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Nunca sigas a las Hadas... 2: El Sendero Rojo

Escena de Kate

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12/10/2018, 14:48
Robert

Mientras corría acercándose a la cabaña e intentando no pensar en el miedo que tenía, a Kate la alcanzaron por detrás. Era Robert, que había salido del árbol tras ella. La agarró de una mano y tiró de ella, no tanto como para hacerle daño pero sí para frenar un poco su carrera.

¡Espera, Kate! —dijo el niño—. ¿A dónde vas tú sola? ¡Es peligroso, tenemos que volver con los demás!

Robert no había querido dejar que Kate se aislara de todos... pero tampoco sabía muy bien qué hacer ahora. No podía arrastrar a la niña de vuelta al árbol, y por la expresión que tenía no iba a ser fácil convencerla de que volviese por su cuenta. Pero lo que no estaba dispuesto a hacer era dejar que se perdiese como John y Ander.

Notas de juego

- DESDE CAPITULO V -

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16/10/2018, 15:48
Kate

Da un pequeño grito cuando Robert la atrapa. Pero se va calmando poco a poco al darse cuenta de que es él. Recupera el aliento porque ha corrido mucho y sus pulmones se están comportando un poco raro. Bueno, de la misma forma que actúan cuando hace mucho ejercicio.

-No puedo, Robert. Esa voz no deja de hablarme, de decirme que estamos en peligro. Y Siobhan se está comportando de una forma muy rara y gritando mucho. Quiero saber qué pasa. Quiero irme ya a casa.

Nota que está a punto de llorar de nuevo. No le está gustando ese lugar.

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16/10/2018, 18:16
Kolda

Justo en ese momento, Kolda alcanzó volando a los dos chiquillos.

¿Qué estáis haciendo? —preguntó alarmada—. ¡Kate, si te vas tu sola te perderás y será más difícil que consigamos salir de aquí!

Jadeó un par de veces, ansiosa, y luego volvió a hablar.

Esa cabaña es peligrosa —dijo—. Es idéntica al lugar donde Zaina, Jess y Siobhan casi murieron el año pasado. ¿Por qué tienes ese empeño en entrar? ¿Crees que allí encontrarás refugio?

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16/10/2018, 18:19
Narrador

Justo después de que Kolda dijera aquello, Kate volvió a escuchar aquella vocecita distante. Pero esta vez sonaba más tenue, como si estuviera terriblemente cansada, o a punto de dormirse.

Háblale... de los baúles...

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18/10/2018, 13:44
Kate

Las lágrimas se le escapan y comienza a sollozar.

-La... la voz... se está... apagando. Me... me ha di...cho que te hable... de los baúles.

Intenta controlar el llanto, pero no puede. Siente que va a llegar tarde para salvar a ese hada encerrada en el baúl. No van a poder salvarla si todo continúa así. ¿Y si es la última pieza que falta para poder salir de ese lugar? ¿Y si por ser egoístas han hecho que una de las hadas buenas muera?

-Te... tenemos... que salvarla.

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18/10/2018, 17:01
Kolda

Robert no parecía tener ni idea de a qué se refería Kate, pero en cuanto la niña dijo aquella frase, los ojos de Kolda se abrieron de par en par.

¿Cómo... cómo sabes...?

Miró hacia la cabaña y tragó saliva.

Está bien —dijo—. Vamos. Pero hay que darse mucha prisa y tener muchísimo cuidado...

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18/10/2018, 17:04
Narrador

La cabaña estaba muy cerca, en un claro aparentemente tranquilo del bosque. Tenía una puerta principal, que parecía cerrada, y una ventana. La chimenea era de piedra y estaba en el flanco izquierdo. No podían ver la parte de atrás desde donde estaban.

Robert se colocó al lado de Kate, esperando para ver qué decidía hacer ella. Tenía miedo, pero no iba a dejarla sola.

