Partida Rol por web

Darius sintió un ardor profundo en las heridas, seguido de un escozor muy intenso. Abrió los ojos del mismo dolor que sintió, como un ahogado que logra meter aire en sus pulmones. Al hacerlo, también esbozó un gruñido de dolor, y se llevó las manos a las ropas ensangrentadas.

Se tocó las heridas, y éstas estaban cerradas. Les dolía, pero no sangraban.

-Gra... gracias- dijo con la boca seca, buscando con la mirada al jabalí, mientras se agudizaba de nuevo su percepción embotada.

El dracónido lo sostenía y lo ayudó a levantarse. Le dolía todo el cuerpo.

-¿Está muerto? Les agradezco... profundamente- dijo sincero el príncipe mirando a los demás.

Parecía que el combate había terminado, y estaban todos bien. O casi todos. Miró hacia la espesura, buscando a la trovadora. Pero no tenía aún fuerza como para elevar la voz, y se apoyó contra un árbol, respirando, de a poco, cada vez más profundamente.

Los ataques del grupo habían debilitado al enorme jabalí pero aún tenía ganas de dar guerra. Agopis cargó haciéndole un par de profundos cortes y dejó al animal a punto de caramelo. Sin desaprovechar la oportunidad que le dieron el minotauro alzó el alfajon sobre la cabeza y lanzó un tajo que cruzó la cara de su enemigo. La muerte le rondaba, podía olerlo, y Morgguth clavó la mirada en los ojos de aquel animal viendo como luchaba desesperado para seguir luchando más allá de las pocas fuerzas que le quedaban. Trastabilló y le fallaron las patas un momento antes de morder el polvo. 

Estaba demasiado furioso como para asustarse por las palabras del animal. Resoplaba intentando calmarse y, cuando el animal por fin cayó, lo empujó con un pie para rodar el cadáver sobre su espalda y lanzó un mugido triunfal que resonó por todo el bosque dejando escapar así los últimos retazos de adrenalina que le quedaban. Menudo combate, hacía días que no encontraba un rival digno. - dijo girandose y dirigiéndose a sus compañeros. - ¿Como te encuentras principio? - preguntó acercándose y dándole unas palmadas en la espalda. - ¿Sabéis dónde se han metido Khyra y el otro explorador? No los he visto desde que apareció el jabalí y ahora es cuando necesitamos los conocimientos de la trovadora. - comentó de pasada. 

----Estamos aqui- escuchais a lo lejos entre los árboles, al instante se asoma la trovadora, tiene la ropa sucia de tierra y tambien de sangre pero ilesa al parecer- La mujer se acerca  a vosotros y contempla los restos del enemigo- lo habeis conseguido, me alegra de ver que ninguno a caido en combate, al final no hemos podido ayudaros, tuvimos que retirar el cuerpo de...nuestro compañero, tendremos que hacerle un entierro adecuado tambien a él...

Darius se incorporó, a medida que sentía cómo sus fuerzas iban retornando. Se acercó a Taneias, y le puso una mano en el hombro.

-Contaremos su historia, no morirá su nombre aquí- le dijo apretando levemente su hombro.

Luego se acercó a Kyrah.

-Me alegra saber que están bien, ahora necesitamos saber cómo hacer el ritual- dijo cada más repuesto, y se podía escuchar en su voz -Morg, ¿me ayudas?- le dijo -Aquí habrá suficiente madera como para crear una pira digna de él y su labor aquí-

Él mismo buscaría leña para crear su pira funeraria. Se lo merecía. Si él no estaba como Javon, era porque lo habían salvado, y por eso había que rendirle homenaje a los que no habían tenido tal suerte.

-Eres imponente en el combate, me alegra tenerte entre nosotros- le dijo al minotauro una vez estuvo más cerca suyo.

La sonrisa del minotauro languidecio un poco ante la aparición del otro explorador. El príncipe encontró las palabras que el no sabía como decir. - Honraremos su muerte festejando la vida. - dijo antes de ponerse a ayudar a Darius a cortar leña para una pira funeraria.

- A mi me vendría bien que alguien me recordase los dioses. Viejos y nuevos. Si tenemos que decidir a quien hacer el sacrificio sería bueno saber como podemos ofrecerles o que sería una afrenta atroz. - dijo sin dejar de trabajar esperando que, al menos Khyra, arrojasen luz sobre ese asunto. 

