Partida Rol por web

- Vaya vaya, que interesante. - Pensó Ileana al escuchar las palabras de Darius. - El hojalata estaba guardando una gran sorpresa. 

Acto seguido el jefe del destacamento puso en duda sus afirmaciones, bastante infortunadas, por lo que Ileana no pudo mantenerse en silencio y apoyo al minotauro en su argumento. 

- Más os valdría dejarnos realizar nuestro cometido o tendréis otro problema con una bruja aquí mismo. - Intentó convencer a Brae a con su misma persona. - Id a perseguir ratones a otra parte. 

Darius estaba por responder a las bravatas de Braeca, cuando el minotauro, y la ninfa, se adelantaron muy "diplomáticamente". Si de algo estaba seguro, es que podía llegar a ser muy eficiente Morgguth, y hasta le sorprendió la forma de expresarse. Tal vez no sólo era él quien parecía ser algo que no era. O, al menos, no sólo eso.

-¿Qué sucede con la supuesta bruja? Tal vez podemos ayudar- dijo intentando bajar las emociones que parecían estar escalando rápidamente, mientras miraba primero a Braeca, y luego al anciano, por si les hacía algún gesto elocuente -Como bien dice nuestro compañero, Kyra es la enviada del Oráculo para atestiguar nuestro accionar, y ha sido tal y como el Oráculo encomendó: cazamos al jabalí, le dimos muerte, y lo ofrendamos. Ahora queda poder ver al Oráculo, y si antes un Jabalí gigante no pudo frenarnos...- dejó una leve pausa -...nada lo hará, porque obramos bajo la bendición del Oráculo y el Juramento de Paz-

Por las dudas, se preparó, ya que podía salir muy bien, o podía salir muy mal.

Quinn estaba harto de tanta ceremonia y obstáculos. Desde que Kirah apareció y les encomendó la misión del javalí todo parecía un chiste. Quería ver el oráculo ahora, si es que aquí estaba y nada iba a detenerlo.

No hacia falta agregar nada mas a lo que ya habían dicho sus compañeros, asi que se limito a pararse al lado de Darius cuando exclamó la exigencia. Si la oratoria del joven príncipe no era suficiente, Los mas de 2 mts del dracónido y la mole de Morggut seguramente haría que lo piensen 2 veces

Bracea parece enfurecerse bastante con las palabras que le suelta Morgguth hasta el punto que parece llevarse la mano a la espada  con clara intención de defender su honor e ignorando claramente el comentario de Clymenti que aprecia claramente que sí avanzase seguramente seria ensartada por el oficial.

---¡Cállate Ninfa!- espeta dice escupiendo las palabras a Ileana- Sí de verdad eres una bruja deberíamos atarte a un post  y quemarte viva para eliminar tu lacra, las de tú arte ya han hecho bastante mal a Thylea…

Las palabras quedan interrumpidas ante la intervención de Darius, este se ve superado en numero y parece  que vacila un poco pero finalmente parece darse por vencido y mira a Darius de mal talante.

---Deberías cuidar a tu animal porque no tendrá mucha suerte la próxima vez- dice refiriéndose claramente a Morggut- Muy bien ¿queréis atravesar el templo repleto de trampas y enemigos? Adelante, así cuando muráis  de manera patética  podrán ver como los Cinco no tienen ningún poder como  los Titanes Gemelos y sí sobrevivís….- veis como el soldado sonríe de manera siniestra- os tendréis que enfrentar a la ira del Señor de las Tormentas  por semejante afrenta…

Con este último comentario indica a sus soldados que le sigan saliendo de la sala (aunque no les escucháis salir del templo) dejándoos solos, ese momento que Clymenti aprovecha para acercarse al anciano, afortunadamente no necesita cura  solo está algo aturdido.

---Gracias por hacer frente a esos palurdos sectarios- dice el hombre sonriendo- Soy Proteus, acolito Supremo del templo, he de decir que os habéis ganado unos poderosos enemigos…

A continuación se gira hacia Kyrah

--- Pero me temo que que Bracea tiene razón, el templo es un lugar peligroso hay esbirros y trampas  por todas partes, así que debéis andaros con cuidado, sí de verdad quereis rescatar al Oraculo deberéis bajar a las cuevas donde habita, allí la tiene retenida Heleka, la bruja.

