Partida Rol por web

-El apetito de los medianos también es algo legendario, por si no lo sabía usted -no me esfuerzo por ocultar mi orgullo de mediano herido y agito mi dedo delante de él-. Será racista...

Quinn miró al mediano levantado una ceja.

-Lo siento Brandy, nunca había escuchado leyendas sobre su apetito. Quizás entonces nos quede corto el Jabalí para todos, mejor lo acompañamos con unas papas- Luego escucho a Brandy seguir hablando y rió cuando se refirió al grupo como “bichos raros”, despues de todo, tenía razón. Es cierto que el mediano era un poco irreverente, pero Quinn siempre odio que lo reverenciaran, así que esa actitud le causaba gracia.

-Quinn, así es, he sido educado para ello y hasta he dirigido enfrentamientos- le dijo con soltura -Coincido en que la mejor manera sería tener un líder a la hora del combate, y estaré gustoso de llevarnos hacia la victoria-

-Kosas Er-Kinvok ahst grah Darius (entonces serás nuestro líder en batalla Darius), Entonces serás nuestro líder en batalla Darius. Un líder sabio parece, si es verdad que estás dispuesto a escuchar las sugerencias de tus aliados. - ¿De verdad estaba aceptando que el “príncipe juglar” sea su capitán? Quinn se sentía mitad aliviado y mitad preocupado por esa decisión, pero mañana en las practicas vería si el supuesto príncipe realmente tiene madera de capitán, o seria el propio Quinn quien tomara ese papel. - Es buena idea que practiquemos mañana, para no llevarnos sorpresas luego. Por mi parte puedo contarles que fui soldado, toda mi vida, criado en hogar de soldado y miembro del ejercito de Estoria. Pero luego, cuando todo estaba dado para que me una a los hoplitas, una chispa divina encendió mi corazón y me mostro un nuevo camino.

-Prefiero el ajedrez de dragón, que hace mucho que no juego a las cartas, pero estaré gustoso frente a una pequeña sorpresa- y le guiñó un ojo.

-Lo siento Darius, yo no he traído mi ajedrez-Bromeó el dracónido, luego hizo una seña al tabernero, y pidió una botella de vino. -No voy a acompañarlos en su juego, si no les molesta solo me quedaré a mirar. Los aam fasnu (sírvanse sin miedo) Pueden servirse si desean-dijo apoyando la botella en la mesa luego de servir su vaso. -Vamos a compartir muchas cosas si de verdad somos los elegidos. Y en cuanto a eso, es cierto que sería bueno escuchar que clase de ritual debemos hacer. Yo estaba más preocupado por cómo vamos a hacer para incapacitar un jabalí gigante sin matarlo, pero nunca está de más la información.

Esto está cada vez mejor. La mayoría se apunta a una partida pero antes hay algo más que debemos escuchar acerca de cómo matar al bicho. Como si no fuera bastante con tener que cazar a un animal que, en condiciones normales, ya es enorme para un mediano...

Como sea, el supuesto príncipe cantarín se postula como líder del grupo o, como lo veo yo, hacia quien mirarán todos los ojos si las cosas se ponen feas o si algo sale fatalmente mal. En ese caso, quizá la centaura cuasimuda sea útil.

-Debo advertir que evidentemente no puedo correr a la misma velocidad que mis estimados compañeros. Llegado el caso de que haya que huir de forma abrupta, lo siento mucho señora mía, pero me pienso subir a tu grupa. Ya tendremos tiempo de pleitear después o de llegar a un acuerdo provechoso para ambos. Porque imagino que no será del agrado de un centauro cargar a nadie, pero a grandes males... -intento mirar lo mínimo posible a la centaura mientras hablo. Si no miro, quizá duela menos el guantazo que se avecina-. Dicho esto, escuchemos entonces las instrucciones de ese ritual y pongámonos manos a la obra -miro a Darius-. Confío, caballero, en que será usted consciente de que el ser quien lidere este... escuadrón, por llamarlo de alguna manera, no significa obediencia. ¿No estás de acuerdo, mi cornudo amigo? -pregunto mirando a Morgguth-. Y por todas las coles de Grande Boffard de Cotomayor, ¿jugamos de una vez?

