Partida Rol por web

Rapidamente entrais en el subsuelo ante la inminente llegada de la caballeria. Maiara baja con cuidado mientras Allan vuelve para instalar una mina junto al acceso. Sin tiempo para mucho mas Thomas ayuda a Wright a ocultar la entrada con la lona. Parece que el sistema de anclaje se basa en doblarla y pillarla con piedras, será mejor que la oscuridad haga el resto o el escondite durará muy poco.

Para cuando la lona oculta la vision de la calle los cascos de los caballos se oyen muy cerca y retumban en el tunel. Escuchais como se detienen, cuando no os han visto habran supuesto que estais escondidos detras del monticulo.

Durante unos segundos observais la lona esperando que alguien caiga o la levante y os descubran. Retrocedeis para vuestra seguridad hasta llegar a la esquina.
Tras girar a la izquierda (Oeste) veis el origen de la luz. Una pequeña lampara de aceite cuelga de una tuberia casi a la altura del techo. La luz ilumina una pequeña sala de tres metros de ancho por cuatro de largo. En un rincon hay una pila de cartones y sobre esta hay una persona. Parece un hombre, esta tumbado de espaldas a vosotros y mirando a la pared.

De la sala nacen tres pasillos, uno al frente que esta bloqueado por escombros y uno hacia cada lado (Norte y Sur). Estos dos pasillos son cortos, deben medir unos cinco metros y tienen dos puertas en cada pared, cuatro por pasillo. Calculais que dan acceso a habitaciones pequeñas. Las puertas son metalicas, aunque ya fueron forzadas en su dia y ahora simplemente estan abiertas.

En la esquina opuesta al hombre tumbado podeis ver una cantidad considerable de heces, seguramente suyas, en diferentes estados de descomposicion. No es lo mas desagradable que habeis olido pero no obstante es molesto.

Termino de ajustar las minas y retrocedo. Por lo menos si nos descubren y deciden pasar a tomar el té se irán calentitos a casa - sonrio para mí y rápidamente cojo mi mochila para volver con el resto. Observo la nueva estancia y a su inquilino. No parece haberse dado cuenta de nuestra presencia por lo que.. una de dos: o está loco, o esta muerto de miedo.

Me acerco con la pistola en la diestra pero oculta tras mi espalda y le toco el hombro con la mano izquierda, con cautela.

¿Hola? Hemos tenido un problema y necesitamos refugio.. tranquilo, no te molestaremos mucho por aquí...- comento echando un vistazo a los pasillos del fondo y hago una señal para que Eddie y Thomas investiguen los del norte y los desconocidos los del sur. Así nos evitaremos mas "desagradables" sorpresas.

Mirad por allí, yo me quedo con nuestro "amigo" por si acaso. - pongo una mueca,¿ a quien se le ocurre cagar en el mismo sitio en el que duerme ? Esto apesta, aunque no tanto como un cuerpo descompuesto. 

Wright tomó la mochila que Maiara le había cogido e hizo una mueca parecida a una leve sonrisa casi imperceptible, dándole las gracias. Se la ató a su espalda con las correas y luego avanzó dejando al otro tipo colocar minas: granadas, minas, coño, esos tres llevaban un arsenal.

La visión de aquel "hogar" le hizo soltar un gruñido, pero no podía culparlo, era su hogar y cada cual veía y tenía un hogar como quería. Al menos tenía un sitio, no como él. El mercenario no fue tan considerado como Allan, pasó a la parte trasera y con la punta de su rifle, abrió levemente las puertas para echar un vistazo, con precaución, poniendo casi todo su cuerpo hacia un lado, cubierto por la pared y la puerta: no quería sorpresas, y además, que el durmiente podía ser un canibal o algo peor.

Por si había sorpresas en el "cuerpo a cuerpo" Wright apoyó la zurda en su cuchillo. Le hizo un gesto con la cabeza a Maiara para que le cubriera.

Dejaron la entrada atrás y vió como uno de los que venían con ellos iban bien armados, llevaban de todo, era impresionante, o debían ser muy buenos o habían tenido mucha suerte, o ambas cosas.. lo de suerte era lo que le faltaba a ella.