Darius no mostró ni seña de alivio ante la reducción de la tensión que allí se había generado, pero lo estaba, y mucho. No le gustaba tener que combatir por combatir, y mucho menos en un templo sagrado.

-Jefe Braeca, creo que es una sabia decisión la que ha tomado, ahora seguiremos hacia nuestro Destino- le hizo un intento de inclinación de cabeza, pero que fue usado para mirar al minotauro y dedicarle una mirada penetrante para que no reaccionara ante el insulto.

Una vez los soldados se retiraron, se acercó al viejo, mientras le decía a Morg.

-Me alegra que no hayas tenido que demostrar que lo destrozarías en combate, siempre es mejor elegir uno el campo de batalla, y no dejarse llevar por las emociones-

-Proteus, mucho gusto- le dijo ayudando si hacía falta, aunque Clymenti ya se había adelantado -Como dijimos, venimos por el Oráculo, así que nada nos detendrá hasta reunirnos con ella. Cuéntennos, ¿qué podemos encontrarnos más adelante? ¿Qué sucede con esa tal Heleka?-

aunque el lider de los soldados había evitado que me acercara al anciano, cuando se ve aquel maldito bastardo, me acerco al hombre anciano, el cual se presenta como Proteus y no parecía estar tan mal como pensaba, "Clymenti, ninfa de la brisa" me presento ante el hombre, y diciendo mi ascendencia Aurae, pero cuando empiezan hablar de los mostruos, me quedo un poco asustada, apenas había descansado de haberme enfrentado a esos seres de aire y de la paliza que me dieron, "Yo espero que podamos descansar, todavía sigo un poco dolida de cuando nos hemos enfrentado a esos seres de aire caliente"

Morgguth uso cada ápice de autocontrol en su cuerpo para no abalanzarse sobre aquel hombre en ese mismo instante pero quedó patente para todos los presentes que aquello no acabaría allí. Soltó un gruñido de desagrado ante el comentario del "príncipe", como si necesitase su aprobación para saber como comportarse. 

El minotauro guardó silencio esperando las explicaciones sin dejar de vigilar la puerta con la esperanza de que Braeca cambiase de idea y pudiese enseñarle educación. O, bueno, presentarle a su amado Sidon.

Ileana sonrió ante la amenaza del soldado, que despertó un sentimiento de orgullo al confirmar que sus semejantes eran capaz de hostigar las tierras en las que ahora se encontraban, quizás en un futuro buscase ese tipo de compañía para unirse a sus filas, pero ahora la curiosidad de aquella profecía le ataba a aquel grupo. 

- Son ellos los que se han ganado una poderosa enemiga, que quede claro. - Le respondió Ileana al humano caído con la frustración de que nadie iniciara una pelea sobre aquellos desechados humanos. - Yo también creo que debiéramos descansar un poco. Por lo menos para que os cambiárais las prendas inferiores, que si vamos a descender por espacios cerrados, no quiero oler esa peste todo el camino. 

​​​​​Al parecer dentro de aquel grupo el humano era el que más labia tenía y contrariamente a sus primeras impresiones, los otros dos monstruos estaban tan unidos a él como podrían estarlo a ella, lo cual la tranquilizó. 

---Me temo que no puedo contaros mucho, hubo un gran temblor  y preocupados  salimos todos al exterior con temor a que el templo se viniera abajo, cuando  nos dimos cuenta vimos que Versi no estaba entre nosotros, así que nos apresuramos a entrar a las cavernas donde reside ella y entonces la...la vimos una bruja del Mar- dice con gesto de disculpa a Ileana-  Era el ser más horripilante que hubiera visto, al parecer queria llevarsela ante su Padre pero me temo que fracasamos en protegerla así que solo pudimos huir...eramos quince acólitos...y solo quedamos cinco- dice con tristeza mirando al reducido grupo-Despues de esos en los siguientes dias los escuchamos...los aullidos de los acólitos de abajo, no hemos podido hacer nada salvo rezar por sus almas y que venga alguien a salvarnos....