El minotauro rechazo el vino con un gesto de la mano. - ¡A quién tengo que aporrear para que me traigan un buen tazón de leche! - exclamó mirando al posadero quien rápidamente se puso a ello.

Todo barco necesita un capitán, pequeño. - dijo Morgguth con tono casi paternal a Brandy. - Hay una diferencia entre tener un capitán y jurar servicio. El primero te da la libertad de dejar de hacerlo y el segundo te convierte en un exclavo. - continuó dando un sorbo a su jarra antes de dejarla en la mesa y reclinarse estirandose cómodamente. - Mañana veremos que sabe hacer nuestro príncipe. - dijo guiñando un ojo al joven humano recuperando su sonrisa.

Si vamos a tener que sacrificar el jabalí a uno de los Cinco, deberíamos llevar también algo que sacrificar a los titates para evitar la ira de Sydon. - dijo el minotauro haciendo un gesto para alejar el mal de ojo.

Mientras bebia Agopis sonreia y reia dando grandes golpes con sus patas al suelo que retumbaban,tras el comentario de el mediano puede que sea por el alcohol,solo poniendo mi mano en su hombro

Descuida Realmente no me molesta que lo hagas,es mas si la cosa se pone en ese plan seguramente te suba encima quieras o no,a un que si lo intentara Morgguth ya eso si seria otra cosa JAJAJA,tras la risa le di una pequeña palmada sin demasiada fuerza

Con franqueza nunca he sido demasiado conocedora de rituales,les dejare a los intelectuales eleguir a que dios tributar

---Bueno, Lo del tema del rito no teneis que preocuparos, tengo conocimientos sobre ello como agente del Oráculo- os tranquiliza la muchacha mientras el posadero comienza a traer las bebidas que habeis pedido, sirve cervezas, leche y una copa de vino que deja a la poeta-La decisión de a quien debeis sacrificarlo es cosa vuestra, hay diversas opiniones, la orden de los Cinco exige que se sacrifique a uno de los 5 dioses, la Orden Sydon dice que puesto que el creador es Sydon pues deberia volver a él, los de Lutheria lo mismo,es una decisión dificil que puede traer consecuencias, pero podeis hacer lo que querais, desde sacrificarlos a Thylea o cualquiera de los otros titanes, los cinco e incluso no "ofrecerselo" a nadie.

La chica se encoje de hombros mientras deja que sus palabras calen y saca una baraja de cartas.

---Eso se los dejo a los que maten el jabalí, podeis consultarlo con la almohada esta noche, ahora a jugar- dice mientras comienza a repartir las cartas.

La conversación se iba volviendo más distendida y el minotauro estaba relajado y bromeando como si se conociesen desde siempre. - Los minotauros nunca huimos, cargamos hacia atrás. - dijo riendo ante el comentario del centauro. - Además, seguro que podría ganarte una carrera. - añadió brabucon mientras miraba las cartas que la mujer iba repartiendo.

Menudas cartas poetisa... ¿Seguro que el oráculo no te ha enseñado a adivinar las que nos van a tocar no? - dijo Morgguth llevándose una mano al hocico para ocultar su sonrisa. - Veamos quién paga la primera ronda camaradas...

Quinn se recosto sobre el respaldo de su silla y se relajó mientras veia a sus compañeros jugar la partida. Trataba de no pensar ni en el oráculo, ni en el jabali, ni en nada de eso. Era momento de calmarse y dejar descansar la mente de tantas cosas que lo perturbaban.
Una sonrrisa comenzó a dibujarse en el rostro del Dracónido a medida que la calma llegaba, y el vino hacia efecto.

-Hmm, esta cerveza es buena, pero, ¿alguna vez probaron cerveza bien helada?. Les aseguro que cambiará su mundo- Quinn tomo un jarro y exhalo suavemente sobre el, hasta que el vidrio comenzó a escarcharse.-Listo, pruébenla ahora, y verán que no exagero.

El resto de la noche fue un sinfin de risas y bromas.
 