---Necesitaremos dos piras, una para el el sacrificio y otra para el caido, ademas que necesitaremos  dos monedas de oro para el Barquero quizas en la guarida encontremos algunas de los cuerpos,aunque no no sé sí lo vereis bien, hay gente que considera que saquear cadaveres es un crimen- dice encogiendo los hombros- Yo pienso mientras que no sea una tumba y les ofrezcamos una sepultura digna  no habrá problema,pero mejor andarse con cuidado...

Tras este comentario se gira para contemplar al grupo entero.

---En cuanto a los Dioses o Titanes...existieron muchos en la antiguedad pero ya solo quedan nueve , cuatro Titanes y cinco Dioses, empezaré con los primeros- dice la mujer mientras trata de limpiarse la túnica aunque sin mucho éxito- La primera de todos es Thylea, conocida como la Madre de Todos, se dice que es la tierra misma, la naturaleza, se dice que es una Titan generosa y vivificante aunque nadie la ha visto nunca, de hecho, ella junto con su esposo ,Kentamane, no participaron en la guerra contra las razas de Thylea, suele representarse con un árbol dorado.

---Kentamane es considerado, y con razón, el más poderos de todos los Titanes, pero no actua directamente puesto que se dedica a velar por su esposa, Thylea, alrededor de todo el continente hay misteriosos pilares que salen de la tierra, se dice que son una de las inumerables manos de este Titan...

---Por último estan los titanes gemelos, Sydon y Lutheria, son adorados individualmente, Sydon es el señor de las tormentas y mares, es muy celoso y vengativo y mucha gente teme su ira y se le ofrece continuos sacrificios para aplacar su ira, por otro lado está su hermana Lutheria, es la Señora de los Muertos y de los Sueños, es raro sus cultos hacia ella pero se hace algun sacrificio en su honor durante las fiestas por que así lo exige Sydon...se dice que es la madre de las razas ferricas de Thylea y suele favorecerlas...

---Despues estan los Dioses o los Cinco,ayudaron a los Dragonlords en la Primera Guerra, su religión es la más extendida en la actualidad, se saben que caminan entre los humanos pero que no actuan direcamente en los asuntos mortales. La más grande de  todos es Mytros, Señora del Amanecer, es venerada y respetada puesto que sacrificó su existenca durante la Primera Guerra por proteger la ciudad que lleva su nombre, es la única queno camina entre mortales y sigue observandonos desde los cielos.

---Volkan es el Dios forjador y fue esposo de Mytros, es reverenciado por enanos, artesanos y magos, hay algunos rumores que cuentas que durante el sosticio de invierno Volkan viaja por toda Thylea repartiendo regalos a los niños buenos, Pythor es su hijo y fue uno de los Dioses que luchó más activamente contra los Gitanos y Centauros durante la primera guerra como Dios de la Batalla, actualmente es el rey de Estoria y tiene fama de ser mujeriego y haber engendrado numerosos hijos e hijas.

---Por último estan Vallus y Kyrah, la primera es la mayor de los hijos de Volkan y Mytros y se dice que su sabiduria rivaliza con los Titanes y actualmente es la reina de Mytros donde trata de ostentar el legado de su madre; Kyrah, cuyo nombre llevo con orgullo, es una diosa cuya voz es la más hermosa que se haya escuchado jamas, tambien es precoz y rápida, no hay muchos santuarios en su honor pero es ampliamente adorada por los bardos como musa.

Tras este torrente de respiración, saca su odre y toma un trago de agua.

---y esos son  las deidades, personalemnte  teneis libertad de elección pese a que la Orden de Sydon exige que se sacrifique  al titan, podeis hacerlo u otra Deidad e incluso no hacerselo a nadie así que meditarlo bien mientras preparamos la pira...

-Dur'en Norok (maldita bestia), Dur'en zoor (maldita profecía)-Quinn no repitió en común esa frase, pero su tono de voz hacia notar fácilmente que no era algo alegre, por ultimo, miro al cielo y gritó-¿Zu'u Bahlaan?(¿ya soy digno?).

-Terminemos con esto de una vez, y escuchemos al Oráculo a ver que tiene para decir sobre esta profecía, que su capricho ya ha costado una vida inocente, y por poco no acaba con la de Darius también-Quinn estaba furioso, esto de probar la dignidad le parecía un capricho de niños, después de todo, ella era el oráculo, ¿no se supone que lo sabe todo?, que necesidad de que tengamos que probar lo que ya sabe.

