, tocándose el farolillo y viendo trabajar a todos. Trataba de prestar atención, no parecía tan complicado, solo había que pulsar un millón de teclas en un orden concreto... - Y chicos... ¿Cuánto tarda de media lo del mapeo?

Desde su puesto se gira levemente para mirar a Hendav cuando pregunta por el tiempo que les llevará hacer el mapa.

- Armate de paciencia, esto puede acabar rapido si el sector es un desierto o nos puede llevar un buen rato si resulta que tenemos demasiados datos con los que trabajar.- Lanza una mirada fugaz hacia Johnson y Marté antes de seguir hablando con un tono más burlón.- O podemos tener suerte y encontrarnos con esa nave de aliens con los que Johnson y Marté querían intimar antes y mientras que ellos dan rienda suelta a sus perversiones interestelares los demás podríamos pedirles que nos dejen sus mapas...

“Sin duda sería el caso más interesante para todos”, concurrió Anthond, pero sin mucha convicción, y por lo demás seguía en lo suyo, lo de escuchar y grabar el ruido del espacio mientras que también tenía una antena dirigida hacia la Aruna, pero de ella no vino nada desde hace un rato.

Pese a que su tranquilidad rayaba la flema, estaba no sólo concentrado, sino alerto.

Nave Aruná, 6 de agosto de 2138 Hora terrestre global: 02:37

La nave era suficientemente grande y con personal suficiente para que nunca estuviera en silencio, unos entraban en su turno otros se retiraban y lo mismo pasaba con las zonas comunes y comedores, siempre habia gente y siempre habia comida lista.

Los mas analistas entendian el racionamiento, al fin y al cabo no sabian donde estaban, no sabian como volver y eran 650 bocas que alimentar con unos suministros limitados.

Toda la megafonia se activo a la vez, aviso a todo el personal de la Aruná, a las 05:00 se procedera a la activacion del motor hiperespacial. Es obligatorio que todo el personal este 15 minutos antes en posicion de salto*

Anthond hizo dos cosas durante las cuarenta días : primero se dejó asignar para los turnos de comunicación y ayudaba en el mantenimiento de los sistemas de comunicación; si alguna tarea se presentaba y se ofrecía a él, la cumplía concienzudamente.

Segundo pasó bastante tiempo con los astrofísicos de la nave a los que había entregado sus grabaciones. Hablaban muy entusiasmados de la lectura del rudio del fondo cósmico en las diferentes partes del espacio, y Anthond aprendió mucho de ellos.

40 días y 40 noches... parecía el título de una peli porno de un guionista -ejem... lo de guionista...-

Tras la brutal aceleración que suponía el salto, como si saltar fuese lo adecuado para describir lo que habían hecho, pero se ve que el término surgió, hizo gracia, y se quedó; lo mismo realmente era un acrónimo de algo..., vino el período de rutina en un viaje espacial de larga duración. Rutina que se resumía en: Te levantas, te aseas, desayunas, te presentas ante el responsable de tu Área, recibes tareas a realizar, las ejecutas, informas, recibes más, comes, sigues con tus cosas, tiempo libre, cenar, dormir. Así los 40 días, con períodos intercalados para tener descansos, sobre todo intelectuales, y no volverte ... ¿tarado sería el término? ... la gente que trabaja sin cesar, a veces tiene crisis de distintos tipos, pero para eso está la gente de Servicios Médicos, para vigilar que el equilibrio individual y colectivo no se rompa... Esto es una carrera de fondo, y todo el equipo humano tiene que estar tan a punto como el hardware de a bordo.

En su caso particilar, las tareas de Arymo comprenden una serie de verificaciones, mantenimientos preventivos, revisión minuciosa de componentes tras cierto período de uso, e incluso algunos pequeños experimentos para disponer de alternativas de funcionamiento si alguna eventualidad no queda contemplada en los procedimientos operativos, amén de charlas tecnicas e intentos teóricos de mejorar comportamientos de sistemas funcionales. Gran parte del trabajo, realmente, es innecesario, pero sirve para que los cerebros y las manos estén listas para reaccionar en cuanto sea necesario.