Darius se quedó pensativo mientras se repartían las cartas. ¿A qué Dios le ofrendarían al Jabalí? Tenían que decidirlo antes, pero no era momento. Aún no se conocían lo suficiente.

-Extraña propuesta- dijo el príncipe con una sonrisa, pero aceptando el ofrecimiento. Le dio un sorbo y agradeció haberlo hecho -¡Es muy bueno!- y sonrió tomando otro sorbo.

Tomó las cartas, y se acomodó en su silla.

Llegó la hora de hacerse con unas moneditas extra. Maese escamas nos ofrece un poco de cerveza helada. No puedo evita acordarme de la remesa de cerveza los Bulbogrueso, que salió tan mala,  que la única forma mortal de beberla era cuanto más fría mejor. No obstante, ¡es cerveza gratis!

-Veamos a qué sabe este brebaje

Pruebo un sorbo y devuelvo la jarra. No está nada mal, aunque si estuviéramos hechos para beber líquidos helados, habríamos nacido en el hielo. Donde esté una buena y espesa cerveza de trigo del tiempo...

-Ahora señoritas, si no les importa, juguemos con esa baraja tan cuca que doña Kyrah nos ofrece y que tantas alegrías espero que nos dé.

Me dispongo a poner mi mejor cara de poker y preparo las mejores de mis estrategias aprendidas en las calles de decenas de ciudades.

---Bueno, quizas me haya enseñado un par de trucos- responde Kyrah ante el comentario de Morgguth mientras le guiñaba un ojo complice- Pero os vais a arrepentir de haber decidido jugar conmigo ¡jijiji!

Entre risas y comentarios os embarcais en la partida y por un momento olvidais el motivo por el que estais allí,la partida está bastante reñida Morgguth parece ir en cabeza durante la mayor parte del juego seguido muy de cerca de Kyrah, la desgracia parece perseguir a Brandy que pese a su experiencia hace lo que puede para seguir el ritmo del juego con las penosas cartas que les ha tocado, finalmente tras una dura disputa Kyrah logra ponerse en cabeza quedando la primera, seguido del minotauro y luego de Agopis, tocandole pagar la ronda a Brandy. 

Despues de eso, todos os vais a dormir en vuestras habitaciones hasta que los primeros rayos asoman por la ventana, una neblina plateada es el único rastro que queda de la fria noche, tras haberos pertechado bien, os reuniis con Kyrah a las afueras de la posda, esta se encuentra allí inmaculada, junto con dos chicos jovenes armados con arcos.

---Buenos dias, espero que hayais descansado bien pues nos espera un dia duro- dice a modo de hola y señala a los dos jovenes- estos son nuestros dos ayudantes, Taneias y Javon, son cazadores que conocen la zona y nos ayudarán a localizar el jabalí

Apenas se despertó Quinn se acercó a la ventana y posó sus ojos dorados en el horizonte. Luego, vio que Kyrah estaba afuera, hablando con dos jóvenes, y se alistó para salir.

El día estaba hermoso, y Quinn estaba disfrutando de la fresca neblina humedeciendo sus escamas.

Kog su zeymahzins. (Buen día compañeros) Buen día- Dijo Quinn dirigiéndose a todos. - Thur ahks (señores guías)- Agregó con una pequeña reverencia de su cabeza dirigiéndose a los jóvenes compañeros de Kyrah.

Espero que todos hayan tenido una buena noche, incluso Brandy que tuvo que dormir con un gusto amargo en la garganta- Bromeó. - ¿Cuánto tiempo tenemos de viaje hacia el bosque donde se vio el jabalí?, ¿Dreh nu Lahvu-Grah (haremos los ejercicios de batalla ahora), Haremos las prácticas de lucha ahora, o durante el viaje? Necesito corroborar si el príncipe dirige hombres tan bien como canta. -Una sonrisa se esbozó en el rosto del dracónido que le guiñó un ojo a Darius.

¡Retortas! Esta vez me han vapuleado a base de bien. Parece que tras ese aspecto angelical hay una auténtica fiera de los suburbios. Hace falta mucha experiencia para zafarse de mis trucos en las cartas. Y de qué me sorprendo, después de todo, jugamos con su baraja. Esta chica empieza a gustarme. ¿Tendrá algún reparo en dejar que un mediano se meta bajo sus enaguas?

