Partida Rol por web

Al tirarle la bota al bicho aquél había captado su atención, su mirada me hizo saber que ahora era yo quien estaba en su punto de mira, pero aquello no fue suficiente para distraerle del todo. El sombrerero echó a correr y el animal, la bestia aquella comenzó a perseguirle – me caguen… - Exclamé para mi, pero la pequeña y timorata liebre nos hizo una seña para que bajaramos de los árboles. Al bajar del árbol cogí la bota que le había lanzado y me la puse. Al menos tenía un par de armas arrojadizas ahora. Pero al bajar soy consciente de que Wendy tampoco está - ¿Dónde está Wendy? – pregunté meneando la cabeza para ver donde se había metido, la liebre nos dice de salir, que aún nos queda camino y yo le miro con los ojos muy abiertos, - ¿no vamos a ayudar al sombrerero o a buscar a Wendy? – le pregunté consternada, de normal habría pegado un berrido tan fuerte como mis pulmones me permitían, pero después de la visión del Bandersnatc algo me decía que aquello no era una buena idea, pero ¿podía largarme y dejarles a su suerte? No conocía este mundo, no sabía donde cojones estaba y solo tenía una leve idea de donde me encontraba, desde que había llegado era la primera vez que sentía verdadero pánico, y ahora mismo, lo único que quería era encontrar a Will. 

Claro que vamos ayudar y a buscarlas Dijo sin pensárselo...Se bajo del árbol con Dominique... No se donde esta... no le he visto bajarse del árbol... Hay que buscarla. Donde se había metido esta chica, sola en la oscuridad... No era tan buena idea y mas en un mundo que no se conoce apenas nada. Espero que no este en peligro Empece a caminar intentado coger rastro ....

La Liebre estaba tan asustada que no se había dando cuenta de que Wendy pasó cerca de ella. Os miró temerosa por lo que parecía ser vuestra decisión, ayudar al Sombrerero o buscar a Wendy - ¡iiiih!- dio ese pequeño gritito mientras se mordía las uñas de sus "manos". Negó con la cabeza tantas veces que casi se mareó. Ella solo iba a ir al castillo de la Reina Blanca, ¿por qué tenía que hacer ahora de heroína? 

-Yo... yo marcho al castillo- os dijo con su voz chillona y comenzó a correr dirección hacia el castillo. No ella no iba a arriesgarse tanto, no quería ver rodar su cabeza por una causa perdida.

El ser seguía corriendo detrás del Sombrerero, aunque este era más ingenios y zigzagueaba entre los árboles, dificultando así la persecución del enorme ser. Bandersnatch estaba cada vez más furioso, tenía hambre y la tenía ahora, ese delgaducho de sombrero raro no se le iba a escapar.

Entonces se detuvo en seco. Olfateó algo, pero no conseguía ver que era a la primera. Estaba cerca de el y olía bien, bastante bien. Su obcecamiento por conseguir esa presa y devorar hasta el último de sus huesos se esfumó. Gruñó al ver que algo detrás de él venía  con una antorcha con fuego. Si atacaba rápido, el fuego no sería problema. 

Mariam está de acuerdo con que hay que buscarla, pero antes incluso de poder abrir la boca, la timorata liebre dice que se va al castillo, y se va saltando a toda prisa - puto conejo - exclamo bajito - yo tampoco la he visto bajar, y no tengo ni la mas remota idea de donde puede estar - le digo torciendo el gesto preocupada.

Estábamos en la versión "Tim Burton " a lo bestia del País de las maravillas, y ahora estábamos solas en busca de Wendy, como se haya ido a buscar a Petter Pan me iba a cabrear mucho. 

Wendy trata de ser sigilosa para llegar a asustar a la criatura y que así se vaya, pero al parecer lo único que consigue es ser el nuevo centro de atención. Al menos el Sombrerero está a salvo. 

No puede dejar la antorcha sola, podría causar un gran incendio si éste se salía de control y no quiere ayudar a la tétrica imagen que hay en el País de las Maravillas. Debe hacer algo, y pronto, antes de que al Bandersnatch se le ocurra perseguir de nuevo al Sombrerero o la ataque a ella.

