Partida Rol por web

- No digo de salir corriendo, sólo salir a ver que está pasando.. Desde aquí no escuchamos nada, solo sería averiguar que es lo que ocurre, porque no sabemos si se han marchado.. si se han escondido.. o que ha pasado.

Opinó la chica desde su lugar, de alli no se movía, solo miraba al frente mientras hablaba.

- Asi podremos ahorrarnos el montar escándalo al abrir otra salida de escape.

Si tantas ganas tienes de asomarte yo te acompaño por el pasillo y te indico donde no tienes que pisar, pero yo no pienso sacar la cabeza todavía.

Digo a la chica.

Enciende tu linterna si vamos a ir. 

- Y si tengo que entrar rápido?? No piensas moverla?? O es que piensas dejarme fuera?

Se puso en pie y sacó la linterna, la encendió y buscó con la luz con el que estaba hablando.

- Si no que propones? Seguimos aqui? O esperamos a que entren?

La voz grave y seca de Wright resonó justo cuando Maiara acabó de hablar.

-Y no te van a dejar fuera. Yo también voy a ir.

El mercenario se acercó más a la chica, más bien a ciegas.

-¿Tienes algún objeto que refleje? Un cristal, un cuchillo, cualquier cosa.

Inquirió.

-Sácalo primero y mira si hay moros en la costa.

Hizo una pausa durante unos largos minutos antes de volver a abrir la boca.

-No me hace gracia que vayas tu. Lo sabes ¿no?. ¿Por qué no sale el negro? tiene tantas ganas de salir como nosotros ¿o el otro? entiendo que tú no quieras asomar la cabeza dado que piensas que esto es más seguro, pero de los otros dos no lo entiendo.

Protestó, pero sin alzar la voz ni un segundo.

La chica estaba un poco histerica, cosa normal dada la situación.

Joder, no es eso mujer. No te deseo ningun mal. Eso es como el que sabe pilotar pero no aterrizar..

¡He aprendido hace poco a ponerlas, no me pidas que la quite..! Seguramente me explotaria en las narices. Es mas facil activarlas y ya está..

Venga, os acompañare. Es tan facil como que memoriceis donde esta y no piseis ahí.. 

- Perdona.. este lugar.. tanto silencio e incertidumbre me pone demasiado nerviosa..

Rebuscó en su mochila a ver si tenía algo que pudiera usar como un espejo. Lo único que encuentra es un mechero que cree que es de acero, el tipico encendedor, con el que pueda mirar desde el escondite. Se lo enseña a su compañero.

- Solo tengo esto, ¿servirá?

La verdad es que la reacción de Wright la ha sorprendido, la acompañó para protegerla, pero ahora parecía más su guardaespaldas. Era de agradecer, que en estos tiempos, alguien se preocupara por ti sin pedir nada a cambio, por ahora..

Thomas esta a punto de decir algo, parece que ofrecerse voluntario, cuando Eddie lo interrumpe.

- Vale, tios, yo me encargo de la mina. Conozco como desactivarlas, pero necesito unas gafas de esas - dice señalando a las gafas de vision nocturna de Allan - y que un par de vosotros vengais por si hay algun loco de esos esperando.

Mientras espera vuestra respuesta arquea una ceja y repentinamente su cara refleja mas miedo del habitual.

- ¿Y si... y si ellos tambien han puesto minas o alguna trampa? Mierda, prefiero arriesgarme a quedarme aqui con cadaveres y montañas de mierda. Vamos, si se han ido acabaran volviendo y si no se han ido... ahora lo descubriremos.

Agh, joder! Aparta eso mujer!

Espeto molesto por el resplandor que me ciega de repente cuando la linterna me da en la cara. Me las termino quitando y miro a Eddie ceñudo. Le tiendo las gafas aún frotandome los doloridos ojos.

Está bien está bien.. aunque por mí me quedaba aqui hasta el amanecer.

Más vale que la quites bien y me las devuelvas enteras..

Sonrio más preocupado por que Eddie salga volando en pedazos que por las gafas. 

Deja de enfocar a Allan para no hacerle daño, ahora ha aprendido que si a alguien que lleve unas gafas de esas, le enfocas con la linterna, le haces daño..

Se pone en pie y enfoca con la linterna hacia su compañero.

- Estoy lista, ¿vamos?

Pregunta a los demás. Respira profundamente, pensando en si será buena idea lo de salir ahi fuera.. pero es que no aguantaba más ahi dentro, necesitaba saber que era lo que pasaba.

Thomas comprueba su fusil antes de responder.

- No nos arriesguemos innecesariamente, si hay alguien esperandonos fuera volved corriendo. Tenemos todas las de perder disparando hacia un agujero en el techo.