Después de un agradable y dorado despertar, con los ojos brillantes y un gran entusiasmo por la misión, me pongo en pie. La pasada noche, durante la partida, puse mi cerebro en funcionamiento y encontré un par de cosas que serían útiles llegado el momento. Quizá por tener la cabeza en otra parte no puse demasiada atención al juego. Aun así, bajo en busca de mis compañeros, pero antes de decirles nada hay que llenar el buche. Tras devorar ávidamente una de mis raciones de viaje -no conviene seguir vaciando mi bolsa-, espero a que estén todos mis compañeros listos para partir.

-Buenos días, Maese Quinn -respondo al dracónido-. No hay de qué lamentarse, con gusto perdería todas y cada una de mis partidas si con ello tengo la satisfactoria visión de doña Kyrah.

Le guiño el ojo a la moza y no espero respuesta por su parte. Soy un truhán, soy un señor.

-Bien compañeros -digo cuando al fin estemos todos juntos -, creo que debo ser sincero con vosotros si pretendemos el éxito en esta misión. Tengo ciertas... habilidades, que podría utilizar para intentar inmovilizar a la bestia y después será más sencillo reducirla para proceder al... - hago un grotesco sonido de gorrino en la matanza mientras degüello a una presa imaginaria- ¿Qué les parece? Obviamente, siempre necesitaremos varios planes por si falla este.

La suerte estaba de su parte en las cartas, normal dado la temporadita que llevaba de secano. Morgguth disfrutó mucho el rato que echaron, reía y bromeaba con el mediano con cada mano perdida. Tan solo el momento en que llegó la cuenta le quitó la sonrisa. Aquella mujer se había aprovechado de la situación y la buena fe de los presentes, no estaba bien.

Tras despedirse de los presentes, el minotauro subió a su cuarto dispuesto a dormir toda la noche del tirón.

Al alba, Morgguth bajo a desayunar con todo preparado para marcharse de allí. Estaba sentado en la barra bebiendo algo de leche acompañada de una buena hogaza de pan cuando el mediano bajó las escaleras. - ¿Que tal la noche Brandy? Espero que la ligereza de tu bolsa no te haya quitado el sueño, el amanecer siempre trae el dorado consigo. - dijo guiñando un ojo mientras se levantaba para salir al exterior acompañando al mediano.

El minotauro saludo con la cabeza a los presentes y su rostro volvió a reflejar momentáneamente la desaprobación al mirar a Kyrah. - Estoy deseando veros en acción. - dijo haciendo referencia tanto al mediano como al draconido. - No se si disponemos del debido tiempo, quizá sea mejor hacerlo esta noche, antes de dormir. Así nos cansamos un poco. - bromeó riendo mientras calentaba los hombros por si al final decidían que lo harían ahora.

Darius se levantó tranquilo, ya que había tomado, pero no lo suficiente como para dejarlo fuera de combate. Por suerte, o habilidad, había salido hecho de la noche. No había perdido ni ganado, así que agradecía no haber sido el mediano. Al parecer, ese juego de cartas no era el de siempre, o el que había jugado alguna vez en alguna taberna, sino que era uno más bien basado en el engaño y la observación del contrincante. Claramente la poetisa les había sacado ventaja: ya fuese por habilidad, porque era su baraja, o porque era su juego, pero les había dado una paliza memorable.

Una vez desayunó, y ya estaba preparado física y mentalmente para la misión que les esperaba, se presentó junto a los demás. Llevaba una ropa fina, de muy buena manufactura, pero sobria y se la percibía cómoda. Llevaba un símbolo nobiliario en el pecho: una falcata corta, más fina que las comunes, con un anillo de plata en el pomo, sobre fondo verde y negro. Sus ropas estaban a juego, en tonalidades verdes y negras, muy bien combinadas y armonizadas. Se veía que tenía camino encima, que había vistos mejores tiempos, pero aún se podía percibir la calidad.

