Partida Rol por web

La zona de la cantera distaba bastante de ser una cantera normal; puesto que todo alrededor del enorme muro de piedra hecho en aquella cordillera montañosa había sido cuidadosamente vallado y precintado, así como la presencia de atalayas y otras torres de vigía a lo largo y ancho de esta. En particular en la verja de entrada.

Detrás de aquella verja se podía ver el enorme agujero en el corazón de la cantera, el inicio de la que antaño fue una mina y que ahora había sido reconvertida en una base de la marina la cual contenía la estación de aquel tren marítimo tan famoso por el lugar.

El grupo conformado por el "Capitán" Ryu Kaiyo, el Alférez Kogane Tsumi y el Marine Lero no tardaría en llegar a la zona que querían ir; a fin de cuentas, esta se encontraba relativamente cerca de aquella zona en donde los cinco se encontraban escasos minutos atrás, además era imposible de perderse.

Se escuchó el estallido de un rifle y ante los pies de Ryu Kaiyo la tierra se levantó; realmente alguien había tratado de dispararles para que estos se detuvieran, y aunque los marines estuvieron buscando por acto reflejo de dónde venían los disparos, la tiradora se presentó ante ellos saliendo de la atalaya más cercana a las verjas de la puerta.

-¡Se han parado!. -Gritó en voz alta bastante sorprendida- ¡Kamekari!. ¡Unos se han parado!. ¿Les disparo de nuevo?. ¡Además van vestidos como nosotros!. ¿Hoy hubo otra expedición?. ¡Kamekari!.

Del interior del túnel de la cantera salió otra persona más, este otro marine parecía bastante molesto por todos los gritos que había hecho su acompañante, por lo que no se encontraba de demasiado buen humor. Aún así, a este le bastó echar un vistazo a los alrededores para entender la situación.

-No les dispares... -Dijo alzando un brazo para hacerle el gesto de que bajara el arma- ¿Quiénes sois vosotros?. ¿Qué hacéis en la zona restringida?. ¡Identificaros!. ¿¡Es que no sabéis lo peligroso que es estar al otro lado de esta verja!?. ¡Si el Vicealmirante se entera...

Ryu pareció sorprenderse de aquel disparo, por suerte, era un disparo de advertencia.

Miró hacia Kamekari, otro capitán quizás le miraría con altivez, pero Ryu sabia que solo estaba haciendo su trabajo, así que simplemente recupero la compostura y se presento.

-Soy Ryu Kaiyo, Capitan de la marina, y estos son mis hombres, el Alferez Kogane y el soldado Lero. Un grupo de la marina a atacado mi barco mientras yo no estaba. Y aun desconozco el por que.

Dijo con una voz firme y contundente.

Después de aquel disparo mi pensamiento era el de correr lo mas rápido posible, continuaba pensando que estar aquí era una mala idea pero quizás habría descubierto una nueva manera de escapar, manteniendo mis manos a mi espalda para evitar tocar algo y quedarme pegado ya había tenido suficiente vergüenza con casi haberme quedado adherido a Lero, pero mientras que el capitán dialogaba yo miraba los alrededores con curiosidad -Capitán, ¿Cómo sabe que no esta hablando con quienes nos dispararon?- Pregunte no muy discretamente pero estando a la espalda de este protegiéndome.

Por desgracia para Kogane Tsumi este no tiene suficiente información para saber si son ellos los que les habían disparado o si por el contrario son otros Marines random que se encontraban por ahí. A fin de cuentas no ayudaba demasiado que todos los marines se vistieran identicamente los unos de los otros.

No sé si hacía falta postear esto pero Lero se mantiene al margen dejando que hablen los jefes.

La respuesta de Ryu Kaiyo hizo dudar un poco a aquel marine, el cual giró la cabeza hacia su compañera, a fin de cuentas, ella era mejor con todo eso de los nombres y de recordar cosas de las misiones, mientras que él era mejor hablando con la gente, o al menos no disparándole cuando aparecen.

-Kaiyo... -Dijo su nombre en voz alta, como si estuviera pensándolo a conciencia- Kaiyo... Kaiyo... ¿No se llamaba Kaiyo alguien importante de aquí?. ¡Estoy casi seguro de que hay algún Kaiyo en algún lado!.

Saltando desde la parte superior de aquel puesto de avanzadilla, la muchacha se acercó a su compañero a recriminarle su olvidadiza cabeza para algo tan importante como era saber los nombres y de quiénes eran los superiores, aunque en este caso, este Kaiyo no se refiriera a Ryu.

-¡No seas estúpido!. -Le recriminó mientras le susurraba al oído algo, algo que, por otro lado, ellos podían oír al estar al otro lado de la verja- ¡Kaiyo es como se llama el Jefe de esta isla, el de la base de la marina de la isla del otro lado!. ¡El Comodoro, Hinata Kaiyo!. ¡El que viene aquí con el tipo ese rarito de la coleta!.