Cuando descubrieron al hombre ese tumbado, rodeado de sus propios excrementos, el olor la hizo toser, era realmente repulsivo. Se llevó la mano a la boca para evitar un poco la peste o la poca comida que tenía en el estómago, podría salir.

Pasaron por el lado y ella siguió a Wright para comprobar aquel sitio, la zona que debían controlar. Llevaba el arma en la mano.

- Espero que podamos salir pronto de aqui.. no me da ninguna confianza el tipo ahí tumbado.. - susurraba

Comenzais a reconocer el lugar para evitar sorpresas. Allan divide los pasillos en parejas.

Maiara y Wright se encargan del pasillo sur. Con sumo cuidado abren la primera puerta, al abrirse hacia fuera bloquea el pasillo por completo. Con la poca luz que llega de la lampara pueden ver una habitacion de 2x2 metros. El techo parece a punto de ceder ante el peso de los escombros.
Dentro del cuarto hay una montaña de chatarra, literalmente. Dos carritos de supermercado sostienen una pila de trozos y laminas metalicas acumuladas hasta el techo. Si bien la mayor parte esta oxidada o dañada debe haber cientos de kilos de metal en ese lugar. Incluso por debajo de los carros, que estan hundidos, hay chatarra.
Cierran la puerta y pasan a la siguiente, alli hay mas de lo mismo. Trozos de tuberias, armazones de hormigon y señales de trafico se almacenan hasta casi tocar el techo. Apenas queda espacio para entrar.
Las dos puertas del oeste estan inservibles, el techo ha cedido llenando el lugar de escombros.

Por su parte Thomas y Eddie examina el pasillo norte. Tambien con el arma por delante Thomas abre la primera puerta, pero se encuentra con la misma montaña de escombros que sus compañeros. Mismo resultado en la segunda puerta del oeste.
Cuando abre una puerta al este se topa con otra acumulacion de basura, esta vez de madera. Mesas, sillas, estanterias, puertas y todo tipo de mobiliario se apila entre las cuatro paredes del diminuto cuarto.
En la cuarta y ultima puerta encuentran la diferencia. Una cama en bastante buen estado cubierta por mantas y sabanas tan sucias que es imposible saber su color original. Nada mas en esa habitacion, tan solo la cama perfectamente hecha.

Mientras se ha realizado el reconocimiento del lugar Allan se ha encargado de la parte diplomatica. Con cortersia, pero con su pistola oculta, se acerca al hombre dormido y le explica vuestra presencia en su morada.
Allan detecta algo extraño al tocarlo, ademas de no respirar, parece que su cuerpo esta rigido. Aprieta su mano contra el hombro pero este no se hunde como lo haria un brazo humano, es mas, parece como si el torso entero pesase escaos kilos. Despues se fija en que el pelo que tapa su cara tampoco parece natural.
El cuerpo viste una gabardina que le tapa por completo, aun asi se puede apreciar su forma humana bajo la ropa.

No escuchais a los jinetes, pero no quiere decir que se hayan marchado. Sencillamente estais lo suficientemente lejos como para oir la calle, aunque detectariais si alguien entra al sotano.

Joder...

Piel reseca, pelo amarañado, apenas pesa.. es un cascarón vacio.

Creo que nuestro amigo lleva algún tiempo muerto..

Escucho lo que han ido encontrando los demás y resoplo con frustración. Observo el techo de la sala y los pasillos.

Tiene que haber algún maldito acceso al edificio de arriba..  tenemos que encontrar otra salida. Si entran estamos jodidos..

Y si explota la mina y nos deja incomunicados sin salida también lo estaremos..

Tras eso me dedico a buscar alguna posible grieta o desprendimiento del techo que pudieran servirnos. A las malas podríamos hacerlo mas grande con explosivos. Pero de momento mejor mantener el sigilo, si no nos encuentran, cosa poco probable, podríamos salir al amanecer de aqui. 

