Partida Rol por web

NY: El Agua en el Viento.

Capítulo 3: Ciudad que Nunca Duerme

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04/09/2007, 16:35
Michelle
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Todavía tiene el dedo señalando la puerta, mira confusa la puerta y a aquel hombre que da miedo. Asiente dócil. Siente que puede marcharse pero prefiere no hacerlo. Will se encargará de él. Hablará con él. Además, necesita a un rabino que juegue al ajedrez y aquel hombre alto seguro que lo hacía.

- Yo lo busco señor. Suele estar aquí. Pero estaba abajo. Estaba abajo. En la terraza. Pregunte a su casero. ¿Por qué lo quiere señor? ¿No me quiere a mí?

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04/09/2007, 16:58
Reverendo Mordecai
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Mordecai parece incómodo con la situación. Mira a un lado y otro del pasillo como si en realidad temiera la presencia del casero. Frunce el ceño. Te recuerda a un profesor de tu colegio.

-Oh, sí. El buen reverendo también te quiere a tí. Para ayudarte, sólo para ayudarte. ¿Crees que podrías acompañar al buen Mordecai a un lugar? Ya hablaremos con tu amigo en otra ocasión, ¿verdad?-

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06/09/2007, 00:14
Michelle
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Quizá es que se sienta intimidada. Quizá se deba a que no quiere volver a sentir ese anzuelo. No le gusta, le incomoda, pero todavía no lo entiende lo suficiente como para odiarlo. Quizá se deba a todo eso o es probable que prefiera que ese hombre se sienta confiado. En cualquier caso ella asiente con la cabeza. Lo mira calibrando la posibilidad de acercarse un poco más a él pero no queda convencida.

Cuando el reverendo comienza a andar ella le sigue a su lado.

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06/09/2007, 10:15
Reverendo Mordecai
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El reverendo reanuda su paseo por Nueva York, mirando con reprobación a las abundantes parejas gay de este barrio y a las amas de casa que, finalizada su labor, salen a tomar un vino con las amigas.

Parsimoniosamente, empieza a caminar hacia el oeste, mientras murmura preguntas a Michelle. -Dime niña, ¿quién es tu amigo? ¿A qué se dedica?-

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06/09/2007, 13:58
Michelle
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- Will es fotógrafo, señor. Hace fotos bonitas. - baja la mirada al hablar aparentando ser más modosa de lo que es. Tratando de disimular su vulgaridad.

No sabe por qué lo hace pero siente que las miradas de reprobación del reverendo se posarán sobre ella si adivina que no es más que una prostituta que una vez soñó con ser princesa.

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06/09/2007, 17:12
Reverendo Mordecai
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-¿Fotógrafo? ¿Periodista?- dice Mordecai, deteniéndose de repente con el rostro preocupado.

A vuestro alrededor la gente sigue haciendo los mayores esfuerzos para apartarse de vuestro camino. Habéis estado andando hasta cruzaros con la calle Hudson y la habéis estado siguiendo un poco hacia el norte, paralelos a los muelles.

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06/09/2007, 17:58
Michelle
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- No, no es periodista, señor. - dice caminando despreocupada junto al reverendo - Hace fotografías antiguas.

Instintivamente sigue esquivando a la gente. Se siente extraña cuando los atraviesa. Es difícil de explicar. Camina junto al hombre de negro mirando a los transeuntes. Permitiéndose fijar la mirada en ellos de un modo que antes le hubiera sido imposible.

- No conozco mucho esto. ¿A dónde vamos?

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07/09/2007, 11:49
Reverendo Mordecai
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-Al puerto. Quiero presentarte a un amigo.- responde el hombre como si le quitase importancia. -Alguien interesado en gente como tú... con problemas.-

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10/09/2007, 07:07
Michelle
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Se habían detenido. El reverendo parecía cansado. Era una larga caminata para un hombre de su edad.

Mordecai le da una respuesta al fantasma entrecerrando los ojos tratando de ubicarla pues no está ahora su imágen donde instantes antes había escuchado su voz. Algunas peronas que le ven hablando al vacío, con la mirada perdida, se apartan de su camino. Unos atribuyen el fenómeno a su edad, otros a sus rezos, pero curiosamente nadie piensa que está loco. Nadie en ese lugar.

A Michelle le cuesta mantener la atención y eso es un problema. Siempre lo fue. Ya entrando a los muelles, en aquel kiosko. Revistas de moda. Nuevas noticias. La vida sigue sin contar con ella. Un titular le llama la atención, casi se cree en él pero no es ella es otra.

El reverendo la ha encontrado con la vista y responde a su pregunta incómodo por el hecho de que ella no le preste la atención merecida.

Michelle se gira y junto a él emprende la marcha.

April. Sabe como ha podido sentirse. Y, peor aún. Sabe cómo se siente ahora.

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10/09/2007, 09:22
Reverendo Mordecai
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Por fin en el puerto, Mordecai parece más incómodo que nunca. Hay bastante movimiento por aquí, trabajadores de un lado a otro, muchos curiosos de paseo soñando con un pasado de desembarcos famosos trayendo a estrellas de cine londinenses, exploradores del ártico, nuestros chicos victoriosos de Europa.