Eddie comienza a caminar, lleva el sombrero sobre las gafas de vision nocturna, lo cual le da un aspecto a medio paso entre ridiculo y peligroso.
Llegais a la entrada del sotano, la lona sigue en su sitio y no escuchais nada. Eddie pide por señas a Allan que le indique donde esta exactamente la mina, este lo hace y acto seguido Eddie trepa sobre los escombros hasta tocar con la cabeza en la lona.
La levanta minimamente y observa el lugar, de repente se resbala y esta a punto de caer. En su intento por mantener el equilibrio se aferra a la lona, la cual se descuelga completamente y cae sobre vosotros.
Cuando os estais quitando la tela de encima veis que Eddie no se ha caido, incluso ya esta situado junto a la mina. Instintivamente retrocedeis en cuanto observais que comienza a manipularla.

Tras unos segundos estira la mano hacia vosotros y entrega la mina a Allan, despues termina de subir y ya pisa el nivel del suelo.
Le veis asomarse a ambos lados de la montaña de escombros que sirve de parapeto para el acceso. Se gira hacia vosotros, se encoge de hombros y, sin hablar, os indica que subais y salgais del subsuelo.

Aunque no os fiais del todo de su criterio le haceis caso y trepais en silencio fuera del sotano. Lo primero que haceis es asomaros para comprobar el lugar. No veis a ningun jinete en la calle, aunque eso no significa que no esten en cualquiera de las otras calles alrededor de la manzana.
Una vez todos estais fuera Eddie le devuelve las gafas a Allan.

- Tio, necesito urgentemente unos pantalones nuevos. Tu ya me entiendes...

 Observo con lo que la linterna de Maiara nos permite ver, mordiéndome el labio por la tensión de ver al patoso de Eddie en acción. Joder, quien coño le manda ir más alla de la mina, menuda ha liado -pienso.

Gracias a dios me entrega la mina intacta y la guardo con cuidado, después salimos y me hace una confesión que no se si preferiría haber sabido. Le palmeo los hombros consolándole - Tranqui tio, a cualquiera nos habría pasado , ya te compraremos unos nuevos - sonrio , la verdad es que desactivar minas tiene que ser algo jodido mentalmente.

Observo alrededor con las gafas que me devuelve el bueno de Eddie y miro a todos, poniendo cuidado en Maiara y la linterna receloso. Imagino que ahora se separaran de nuevo nuestros caminos, no parecen mala gente para viajar, y el tio parece ser duro, pero no nos fiamos mucho entre nosotros y tenemos objetivos dispares al parecer.

¿Qué hacemos? -miro a Thomas y Eddie- ¿Volvemos a pasar la noche dentro de Romeo?

Podemos venderos algo de equipamiento si necesitais... -comento hacia Wright, que parecía el más entendido en armas y equipo militar.

Wright mantuvo siempre una distancia, jugar con fuego siempre le pareció de lo más arriesgado, sobretodo con fuego de fragmentación. Sin embargo, el negro demostró ser muy útil, pese a su aspecto. El mercenario sonrió por el comentario de Eddie.

-Podría haber sido mucho peor, como por ejemplo estar recogiendo trozos de ti por el suelo.

El mercenario se apoyó la escopeta en el hombro y miró a Allan.

-Sería estupendo, pero aun tengo que ir a cobrar. ¿Qué hareis? si teneis tiempo podríamos ir a ver a mi patrón, cobrar, y luego hacer negocios. Porque, de una iglesia del norte o algo así no teneis ni idea ¿verdad? pareceis conocer esta ciudad bastante bien.

Hizo una pausa y sonrió muy levemente, casi imperceptible mirando a Maiara, como si recordara una broma que solo entendía él.

-Yo prefiero abandonar Romeo pronto, buscando al tal Heinkel nos metimos en un buen problema. No me fio de las putas ni de los chulos: hay muchos y todos se conocen.

Salió tras el grupo y observaba continuamente los alrededores pero sin moverse del sitio. Apaga la linterna por si acaso, no quiere llamar demasiado la atención una vez están fuera por si hay gente que los pudiera ver.

Escucha lo que hablan entre ellos, pero no dice nada, para eso se le da mejor a Wright que a ella, a partir de ahora dejará que él tome las decisiones porque las suyas no son de lo más acertadas y les meten en problemas.

- Podriamos ir juntos, si no teneis otro plan.. - comenta al resto, sonrie levemente por lo que dice su compañero al sonreir.

Mientras decidis vuestro proximo paso escuchais una explosion procedente del sur. No se ha producido lo suficientemente cerca como para preocuparos, pero el ruido de rafagas de disparos indica que muy posiblemente los jinetes sigan en Romeo.
Cuando el sonido cesa es Eddie quien habla.

- Tios, volver al centro de Romeo es una mala idea. Tendran a gente en la ciudad esperando que vendamos su... nuestra mercancia. Asi que lo mejor será dejar que las cosas se calmen y dejen de buscarnos. Ya sabeis, alejarnos de las rutas normales y pasar un par de dias en las montañas. Conozco un lugar perfecto, una vez estuve alli con una bailarina de Romeo y...

