Partida Rol por web

 Una vez duchada y mas relajada, me recogi el pelo en una coleta alta, no quería que me molestase. Pase de volver a ponerme el mono pues no parecía que me fuera a poner la escafandra de nuevo así que me quede con mi camiseta de tirantes gris, mis vaqueros y mis botas.

Me miré al espejo pensando en que hacer, ahora estaba sola con Bill, ¿iriamos a su colonia, planeta o como se llamara? ¿volvería a la tierra?

 Resople un par de veces y salí del camarote en su busca

Te duchaste tan rápido que aún terminaste antes que él terminase, llegaste al camarote de al lado, ya se estaba vistiendo, esta vez con algo más de ropa, su cara no tenía muy buena pinta.

- Si quieres algo de comer o de beber dilo, a mi esto me ha quitado el apetito, de echo me acabo de vestir pero lo que me apetece es acostarme de nuevo… - se sentó en el borde de la cama rascándose el pelo

 ¿Era posible que un hombre estuviera mejor con ropa que sin ella? ... al parecer si.

 - Esto ... estoy bien, si necesitas algo puedo traertelo - dije acercandome. - Necesitas dormir, hazlo ... yo velo por tus sueños - acaricie su cara suavemente. Olía muy bien y aunque tenía ganas de acurrucarme a su lado, no era la mejor idea, al menos por el momento.

Se quedó sentado un rato, parecía que pensaba pero estaba como fuera, respiraba de forma lenta y profunda, a los segundos, al sentir tu mano en su rostro – Perdona… más que dormir estoy como… bueno, se me pasará – al fin y al cabo también le sabía mal por ti, acabó por levantarse – no, ya dormiré en unas horas que es cuando me toca

- Hay una sala que hace las funciones de comedor, vamos allí… - esperó a ver si te parecía bien y te condujo a una sala con una extraña mesa redonda

 Sabía que algo no iba bien. Era duro todo por lo que el estaba pasando, pero sentía que podía ayudarle y no estaba haciendolo. - Bill - me sentía mal conmigo misma, no sabía porque - ¿Quieres hablar de algo? - me puse junto a el - Puedes confiar en mi, si puedo hacer algo por ayudarte, creeme que lo haré ... solo confia en mi

Antes de sentarse abrió una especie de nevera o despensa de forma esférica que había al lado y sacó agua, un par de bandejas ya preparadas con diferentes cosas de colores, parecía algo así como mermelada, al menos en cuanto al aspecto, ya que cada una tenía un sabor distinto, la verdad es que pese a lo raro que era sabía bastante bien.

Entonces se sentó y tu lo hiciste a su lado – No sé, sólo es que me encuentro abatido… - acarició tu pelo con una mano – Gracias, lo haré, confiaré en ti

 - Es normal, en cuestión de horas ha pasado ... todo, muy rapido ... yo viajaba sola, no tengo la misma sensación que tu, pero tambien me encuentro perdida y ... aunque no tengo nadie que me espere en la tierra, temo que no voy a poder volver nunca -  mordí mi labio inferior - Pero ahora te tengo a ti - sonreí - y creeme, me voy a aferrar a ti como si fueras lo ultimo que tuviera - extendí la mano para coger la suya - Así que animate, que si no me voy a poner muy pesada y me volvere insoportable - le guiñe un ojo 

Le hiciste sonreír con tus palabras, miró tu mano y llevó su otra mano sobre la tuya, dejándola atrapada entre ellas, la acercó a sus labios y la besó – Gracias, de verdad… creo que hasta me ha vuelto un poco el apetito – y para demostrarlo comenzó a comer

- Es verdad, supongo que tenemos que cuidar el uno del otro, al menos hasta que lleguemos a mi planeta – pareció recordar algo - ¡Uy! Tengo que poner a la nave rumbo allí, una vez en marcha llegaremos en 5 o 6 días… cuando acabemos de comer lo hago

 Asentí. Que comiera me hizo sentir mejor. - Esto esta realmente delicioso - le dije sorprendida por la cantidad de sabores indescriptibles y nuevos para mi. Le mire y vi que sus labios tenían un pequeño rastro de comida ... mi boca se hizo agua al instante y me quede mirando sus labios como si fuera ... algo que deseaba con lujuria - Bill - murmure sin poder dejar de mirarlos 

- ¿Tu crees? Cuando lleves doscientos comidos me lo vuelves a decir – bromeó

Siguió a lo suyo sin percatarse del pequeño rastro de comida - ¿Si? – lo que no le pasó desapercibido fue como le mirabas los labios, él se quedó mirando los tuyos, quizás tus últimas cuando te besó antes lo contuvieron de besarte de nuevo

 Sin ser muy consciente o sin querer serlo, me incline sobre la mesa suavemente para pegar mis labios a los suyos y saborear ese pequeño rastro que se me antojo delicioso, pues sus labios le daban un sabor sublime. Me aleje lentamente mientras le miraba a los ojos - Nada ... - murmure respirando lentamente 

- Pues… eso para mi significa mucho… - dijo refiriéndose a tu superficial beso

Este gesto disipó sus temores, se inclinó sobre ti y le besó, un beso muy sentido y cariñoso mientras te acariciaba la nuca.