Revisaron habitación por habitación sin encontrar salida alguna, todo estaba medio derruido. Suspiró y miró a Wright.

- Esto no tiene buena pinta.. por aquí no hay ninguna salida. A ver si los demás han tenido más suerte.

Dijo antes de volver marcha atrás por donde habían venido, con cuidado de no provocar ningún daño más en aquel lugar.

- Por aquí no hay salida, vosotros habeis encontrado algo?? - preguntó al resto.

Wright asintió grave a Maiara.  Observó con la linterna si había algo de interés allí, que le pudiera ser útil para más adelante. Cuando acabó, volvió sobre sus pasos.

Maiara informó al tipo sobre la situación en la que estaban.

-¿Está muerto?

Preguntó, señalando con el cañón al bulto que encontraron "durmiendo".

-Creo que la unica salida es por la que entramos. Será mejor que desarmes esa mina ¿no crees?, confiemos en que no encuentren el escondite. Aun así, esto es defendible, mientras no se les ocurra usar explosivos.

Wright miró a Allan dándole su opinión.

No.. esa mina se queda en su sitio. Es muy poco probable que no nos descubran.. y mejor quedarnos aislados nosotros y ellos a que nos empiecen a llover gases y granadas.

No te preocupes, tenemos mas explosivos por si hay que tirar alguna pared o parte del techo y abrir una salida. 

Comento intentando que parezca que todo esta bajo control y que estoy tranquilo, aunque la verdad sea otra. 

Hay que apagar esa lámpara cuanto antes y guardar silencio.

Me dirijo hacia ella y trato de acabar con la fuente de luz.

Tras revisar el lugar la unica salida viable que encontrais, aparte de por donde habeis entrado, parece ser el pasillo derruido del Oeste. Parece que bajo los escombros esta la escalera que da acceso al nivel de la calle, de modo que solo habria que despejar esa zona. Ninguno sois un experto en demoliciones pero el estado del edificio y el peso que soporta la estructura puede ser un problema a la hora de generar una explosion controlada, el problema precisamente es que sea controlada y el edficio entero no se hunda sobre el sotano.

Allan apaga la lampara dejando el sotano en total oscuridad. Sin nada que ver u oir el unico sentido que sigue activo es el olfato, y el olor no es precisamente agradable.
Permaneceis unos minutos en silencio, esperando escuchar algo del exterior que os indique los movimientos de los jinetes. Ni explosiones, ni movimientos de caballos.
De repente algo suena, todos os asustais al escuchar un sonido a vuestra espalda. Se trata del walkie talkie de Thomas, una voz masculina resuena entre estatica.

- Señor, aqui Lance, tenemos al tirador atrapado en el museo. Necesitamos apoyo.

Esperais unos segundos esperando una respuesta, pero no llega. Desconoceis el sistema de comunicaciones, incluso puede que simplemente no haya respuesta.
Fuera todo sigue igual, silencio absoluto. Aunque claro, estais bajo tierra y a unos veinte metros del agujero, solo los sonidos fuertes del exterior os podrian llegar con claridad.
Lo que es seguro es que la mina no ha explosionado y nadie ha entrado en el sotano detras de vosotros.

Estoy colocándome las gafas de visión nocturna cuando me giro sobresaltado al oir el walkie talkie y rápidamente me acerco para bajarle un poco el volumen.

Un tirador... joder.. también tienen francotiradores. Hemos hecho bien en meternos bajo tierra..

Aunque dicen que está en apuros. ¿Visteis algo al venir? -pregunto hacia Wright y Maiara y acto seguido me asomo por el pasillo para ver que todo sigue en orden. Con un poco de suerte se largarían a ayudar a su compañero y podríamos escapar todos. 

Wright se rascó la barbilla e hizo memoria cuando Allan le preguntó eso.

-No, solo un par de putas que quisieron robarnos.

El mercenario se sentó en el suelo, donde pudo y apoyó la escopeta sobre sus rodillas. Aquel olor era horrible, pero nadie caga rosas. Para distraerse prefirió seguir hablando:

-A todo esto, estamos buscando a un tal Heinkel ¿le conoces?