-Ofrezcamoslo a Pythor. Él es el dios de la batalla y fue en batalla que el animal ha caído. Me parece adecuado-Mientras pronunciaba esas palabras, acompañaba a Morggut a buscar madera. Brandy, si puedes entra con Teneias y Kyra a ver si encuentras algo de valor en la caverna.

El minotauro escuchaba atento las palabras de la poetisa sin dejar de trabajar. De vez en cuando agitaba la cabeza como si quisiese aclararse o no estuviese de acuerdo con algo, con la mención de Pythor dejo escapar incluso un gruñido. Era mucha información nueva para él que solo conocía al dios de las tormentas al que aplacaban cuando estaban en alta mar. Había tantos dioses que no sabía cual iba a ser la mejor opción, todas podían tener su interpretación y no debían elegir a la ligera la forma en la que iban a conseguir su visita al oráculo.

La idea del paladín le resultó algo obvia, pero no terminó de gustarle. - Yo creo que deberíamos ofrecérselo a los nueve. - dijo mirando al draconiano y luego a Kyrah como preguntando si se podía hacer eso. - Si lo que ha dicho el jabalí es cierto, algo va a surgir de las profundidades y acabar con toda la vida en la tierra y ellos están vivos. Deberían dejar sus problemas de lado y empezar a colaborar si quieren que el barco siga a flote. - explicó el porqué de sus palabras. - Bueno, eso o podríamos sacrificarlo a nosotros. Al fin y al cabo hemos acabado con él y la profecía habla de nosotros, nos lo merecemos. - añadió encogiendose de hombros. 

Darius escuchó con atención las palabras de Quinn, pero no mencionó nada. Luego, cuando Morgguth opinó finalmente, decidió tomar palabra nuevamente.

-Si Sydon lo creó, no se lo ofrendaría justamente a él. A mí no me gustaría que un hijo mío me fuera entregado, muerto, como ofrenda. Creo que mayor ira generaría- dijo con una mueca de disgusto -No, no es una opción- hizo una pequeña pausa -Thylea creo que sería una muy buena opción, si quisiéramos que participe de esto a nuestro favor, ya que entre ella y su marido, bien podrían decantar la balanza a nuestro lado. Lo que no me parece muy adecuado es por su anterior neutralidad- siguió pensativo, mientras terminaba de dejar unas ramas en el claro donde comenzaba a amontonarse una buena cantidad -Mi ascendencia me diría que fuera sacrificado en nombre de Mytros, de allí viene mi nombre, pero sin estar presente entre nosotros, tal vez tenga menos injerencia en lo que se avecina, ¿no creen?- miró a Kyrah -¿O sabes algo en relación a su influencia aún en este lugar?-

Realmente le parecía la mejor opción, pero algo no lo dejaba estar seguro.

-Ciertamente Pythor me parece una buena opción, dado que su.. ámbito, se podría decir, podría ayudar en lo que se viene- miró a Quinn -Aunque creo que si se llegara a un conflicto, él estaría en primera línea y no creo que haga falta ninguna ofrenda para que lo haga, ¿no te parece?-

-Vallus me parece la mejor opción- dijo más asertivamente -Es la más sabia de los Cinco, y es la Reina de Mytros, de cuya destrucción habla la Profecía. Necesitamos sabiduría y conocimiento para afrontar estos tiempos oscuros. Tenemos que hacer que hablen los Dioses, que se impliquen, y creo que alguien sabio nos sería de mayor utilidad en este momento.-

Y esa era su opinión. Ni siquiera quiso tocar el tema de una ofrenda a ellos mismos. Morg tal vez no había prestado atención, o no le importaba realmente, pero una cosa así podía llegar a generar más problemas que otra cosa.

---No funciona así un sacrificio,los dioses no lo aceptaran, es más, quizas incluso lo consideren un insulto, es como si por tus logros te diesen un barco pero solo te dan un pedazo y al resto le dan otro como recompensa...- comenta negando la cabeza-Los Dioses y Titanes son caprichosos y no les gusta compartir las cosas, pero nunca se sabe...y dudo mucho que quieran unirse más que nada porque unos quieren destruir la humanidad y sus razas y otros quieren protegerlas...

---Y no, el jabalí no es un hijo de Sydon, es un simple jabalí que ha sido corrompido por el Titan para castigar a la humanidad, ahora que el Juramento se está debilitando les permite tener poco a poco influencia para actuar y comenzar a causar estragos...- dice ante los comentarios  de Darius y luego medita un poco ante la pregunta- Bueno, todos tienen influencia en todas partes así que no creo que influya mucho...