Y es así que la pelirroja comienza a alejarse y a mover la antorcha para ser vista por el ser. Por supuesto, trota y después corre buscando algún hoyo en el suelo  lo suficientemente grande para que el animal cayese y no pudiese salir. Si aquella cosa se concentraba más en perseguirla, tal vez hubiese una oportunidad para que no se percatase del boquete y quedase atrapado por el momento. 

Debe prestar mucha atención, pues en aquella oscuridad no sería fácil ver alguno; sin embargo, Wendy se aferra al deseo de encontrar dicho agujero profundo para poner a salvo a todo el grupo, incluyéndola a ella y así cumplir sus propósitos en ese mundo. Sólo debe buscar bien y que el Bandersnath cayera en la trampa, literalmente. 

"Oh, ¡maldito bicho! Si sigo así, me matará antes de que se canse... ¿Es que no tiene otra cosa que hacer? No sé, comerse orugas tóxicas, mear en arbustos, frotar sus pelotas contra el suelo... Cosas más interesantes que seguir a un pobre artesano a tela y cuero... Este no es mi día..."-pensó el hombretón, suspirando, mientras hundía el pie en el suelo y se lanzaba hacia delante, por encima de una raíz de algún árbol grande, esperando poner así más espacio entre él y el Bandersnatch.

Pero... En fin, probablemente alguna de las damas había bajado en contra de su indicación -pero tal vez a favor de su mismísima supervivencia- y ahora atraía la atención del monstruo. Tenía... "¡Una antorcha!"-estuvo a punto de gritar de júbilo. Si conseguía él un palo, podrían acorralar al bicho y quemarlo. Si todo fallaba, con pasar por fuego todo el bosque, quizá saldrían con vida de ello.

Se agachó y buscó con las manos por  el suelo algún palo. Le bastaría hasta una rama, pensó. Pero su paciencia era corta  el tiempo corría demasiado deprisa. Saltó y pilló una rama baja de un árbol, más fina, y la arrancó. 

-¡Voy a necesitar fuego!-dijo, mientras agitaba el palo , tratando de enseñárselo a la muchacha -veía ahora que era Wendy. 

Os quedáis las dos solas al amparo de la noche. Ni la sombra de la Libre era ya visible, no había dudado en no esperaros. Por otra parte no había rastro de Wendy, pero si de aquella criatura que había abierto camino hacia donde corrió el Sombrerero. 

¿Qué hacer ahora? Había dos caminos posibles y estabais en un mundo totalmente desconocido, con seres peligrosos y en la peor de las situaciones. No sabíais si habían más criaturas como esas o algo peor, los soldados de la Reina Roja...

El Bandersnatch fijó su objetivo, la joven pelirroja que iba con esa antorcha. Primero ella y estaba más hambriento, después aquel tipo extraño. Así que empezó su carrera hacia la muchacha, que por mala suerte su magia no funcionó. 

Se escuchó un silbido, el cielo se llenó de una docenas de flechas que fueron a parar directamente al enorme ser que no cesaba en su carrera. Otro silbido y otra docena de flechas consiguieron parar al Bandersnatch a escasos metros de Wendy. ¿Por fin teníais aliados?

Cuando os distéis cuenta, de entro los árboles surgió una docena de hombres carta, bien armados -. ¡Arrestarlos! - dio la orden uno de aquellos seres que tenía un AS en su pecho -. Serán llevados hasta su majestad la Reina de Corazones, si alguno intenta moverse o hacer algo, será ejecutado automáticamente. 

El resto de soldados obedecieron a su superior y se acercaron hacia vosotros para tomaros presos.

Puñetero conejo – mascullo, no había rastro del conejo timorato , de Wendy o del sombrerero y empezaba a plantearme seriamente que esto ya no era un sueño – tenemos pocas opciones, y creo que la mejor es seguir el camino que ha abierto el animal ese al seguir al sombrerero, no sabemos o al menos yo no tengo ni idea de dónde ir, pero no tengo intención de dejarle a su suerte ¿tú que crees?  - le pregunté a la joven mientras miraba para todas partes. Aun así, con el miedo y la desesperación recorriendo mi cuerpo, solo un pensamiento me venía a la cabeza, si Will había llegado también a este mundo, o a uno similar, solo esperaba que estuviese a salvo.  

Por mi perfecto le conteste, es la única manera de saber donde estar hiendo por el camino que abierto el animal... Así podríamos saber donde están o un rastro....