Tal vez alguno observador podría ver que llevaba una armadura debajo de las ropas, oculta pero funcional. En el cinto, una espada corta ancha, con una daga al otro costado. La lira colgaba de su cinto, con una correa de fino cuero, mientras que de su mochila colgaba una cuerda y se la notaba abultada.

-Taneias...- le extendió la mano, para tomarlo por el antebrazo -Javon... bienvenidos y espero que hagan un gran trabajo- los miró a los ojos, como si buscara en sus corazones -Dependemos de ustedes para llevar a cabo esta misión, y su participación no quedará soslayada por lo que vendrá-

Luego se encaró hacia los demás. Su tono, jovial y distendido por la noche, ahora era más marcial y educado. El dracónido podría identificar cierto entrenamiento en su postura y uso de la voz. Emanaba autoridad, pero una liviana, no opresiva como había podido identificar en la milicia.

-Quinn tiene razón, si queremos que esta misión llegue a buen puerto, debemos conocernos, saber cómo combatimos- miró a Kyrah -Sé que el tiempo apremia, pero mejor demorarnos un poco más, y vencer, que apurarnos y fallarle a los Dioses. Es más, un viejo sabio alguna vez me dijo: "Si te apuras, pierdes pureza, por la misma etimología de la palabra"- le guiñó un ojo a la poetisa -Creo que tenía un buen punto ese maestro-

Miró ahora a Brandy.

-¿De qué habilidades estás hablando?- preguntó -¿Magia? ¿De la Academia o natural?- y con una mirada amplia, abarcó al ecléctico grupo -¿Los demás? ¿Qué me pueden decir? Me gustaría con qué contamos para dirigirlos- detuvo su mirada un momento en Quinn, haciendo un gesto de disculpa -O que nos dirija Quinn, pero ambos necesitaremos saber qué herramientas tenemos para la labor que nos espera-

-Tengo la capacidad, mas no el deseo de dirigir hombres, y por tu forma de actuar veo que tu si tienes el deseo- Le dijo  a Darius.

Quinn desenvaino su espada y la presento así grupo. Su hoja era similar a la de un Xifos hoplita, pero el doble de larga, y con un patrón veteado en distintos tonos, producto de la forma de forjar el acero. Su empuñadura también más larga permitía asir el arma con una o ambas manos, y terminaba en un pomo de plata con forma de cabeza de dragón, recordando el linaje del soldado. La guarda era de acero ennegrecido y de ambos lados se podía leer la inscripción “Dwiin Krah Ahkrim”, Acero, Frio, Coraje, en dracónico.

-Kos Kaal Rovak (soy un campeón sagrado), soy un soldado de Pythor. Entrenado en Estoria en mi juventud junto con los aspirantes a hoplitas, pero su bendición en mi madurez mi hizo cambiar de senda. No creo que sea casualidad que este aquí, tratando de encontrar al oráculo. Estoy seguro que detrás de mi presencia esta la voluntad de mi p…- Quinn hizo una pausa en seco -de mi patrón

-En fin, Como soldado bendito, no solo soy hábil con las armas, sino también dispongo de un pequeño repertorio de magia que potencias mis habilidades.

 Luego Quinn empezó a escrutar al grupo con la mirada. -Por lo que puedo ver de este grupo, puedo adivinar que Morgguth y yo lucharemos en la primera línea, mientras que Darius apoya un poco retrasado. Brandy es mejor que se quede al fondo, usando su magia desde una distancia segura y probablemente lo mejor para Agopis sea que aproveche su velocidad para entrar y salir del combate como un batidor.

Luego, el dracónido explico un ejercicio que solían utilizar en el entrenamiento para practicar la coordinación en la lucha de grupos pequeños y propuso dividir el grupo en 2 grupos enfrentados, uno a cargo de Darius y el otro liderado por él. Pidió a uno de los guías que se sume, para ser numero par a la hora de dividir los grupos y que el enfrentamiento sea parejo. Con esto podrían conocerse, tanto en capacidad de lucha, como en capacidad de liderazgo.