Morgguth escuchó las palabras de Darius y Kyrah cambiando su peso de un pie a otro, incómodo. No le convencían los argumentos que le daban. El nunca había sido muy religioso, no veía el porqué. Los dioses, ni los titanes, habían hecho nada por él. - Entiendo que eso sería lo más conveniente. Pero no creo que sea lo mejor. Yo lo sacrificaría a nadie, o a nosotros. - dijo mirando a Darius y Quinn. - Entiendo porque Quinn quiere sacrificarlo a su dios pero yo no tengo ningún motivo para sacrificarles nada. Ninguno de ellos ha hecho nada por mi. ¿A caso han hecho algo por ti Darius? Además de borrar a tu familia, digo. - sus palabras para el bardo fueron duras, incluso él se dio cuenta. Lo siento, me he pasado. - dijo levantando una pezuña, con sinceridad. - Somos nosotros los que hemos luchado hasta casi dar la vida. ¿Habéis visto a algún dios aquí? ¿Hombro con hombro con nosotros? Sacrificarles esta criatura sería entregarles nuestro esfuerzo, como si todo lo que hemos hecho o vamos a hacer sea por ellos. - dijo mientras se iba encendiendo a medida que argumentaba. - Y no es así, esto que vamos a hacer lo hacemos por la gente. Por los pescadores, campesinos, taberneros... Esas son las vidas por las que tenemos que luchar.  

-Tienes razón Morggut, es por la gente por quién vamos a luchar. Todos estamos de acuerdo de eso. Seremos la voz y la espada de los indefensos, pero eso no es lo que esta en juego con este sacrificio. Con esta ofrenda buscamos apoyo, aliados, porque es probable que solos no podamos triunfar.  A decir verdad casi cualquier Dios es una buena opción, pero creo que el enfoque de Darius es el adecuado, Vallus es la mejor opción. Su sabiduría será necesaria en este momento-.

Quinn ignoró el comentario de Darius sobre Pythor, y desistió de ofrecerle el jabalí. Por mucho que le doliera, sabía que el dios no respondería y que tampoco lucharia directamente en lo que se avecinaba. Quinn entendió, que hasta que el completará su destino, la única participación de Pythor seria s través del filo de su espada

Después de haber viajado durante mucho tiempo por aquellas tierras tus pasos te habían llevado hasta las tierras del sur, en la frontera de las conocidas como Tierras del Corazón y el Bosque Antiguo, una vez allí escuchaste como un terrible jabalí estaba arrasando la región y estaban buscando un grupo para detenerlo, durante tu camino  te topaste con un grupo de esos cuyo miembro estaba herido así que no dudaste en curarle de inmediato; el grupo quedó bastante impresionado con tus artes divinos y te pidieron que te unieras para acabar con la amenaza cosa que aceptaste.

Después de eso vino el enfrentamiento con el monstruo con nefasto final, los ataques no le afectaban y por alguna razón solo los tuyos y los de la otra ninfa, una bruja, parecían hacerle daño aunque no fue suficiente y sentiste como el animal te partida en dos, fue raro pues sentiste un dolor atroz y luego oscuridad….

Después de eso solo escuchaste una voz…

….pobre necia …pensabas que podías derrotarme….ahora sufrirás por toda la eternidad….

Después de eso , recuerdas sentirte atrapada en una sala de piedra, lejos de tu amado cielo y sin posibilidad de salir…pero eso no era lo peor, puesto que las paredes se estrechaban  cada vez más y por mucha fuerza que hicieras era incapaz  de detener su avance hasta que finalmente rompía tus huesos hasta machacarte por completo entre horribles dolores para “revivir” y que volviera a empezar el ciclo….

No sabes cuanto tiempo estuviste así, sufriendo una muerte detrás de otra sin variar un ápice, lo peor de todo  era que sabias como iba a acabar todo, la espera desde que te rompía el primer hueso hasta aplastarte la cabeza podías pasar horas, estabas desesperada habías rezado a Mytros pidiéndole ayuda pero la Diosa no te había respondido.

….Despierta…..

Esas fueron las primeras palabras que escuchaste desde tu encierro, estabas atrapada por las paredes y esperabas tratando de aguantar el dolor  a que las paredes te aplastaran la cabeza y descansar un poco, ya notabas como la presión de las paredes en tu cabeza se hacia más fuerte.

…no estas muerta Clymenti…..despierta

Y por primera vez vistes como la roca aparecía una raja de la cual aparecía una luz brillante que te cegaba.

