Partida Rol por web

Sí, la verdad es que fuimos alo escandalosos.. Como ninjas seríamos un fracaso.

-Habrá que estar más callados e ir despacio de ahora en adelante, si dijimos juntos, ¡pues juntos vamos!-susurré, poniéndome cerca de Zaina para seguirla.

-¡Atentos todos, y continuemos! Tenemos que entrar aquí. Puedo intentar forzar la cerradura con una horquilla. Siobhan las lleva en el pelo-lo que no les dije a los demás es que ya lo había hecho alguna vez, forzaba la puerta de la alacena de los abuelos y cogía galletas y más cosas sin permiso.

-Vamos, vamos.. no os pongáis mosca - Dijo Robert mientras esbozaba una avergonzada sonrisa. Era cierto, algo de ruido sí que habían hecho.. pero por fortuna las hadas malvadas parecían no haberse percatado de nada, o eso creía el chico - Prueba a forzarlo, Jess, y sigamos hacia delante.

Hmm, ¿dónde se habrá metido Melhi? Esto me da muy mal rollo..

- Eso no es ruido - dijo Ander - tendríais que escuchar a Teresa roncando por la noche, ¡es terrible! - sonrió. Al menos alguien del grupo trataba de mantener el optimismo.

Sin embargo, estaba bastante preocupado. No sabia bien que estaba pasando y el hecho de que fueran perdiendo amigos por el camino, tampoco es que le agradara en sobremanera.

Kate miró el edificio y luego se giró hacia el resto de los niños con cara de susto. 

-Chicas... ¿estáis seguras de querer ir ahí? Da un poco de miedo...-dijo con un susurro avergonzada, pero lo cierto es que le daba un poco de miedo ahora que todo estaba apagado, de día no parece tan tenebroso aunque tampoco le gustase ir al médico de día.

Siobhan me da una de sus horquillas, e intento forzar la cerradura. No era fácil, pero moviéndola a los lados lo mismo funcionaba y todo. Claro que aquella puerta no era la alacena de los abuelos, y la cerradura era más profesional. Deseé con todas mis fuerzas poder abrir la puerta.

Ojalá funcione, ojalá podamos entrar y sepamos lo que queremos.. Por favor, que funcione.. Quiero volver a ver a mis abuelos..

Lo pensaba una y otra vez, mientras hurgaba en la cerradura, esperando escuchar el CLICK de apertura.

La horquilla que Jess estaba utilizando hizo un ¡CLAC! y se partió en su mano, pero por fortuna lo hizo un segundo después de que la puerta de la Clínica se abriese. Ahora podían pasar al interior, pero lo cierto era que sólo echar un vistazo a la recepción bastaba para poner los pelos de punta...

Por lo poco que podían ver, la Clínica tenía una sala de recepción bastante amplia, con un pasillo oscurísimo justo delante que debía de llevar al interior y a las escaleras. Unas cuantas puertas daban acceso a más salas, pero algunas estaban cerradas. Afortunadamente, tras el mostrador había un directorio con una lista de las consultas, los almacenes y demás dependencias.

Todo estaba oscuro como la boca de un lobo. Aunque las luces de la calle se proyectaban a través de las ventanas, iluminando lo justo para distinguir dónde estaban el mostrador, las sillas de espera, la mesa de revistas, etc. ello no bastaba para revelar lo que había en las esquinas, en los pasillos y tras las puertas entreabiertas del primer piso. Si no supieran que se estaban jugando la vida, jamás habrían osado pensar con meterse ahí a esas horas.

Siobhan se asomó un poco a la recepción y reprimió un escalofrío.

- Mamá me trajo una vez aquí -dijo, frunciendo el ceño-. Odio este sitio, y ahora es aún peor...

Echó un vistazo a la sala y al pasillo, y después hizo chasquear la lengua.

- No tengo ni idea de dónde estarán los archivos, y si nos alejamos de las ventanas tendremos que usar algo para iluminarnos. No se ve ni torta.

-¡Toma ya! - Exclamó Robert en el momento en el que la horquilla se rompió en dos tras abrir la puerta - ¡Cómo mola eso! La de cosas que podría conseguir si supiera hacerlo - Por supuesto se refería a entrar en tiendas de chuches para coger "prestados" algunos caramelos - Algún día me tendrás que...

No el dio tiempo a terminar la frase, pues en el momento en el que miró hacia el interior del oscuro hospital su corazón dio un ligero brinco. ¡Aquello daba realmente miedo! ¿Desde cuándo el hospital se había vuelto un lugar tan tétrico? Había que admitir que nunca había sido un sitio al Robert le gustase ir, pero en aquel momento poner un pie dentro era toda una hazaña llena de valor. En cualquier caso había que entrar.. ¡no pensaba quedarse sólo allí fuera!

-Hmm.. lo que desearía ahora poder encender una luz - Dijo casi en un susurro mientras caminaba siguiendo a Siobhan  - Pero será mejor seguir a oscuras por si las moscas.. así que sigamos cerca de las ventanas.