Ello, junto con simulacros de incidencias, mantiene al equipo de Ingeniería de la Aruná listo para lo que pueda pasar. Lo que no quita, que siempre exista el miedo a la incidencia crítica, a esa avería de un sistema sin respaldo y sin forma de ser solucionado.., pero eso ha pasado en todos los viajes, en todas las eras.

40 días y 40 noches de rutina...

Los días transcurrían demasiado despacio, en ocasiones, y excesivamente deprisa en otras. Cada mañana salía de nuestra cabina, sintiendo que me fragmentaba irremediablemente, y me arrastraba por comprobando los sensores, los sistemas de control de los mismos principalmente, y asegurándome de que todo funcionaba adecuadamente.

El salto nos había introducido en una nueva rutina dentro de otra rutina que pocas veces lograba quitarme de encima, aunque cuando lo hacía, siempre me hacía sentirme especial. 

Había descubierto que la exploración exterior no superaba a la interior, pero con mucha diferencia, y que solo la cercanía de alguien capaz de comprenderte, de llegar hasta tu verdadera forma de ser, de entender tus emociones y compartir las suyas contigo, en este caso, conmigo, podía darle sentido a todo aquello.

Al final, mi ánimo explorador quedó completamente camuflado debajo de un uniforme diferente, pero que me sentaba muchísimo mejor, y eso era lo que me permitía levantarme cada mañana y acostarme todas las noches, sin sentirme como una fracasada o, al menos, arrepentirme por estar allí.

Cada día procuraba estar en la cantina sobre la misma hora, sonreír y hablar de naderías y de todos los problemas que habíamos encontrado trabajando, sintiéndome como Arnold Schwarzenegger en aquella película clásica llamada True Lies. Sonreía y me oía hablar sin decir nada, pero a la vez, miraba en la dirección correcta y decía y oía lo que verdaderamente importaba. Y cuando por fin me retiraba, sabía que por fin encontraba mi sitio y estaba en donde quería.

En todo ese tiempo, vi que cada uno de nosotros buscaba su lugar de diferentes maneras.

Arymo también parecía estar afectado por la rutina, la odiosa rutina, pero su ánimo parecía a prueba de bombas. Por si acaso, yo intentaba seguirle la corriente.

-Estoy segura de que esto mejorará. Pero tendremos que habituarnos a que a veces hay que hacer cosas que sirven para continuar en marcha y poco más, pero todo es importante.

Ni yo misma me creía completamente esas palabras, pero estaba bien poder oírlas y sabía que dependíamos unos de otros para poder salir adelante.

Joana y yo pasábamos mucho tiempo juntas, aunque fuese en lugares como la cantina. Hablábamos de lo que habíamos hecho, aquello que nos preocupaba y también de tonterías varias,, sin profundizar demasiado en ello. Muchas veces se nos unía Juliet, que como compañera nuestra de cabina que era, estaba claro que tenía su lugar junto a nosotras, a pesar de la conexión que nos unía a ambas, diferente al resto. Ademas, era agradable poder compartir nuestros pensamientos por igual.

Mientras tanto, el tiempo del salto transcurría, como un extraño entre nosotras, algo así como ese invitado que nunca quería irse y que sabías que al volverte, estaría detrás, vigilándote. En menos de lo que esperábamos, habríamos llegado, aunque a mí eso ya no me preocupaba demasiado.

El salto llegó. ¿Por qué se llamó salto? Creo que, en alguna vieja película, se decía algo como "salto al hiperespacio" o algo así y de allí viene esa palabra. O quizá fuera por otro motivo, a saber.

La rutina se hace pesada. Levantarse, ducharse, desayunar, guardia en veteasaberdondequenadieensusanojuicioentraría y vuelta a empezar.

Anhelo la exploración, la emoción de no saber qué te espera allí delante, el deseo de hacer algo más que estar de pie, con cara seria.

Por suerte ahora tengo alguien con quien hablar, una amiga y compañera. Cuando las tareas se terminan, suelo ir a la cantina y, si Aren y/o Juliet están allí, me siento con ellas. Hablamos de nuestras rutinas, de cosas sin importancia, de situaciones o historias presentes o pasadas. Incluso, en alguna ocasión, han logrado de mí una risa.

