Partida Rol por web

Estuvo de acuerdo con la chica y miró a la pelirroja invitándola a que fuera ella quien acompañase al chico, pues al fin y al cabo, querrían intimidad ya que desde un principio tenían la intención de hacer esto solos. Después miró de nuevo a Dylan que sabía su nombre de habersélo escuchado a Eileen y poco más y se encogió de hombros. — Se que hay gente que enseña magia, así que... Sí, supongo que podrías aprenderla. — Volvió a imitar el gesto y sonrió.

La explicación de Antye me confirmó algunas cosas que ya pensaba y me aclaró algunos puntos. Al menos estabamos todas en el mismo punto, en este pueblo había una maldición y no nos acordábamos de nuestras vidas pasadas en ese bosque encantado.

para mí, descubrir quién era, era una cuestión de vida o muerte, puede que así consiguiera entender mi propia maldición interna y controlarla, si tan sólo supiera algo más de mí o de esto que me estaba pasando.....

Escuché a Elsa y la miré con mucha, mucha compresión. Un poder o maldición que no podía controlar y un hermano al que casi matar, justo como me había pasado a mí. Pero por mi parte, no había conseguido controlar mi maldición.

Hay que tener mucho cuidado con lo que se desea. Le comenté a Dylan. Si no eres capaz de controlar tú poder o maldición, puedes acabar haciéndole daño a las personas que quieres. Miré a Zac con preocupación.

Por que buscas a esa tal blancanieves???

No había querido acompañar al muchacho porque había supuesto que Antye iria con él, pero lo cierto es que tenía que preguntarle una cosa a la que le había estado dando muchas vueltas. Sin decir nada, y aprovechando que la muchacha no había ido, me adelante y le seguí, con intención de quedarme con él a solas y preguntarle lo que quería saber.
 

Bajas a la bodega por unas escaleras de madera. El lugar huele a humedad y el sitio está parcialmente a oscuras. La poca luz que entra es la natural. La sala está medio vacía, solo hay unos poco barriles, así que no te es difícil encontrar a Zacharias.

El muchacho te ve llegar y sonríe - parece que aquí no está, iba a ir ahora a los camarotes de los tripulantes. 

Me había pegado una carrera para alcanzarle, cuando estuve a su altura, paré para respirar unos segundos.

Zac, esa noche, la noche en la que empezó todo, cuando a tí te encerraron y te acusaron por asesinato, yo me convertí en bestia, verdad? te ataque, no es cierto?? he visto las marcas de garras en la ventana de tu cuarto. Era un poco duro preguntarle estas cosas, pero necesitaba saberlo. maté yo a aquel hombre??? estaba realmente preocupada y necesitaba saber lo que había pasado en realidad.

El muchacho suspira y te sonríe con ternura. Se acerca a ti y te abraza con fuerza.- No, no fuiste tú. No sufras... - te coge por los hombros y te aparta un poco para verte mejor.- Fue una sombra, es un tipo de magia, según me explicaron - frunce un poco los labios- de Nunca Jamás, quizás como dice el cuento, sea la sombra de Peter Pan- deja caer sus hombros algo cansados.- No le digas esto a Antye o le sentirá fatal ¿vale? - te vuelve a sonreír.

El testigo, solo lo hizo por miedo, ese hombre es un lacayo de mi ma... la Reina de Corazones. Solo me acusó por miedo y no le culpo de ello.- te suelta y se encamina a una puerta, donde se supone que deben estar los camarotes.

La pelirroja mira dubitativa el camino que toma Zack, pensando si ir o no. Confía en que no le pasará nada, pero a la vez estar con él le alivia y cuando por fin se decide acompañarlo Eileen se adelanta. Una leve punzada de celos aparece en su corazón y frunce un poco el ceño, pero no gana nada si se comporta de esa manera y mejor suspira hondo para relajarse.

Mira a Dylan y Elsa, quienes hablan del uso de la magia. Y una cosa para aprender a manejarla bien era saber quién es uno en realidad...