Wright miró a su alrededor.

-Supongo que debemos estar tranquilos, esto no es ningún museo... A no ser que sea un museo de cagarros celebres.

No. no conozco a ningun Heinkel.. pero quizá Eddie si. ¿Quién es y a que se dedica?

Sonrio ante sus comentarios aunque con la oscuridad nadie lo aprecia.

Y no, no tiene pinta de museo la verdad. Quiza podriamos ir intentando retirar cascotes para abrir el camino hacia el piso de arriba.

Como pudo, buscó un lugar donde sentarse y que no fuera encima de ningún excrementeo. El olor era horrible, pero al manos parecían que estaban seguros. Colocó su arma sobre sus piernas e intentaba escudriñar algo en la oscuridad. Recordó que tenía una linterna y la puso a mano, por si tenía necesidad de utilizarla más adelante.

- No lo sé, no se quien es ese Heinkel. Gente que me ayudó me dijeron que cuando llegara aquí, que le buscar. No sé nada más. Incluso ahora dudo que puea ser alguien bueno..

Comentaba sentada, hablando no muy alto.

No podeis ver nada pero al escuchar una voz nueva suponeis (Wright y Maiara) que se trata del silencioso hombre del sombrero.

- ¿Heinkel? No tengo ni idea, tios. Pero eso significa que no esta en el mercado, ya sabeis, no tiene contactos comerciales. Aunque tambien puede ser que el nombre sea falso, por aqui lo hacen mucho. Una vez estuve a punto de montarmelo con una tal Susan hasta que descubrí que se llamaba Arthur. Nunca os fieis de una mujer si mide mas de 1,90.

Tan solo Allan puede ver como Eddie, en plena oscuridad, se coloca su traje y el ala de su sombrero.

- ¿Cual es el plan? ¿Esperar aqui hasta que se aburran y se vayan? Alguno de vosotros deberia asomarse, puede que se hayan ido al museo, aunque no recuerdo ningun museo en Romeo. Da igual. ¿Nos vamos a quedar aqui? A lo mejor el tipo ese del suelo tambien se ocultaba de alguien...

Lo unico seguro es que nadie ha entrado en el sotano, lo que haya fuera lo desconoceis por completo.

Lo que dijo el negrata, que estaba perfectamente camuflado, le hizo mirar a Maiara, aunque no pudiera darse cuenta de ello.

-Parece que era mentira.

Dijo lamentándolo. Se puso en pie.

-De acuerdo, estoy contigo.

Le dijo a Allan.

-Hay que salir de aqui, pero yo no voy a meter mi cabeza en ese agujero y más con tiradores fuera.

Las palabras de aquel hombre la hicieron darse cuenta de lo tonta que había sido y encima, poniendo en peligro a otra persona. Suspiró.

- Yo saldré a investigar, si quitas antes eso que has puesto en la entrada. Si decis que por aquí no hay museos, puede que se hayan alejado bastante de aqui.

No escuchaban nada desde dentro, no sabían que estaba pasando fuera, y si podían salir por donde habían entrado, mejor, no armarían tanto ruido como si hicieran estallar la granada para abrir otra salida.

No creo que sea prudente salir.. además...

Primero habrá que pensar a donde vamos a ir, no? ? ¿O acaso pensais correr hacia la primera direccion que veais? 

Frunzo el ceño- incluso podría ser una trampa para que salgamos, ellos saben que tenemos algunos walkies.

Wright se rascó la cabeza y se pasó la mano algo nervioso.

-Eso se dice antes.

Hizo una pausa y "miró" al negro, bueno, miró hacia donde creía que estaba, algo que no era una ciencia segura.

-¿Tu qué opinas?

Acto seguido, con un movimiento despacio, miró nuevamente hacia Allan.

-Nosotros ya tenemos trabajo. Solo tenemos que volver por donde vinimos. Allí ya pensaremos qué hacer. Aun así, estoy acostumbrado a pensar sobre la marcha qué hacer.