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18/10/2018, 17:12
Kate

La cabaña está tan cerca y parece tan... peligrosa. No por su aspecto, si no por todo lo que han dicho de ella. ¿Y si no consiguen salir de ahí? Pero tienen que rescatar al hada encerrada. No pueden dejar a alguien atrapado en ese mundo sin que después eso repercuta en como se siente. Coge la mano Robert para darse fuerzas y comienza a caminar hacia la cabaña.

-Quizá... primero deberíamos mirar la parte de atrás...

No quiere que haya una sorpresa desagradable esperando.

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19/10/2018, 17:00
Robert

Robert dio un pequeño respingo cuando Kate le cogió de la mano. Ya se la había cogido varias veces... pero aún no se acostumbraba. Era una niña, después de todo...

Vale... tú guías —dijo.

Y frunció el ceño en una expresión de alerta, preparando la espada para enfrentarse a lo que fuera que pudiera intentar sorprenderles.

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19/10/2018, 17:02
Narrador

Poco a poco y con mucho cuidado, los dos pequeños y Kolda fueron rodeando la cabaña a cierta distancia y sin salir de la seguridad de los arbustos. Según describían un círculo alrededor de la casa, fueron viendo que en uno de sus flancos había una especie de estante con herramientas bastante sucias y herrumbrosas. También había un soporte para curtir pieles, y algunas colgadas en perchas clavadas a los troncos que servían de muros.

Por fin, llegaron hasta un punto en el que pudieron ver la parte trasera. No había nada especial, salvo dos ventanas más. Ambas estaban cerradas.

En ese momento, algo se movió entre los arbustos, cerca de ellos y Robert instintivamente alzó la espada y se puso delante de Kate.

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19/10/2018, 17:05
Kolda

Kolda también se había dado cuenta del movimiento, y voló hasta colocarse junto a los niños.

¡Cuidado! —advirtió—. Hay algo ahí...

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22/10/2018, 16:00
Kate

Aunque lo de las pieles le parece un poco escalofriante, considera que de momento todo es normal. No parece que la cabaña entrañe ningún peligro, salvo por todas esas herramientas que hay. Nunca se sabe para que se pueden utilizar. Por su cabeza pasan miles de usos y ninguno de ellos es bueno. Un pequeño escalofrío le recorre la espalda, pero intenta ignorarlo. Y entonces, es cuando ven algo que se mueve. Se tensa y observa en la dirección en la que han visto el origen de sus nuevos temores.

La cosa no pinta bien, pero tienen que salvar a ese hada.

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28/10/2018, 20:05
Hombrecillo gris

En el momento en que miraron al arbusto, lo vieron. Era una cosa gris, y sin duda, viva. No podían distinguirlo bien entre las hojas, pero entonces salió. Y Kate sintió un escalofrío que la recorrió de pies a cabeza.

Era un ser bajo y rechoncho, con las piernas cortas y curvadas. Tenía manos pequeñas de tres dedos, pero lo más horrible era su rostro, donde dos ojos enormes como huevos de color negro brillante les miraban.

¡Glax! ¡Xlba flagharl!

Dijo algo en una voz gutural, pero ni de lejos entendieron lo que quería decir. Era un idioma incomprensible.

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28/10/2018, 20:07
Robert

Robert se había quedado petrificado al ver aparecer a aquel... ser. Tragó saliva, mientras lo miraba con terror. Pero en cuanto dio otro paso hacia ellos, el chico se colocó de un salto delante de Kate y Kolda.

¡Quieto ahí! —gritó—. No te acerques a nosotros...

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28/10/2018, 20:08
Kolda

Kolda batió las alas con rapidez. Y se llevó una mano a la boca, horrorizada.

¡Oh, no! —exclamó—. ¡Es otra de esas cosas! ¡Hay más!

Voló para colocarse delante de Kate, junto a Robert.

¡Cuidado! ¡Creo que salen de la mente de Ander y son hostiles! ¡Antes nos atacaron!

Hubo otro movimiento a la izquierda de donde estaban, entre los arbustos. Kolda negó con la cabeza, alarmada. Efectivamente, había más... y eso era un gran problema.

Tenemos que salir de aquí...