-Dylan... -saca de la mochila que trae a su espalda un libro con el titulo Once Upon a Time- ¿Recuerdas que me preguntaste qué pensaba de los cuentos de hadas? Son reales... Tu eres una chica de buen corazón criada por seres que te enseñaron buenos valores; una maldición cayó sobre ti debido al deseo maligno de una poderosa bruja, pero lo sobrellevaste gracias a un hombre que conociste y que te ayudó a liberarte; se venció a aquella terrible mujer y hasta donde sé, llevaste alegría a tu familia gracias a tus dones... Dylan, eres Aurora, la Bella Durmiente...

La pelirroja le tiende el libro y lo abre en el cuento de ese personaje mencionado. ¿Ocurrirá lo mismo de anoche?

- Debes... aceptar lo que te dice tu corazón y abrazar lo nuevo o aquello que está guardado en tu interior... "Salta a esa brecha para alcanzarlo"... ¿Puedes?

No tengo tantos como creen los demás... Si no me gusta los secretismos... sobre todo cuando les pregunto porque tengo que tener que estar alejada de Regina... Dice con mirada pensativa.

A los poco minutos aparece Zach y Eileen. El chico se acerca a la pelirroja y le pone una mano sobre la cabeza - lo siento, no está por ninguna parte- mira apenado a la chica. Resopla y alza la vista - deberíamos irnos, comienza a ser de noche y con esta niebla no es bueno estar fuera cuando no haya sol. Además tengo que volver con James o me hará que me acuerde de no llegar tarde nunca más - fuerza una sonrisa y le indica a Antye que hay que irse.

Comienza a bajar la pasarela mientras se despide con la mano de vosotras. 

Después de llegar a la mansión, cenar y charlar, llega la hora de dormir. Zach te acompaña a tu habitación y se apoya en el resquicio de la puerta - tengo habitación propia, así que no te preocupes - sonríe un poco. Se queda unos minutos en silencio, mirando al suelo con el ceño fruncido. Entonces decide entrar a la habitación y cierra la puerta tras de él.

Se coloca enfrente de ti y traga saliva - quería decirte algo... es dificil - se rasca la nuca, notablemente nervioso- sé que no puedes recordarme, que eres Wendy y no Antye, pero... - guarda silencio durante unos momentos- hoy he visto que te llames que como te llames, lo esencial de ti sigue ahí. No has cambiado aunque tus recuerdos y nombres sean distintos - coge un poco de aire y lo suelta poco a poco- te quiero, como eres. Me da igual como te hagas llamar y que recuerdos tengas.

Agacha la cabeza, con la cara roja. -E-eso era todo... buenas noches... - se da la vuelta dispuesto a irse de la habitación. 

Wendy tenía curiosidad sobre lo que Eileen quería decirle a Zack, pero optó por no preguntar en todo el camino. La charla había sido superficial, pero lo suficiente como para mantenerla sin caer en un silencio incómodo.

Llegan a la habitación y escucha que el chico tiene su propia habitación, por lo que se pregunta por qué entonces parece no descansar bien. Sin embargo, que cerrase la puerta y le dijera esas palabras no lo esperaba por completo; con cada frase siente cómo sus mejillas se van coloreando y una sensación de alegría le invade su pecho. Sonríe con afabilidad y cuando se da media vuelta le toma la mano para que no se vaya.

-Cuando desperté en el cementerio, me preocupaba encontrarme en un lugar que no conocía y no saber de mis hermanos, Peter y Nunca Jamás; y hablar con... Peter me entristeció, pero debo darle cierto espacio antes de retomar la conversación... me sentí tan perdida que no tenía idea qué hacer hasta que me llamó Raphaelle y te vi...

Le aprieta más la mano y se acerca a él, recargándose en la espalda con la cabeza baja.

-¿Recuerdas que me preguntaste qué sentía por Peter? Siento un cariño especial por él, no lo negaré; pero lo que siento por ti es más fuerte. Cuando toco tu mano o te veo a los ojos siento como si todo fuera a resultar mejor, que nada malo pasará y que puedo confiar plenamente en ti. Esto que siento es real, lo sé. Soy Wendy y Antye, la maldición podrá eliminar los recuerdos de tu verdadera identidad; pero la esencia de uno sigue, pues no es fácil de erradicar. Por ello sé que si como Antye me gustabas, eso no cambia.

Lanza un suspiro profundo y lo rodea con sus brazos con fuerza sin intención de lastimarlo. Aún permanece recargada en su espalda, le da pena mirarlo a la cara.

-Zack... Jack, también te quiero mucho.