El reverendo se acerca hasta una zona vallada. Es un área pequeña, que no tiene más que un edificio en el centro, de hormigón, sencillo, del tamaño de un garage donde apenas cabría algo más que un par de coches. Tu guía no deja de mirar a un lado u otro, pero sigue pasando gente y eso le paraliza. Finalmente te mira. -Querida, ¿crees que podrías crear una distracción en alguna parte para que tu amigo, el pobre Mordecai, entre sin ser visto allí? Las autoridades portuarias no ven con buenos ojos mis visitas a mi amigo.-

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10/09/2007, 15:28
Michelle
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Situada a su lado parece un pequeño mimo invisible que imita los gestos del reverendo. Contrariada, muy tiesa, con el ceño frucido mira a uno y a otro lado resoplando cada vez que parece que va a quedar la calle desierta y un nuevo grupo de personas vuelve a aparecer.

- ¿Una distracción? - pregunta más preocupada de cómo hacer eso que del motivo que podía haber originado semejante petición - Pero si yo, no... sólo usted puede verme, señor.

No hay gancho, no hay presión, tan sólo la ingenuidad de Michelle. Sonríe satisfecha.

- Sí, si que puedo. Sé cómo. Sí.

Cuando tiene un objetivo, un destino, es realmente inquietante para el ojo humano. No se mueve a velocidad normal sino como a pequeños saltos. Parece estar en una habitación negra iluminada por luz estroboscópica. Moviéndose a cámara lenta a toda velocidad. Ahora está junto al reverendo Mordecai ahora está al otro lado de la calle.

Se asoma al sillón del vehículo, la grua portapalés y trepa para alcanzar el asiento. Ha de estar caliente por el sol pero ella no lo siente. Sin embargo le sorprende ser consciente de que días antes habría atravesado el coche sin saber cómo subirse encima. Aprende deprisa, siempre lo hizo. Conducir, sí, ¿cómo?. No sabe ni por dónde empezar. Opta por limitarse a tocar la bocina. Eso bastará.

La primera vez mete la mano através del volante hasta el codo. Le hace cosquillas pero se siente frustrada por ello. Mira hacia las vallas, hacia el reverendo confiando en que no haya visto aquella maniobra. Vuelve a intentarlo, se concentra, como con el mando a distancia. Abre y cierra la mano un par de veces. Se frota las yemas de los dedos. Los siente. Presiona el claxon y se hunde haciendo que comience a sonar sin pausa. Se mantiene así inmóvil sin atreverse a hacer mucho más por miedo a perder la concentración. Espera que sea suficiente. Espera que el reverendo lo vea con buenos ojos.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10+7
Motivo: Tocar el pito XD
Dificultad: 8
Resultado: 4+7=11

Notas de juego

Supongo que uso el poder de Animar.

A ver si me aclaro. Creo que con un punto de esencia gano 1 de fuerza durante 5 segundos. 1 de fuerza es suficiente pero 5 segundos es poco. Mantendré la presión el tiempo que sea necesario. Supongo que unos 15 segundos que serán 3 de esencia. ¿funciona así?

Luego quizá tenga que hacer una tirada con la habilidad Spiritus + Percepción ya que es una tarea precisa y no de fuerza bruta. No sé cuánto tengo en Spiritus, no encuentro la habilidad así que hazme tú la tirada y así veo cómo funciona.

EDITO: Ya hago en este post la tirada. Me dijiste Destreza + Spiritus aunque en mis notas dice que se tiraría FV+Spiritus para fuerza bruta y Percepción + Spiritus para cosas más precisas. Revísalo si puedes para que lo cambie.

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10/09/2007, 17:00
Director
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Notas de juego

Tienes que tirar efectivamente, Spiritus + Destreza. Tienes 4 en Spíritus. ¿Ves esa habilidad llamada Cuiencias Ocultas (espíritus)? Fué un error. He revisado la hoja de pj en word qque hice originalmente y esa es tu habilidad en Spiritus.

El gasto de Esencia funciona como has dicho. La dificultad para algo así de simple es 8.

EDITO: cierto, es Percepción. Conservando la tirada, es un 12.

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12/09/2007, 12:29
Director
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El sonido de la bocina al principio sólo atrae miradas, pero su insistencia y la usencia de conductor pronto atrae a los curiosos y a un desesperado operario que se sube al vehículo y empieza a manipularlo y golpearlo en vano.

Mientras, Mordecai, de puntillas, salta la valla, no muy alta y se desliza hasta el barracón, abriendo una puerta sencilla inserta en la gran puerta pivotante que ocupa un lateral del sitio. Al parecer no tiene la llave echada o Mordecai la posee y la ha usado muy rápido.

Le sigues y te acercas hasta la pared, introduciendo, con cierto remilgo, la cabeza en ella. Traspasándola, te encuentras con una sala vacía, limpia de todo mueble u objeto que den una pista sobre su uso. Tan sólo hay una trampilla de buen tamaño en el centro, la cual está manipulando el reverendo.