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01/11/2018, 14:31
Kate

Cuando ve aparecer a los aliens, da un gritito asustado. Eso le recuerda a una de esas pelis de extraterrestres que sus padres no le dejan ver, pero que sigue viendo igual cuando ellos no están. Bueno, no siempre... claro. Solo ha visto un par de ellas, pero estar en una no es que sea su sueño.

-¡La cabaña!

Incluso siendo peligrosa, le parece que es un lugar tan bueno como cualquier otro como para esconderse. Además, no pueden volver a donde están los demás. ¡Llevarían con ellos a los aliens!

-¡Podemos escondernos allí!

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05/11/2018, 18:43
Robert

Robert movió los ojos hacia la puerta de la cabaña, y tragó saliva. Estaba bastante lejos, y era arriesgado intentar esconderse ahí. No sólo porque según decían sus amigas, la cabaña era un peligro... si no porque si el monstruo gris les perseguía, se arriesgaban a que les diera alcance antes de llegar.

Movámonos despacio... despacio... —dijo, dando un par de pasos hacia la derecha y sin soltar la mano de Kate.

El hombrecillo gris les siguió con la cabeza, y abrió los brazos. Robert se paró en seco.

No nos va a dejar... Tendremos que correr —tragó saliva otra vez—. A la de tres. Una... dos...

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05/11/2018, 18:47
Hombrecillo gris

Efectivamente, mientras Robert contaba, ese ser extraño echó a correr hacia ellos. Sus piernecillas atrofiadas no le permitían moverse como un rayo... pero tampoco era lento. Podían enfrentarse a él o correr hacia la cabaña, pero fuera lo que fuera, tendrían que elegir rápido.

Notas de juego

Puedes escapar hacia la cabaña o puedes pelear. Si decides escapar, es prueba física y pongo la dificultad a continuación. Sólo tienes que indicarme cuántas tabas gastas (si es que quieres gastar alguna).

Si decides pelear, también es prueba física, pero en ese caso sería prueba enfrentada contra el Terror del bicho.

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08/11/2018, 00:54
Kate

Kate, que no se ve lo bastante fuerte como para vencer al hombrecillo gris, echa a correr hacia la cabaña sin esperar a que Robert se lo recuerde. Y no es que el hombrecillo sea lento, a pesar de sus patitas cortas y deformes. ¿Por qué correrá tanto? Ya podría ser lento, ¿no?

-¡Va-vamos Robert!

Tira de él tanto como puede, aunque tiene claro que la que tiene las de perder es ella.

Notas de juego

gasto... 2 tabas verdes.

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09/11/2018, 11:55
Narrador

Kate echó a correr tanto como pudo. Si en clase de gimnasia hubiera corrido siempre así, el profesor se hubiese sorprendido. Pero no es lo mismo correr en clase, que correr por tu vida.

A su lado, Robert corría también. La niña supo que si él hubiera querido, hubiese podido dejarla atrás sin dificultad, pero no lo hizo. Se mantuvo a su lado, entre ella y esa cosa gris, controlando todo el tiempo que no se acercase demasiado a ellos. Se le notaba muerto de miedo... pero aún así no se dejó llevar por él.

Kolda les abría camino, volando delante de ellos. Al final, no tuvieron que correr más que unos diez segundos, pero a Kate se le hicieron eternos. Cuando llegaron frente a la puerta, a Kate se le ocurrió la terrible posibilidad de que estuviera cerrada... pero no lo estaba. La manija giró con un chirrido y la puerta se abrió. Los tres entraron como una tromba y cerraron la puerta tras de sí. Esperaron que hubiera un golpe al llegar el alien... pero no se oyó nada. Todo se había quedado en silencio.

Miraron alrededor. La cabaña era una típica cabaña de cazador, con muebles toscos de madera, una chimenea de piedra y utensilios para atrapar animales y curtir después sus pieles. En un cuarto cercano, había una cama con aspecto de no haber sido usada en años. Pudieron distinguir unas escaleras que subían al piso de arriba, pero no veían más allá del rellano desde abajo...