Partida Rol por web

Antes de que la chica pudiera responder, me suena el teléfono móvil.

Perdón, disculpa un  momento. Me disculpo con la chica. Miro la pantalla y veo que me llama Dylan. Lo cierto es que tenía ganas de hablar con ella. Respondo la llamada.

Wendy procura limpiar las lágrimas de Michael con sus manos con suavidad, pues para su pequeño hermano debe ser difícil asimilar todo eso y más con los problemas que ya tenían en Nunca Jamás. La pelirroja le da un beso grande en la frente del niño y mientras él relata lo que ocurrió intenta calmarse, pues debe ser fuerte para él.

-Perdona que nos hayamos ido así, pero debía hablar con Peter... y si John es el nuevo líder sólo... es por un tiempo, porque sólo hay un Peter Pan...-al darle el abrazo le peina su cabello y ambos se sientan en la cama. Estamos en un pueblo llamado Storybrooke, aquí hay buenas personas... y malas también. Hay una magia que impide a las personas salir de este lugar, pero con mis amigos y yo lucharemos para regresar a casa y salvar a Nunca Jamás.

De nuevo le da un beso y sigue arreglándolo. Por su parte, la joven intenta no llorar aunque sus lágrimas le traicionen.

-Eres un niño muy valiente y quiero que sigas así. Por ahora debes quedarte en este lugar y comportarte bien, así los malos no te atraparán. La señorita Alice es buena, trata de estar con ella...

Se le corta la voz, pues no quiere dejarlo ahí; sin embargo, sabe que afuera las cosas son peligrosas y no quiere exponerlo.

Abre mucho los ojos y se aferra a uno de tus brazos -¡No! no quiero quedarme aquí, quiero irme contigo- comienza negar con la cabeza a la vez que las lágrimas amenazan con volver a salir- quiero volver con papá y mamá... contigo y con John - empieza a sorber con la nariz, la cual la tiene muy roja. 

Wendy intenta controlarse y abraza más fuerte a Michael. Durante uno segundos no dice nada y después alza el rostro del pequeño para limpiar sus lágrimas otra vez y busca algún papel en su mochila para limpiarle la nariz*. Luego prosigue a mirarle a los ojos y, aunque los de ella brillan bastante, está tratando de no seguir llorando frente a él.

-Michael... también quiero que estés conmigo, con John y regresar a casa, pero ahorita no podemos. Espera un poco más aquí, confía en mi. Aunque no esté contigo no te abandonaré, sé que estarás en este sitio y haré todo lo que está en mis manos para salir de aquí. Vendré a visitarte pronto, pero te pido que debes comportarte bien y no levantar sospechas .. si alguien nos descubre...

Su voz se quiebra y abraza a Michael con todas sus fuerzas, esperando infundir en su hermano un poco de valor y que entienda lo que debe hacer.

-Sé valiente, y pronto Nunca Jamás será la misma isla de antes y volveremos a casa. Sé fuerte y podrás superar cualquier cosa. Ten fe y estaremos juntos otra vez... Sabes que siempre hay un final feliz, y lo tendremos.

El niño te mira, mientras asiente lentamente con la cabeza y aprieta los labios. Se retira un poco te ti y te pone el dedo meñique de una de sus manos delante - ¿lo prometes? - te mira muy serio, confiando en que le darás tu palabra. 

Wendy esboza una sonrisa de alivio, al parecer Michael ha entendido un poco lo que ella ha tratado de decirle. Junta su meñique con el de él y frunce el ceño para darle seguridad al pequeño.

-Yo, Wendy Darling, prometo hacer lo que esté en mis manos para que Nunca Jamás regrese a la normalidad, que entre mis amigos y yo salvaremos al pueblo para regresar a casa y que te visitaré pronto-suspira profundamente y ladea un poco su cabeza-. Tu turno.

Quiere a Michael, a John... a sus padres. Quiere cumplir su promesa, y no fallará.

Sonríe un poco triste - Yo Michael Darling, prometo estar aquí para estar a salvo... ¡pero cuando pueda ayudarte a  recuperar Nunca Jamás!- aprieta su dedo meñique con el tuyo mientras vuelve a sonreír, esta vez enseñando los dientes. 

Al terminar de hablar, Wendy abraza a Michael una vez más sabiendo que pronto deberá irse de ahí. Ahora toca verificar que John esté en Nunca Jamás o también bajo los efectos de la maldición. Si él estuviese ahí Michael ya lo habría dicho, pues ya tiene una semana en ese sitio y ya debería conocer a muchos otros niños y jóvenes.

-Te quiero, Michael.