Y así el tiempo transcurre, día a día, mientras veo por las ventanas como la luz de las estrellas parecen líneas qie se mueven por la oscuridad. Pronto llegaremos.

Tras sus reuniones con el Almirante Greener, paso los 40 días del “salto” en algunas reuniones con otros miembros de alto grado, Greener sabia como no perder la cabeza con tanto tiempo en un lugar como el Aruna y en un viaje de 40 días, pues era como en la academia, rutina. Así que se apegó lo más que pudo  su rutina, levantarse temprano, desayunar bien, algunas veces durante el desayuno pensaba sobre la cantidad limitada de recursos que tenían, y que sin alguna manera clara de volver, la búsqueda de recursos en algún sistemas comenzaba a ser prioridad, después de un buen desayuno una exhaustiva sesión de entrenamiento físico; una buena dicha relajante, algunas horas de lectura, reuniones de trabajo y planeación, ya más noche otra sesión d entrenamiento menos exigente, una ducha rápida y en ocasiones pasarse por la cantina o alguna zona común para socializar un poco y ver como estaba su tripulación.

Nave Aruná, 15 de septiembre de 2138 Hora terrestre global: 02:52

Han pasado 40 dias, hay bastante gente ya cansada de la situacion, algo curioso porque hay muchos de ellos que posiblemente no bajaran de la Aruná hasta volver a casa.

Quedan pocas horas para que la nave salga de la velocidad del hiperespacio y llegue a las nuevas cordenadas, que actualmente se desconocen publicamente pero han empezado a correr rumores, posiblemente por alguien del equipo de navegantes que son los pocos que pueden acceder a la ruta de vuelo, estos dicen que os dirijis a una gigante roja, dicen que es la que tiene mas posibilidades de tener planetas.

Una hora antes de terminar el salto el equipo ya creado por la interdictor es llamada a la sala de conferencias  3 nuevamente.

En el interior se reunen el Almirante con algunos cargos inferiores. Las ordenes son claras, salir con la interdictor, dependiendo de la distancia, explorar todos los cuerpos celestes del sistema solar, que puedan contener vida, suministros tanto alimenticios como minerales. Es una reunion un poco caotica, porque cada uno decia cosas que se podian encontrar y finalmente el mismo Almirante llama a la calma de sus subordinados. 

Se dan varias directrices de seguridad y tambien de mandar un informe cada hora si hay alcance y poner en conocimiento de la Aruná y permiso para abandonar el alcance de las comunicaciones.

Diez minutos despues de salir de la reunion se avisa por radio de la salida inmediata del universo taquiónico, asi que toda la tripulacion os preparais y la nave vuelve al espacio "normal".

Muchos esperais una catastrofe con los sistemas pero todo funciona a la perfeccion y no hay ningun fallo relevante.

Os encontrais todos en la Interdictor  cargando los sistemas para salir de la Aruná y esta os da luz verde.

En el sistema de sensores controlados por Aren empieza a recibir informacion emitida por la Aruná.

El sistema es un gigante Rojo, dispone de 0 planetas tipo 1, 4 planetas de tipo 2 y 3 planetas de tipo 3.

Cuando salis de la Aruná Aren aun esta asimilando la gran cantidad de informacion.

tipo 1 :0

tipo 2: 4 (En la órbita de 1 a 8 UAs)

• 2.A   (2 de tipo A 2 de tipo C)
• 2.B 1 satelite (1 tipo A)
• 2.C sin satelites 
• 2.D 2 satelites (1 tipo C 1 tipo D)

tipo 3: 3 (En la órbita entre 8 y 28 UAs) 

• 3.A 1 satelite (1 tipo D)
• 3.B 2 satelite (2 tipo D)
• 3.C sin satelite

Nave Aruná,  15 de septiembre de 2138 Hora terrestre global: 20:51

Posicion: Region desconocida, Area desconocida, Cuadrante desconocido, Sector desconocido Cuadricula I7 [XX-XX-XX-XXXXX-I7]

A toda la tripulacion les llega una alerta de comunicado en sus terminales del almirantazgo. Es un folio entero, pero a grandes trechos lo que dice es el siguiente.