….tienes que despertar…venga Clymenti….despierta

La grieta se extendía cada vez más al mismo tiempo que la presión de tu cabeza aumentaba, no pudiste evitar lo gritaste, sí aquello era un engaño era incluso más cruel que los anteriores….

………………¡¡¡DESPIERTA!!!!!!!!!!!!………………….

Y abriste los ojos, frente a ti había una mujer humana de singular belleza, llevaba una túnica blanca manchada de barro y sangre y sus cabellos estaban recogidos por una corona de laureles dorada, parecía cansada pero lo disimulaba con una sonrisa.

---Estas bien, cuanto me alegro, pensaba que te perdía ¿puedes hablar? ¿Y levantarte? Soy Kyrah, la poeta, estaba explorando la cueva cuando vi vuestros cuerpos, estabais seriamente heridas pero he sido capaz de curaros a tu compañera y a ti- dice señalando a tu lado, ahí estaba Ileana, la bruja ninfa, era otra de los integrantes del grupo, la verdad es que te había tratado muy bien desde el primer momento y te había protegido de algunos peligros, aunque era un poco brusca con los hombres ella decía que era porque muchos abusaban de las ninfas siempre que podían, así que debían protegerse unas a otras y desde entonces tú la habías protegido también e incluso haciéndole algún recado puesto que la mujer no era muy fuerte y muchas tareas domesticas le resultaban agotadoras; la mujer llamada Kyrah se levantó-  Descansad un poco, mis compañeros están terminado de sacrificar el jabalí y enseguida vendrán conmigo, ahora vengo- dicho esto, veis como asciende por la cuesta hacia lo que parece ser la salida de la cueva dejándoos solas.

Después de haber viajado durante mucho tiempo por aquellas tierras tus pasos te habían llevado hasta las tierras del sur, en la frontera de las conocidas como Tierras del Corazón y el Bosque Antiguo, una vez allí escuchaste como un terrible jabalí estaba arrasando la región y estaban buscando un grupo para detenerlo, durante tu estancia en la posada que había en la encrucijada unos guerreros trataron de “abusar” de ti así que, con siniestro placer, le distes una lección quemando la cara a uno de ellos, espantados se apresuraron a disculparse y pedirte que te unieras al grupo para derrotar a terrible enemigo, cosa que aceptaste gustosa dispuesto a manipular a esos hombres hasta el límite antes de tirarlos cual ramas caídas cuando no fueran de utilidad.

Durante el camino os topasteis con una ninfa, no perteneciente a los árboles como tú, sino de los cielos, que se unió debido a sus poderes curativos, fue en ese momento cuando vistes un posible “sirviente potencial”, así que la asumiste bajo tu rama y con el argumento de que debían protegerse unas a otras conseguiste que hiciera casi todo lo que quisieras argumentando que no eras muy fuerte, y durante esos días te sirvió de mil maravillas, simplemente tenias que mantenerla alejada del grupo que empezaba a darse cuenta de como la estabas manipulando.

Después de eso vino el enfrentamiento con el monstruo con nefasto final, los ataques no le afectaban y por alguna razón solo los tuyos y los de la otra ninfa, la clériga, parecían hacerle daño aunque no fue suficiente y sentiste como el animal te partida en dos, fue raro pues sentiste un dolor atroz y luego oscuridad….

Después de eso solo escuchaste una voz…

….pobre necia …pensabas que podías derrotarme….ahora sufrirás por toda la eternidad….

Después de eso , recuerdas sentirte atrapada en la oscuridad y luego poco a poco veías como el suelo se ponía rojo y se calentaba hasta el punto que te quemaba, no podías agarrarte a nada puesto que el lugar parecía infinito después del calor venían las llamas, el fuego tan temido por los de tu especie, sabias  manejarlo pero no era igual que lo usaras con precaución que te lo dirigieran contra ti… las llamas quemaban cada centímetro de tu piel mientras gritabas y te retorcías de dolor hasta desvanecerte…solo para darte cuenta que el ciclo volvía a empezar….

No sabes cuanto tiempo estuviste así, sufriendo una muerte detrás de otra sin variar un ápice, lo peor de todo  era que sabias como iba a acabar todo, la espera desde que aparecían las marcas rojas en el suelo hasta ser consumido por este, gritaste pidiendo ayuda a tú patrón infernal pero nunca recibiste respuesta,  aunque eras orgullosa no podías evitar gritar de dolor mientras te consumías.