Este es el hospital donde nos trayeron el año pasado ¿No? preguntó la niña entrando con cuidado mientras se rascaba de forma compulsiva la cicatriz del cuello.Sin tiempo a que la contestasen añadió respondiendo a Robert Yo tengo una linterna—. Sin embargo no la encendió al momento, pues estaba convencida de que nada mças encenderla cientos de luces se lanzarían sobre ella. 

Me alegré de haber conseguido abrir la puerta, pero la oscuridad de dentro no me gustó ni un pelo.

-¡Siento lo de tu horquilla! -dije, volviéndome hacia Siobhan, y ofreciéndole los pedazos. Como no los quiso, me los guardé en el bolsillo. Podrían servir en otro momento.

Las palabras de Robert hicieron que me sintiese extrañamente orgullosa, e iba a responderle, cuando me fijé de nuevo en la oscuridad a la que se referían él y Zaina. Daba miedo meterse ahí, pero mejor sin luces, eso sin duda. Atraeríamos a las hadas en un segundo.

-¿Entramos? -les dije, dispuesta a hacerlo.

Ander miró a su alrededor. Habían ido hasta alli, esperando volverse a encontrar con las hadas. Sin embargo, estas no aparecían. Y el grupo parecía dispuesto a entrar en el hospital sin ayuda.

- Chicos, ¿no deberíamos de buscar a Kolda y Melhi? Al menos antes de meternos ahi... - señaló timidamente la oscuridad que se abría ante ellos. Solo faltaba que una luz de esas de baño... o de hospital, parpadeara intermitentemente para terminar de asustarle.

Justo cuando Ander dijo aquello, una sombra pasó por una de las ventanas. Los chicos no pudieron ver de qué se trataba, pero se volvieron asustados. Entonces pudieron ver que algo titilaba tímidamente debajo de uno de los mostradores de la Clínica. Era una luz blanquecina, de aquellas que conocían tan bien...

Cuando miraron en dirección a la luz, Melhi salió de debajo del mostrador, con una sonrisa tímida en el pequeño rostro.

- Me alegro de veros -dijo en un susurro-. Pude colarme por una de las ventanas de las consultas, pero creo que tenemos un problema...

Miró a un lado y a otro, como si temiera que pudieran escucharla y luego continuó con cara de preocupación.

- Hay algo cerca, no sé qué es. Una especie de sombra extraña -explicó-. En cuanto la ví, traté de avisaros y me escondí, pero creo que aún anda por ahí fuera...

Tragó saliva. Estaba claro que estaba, al menos, tan asustada como ellos. Pero al menos volvían a estar juntos y tenían que decidir cuál sería su próximo paso.

-¿Una sombra? -mi mente retrocedió al año pasado, inevitablemente-.. ¿Una sombra de adulto? ¿O de algo extraño?

Esperé ansiosa la contestación, y me puse más vigilante, estaba claro que podrían atacarnos.

El recuerdo de unas patas peludas hizo que Kate se estremeciera. No le gustaba aquello ni aquel lugar.

-¿D-donde está Kholda? Quizás deberíamos darnos prisa para buscar esos papeles...-dijo con temor en un hilo de voz.

Kolda fue a la casa que salió en el mapa con la piedra. La casa del chico en coma ese...— Zaina oteó un poco  a su alrededor. Los estudios y buscar papeles no se la daba nada bien de modo que se encogió de hombros. Quizás la sombra sea el niño ¿no? Otra cosa...¿como buscamos los papeles?

Kate no pensaba que fuera el niño, si lo fuera les habría saludado cuando hubiese visto que eran otros niños pero no dijo nada. Se acercó a Ander y le susurró al oído.

-Ander será mejor que estemos alerta creo que esa sombra podría ser... u-un monstruo o algo-le dijo al pequeño titubeando.

- Alerta hay que estar, pero yo no dejaría de pensar que podría ser también algo bueno. Deberíamos de pasar de ella por ahora, si es que ella no se ha enterado de que estamos aqui, y buscar los papeles. ¿Alguien sabe como se llama el niño? - preguntó Ander. Seguia aferrando la mano de Kate, pero estaba claro que era más por el miedo que ella tenia que el que tenia el propio criajo.

-Yo no sé si será buena o mala.. pero estoy con Ander: si podemos evitarla de momento, mejor que mejor.. - El chico agarraba con fuerza la escopeta que le había dado Zaina.. algo le decía que aquella sombra de la que hablaba Melhi no sería muy amistosa. En cuanto al nombre del otro chico, Robert lo desconocía por completo, por lo que decidió escuchar qué decían el resto de compañeros.

Se llama John.

Vaya memoria de pez.

Zaina saltaba de un pie a otro nerviosa, quería que todo acabase, que por fín aquel pueblo se viese libre del embrujo y que no tuviese que tener miedo cuando estaba con sus amigos. Además estaba preocupada por Kolda y quería ir cuanto antes a la casa del niño. ¡papeles!¡papeles! Zaina no sabía nada de eso pero incluso ella se daba cuenta de que John era un nombre muy muy común. Hay muchos Johnes...deberíamos ver si en el hospi hay algún niño y sí no irnos a la casa.