El anciano tiembla incapaz de seguir a lo que Kyrah acalara un par de detalles.

---Versi es el nombre del Oráculo....y es una Ondina hija de Sydon- aclara la chica- Versi siempre ha estado del lado de la humanidad y apoyó a los Dragonlords en la guerra de hace 500 años, como consecuencia su padre no podia dañarla por el Juramento pero ahora que se está acabando....quizas pueda influir lo suficiente como para hacer algo al respeto, sí se la lleva no podremos obtener la  profecia que guiará vuestros pasos....y por tanto todo estará perdido...

---Sabemos que sigue abajo, creemos que la bruja todavia no tiene suficiente poder para doblegar al Oráculo pero me temo que no nos queda mucho tiempo, quizas un dia, su aura está muy debilitada así que sí de verdad quereis rescatarla no podeis hacerla esperar mucho como bien le decia a Bracea, sí necesitais un descanso deberá ser  corto.

Luego señala en dirección al interior del templo.

---Hay una puerta que conduce a  las cavernas, es la que está a la derecha nada más sales de aqui, no sé sí estará cerrada pero sé que hay una llevabe en las dependencias de los acólitos, es una puerta a la izquierda.- dice señalando ambas direcciones- Los peligros que hay a partir de aqui...los desconozco, lo siento.

Darius miró a sus compañeros y compañeras.

-Si alguien necesita descansar urgentemente, descansemos, pero si no es así, entonces avancemos- dijo con un tono apremiante -No podemos quedarnos sin la Oráculo y cada minuto que pase será... fatal.-

Había demasiado en riesgo como para perder tiempo, se lo notaba en su postura nerviosa, rara en él. Pero también tenían que estar fuertes, y esa duda le generaba incomodidad. El descanso sería reparador para Clymenti, era lo más probable.

-¿Tienen algún arma aquí?- preguntó mirando a Proteus, pensando en que necesitaría algo a distancia por si se presentaba otra situación como la anterior.

Quinn se sentó en el suelo con los pies cruzados y se llevo la mano a la cara.

-Estamos perdiendo demasiado tiempo en idas y venidas, me presenté aquí porque el Oráculo me dijo en sueños que seria el camino para salvar a mis padres, pero hace varias semanas que venimos dando vueltas y vueltas en cosas que no nos llevan a nada- El hartazgo del paladín era notorio y no tenía intenciones de ocultarlo.

-¿Es esto acaso un juego Kirah?- Le dirigió una mirada fulminante a la cronista-¿Que no nos has dicho de todo esto?. Parece que necesitan descansar así que tenemos tiempo de que nos cuentes todo lo que sabes. Ya te hemos tenido demasiada fe. Ahora necesito mas explicaciones si voy a tener que volver a arriesgar mi vida por algo que en este momento me va a ayudar a cumplir mi objetivo.

--- Hay algunas espadas ornamentadas en las dependencias  de los acólitos pero sin más para rituales, no os serán de mucha utilidad, aunque hay algunos objetos que guardamos en caso de emergencia que quizas sí sean útiles...- comienza a decir Proteus pero rápidamente calla cuando Quinn habla.

---¿Un juego?- susurra Kyrah ante las palabras de Quinn, sin duda parecia impresionada pero ahora podeis apreciar la ira en sus palabras, sin duda los comentarios de Quinn no le han sentado nada bien- Me he pasado desde que tengo memoria velando por el bien de Thylea, asegurandome de que ningun mal les acechara ¡¿y tú dices que estos "jugando?!  ¿Acaso importa de quien sea hija el Oraculo? Sí vas a tener que enfrentarte a los Titanes LOGICAMENTE vas a poner tú vida en peligro ¿acaso no eres un paladin de Pytor?¿ Acaso temes tú vida? Sí es así creo que te has equivocado de lugar y puedes irte sí quieres.

Todavia con los ojos echando chispas mira al resto del grupo.