Eddie interrumpe su historia y estira el cuello intentando ver algo al final de la calle, en direccion este. Todos mirais en esa direccion y pronto veis una figura moverse rapidamente entre las sombras.
Cuando cruza la calle para alcanzar vuestra manzana podeis que se trata de una mujer armada, aunque el rifle que lleva lo porta a la espalda mientras lleva las manos libres.
Rapidamente apuntais a la mujer que no parece haberos visto pues mantiene su carrera a toda prisa. Al llegar a unos metros de vosotros se detiene en seco y levanta las manos mostrando su actitud pacifica.
Su ropa y equipo no parece relacionarla con los jinetes.

- Los Omega han picado... pero no tardaran en darse cuenta del engaño. Si quereis vivir, venid conmigo. - os dice entre jadeos.

Sin mas dilacion retoma su carrera hacia el oeste y se asoma a la esquina. Despues os espera sin ocultar su impaciencia.

Eddie parece que lo tiene claro.

- De toda la gente extraña que he visto esta noche esa es la unica a la que no me importa seguir, al menos es la primera que no me ha apuntado con su arma. Tios, o la seguimos o nos vamos echando hostias de Romeo, pero no quiero ver mas caballos por hoy.

El mercenario escuchó la opinión de Eddie. Las explosiones, los tiros, aquel ambiente tan oscuro, como de cazador cazado le ponía muy nervioso, era algo incomodo, pero a la vez, se imaginó como debían sentirse aquella gente que el mismo perseguía no hace tanto. Wright aspiró profundamente, tragando el polvo que los rodeaba en aquel lugar y luego miró hacia la chica, a la cual apuntó con su escopeta, cuando ella se mostró no hostil la bajó.

-¿Los Omega?

Inquiere.

Luego tomó del brazo a Eddie con firmeza.

-Tio, tu pareces conocer esto. Buscamos una Iglesia, la Iglesia norte o algo así.  Nos dieron una nota en plena calle para ir. Creemos que puede ser por el tal Heinkel.

El mercenario soltó el brazo del negro y se pasó las manos por la nariz.

-Por como están las cosas veo lógico lo que dices, pero esta chica lo arriesgó todo para venir aqui a por un hogar y no quiero dejarla tirada ¿entiendes? Quiero saber donde nos pilla esa iglesia, si no se puede hacer nada iré con vosotros y lo intentaremos más tarde, aunque parece que nos estamos metiendo en un fregado que no es el nuestro. El plan de las montañas sonaba mejor.

Luego miró a Allan para saber su opinión.

La mujer retrocede unos pasos a ver que no os moveis y que no hay una decision clara sobre ello.
Su tono, menos cansado que la primera vez, denota cierto mal humor.

- ¡Eh! Heinkel me ha dicho que os lleve a la iglesia, moved vuestros sucios culos antes de que lleguen los Omega y nos llenen de plomo.

Dicho esto se da media vuelta y retoma su camino hacia el Norte.
Eddie comienza a caminar hacia tras ella.

- Tios, haced lo que querais pero yo me voy con esta tia. Solo espero que el tal Heinkel tenga mas armas que esos cabrones.

Wright no supo si fiarse o no, o solo era para que le siguiera, miró un momento a Maiara y se encogió de hombros, le hizo un gesto con la cabeza y flexionó las rodillas para agachar el cuerpo y mantenerse  lejos de los disparos y de las miradas curiosas.

Sin perder más el tiempo, siguió al negro y a la chica, esperando a que Maiara lo siguiera.

-Vamos..vamos..

Observo el nuevo giro en los acontecimientos. Confiar o no confiar en la desconocida. Bueno, antes tuve que tomar la misma decisión con Maiara y Wright y parecio que eran buena gente. ¿Por qué no? No nos queda otra. Miro a Wright y Eddie que parecen impacientarse. Parece que me he tomado demasiado tiempo sopesándolo.

Está bien, vamos. Sigamosla. Parece que conocen a tu amigo el tal Heinekel

¿Casualidad? No creo.

Pero quizá podamos hacer negocio con Heinekel o con Writght si le pagan.

Bajó el ritmo para colocarse al lado de Allan.

-Si, eso parece. Oye, no soy nadie para decirtelo pero, mantén la guardia. No me gusta la gente que sale de la nada ofreciendo ayuda sin pedir nada ¿entiendes?

Dijo mirando a Allan, luego a Maiara.

-Igual necesitamos salir corriendo cuando lleguemos allí, quizá volando algo.

Dejó caer el mercenario. Hizo una pausa y luego siguió, mientras corría, con las voz entrecortada.

-La última vez que me fie de alguien así, era un chulo que usaba a sus putas para robarnos.

Se le escapó una leve risa.

Todo pasó muy rápido, miraba de un lado a otro nerviosa, la presencia de esa chica la puso más nerviosa de lo que estaba, parecía que aún seguía gente por alli, aunque no sabían si realmente hablaban de los mismos o no.

Miró a Wrigth con los ojos muy abiertos, asintiendo, que fueran tras ella, primero ponerse a salvo y despues ya verán, pero esperaba que no fuera como el otro sitio donde habían estado.

- Vamos!!

Echó a correr cargando bien con sus cosas, siguiendo a la muchacha. Se quedó en último lugar corriendo, mirando constantemente hacia atrás por si les seguían.