….Despierta…..

Esas fueron las primeras palabras que escuchaste desde tu encierro, estabas consumiéndote  y apenas te quedaban fuerzas para moverte.

…no estas muerta Ileana…..despierta

Y por primera vez vistes como  una gota de lluvia caía sobre tú piel apagando una pequeña parte del fuego que te rodeaba

….tienes que despertar…venga Ileana….despierta

La lluvia aumentaba pero al mismo tiempo el fuego que quedaba ardía con más fuerza y  provocaba más dolor, no pudiste evitar lo y gritaste, sí aquello era un engaño era incluso más cruel que los anteriores….

………………¡¡¡DESPIERTA!!!!!!!!!!………………….

Y abriste los ojos, frente a ti había una mujer humana de singular belleza, llevaba una túnica blanca manchada de barro y sangre y sus cabellos estaban recogidos por una corona de laureles dorada, parecía cansada pero lo disimulaba con una sonrisa.

---Estas bien, cuanto me alegro, pensaba que te perdía ¿puedes hablar? ¿Y levantarte? Soy Kyrah, la poeta, estaba explorando la cueva cuando vi vuestros cuerpos, estabais seriamente heridas pero he sido capaz de curaros a tu compañera y a ti- dice señalando a tu lado, ahí estaba Clymenti, la clériga ninfa, mientras te recuperabas del aturdimiento la mujer se acercaba a ella y ponía la mano en su mejilla mientras esta brillaba, al cabo de unos segundos despertó bástate aturdida, tras comprobar que estaba bien, la mujer llamada Kyrah se levantó-  Descansad un poco, mis compañeros están terminado de sacrificar el jabalí y enseguida vendrán conmigo, ahora vengo- dicho esto, veis como asciende por la cuesta hacia lo que parece ser la salida de la cueva dejándoos solas.

Mientras hablabais, Kyrah se interna en la cueva del jabalí para explorarla puesto que ahora no habia peligro, cuando acabais de discutir veis que sale con aire serio y se acerca a vosotros.

---Creo que debeis elegir ya- dice acercandose al grupo- decirlo y luego seguidme, tengo algo importante que enseñaros.

no sabía donde estaba, pero aquel jabalí demoniaco había sido brutal, y en aquella cueva, solo tenía un sentimiento de debilidad y abandono, lejos de mi lugar, pero por suerte, no sabía quien era aquella mujer, pero me había salvado de aquel infierno, y aunque la mujer se iba, tenía ganas de lanzarme sobre ella y pedirle que no se fuera, tenía miedo y no quería estar sola, pero por suerte, reconozco a Ileana, no la conocía mucho, pero si era por lo menos un rostro conocido, la cual esta cerca, también herida como yo, por lo que me acerco a ella como puedo, "Ileana, ¿esta bien?"

Ileana no era consciente de cuantos días habían transcurrido desde su última consciencia y sólo reconocía a una de las personas de la estancia.

- Estoy bien Clymenti, de hecho, mejor que nunca. - Mintió.

Sentía que la vida le había vuelto a invadir y en su mente pasaban las images de lo que había sufrido últimamente. Con más determinación que nunca, quería hacer lamentar a aquella bestia no haber acabado con su vida cuando tuvo la oportunidad.

- Deberíamos empezar por salir de aquí. - Dijo con un renovado entusiasmo. - Nuestra debilidad nos hizo sucumbir a una pesadilla y eso, no puede repetirse.

No quería que su compañera viera las debilidad, de la que había hecho gala durante su cautiverio, en sus ojos así que siguió los pasos de su salvadora.

Darius no había dicho nada ante el comentario del minotauro. Se había apretado la mandíbula, pero no había cerrado los puños como lo habría hecho. Le habían enseñado a ocultar sus sentimientos en momentos importantes, y ese era uno. Esa misma familia que había desaparecido.

De todas formas, tampoco estaba seguro de si habían sido los Dioses. Bien podrían haber sido los Titanes. Realmente no le importaba en ese momento, sólo quería recuperarlos.

-Quinn tiene razón, necesitamos aliados- dijo luego de suspirar levemente -Y los Dioses lo serán, porque de nosotros dependen para lo que se avecina-

Era una alianza forzosa, pero era una alianza.

-Lucharemos por ellos, por nosotros, y por los Dioses, así que nos verán, eso te lo aseguro- dijo con una leve sonrisa -No podrías pasar desapercibido para ellos, y pronto nos ayudarán, ya verás-