---Os he dado la información necesaria  y creo que hasta este punto es una persona de fiar pero sí de verdad vais a dudar de mis palabras esta misión está condenada al fracaso, sí quereis podeis seguir y continuar y ver el destino que ni siquiera yo conozco o bien podeis largaros, es vuestra decisión.

Las palabras de aquel tipo religioso destruían la paciencia de Ileana con cada sílaba. 

- Sigue rezando, que os está yendo de maravilla. - Respondió al jefe de los acólitos. - Luego podéis probar a hacer algo útil. 

Para su sorpresa, el paladín enfureció a la profetisa y aunque alabó el coraje del dracónido, no le gustaba que hubiera una trifulca seria entre los miembros del grupo, pues aunque ella misma pinchaba a sus compañeros, le gustaba parar cuando estaba a punto de llegar al límite de sus compañeros. 

- Relajaos los dos, parece que el cansancio se ha apoderado de nosotros y estamos diciendo cosas de las que luego nos arrepentiremos. - Dijo para su propia sorpresa al dracónido y a la sacerdotisa. - Luego acabemos este asunto y salgamos de aquí antes de que estas pareces me purifiquen completamente. 

Esperaba que nadie hiciera comentario alguno sobre su búsqueda de apaciguar al grupo o lo fulminaria para seguir manteniendo su fama de maquiavelica. 

Morgguth se giró hacia el revuelo una vez se cercioró de que los sidonitas no iban a volver. No terminaba de entender muy bien el estallido de Quinn pero supuso que las diversas complicaciones que estaban teniendo lugar lo habían motivado. - Tranquilizate Quinn, salvaremos a tus padres y sabes que Kyrah no tiene la culpa de este retraso, no es justo que lo pagues con ella. - le intentó tranquilizar el minotauro mientras se sentaba en el suelo recostado contra una columna. - Será mejor que nos tomemos un descanso, Clymenti está herida desde el encuentro con esos seres que hemos tenido en la puerta. Proteus, ¿Sería posible que mientras descansamos un poco alguno de los acolitos vayan a buscar esos objetos y esa llave? Así ahorraremos tiempo y lo tendremos todo preparado para salir. - dijo el minotauro. - También sería bueno que alguno de vosotros nos acompañe ahí abajo, conocéis las cavernas y sabréis el camino, necesitamos un guía para ir directos a donde está el oráculo. 

Había conseguido que hicieramos una pausa para descansar, lo cual era bueno, por lo que me dejo caer, todavía tenía el cuerpo molido y necesitaba un descanso, por lo que cierro los ojos, intentando tener un sueño reparador, pero mi mente no se había quedado quieta y seguía escuchando lo que decía mis compañeros, lo de la bruja daba miedo y si le sumamos lo que parecía que la poetisa iba ocultando información, yo no sabía si era cierto, ya que apenas la conocía, ni sabía si podía fiarme del todo de este grupo, aunque hayan mostrado ser buenas personas, por lo menos la mayoría, por lo que decido quedarme al margen del asunto, "voy a echar una cabezada, cuando tengamos que marchar despertarme" les digo a mis compañeros, antes de descansar.

La mujer parece relajarse un apicice ante las palabras de Morgguth e Ileana aunque por sus ojos sigue echando chispas.

---Podeis descansar aqui, es la zona segura del complejo- dice Proteus algo incómodo por la situación vivida hace apenas unos segundos- no es mucho  pero es lo que tenemos de momento aunque sí es por la heridas yo podria curaros un poco...-  ofrece el anciano al escuchar vuestros comentarios, aunque a la pregunta de lo de traer la llave los acólitos palidecen y se ponen a temblar mientras niegan con la cabeza- Lo siento,señor, pero mis acólitos estan demasiado aterrorizados como para internarse en lo que una vez llamaron hogar....no somos guerreros.... pero sí es muy imperativo yo...yo...puedo intentar ir...he vivido lo mio ya y la perdida de un anciano no creo que se vea muy afectada...

Darius no se metió en la discusión, porque no parecía más que de cansancio y nervios acumulados. Por suerte el minotauro mostró una postura muy interesante, y hasta la dríada, que hasta ese momento se había mostrado muy ácida en sus comentarios, puso paños fríos.