La pelirroja le da otro beso en la frente y termina de limpiarle las lágrimas al pequeño, para después incorporarse y abrir la puerta.

-Zack... ven.

Cuando el joven haya entrado, la joven decide presentarlos con educación, emoción y tristeza al mismo tiempo.

-Michael, él es Zack... un... amigo que me ha ayudado con todo esto. Gracias a él te encontré-después mira al chico y esboza otra sonrisa-. Zack, mi hermano menor, Michael... él sí recuerda lo que pasó, lo que me da un gran alivio por un lado.

Zach entra mientras se rasca la nuca y preguntándose a si mismo para que lo requieres dentro. Una vez hecha las presentaciones, el más mayor de los dos le ofrece la mano - un placer Michael- a lo que el niño mira la mano y acaba estrechándola- así saluda papá a los demás mayores - sonríe ampliamente. Después te mira tu hermano y ladea la cabeza un poco - ¿es tu novio? 

Zacharias se pasa la mano por el pelo y decide hablar antes de que pases el apuro de contestar - entonces... ¿qué vas hacer? ¿se quedará aquí? - frunce un poco los labios- ¿sabes algo sobre tu otro hermano?

Por un momento, un pequeño instante, casi como si fuera una luz que se encendiese y apagase rápido, los ojos de Wendy se iluminaron cuando Michael preguntó si eran novios; pero como el destello fue rápido, no era seguro que aquella mirada reflejara un brillo especial. La joven sonríe a medias y se cruza de brazos meditabunda ante la pregunta de Zack.

-Al parecer aquí no está. Pero sí, se quedará por un pequeño lapso de tiempo mientras solucionamos lo que acarrea en el pueblo. Michael es fuerte, y podrá hacer lo que sea, ¿no es así?

Al terminar la pregunta, Wendy revuelve el pelo de Michael y sonríe abiertamente, pero a pesar de ello se puede ver que sigue teniendo un aire triste, sus ojos húmedos y nariz roja. Evidentemente aún quiere llorar, pero debe ser una persona madura a ojos de su hermano.

-Michael, papá estaría orgulloso de ti por lo valiente que eres. Cuidaré de ti a la distancia... Pero ahora debemos irnos. Sé un buen niño y yo vendré pronto para contarte historias, ¿de acuerdo? Por cierto.. que esto sea un secreto, de que vienes de Londres y hables de Nunca Jamás... así los malos no sospecharán nada.

La pelirroja le da un beso de nuevo en la frente a modo de despedida y da tiempo para que Zack y Michael se despidan antes de cerrar la puerta y caminar rápido para salir de ahí. No es sino hasta que nadie parece verlos que Wendy deja que unas lágrimas emanen de sus ojos para recorrer sus mejillas y caer inertes al suelo. Le alivia en demasía que su hermano esté ahí, pero por otro le inquieta no estar con él y que John siga desaparecido. <<Esto es lo mejor, esto es lo mejor... si me lo hubiese traído habría provocado problemas innecesarios con la policía y si alguna de las reinas lo hubiese descubierto... no, es mejor que sea así por su bien. >>

Se lleva una mano a su rostro para que no la viesen así, pues aunque no tiene nada de malo llorar, no quisiera levantar sospechas y le da un poco de pena. 

Zach te mira apenado y se acerca hasta ti con cuidado. Suspira un poco y entonces es cuando notas que te abraza, para intentar consolarte. Te deja tiempo para que llores tranquila y cuando pasa varios minutos decide hablarte - eh, oye ¿te apetece un chocolate caliente? eso siempre sienta bien- te pasa una mano por la cabeza y se muerde el labio inferior, sin saber muy bien que decir. 

Al sentir el abrazo de Zack, Wendy se deja reconfortar por ese gesto durante varios minutos. Estar así la relaja un poco y se limpia con las mangas de su saco. Cualquiera que la viese sabría que ha llorado, pero espera que no sea tan notorio. Ante la propuesta del chico asiente y como una niña pequeña le toma la mano. De cierta manera tiene conciencia que con él puede abrirse.

-Me alivia saber que Michael... está bien.. Sin embargo, yo tuve una mejor vida.. nunca me faltó nada siendo Antye a cambio de haberlos olvidado. Sé que son efectos de la maldición, pero... ¿por qué él no olvidó y yo sí? Por ello estuvo solo en un lugar que no conoce y yo asumiendo un rol por.. ¿Un año? ¿Dos?

Caminando a su lado, se recarga en su hombro por unos minutos y después suspira.