Ojala que estuvieran bien...No me gustaría ver algunos de ellos herido ni nada parecido... Me puse en marcha para seguir por el camino...que dejo el animal...

Wendy corre con más prisas para no ser alcanzada por su cazador mientras hace lo posible con evadirlo antes de agotarse físicamente. Ha conseguido que el Sombrerero estuviese a salvo, pero espera que no sea a costa de su propia vida ya que debe hacer lo posible para siquiera ser de ayuda en el País de las Maravillas, para Jack e ir por sus hermanos, pues primero se debe resolver lo que acongoja este lugar para ir tras las personas que quiere.

Sin embargo, el Sombrero se acerca a ella y cuando piensa lo peor, ve del cielo caer varias flechas que luego de la segunda ronda detuvieron a la criatura. La pelirroja apenas iba a suspirar de alivio cuando ve a los soldados que reconoce por haber leído esa historia y se detiene para no ser una amenaza para evitar con ello que los lastimasen. Mira al Sombrerero como si aquello fuese culpa suya y arroja la antorcha improvisada al suelo aún con llamas en la punta. Deja que se consuma sólo un poco de lo que hubiese en el suelo y sin decir nada apaga con un par de zapatazos el fuego antes de que se saliese de control.

No puso resistencia y espera a que vayan por ellos. Sería desafortunado que algo les pasase y ahora debe idear un plan, irán a la boca del lobo, donde a su vez está apresado la persona a la que intentarían rescatar. 

Wendy mira al Sombrerero como si aquello fuese culpa suya y arroja la antorcha improvisada al suelo aún con llamas en la punta. Deja que se consuma sólo un poco de lo que hubiese en el suelo, lo suficiente para dejar un símbolo o rastro que pudiesen identificar Mariam y Dominique y que así sepan que fueron ellos quienes dejaron eso.

Una simple ceniza no sería suficiente, por eso intenta ser precavida en dejar una huella evidentemente manipulable. Las otras mujeres son listas y astutas, por lo que si ellas toman ese rumbo espera que sea detectable e interpreten que están bien... <<No sólo rastros de llamas... nuestras propias huellas de pisadas>>. 

 Sin decir nada apaga con un par de zapatazos el fuego antes de que se saliese de control. Con dichas marcas hechas con fuerza también desea que sean "leídas" y se den cuenta de que fueron rodeados por un gran número. Ella no espera un gran milagro, simplemente que tanto Mariam como Dominique puedan saber gracias a lo que está haciendo en este momento qué fue lo que ocurrió de manera parcial.

Iba a apalear al animal, a quemarlo, a hacerle daño de alguna forma. Se preparaba para ello, cuando , como una intervención celestial, una lluvia de flechas calló al Bandersnatch. Pero no eran flechas normales, reconoció las saetas de los rojos. "¡Malditos rojos!" pensó en su mente, al tener contacto visual con un pelotón de infantes sangrientos.

Se giró hacia Wendy y captó su mirada. Se encogió de hombros, como diciendo "Es lo que hay." . A fin de cuentas, él no hubiera sabido que tan lejos del palacio andaban soldados rojos. Dijeron que les matarían si se movían... Por otro lado, morían de todas formas, en el castillo. Al menos tendría un poco de tiempo antes de morir para pensar en algo y, además ,estaría más cerca del príncipe. 

Y Dominique , la Liebre y Mariam seguían sin ser presas, o al menos eso esperaba. Igual ellas podían hallar el castillo blanco y a la Reina, y conseguir tropas para asaltar la fortaleza roja... 

El Sombrerero soltó su palo y alzó las manos, rindiéndose ante los soldados. Para ser sincero, el pobre estaba ya cansado y con ansias de sentarse y descansar. Cuanto antes llegaban, pensó, mejor.

Los soldados se dieron prisa por ataros las muñecas y colocar sus lanzas en vuestras espaldas a modo de seguro para que caminaseis. El AS dibujó una sonrisa socarrona al ver como os entregabais con tanta facilidad -su majestad estará encantada de volver a veros, Sombrerero... ¡Andando!

Con un leve pinchazo en vuestras espaldas, os obligaron a seguir al grupo de soldados hacia el Castillo Rojo - disfrutad de las vistas, seguramente después de las torturas para obtener información, acabaréis decapitados - sonrió aquel hombre carta mirándoos de manera cruel.