Con franqueza no cuento con demasiados trucos bajo la manga literalmente mas que lo que dijo el buen Draconido,soy relativamente rápida así que con franqueza con gusto ocupare el puesto de batidora golpeando y saliendo pero eso si Brandy,Darius si ven que las cosas se ponen algo difíciles no duden en saltar con gusto los atrapare para sacarlos de peligro de Necesitarlo

Espere al grupo tras entrenar un poco en las afueras de el puesto,busque algún árbol cercano y susurrándole unas palabras Le beg hiine aether vara ath all, aegis tel’quiet ent my companions(Ruego tu proteccion Madre de todos,protege a mi y a mis compañeros) tras esto me separe del árbol y me dirigí devuelta con mi grupo

Morgguth se sintió derrepente poco importante al lado de aquellos humanos. Uno decía ser un príncipe, el otro un guerrero divino. Incluso el mediano parecía poseer algún tipo de magia. Por eso se alegró al oír que la centauro era alguien sencillo. Como él.

Yo tampoco tengo ningún truco, tan sólo se defenderme. - dijo encogiendose de hombros. Al lado de príncipes y guerreros entrenados y elegidos por los dioses, el solo era un crio. Era grande, pero no tenía mucho más que eso. - Tengo algo de experiencia navegando, aunque no creo que nos sirva. Estamos lejos del mar. - añadió por rellenar algo más su breve presentación.

Luego se acercó a un árbol cercano y se hizo con una rama. Si iban a entrenar no iba a usar su arma, un mal golpe y podrían matarse. Desenvaino su arma, un espadon curvo viejo, deslustrado y ligeramente corroido por la sal del mar y lo clavó en el suelo, un tanto apartado para que nadie se hiciese daño. Luego cogió el garrote y se preparó para luchar.

---El Bosque donde fue visto el jabalí  se encuentra a unas cuentas horas de aqui, sí salimos ahora llegaremos pasado el mediodia- comenta la poeta mientras saludiais a los dos cazadores- En cuanto al tiempo,, podemos dedicar los dias que necesiteis, pero recordad que el tiempo no es nuestro aliado, el juramento de paz está perdiendo su poder, es por eso que los Titanes han podido mandar ese Jabalí corrompido,por otro lado, no creo que sea lo más sensato hacer las actividades en el lugar por el sencilla razón de que sí aparece el jabalí puede que os pille cansados, pero como os he dicho, podeis hacer lo que querais yo soy una mera  observadora en este conflicto

Darius asintió a la propuesta de Quinn, y escuchó las palabras de Kyrah.

-Una hora, no más que eso hará falta- dijo el príncipe -Mejor hacerlo ahora que luego... ya tendremos tiempo en el camino para conocernos más-

Tenía intención de mostrarse apto, pero tampoco utilizaría su máximo si deseaban ir a buscar al jabalí ese mismo día. Este entrenamiento hubiera sido más acorde la noche anterior, antes siquiera del festejo. Mala decisión.

Se acercó al minotauro, apoyándole la mano en la espalda.

-Me alegro tener a alguien que sepa manejar una nave o un bote, nunca se sabe cuándo se necesita- le dijo sonriendo -Saca algunas más para los demás- agregó antes de continuar -A la salida hay una explanada que nos servirá para el entrenamiento. Será corto, apenas para saber cómo nos manejamos. Podemos llevar ya todo lo que necesitemos así partimos ni bien tengamos un pequeño descanso.-

Separó a Quinn con Agopis y Brandy, mientras que Taneias se sumaba a Morgguth y él mismo. Tomó una de las ramas más flexibles y la hizo girar con soltura en su mano. Serviría.

-Amigo, tú serás la punta de flecha, y cargarás de frente, mientras que nosotros dos iremos justo detrás tuyo- explicó cuando hubieron llegado al descampado, con todo lo que necesitaban para partir, y ya separados en los dos grupos, con Kyrah y Javon como espectadores -Cuando llegues a la altura de Quinn, nosotros nos desplegaremos por los costados, inhabilitando al líder rápidamente. No rehuirá la pelea, es un campeón sagrado- y les guiñó un ojo.

Darius propuso tres enfrentamientos cortos, de máximo cinco minutos cada uno, para estar descansados para partir. No tenían que cansarse del todo.