-Esta maldición es cruel...  debemos terminar con ello. Por lo menos sé quien es la Bruja Malvada-lo último lo dice en voz baja-, pero espero que los demás tengan más información y que les pueda ser útil... No se usar magia, no soy tan valerosa como Mulan ni nada de eso... no me compadezco de mi misma, mas no se en qué podría ayudar. Tu al menos eres un miembro valioso y podemos contar contigo...

Zach subre los hombros al igual que las manos indicando que no tiene ni ideas - no sé el por qué, pero Alice dijo que llegó hace unos días al orfanato. Quizás no le afectó la maldición, no lo sé- después se vuelve a embozar con la bufanda. 

Suelta una pedorreta con los labios al intentar no reírse. Te da un par de palmadas en la cabeza, con una sonrisa divertida - ¿valioso yo? si claro... Wendy gracias a tu libro Raphaelle ha recordado quien era... le diste el empujón. Además tu siempre tienes las palabras justas para animar a los demás- se mete la mano en los bolsillos, aún con la sonrisa divertida en su rostro.

Llegáis al Granny's y el chico te indica con la cabeza que es el lugar- ¿puedes pedirlo para llevar? - de su bolsillo saca un par de billetes de dolar- por lo de ayer, aún es mejor que no me vean moverme mucho por el pueblo- te señala con un dedo uno de los callejones que hay entre edificios - te espero ahí ¿vale?

Entras en el Granny's donde la mujer te atiende con una sonrisa. Hay gente allí, no mucha y algunas desayunan con prisa para irse a trabajar. Sales con el par de chocolates calientes y vas donde te indicó el chico. Cuando te acercas a el, no puedes evitar percibir el aroma del tabaco.

Se anima un poco con las colaboraciones que Zack da a relucir y se siente un poco mejor. Recordando a Nick cuando le habló sobre los juegos RPG, se siente como una support que da hechizos de fortalecimiento y maná*, y ríe un poco al compararse con ello. Sigue las instrucciones dadas al entrar al Granny's y Wendy saluda con afabilidad a la mujer que siempre la atiende bien. Aprovecha para comprar unas galletas y las guarda en su bolsillo al pagarlas. Se retira del establecimiento comentando "provecho"* a los que se encontraban ahí y camina hacia al callejón donde quedó de verlo.

Al oler tabaco, la pelirroja estornuda por la irritación en su nariz y su sorpresa se hace grande al ver a Zack fumando. Sin decir nada, acelera el paso y lo fulmina con la mirada cuando se acerca. Le tiende los vasos y cuando él los haya agarrado le retira el cigarro, lo apaga y lo hecha a un bote de basura cercano.

-¿Qué no sabes que fumar es malo? Eres joven y no tiene caso que te enfermes por este vicio. ¿Qué culpa tienen tus pulmones? Es más, tu como fumador activo dañas al pasivo, que son los que aspiran este veneno.

Agarra su vaso del chocolate y saca del bolsillo las galletas. Le tiende un par con su ceño fruncido.

-Ya te había dicho que lo dejaras...

Al darse cuenta de lo que dijo permanece en silencio y da un pequeño sorbo a la bebida, mirando al joven de manera extrañada.

-¿Ya te había regañado por esto antes?

El chico se queda estupefacto cuando ve que le retiras el cigarro y le regañas. Se queda durante un momento en silencio, mirándote muy confundido. Y poco a poco, sin entender tú muy bien el por qué, ves que empieza a reír con ganas. Con la mano que le queda libre te abraza hasta pegarte mucho a él - me has regañado mil y una veces - te da un beso en la cabeza, como muestra de cariño y deja que te separes un poco de él - ¿dónde quieres ir a tomarte esto? el callejón no es un buen sitio la verdad... - sonríe ampliamente - por cierto, esto parece una cita - dice bromeando. 

Al ver cómo el chico ríe con ganas, Wendy no sabe si hacer lo mismo o indignarse; pero verlo así de sonriente y alegre su corazón se acelera y sentirlo tan cerca cuando le rodea con el brazo la emociona tanto que sus mejillas se ponen rojas y se hiperventila.

Ese momento tan familiar lo disfruta que por un momento se olvida de los problemas en Storybrooke. Empieza a pensar en dónde podrían ir a beber el chocolate cuando el sugiere que es una cita. Lo dice en tono de broma, pero para la joven fue una gran emoción.

-Sí... una cita-intenta reír, pero no lo logra por los nervios.

La pelirroja mira de un lado a otro para saber a dónde ir.

-¿Vamos al bosque? Me gustaría conocer mejor ese lugar y... contigo estaría bien.

No sabe con exactitud por qué, a pesar de que debe encontrar a John y hablar con Peter, al lado de él siente que todo estará bien.