Partida Rol por web

Kido ve como el mastodonte de hombre malherido se lanza hacia el y rapidamente saca su lanza para parar el golpe.

El hombre, tiende la mano escondida tras las ropas a la mujer para que salga del circulo de muerte. Pero en ese momento algo, quizás un palpito le dice que allí hay algo raro. 

Porque te han dejado dentro de este circulo. Que haces bañada en sangre. Contesta joven doncella. Y se rápida y veraz, pues hombres deshonestos nos interrumpirán en breve. 

Con la mano tendida, pero sin llegar a dársela, el viejo samuraí espera la respuesta de la joven, que aunque asustada y manchada de sangre, parece estar perfecta de salud. 

Y eso es algo, que no encaja con aquella sórdida visión. 

 El último golpe del hombretón es desesperado, tanto que el mismo empuje le lleva a ensartarse en la espada del samurai y de ahí al suelo muerto. Con un grito de determinación, los dos enemigos restantes avanzan a zancadas y embisten a Mariko y Kido.

-Uno de ellos es un hechicero- responde la muchacha -Tras matar a mi señora hizo, hizo esto. Y rezó algo. Dice que estaré maldita si me muevo de aquí...-

Mientras veo que se Acercan suelto mi Yumi y tomo mi yari para defenderme, Viendo COMo trataba de Asestarme un golpe hago mi esfuerzo por esquivarlo.

La habitación vacía. El guardia que no custodiaba la puerta, sino el pasillo. La falta de seguridad en un lugar donde solo había una mujer y trozos de cádaver. 

Había muchas cosas extrañas. Aquella mujer, aquella mujer tenia algo. 

Y si no era una mujer, y si era un demonio del Jigoku. Y si al darle la mano, ella salía y completaba el ritual. 

Había algo extraño. Muy extraño. No podía ser que uno de aquellos hombres fuera un hechicero, y que se fuera de aquella sala. Si el estaba allí debía haberse quedado con el ella, con el ritual, no se habría marchado. 

No. Allí había algo que no terminaba de entender. 

Medito un momento a ver si tenia una idea reveladora. 

¿Como dices que viste ese Hechicero?, si te ha maldecido, primero tendré que acabar con su vida. 

Apremio a la mujer al tiempo que retiraba el brazo, para ver como ella reaccionaba, y lo que le decía.

Kido respira hondo mientras de una forma milimetrada y fria detiene el ataque de su agresor mientras le mira fijamente a los ojos para intimidarlo y de un paso en falso.

El hechicero estaba con los demás samurai, pero debe estar en un dormitorio importante, le guardaban mucho respeto.- responde la chica, cada vez más tensa -¡Sacadme! ¡Matadle si debéis hacerlo primero!-

Chokei se estruja los sesos en el misterio, pero no logra recordad hechizo, cántico o plegaria alguna que se haga de esta manera. Sin duda la sangre infunde miedo superticioso y ha de purgarse con limpieza y rezos a quien con ella se mancha, máxime de esta manera, pero es por miedo a perder honor, no por ninguna hechicería... que él sepa.

El combate parecía empezar a resolverse pero aun venían mas, uno muy grande que había dejado a nuestro compañero KO, no podía perder un segundo el cuerpo a cuerpo con tal mole sería desventajoso debía de tumbarlo antes. Y tense mi arco para acertar en su cabeza. la flecha salió ahora solo tenia que impactar en el blanco...

Dando dos pasos atrás, el viejo samurai retiro la mano, y se dio a vuelta. Había muchas cosas extrañas en aquel lugar, muchas que poco tenían que ver con lo que él sospecho en un principio. No era un intento de secuestro, era un sacrificio. Y como sabían los atacantes que en aquel alejado lugar, iban a haber mujeres para dicho ritual. 

No, no encajaba nada. Así que saco su arma, y emprendió con cierta celeridad el paso hacia lo que sin duda, era un combate encarnizado un poco mas allá. 

Con suerte, podría dejar a algún tullido y averiguar que pasaba realmente antes de sacar la aquella extraña mujer solitaria, que sin duda, podía salir ella sola. 

Cuando giro la esquina vio que todo andaba bastante mal, una mole estaba en el suelo junto con uno de sus nobles compañeros, sin duda no habían podido evitar un combate en el pasillo, aunque hacerlo en la esquina les hubiera dado cierta ventaja táctica. Ahora poco importaba. 

Eran samurais, si tenían que morir, morirían, pero el no lo haría hasta averiguar la verdad. 

Kido con determinación tras parar el golpe intenta contraatacar, pero ve como pierde fierzas en su empuje en darle una estocada de muerte a su oponente.

Mariko, al sentirse herida y ver que sus compañeros llegan como refuerzo, da un paso atrás para dejarles espacio. Vencer era más importante que mantenerse firme.

El enemigo vestido de gris hace lo que puede por defenderse del ataque de Kido... pero no logra detenerlo, recibiendo un tajo en el brazo. En cuanto al vestido de negro, avanza para atacar a Mariko.

Mariko se defiende del ataque y logra detenerlo con habilidad.

El enemigo vestido de gris, tras ser herido, intenta atacar a Kido pero su débil golpe no parece deber preoupar al samurai...
 

Kido ve rapidamente el ataque de su oponente y lo para con facilidad, su frialdad ante el combate surte efecto.....