-Proteus, sería de mucha ayuda para nosotros que nos guiaras, ya que no conocemos el camino- dijo poniéndole una mano sobre el hombro -Una vez en el combate, quédate atrás, que ya habrás hecho tu parte-

Podría haberles dicho muchas cosas a los acólitos, pero consideró que no valía la pena.

-Quinn, descansa amigo, nos esperan muchos combates más y necesitaremos tu escudo y espada- le dijo con una leve sonrisa -No dejemos que los conflictos entre Dioses y Titanes nuble nuestro entendimiento-

Ahora quedaba esperar a esos objetos de "emergencia", a ver si algo les servía allí abajo. Se iba a sacar el cinto de armas, pero realmente no necesitaba descansar. Decidió amenizar un poco el descanso, con una suave melodía que alguna vez compuso para su mujer cuando ésta llevaba a su hijo en su interior. El volumen era bajo, como si apenas rozara las cuerdas, una leve caricia.

Quinn largó un gran suspiro que por un momento pareció un vendaval, luego se apoyó contra una pared y sacó de su mochila una vieja espada partida, envuelta en un trapo rojo.

Pareció perderse mirando la espada hasta que una melodía empezó a salir de su voz. Una letra que hablaba de un reencuentro y una redención inundó la sala acompañada con una melodiosa voz, muy distinta al hablar áspero cotidiano de Quinn. La estrofa duró poco y luego Quinn cerró los ojos. como si estuviera meditando, limpiando su mente, al cabo de un par de minutos, habló.

-Esto me recuerda Estoria, hace tiempo ya. Mi primer trabajo como capitán de patrulla. Un grupo de bandidos se habían acuartelado en una mansión, mataron a sus dueños y se la apropiaron. Me enviaron a aplicar justicia, a mi y a 7 buenos soldados. Nunca imaginamos que el grupo iba a ser una banda completa. 50 bandidos nos rodearon en el atrio-Una risa áspera sonó fuerte- Hay darius, no se que tropas has comandado, pero te aseguro que nunca has visto una falange tan perfecta como la de ese dia. Ningúno de mis hombres cayó, todos codo a codo, sin separar sus escudos ni lo más mínimo. Ningún virote paso, y poco a poco fuimos derrotando al grupo hasta que se dieron a la fuga. No es común ver tanta serenidad en un hombre en una situación tan desalentadora-Quinn hizo una pausa, se escuchó a si mismo-. Esa noche las cervezas corrieron por mi cuenta, todas heladas, por supuesto- Y les guiño un ojo al capitán y al minotauro a quienes ya había hecho probar esa delicia

pese a estar descansando, todavía escuchaba las palabras de mis compañeros, los cuales estaban hablando de su pasado, yo no tenía mucho que contar, así que me quedo dormida mientras hago descansar a mi cuerpo para cuando tengamos que partir. 

Ileana frunció el ceño ante las palabras de su anfitrión que, por supuesto, ninguna buena ayuda les iba a prestar. Cada contacto con humanos le dejaba más y más claro que eran una raza inútil que no podía valerse por si misma, pero pese a que ese pensamiento luchaba por escaparse de su boca, les ahorró a los presentes aquella obviedad.

El momento de descanso sólo le serviría para recordar sus penurias, así que intentó permanecer activa y alerta mientras los demás descansaban, cosa que puede que aún les inquietara más, pero debía arriesgarse.

- Descansad cuanto podáis, yo me mantendré en guardia por si algo pasara. - Dijo en voz alta sin ningún destinatario en particular, previendo que los humanos pudieran volver tras haber reflexionado.

Ileana nunca le había dicho a nadie que difícilmente descansaba en presencia de humanos o entre muros artificiales, pero no quería incordiar al resto del grupo con aquella información innecesaria. Paseó por el primer piso de aquel lugar observando todo lo que a su alrededor había, deseosa de entender un poco mejor por qué los humanos se dedicaban a destruir todo lo que alcanzaba sus manos para luego erigir templos en los que pedir por una vida mejor y supervivencia, siendo ellos mismos los que causaban todo lo contrario a los que no eran semejantes a ellos.