Al separarse – Me gustas, Jess, me gustas mucho… - lucía una bonita sonrisa

 Pum... Pum...

 Mi corazón volvía a latir con fuerza, iba a tener que agradecerle vivir mas años, porque mi sangre circulaba tan rápido que así no iba a tener un paro cardiaco en mi vida. Cuando me dijo que le gustaba ... vale, era lo mas parecido a un paro cardiaco, porque todo mi cuerpo dejo de funcionar, me quede como ... muerta durante dos segundos, sin respirar, sin moverme ... hasta que la realidad me azoto - ¿Ah? - ¿que le gustaba? - ¿De veras? - quizás ... quizas era una forma cariñosa en su colonia y no significaba lo mismo que en la mia ... 

Una sonrisa masculina se dibujó en sus labios – Si, eres adorable, me gustan tus besos, como eres… hasta el hierrito ese que tienes en la lengua – bromeó

Durante un instante se mordió el labio – de echo me gustaría que cuando llegásemos a mi planeta nos siguiésemos viendo… supongo que me he ganado unas buenas vacaciones después de esto

Y preguntó con precaución - ¿A ti te gustaría?

 - No pienso irme a otro lado si no es contigo cerca - asegure - Vengo de otra galaxia... no conozco ni la tuya, ni vuestras cosstumbres, ¿crees que te voy a dejar que te alejes mucho? - reí - Ya sabía yo que te iba a gustar, se llama piercing - reí - Da morbo - le guiñe un ojo y volví a besarle con suavidad aunque con algo de lujuria, su lengua me hacía temblar 

Sin duda tu respuesta fue de su agrado ya que notaste que se alegraba – Piercing – retitió – no sé, a mi me da curiosidad, pero tanto como morbo… -“ ¿quizás…? No, aparta esos pensamientos…” pensó

Respondió de buen agrado a tu beso – ummm cómo me beses más así… te voy a llevar a la habitación… - ¿Era broma? ¿Hablaba en serio?

Al finalizar de comer se levantó para recoger las bandejas y te dijo - ¿Ponemos rumbo a mi planeta? – Tampoco es que hubiesen muchas más opciones, pero al menos ahora él estaba mucho mejor

 - Claro - sonreí, aunque la idea de que me llevase a la habitación ... bueno, teniendo en cuenta que teniamos unos dias por delante ... a solas ... - no pienses en eso - me regañe a mi misma 

- Esto ... ¿cuanto dijiste que tardaríamos en llegar? - pregunte con desde imaginando la de horas que iba a pasar con el ... de nuevo me regañe mentalmente, ¿pero que me pasaba? ahora me comportaba como una cria pensando en el cuento de hadas que ibamos a vivir, ni que pudiera ser 

- ¿Cómo? ¿Qué no piense que? – lo que no se esperaba es que hablases contigo misma en voz alta…

- Cinco o seis días, lo sabré exactamente cuando tracemos el rumbo… - de nuevo te cogió de la mano, le había pillado el gusto a caminar por la nave de ese modo

Regresasteis de nuevo a la sala de control, y comenzó a teclear en una consola, en una pantalla Aparicio una especie de mapa tridimensional desde la nave a una esfera que debía de ser su planeta, Delta 3, en la pantalla parecieron 112 horas, levantó los hombros – Menos de lo esperado, no llega a 5 días. Pues… por el momento creo que ya está todo…

 - Menos de cinco dias ... - murmuré. Por un lado me alegraba, quería ver gente, ver su planeta, para ver si era el mismo que el mío ... pero ... ¿que pasaría cuando llegasemos allí? - Bill, cuando lleguemos allí ... yo no tengo dinero ... no ... no tengo nada allí, ¿como voy a valerme por mi misma? - lo que mas me preocupaba era tener que depender de otros o cargarles con mi presencia - ¿y si todo lo que se alli en tu planeta no me sirve? no tendré los mismos títulos que en la tierra ... allí tendré que empezar de cero - baje la mirada y apreté suavemente su mano

Hizo una mueca y se quedó pensando – No sé… puedes quedarte conmigo… además, si has venido en tu nave, algo has de saber, yo te ayudaré en lo que haga falta, no te preocupes – te frotó la espalda intentando reconfortarte

- Bueno, ¿Qué te apetece? ¿Gimnasio, jugar a alguna cosa, ummm quizás algo más divertido? – se rió tras ese último comentario