La llegada de la persona que aquellos dos estaban mentado no se haría esperar, a fin de cuentas una de las cosas que este tenía cierta ventaja era saber cuándo alguien estaba hablando de él, a fin de cuentas, uno no puede escalar tan alto en la marina si no se miraba bien las espaldas de las ratas y las serpientes.

-¿¡Qué es lo que está pasando aquí!?. -Gritó a aquellos dos marines antes de percatarse de la presencia de aquellos marines, así como el de Ryu Kaiyo- ¿¡Qué estás haciendo aquí!?. ¿¡Por que estás aquí!?. ¿¡No tendrías que estar de camino a la Isla Hoskar para tu perdón del Vicealmirante Aspinach!?. ¡Abrid las puertas inmediatamente!.

La presencia de un superior gritándoles hizo que Kamekari Reese rapidamente saliera corriendo hacia verja para poder abrirla y dejar pasar a aquellos tres al interior del recinto protegido de la marina. Pero antes si quiera que este pudiera alcanzar la puerta, un disparo se escuchó, retumbando desde el interior del túnel.

-¿Uh?. -Comentó mientras se miraba el pecho, y llevaba sus manos hasta el, comprobando que se habían manchado de sangre, antes de caer finalmente al suelo, inconsciente y probablemente muerto.- Uagh...

Por un momento, todos los presentes se quedaron congelados en el tiempo, no entendiendo qué era lo que había pasado, incluso Margaret Croke, la cual se había relajado tomando el rifle de manera incorrecta detrás de su cuello, pasando sus manos por el cañón y por la culata de forma relajada, ni siquiera sabía que estaba pasando.

-¿Uh?. -Dijo también en completa confusión- Kamekari... no hace gracia... ¿Qué es lo que-

Aquel misterio se podía resolver de inmediato, pues saliendo del interior de aquel túnel se alzaba la gran figura de Croquet Aspinach, el Vicealmirante de la marina que todos ellos conocían por su crueldad y sus métodos radicales para terminar con los piratas y con quien el llamaba "colaboracionistas".

-Que nadie toque la verja. -Dijo con voz solemne el hombre mientras los alcanzaba con un paso lento pero constante- Que nadie sin autorización atraviese la barricada. Que nadie use la letra "X" en mi presencia. Son tres simples reglas que he puesto una vez que hubimos atracado. Y a mi no me gusta repetirme.

La ejecución directa de un marine bajo su mando, sin juicio previo, era algo que incluso a Hinata Kaiyo le desagradaba, pero el ambiente de la conversación se tornó de otro cariz a la hora de que este gran hombre apareciera en la escena, y no solo por el cadáver que se encontraba frente a todos.

-¡Pero Vicealmirante!. -Exclamó señalando a Ryu- ¡El aún tiene que cumplir con la entrega que le encargaste!. ¡Y ahí dentro no podrá cumplir nada!. ¡Es necesario que-

El vicealmirante de la marina levantó una mano, cortando de inmediato con las quejas y las súplicas del comodoro al instante; al parecer este bien sabía lo que más le convenía hacer en estos momentos, pues cuando un superior hablaba era mejor permanecer en silencio y escuchar.

-Sé quien es y la misión que le he encomendado. -Le dijo finalmente- Y también sé quienes son esos dos, marines que sobrevivieron al "daño colateral" cuando su barco se hundió y tuvieron la mala fortuna de llegar a parar a esta isla en donde, cortamos aquel barco pesquero en la revisión que nos pidieron hacer luego de la "llamada de emergencia" que el encargado de la isla hizo luego del "incidente".

Una vez que este hubo terminado de hablar, Hinata Kaiyo se tragó nuevamente su orgullo y volvió a tratar de pedir misericordia, a fin de cuentas el vicealmirante parecía satisfecho con aquel discurso que hubo hecho, por lo que ahora era la mejor opción para simplemente humillarse más por su familia.

-¡Por favor!. -Exclamó el hombre- ¡Dele a mi sobrino una nueva oportunidad de redimirse!. ¡Si no puede salir de aquí, al menos dele otra!. ¡Estoy seguro que podrá cumplir con cualquier tarea que le ponga!. ¡No es necesario que se le ejecute!.

El rostro impasible del Vicealmirante Croquet Aspinach se iluminó levemente, al parecer aquella propuesta le interesó bastante; al parecer las dotes con las palabras de Ryu Kaiyo era algo que corría por las venas de la familia Kaiyo, puesto que el Comodoro fue capaz de hacerle cambiar de opinión.

-De acuerdo. -Dijo finalmente mirando a aquellos tres- Todos los que vuelvan con un frasco llamado "L'0", podrán pasar a discreción del Encargado de la Isla.  -Señalando a aquellos dos- Eso os incluye a vosotros dos, y a cualquiera que venga con vosotros... Creo que los frascos de "L'0" los dejé en la Iglesia...