Nave Aruná                                                                                15 de septiembre de 2138 Hora terrestre global: 20:00    

El almirantazgo despues de un esstudio en profundidad de la situacion, analizando nuestra situacion nos tenemos que ver obligados a tomar unas medidas temporales.

Para ahorrar y alargar nuestras provisiones entramos en razonamiento, afectando a todo personal militar, civil o mando. Las raciones pasaran a 2 comidas diarias.

Informar que en unas 12 horas procederemos a activar el motor hiperespacial.

Fin del comunicado.

Tambien corre la voz de que los tres cazas han sido lanzados junto con las lanzaderas equipados con sensores para escanear los diferentes planetas y lunas en busqueda de recursos.

En todas las salas medias y grandes de la Aruná hay contadores en cuenta atras, indicando el tiempo restante para la activacion del motor. Incluso en vuestras terminales sale en la pantalla principal.

Las doce horas pasan sin contratiempos, algunos se reunen en los ventanales que dan al hangar para ver el regreso de los cazas y lanzaderas sin contratiempos, quince minutos antes de que se agote el tiempo, la gente va tomando asiento en los asientos de salto. Varios avisos posteriores la Aruná enciendo motores subluz y varios minutos posteriores notais como el motor hiper se activa y entrais en el hiperespacio.

Por desgracia...tenies 40 dias de rutinas monotonas.

Anthond Marte es asignado a una mesa de estudio de Sociología para plantear los problemas, retos y desafios de la vivencia y la comunidad en la nave Aruná.

Aren Johnson es asignado a uno de los laboratorios para el estudio de los restos fosiles extraidos del asteroide, las particulas extraidas de la puerta no se pueden usar por estar calzinados.*

Arymo Jackson y juliet Hendav es asignado a la zona de almacenaje para una conversion de una parte importante de el mismo, en un campo hidropónico **

Capitan Jery greener se le asigna temporalmente un despacho para trabajo burocratico y gestion de personal ***

Joana bakins es asignada entre seguridad y entrenamiento a personal diverso, en armas personales ligeras sin municion (teoria) y combate con armas blancas. ****

Jonny tayley es asiganda a una de las muchas mesas de control y recepcion de datos del motor hyper. 

40 días de viaje, con comida racionada. No va a ser fácil, pero bueno, nos quedamos sin reservas.

Me toca instruir a varios del personal civil en manejo de armas blancas. Lo malo es que la comunicación no es mi fuerte, precisamente. Pero entro a la clase, decidida.

Lo malo es que nunca he sido buena comunicándome. Creo que al final ni han aprendido.

La vida en una nave puede convertirse en algo aburrido y eso fue lo que sucedió, o lo que hubiese sido, de no ser porque al menos, en mi caso, había algo más aparte de cumplir con mis obligaciones. Por otro lado, el análisis de las muestras estaba resultando, no difícil, sino lo siguiente. Quizás fuese yo la culpable, por no estar tan interesada en aquellos restos como en un principio preveía que iba a estar.

¿Había vida? Bueno, y qué. ¿Y la puerta? Ya la abriría alguien, supuse. ¿Encontrarían algo en otro planeta? Pudiera ser.

Día tras día, tras el salto, me encerraba en el laboratorio, lejos de todos cuantos conocía, e intentaba hacer mi trabajo lo mejor que podía, sometiendo a pequeños fragmentos de muestra a diferentes estudios, sin éxito.

Y día tras día, regresaba a la cabina, no sin pasarme antes por la cantina, hablar un poco con todos de vaguedades y comprobar que la vida se había detenido en la Aruná. El descenso en el número de raciones era algo comprendido y aceptado por todos, pero no por ello dejaba de ser molesto. Eso solo había conseguido que la mayoría de la tripulación, hubiese empezado a arrepentirse de estar allí.

Afortunadamente, al mismo tiempo, mi mente y mi cuerpo se evadían, encontrando un resquicio por donde sentir que de verdad, aquel viaje, seguía mereciendo la pena, solo que no tenía nada que ver con aquel laboratorio. Tenía que ver con un mundo muy diferente.

Menos mal que por una vez, había vida más allá de mi trabajo.