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12/09/2007, 20:06
Michelle
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El anciano reverendo está gracioso saltando la valla. A Michelle no le parece de los que se esconden y le parece curioso verle moverse de puntillas. Cuando desaparece levanta la mano y la bocina deja de sonar. Es cansado. No mucho pero lo es.

A algunos metros de allí cuando entra en el barracón se aproxima despacio por la espalda al reverendo mientras juega nerviosa con sus manos. Espera a su lado a que pueda necesitarla de nuevo, pero espera sobretodo que él le diga que lo ha hecho bien. Sonríe nerviosa mientras se pellizca la yema de los dedos.

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13/09/2007, 09:14
Reverendo Mordecai
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Al abrirse la trampilla puedes ver, desde tu posición privilegiada, una escalerilla de metal, de escalones anchos y seguros. El propio túnel de bajada es amplio y cómodo, con espacio de sobra para el descenso. Desde aquí puede verse el suelo donde termina, no es una bajada muy larga, apenas cuatro metros. Además, el túnel al que da parece muy bien iluminado.

-¿Niña?- dice Mordecai, volviéndose y enfocando su mirada de nuevo para buscarte. -Sígueme.- parece impaciente y desciende sin más las escalerillas deteniéndose a mitad de camino para comprobar si le sigues.

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13/09/2007, 20:43
Michelle
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Hay cierta curiosidad e impaciencia. Michelle se asoma al agujero, las rodillas juntas, la cabeza ladeada. Finalmente, después de que el reverendo lo hiciese, ella le sigue. Cuando el hombre se gira, ella está detrás, con la mirada curiosa, como si esperase que él dijese algo más. Sin embargo parece querer únicamente comprobar que ella está allí. Sigue adelante y ella con él.

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14/09/2007, 08:11
Director
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El descenso acaba en un túnel que parece una alcantarilla ultramoderna. Casi cilíndrico, con las paredes pintadas de blanco o quizá crema y una hilera de fluorescentes tan brillantes que parecieran ir a estallar. El túnel empieza justo donde estáis vosotros y acaba apenas a una decena de metros más allá, en un vano sin puertas, cerrado solo por cortinillas de plástico como las de las entradas de camillas de los hospitales. Un cartel fluorescentes, con un hombre corriendo dibujado, indica que están en una salida de emergencia.

Mordecai avanza, ahora con menos conianza que antes. El silencio es absoluto. Él se acerca hasta la cortinilla, la aparta. -¿Jim?- dice. Y se queda helado. Al otro lado de la cortina hay una sala circular, pero no abovedada. La sala apenas tiene muebles, sólo unos estantes metálicos con algunos objetos encima, una camilla con ruedas vacía en mitad de la sala... y sangre, sangre en el suelo, creca de la entrada que estáis atravesando. La cantidad de viscosidad roja es tal que Michelle no tiene más remedio que reconocer que alguien ha sido desangrado. Salpicaduras por todas parte, no fue bonito lo que ocurrió aquí.

La sala tiene otra salida. Michelle imagina un reloj, han entrado entrando por las seis, la salida está a las 10, la sangre es como la marca del reloj. Mordecai, el segundero que empieza a desplazarse por el círculo, con su sonido monótono: joder.. joder... joder...

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14/09/2007, 09:03
Michelle
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Muchas veces en la vida la inercia te lleva a lugares que no habrías pisado jamás de haber puesto la atención en el camino. Michelle, muerta, sigue cometiendo los mismos errores. Y allí, escaleras abajo, comienza un descenso a los infiernos.

Jim

El fantasma se pregunta si será él. El mismo Jim. Tenía un plan para ella pero llegó tarde. Aquí ahora, un rastro de sangre que marca las siete menos diez. Holden está al llegar. Comienza a impacientarse, se lleva las uñas a la boca y se mordisquea la del pulgar mientras sigue a Mordecai que si ya le da miedo, más miedo le da quedarse ahí sóla.

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16/09/2007, 20:22
Reverendo Mordecai
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Al acercarse a la puerta entreabierta a la que se dirige el rastro de sangre, Mordecai intenta hacer el menor ruido posible. Se asoman, entreabriéndola. Se queda muy, muy quieto. Asoma un poco más la cabeza. Michelle está a punto de mirar por encima de su hombro cuando él se gira y al encontrársela a ella se sobresalta. -Ah. Yo... yo... creo que no hemos llegado en buen momento, querida. Creo que no, creo que no. Debería irme. Inmediatamente.- haciendo un futil gesto con el que intentase apartar a la joven difunta, encaró en dirección a la salida por la que habían accedido tan sólo hacía un momento, con grandes zancadas y los puños cerrados a ambos lados del cuerpo.

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16/09/2007, 21:38
Michelle
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Michelle trata de esquivarlo con poco éxito atravesando su brazo y su costado. Ve cómo se aleja. Asustado. Parecía tan serio y seguro cuando la atrapó que ahora le es difícil asumirle la misma persona.

Se muerde el labio y despacio, conteniendo la respiración asoma la cabeza hacia la sala a la que se encamina la sangre. Como un insecto a la luz. Saber qué hay que asuste a ese hombre que la asusta.