Partida Rol por web

Hiroto había terminado cuando por fin se dispusieron a adentrarse en la colorida ciudad. Así que sin más rodeos y con su zanbato a la espalda, el joven pirata se puso en camino a Samoa-Boa junto Timmy y su capitán. 

-Vamos a ver qué nos encontramos en esta ciudad.- Dijo con entusiasmo una vez se reunió con sus compañeros de viaje.

Bajamos del barco por la pasarela, los crujidos de la misma indican que mejor ir con cuidado o acabará por romperse. La zona portuaria está empedrada lo que ya dice bastante con respecto a esta isla, es rica o más bien muy rica. Tal y como nos adentramos en las calles con los edificios rodeándonos, esa mismo pensamiento vuelve una y otra vez a mi cabeza. Los hombres vestidos de punta en blanco hasta llegar a ser ostentosos, tanto en calidad de ropa como en joyas y por supuesto sus mujeres no se quedan atrás.

Los edificios que nos rodean tienen todos nombres muy sugerentes con la epoca que vivimos y la marina se dedica a dar vueltas por el sitio para impedir follones, los cuales parecen formarse cada dos por tres. - Sin lugar a dudas es el lugar idóneo para comprar un barco... aquí hay dinero para hundir nuestro navío solo por peso. Bueno, ¿en cual queréis entrar?

 - ¡Vamos que nos vamos!. - Dije, mientras me disponía a salir del barco, por fin, listo para cualquier cosa que la isla me tuviera reservada.

Salís del barco a través de la pasarela dispuesta, la cual alcanza hasta el puerto de piedra, lo que denota un mínimo nivel adquisitivo por parte de la ciudad. Al bajar el lujo y la gloria de la ciudad os empapa. En las calles se contempla el fanatismo por la moda y las joyas, y así lo demuestran tanto hombres como mujeres. Ropas de seda, diamantes y esmeraldas... Toda clase de vestuario de lujos envuelto todo por el ruído y las sonrisas de las personas. Algunos niños adinerados juegan por la calle mientras sus padres evaden el tema con la más absoluta indiferencia. La pobreza no parece existir en este país.

Véis como Magnus, Yoonel y Zidane ya se han adelantado y se encuentran en la calle contemplando los casinos para decidir por cual empezar. Los marines regulan el caos en su justa manera, y si bien no llaman la atención a los piratas que circulan por la zona, se hallan siempre listos para regular cualquier altercado; de tal forma que por ahora no seréis perseguidos con la mirada por vuestra "profesión".

Ark bajó del barco y caminó junto a sus compañeros observando la opulencia de la gente que vivía en esa isla. Nada comparado con su lugar natal dónde apenas se podía vivir, todo era escaso y hasta el mínimo detalle podía tener una gran importancia. Realmente no se sentía a gusto en esos ambientes, sus ropas desgastadas y el báculo colgando de su espalda no encajaban con los habitantes de la isla y sus ropas elegantes. 

Por suerte la marina parecía hacer caso omiso a los piratas a menos que montaran jaleo, supuso que era porqué gran parte del dinero de la ciudad provenía de las apuestas de estos y de algunos posibles negocios entre locales y piratas. Al ver que Magnus y su grupo ya observaban su objetivo sonrío y pidió mentalmente que no provocaran muchos problemas.

-Bueno, al fin en tierra.- comentó a sus compañeros- ¿Alguna idea de adónde ir?- dijo observando el entorno y las personas que tenían alrededor. Quizás hubiera alguien por allí que no destacara tanto por sus riquezas, que fuera más bien un tipo callejero como ellos al que preguntar las virtudes y defectos de la isla, así como que lugares eran los más efervescentes. 

-A nosotros no nos preguntes Magnus, nosotros -dijo el navegante señalándose a si mismo y a Zidane- te estamos acompañando, pero el experto en casinos eres tu.

La verdad es que a Yoonel todos le parecían iguales aparte de las diferencias estéticas entre un local y otro, y siendo consciente de su ignorancia en estos asuntos prefería ceder la iniciativa a los demás.

Pues por experiencia... una cosa son los marines como proteccion exterior pero todo casino que se precie tiene que tener seguridad extra dentro, solo hay que buscar aquel donde los miembros de seguridad parezcan mas inteligentes y no los simples matones de tres al cuarto. Eso significaria mayores ganacias pero tambien mas peligro de recibir una paliza. Por otro lado, nuestro dinero no es justamente mucho asi que es posible que alli no podamos hacer apuestas de verdad y en cuanto te catalogan como un jugador de segunda, nunca conseguiras llegar a los sitios donde realmente se mueve el dinero... a menos que seas muy persuasivo... y ahora mismo esa parte es mejor dejarla a un lado. Asi que fijaos en la gente y en los de seguridad... a mi no se me da demasiado bien calarlos, solo "tumbarlos" - A partir de ahi pues dependiendo del dinero veremos donde ir.

Observo los casinos con aire evaluador mientras mis compañeros hablan, podia ser una tonteria, pero encontrar un buen casino podia ser una tarea muy ardura, habia que tener en cuenta muchas cosas, el aspecto, la gente que circulaba a su alrededor, muchisimas cosas que parecian insignificantes pero para mi me revelaban  muchas cosas...

Ya fuera del barco planteé una pregunta importante. 

- ¿Y bien? ¿Quien prefiere ser el lider de nuestro peculiar grupito? No es que no quisiera serlo yo, pero reconozco que ver a un gyojin puede impactar en cualquier isla. Un gyojin mandando a tres humanos (aunque Culro no lo parezca a veces) seria aun mas sospechoso. - Realmente era importante tener un lider siempre pero no se si ellos estaban por la labor.

Comienzas a fijarte en todos y cada uno de los casinos, la gente que sale, el porcentaje de personas que salen con caras sonrientes y alegres, la seguridad y su actitud hasta en los más mínimos gestos. Distingues finalmente una que se adapta a vuestros escasos niveles económicos y donde podríais hacer juego. Sabes que no consiguiríais nada en aquellos grandes casinos con mesas trucadas y juego sucio, protegido por buenas excusas y fuertes guardias, por lo que decidiste que un casino modesto aunque de apariencia respetable sería la mejor idea.

 - Creo que la opción más viable soy yo... - Respondí a Hoshi, con mi habitual tono neutro.

Esto... sin dinero no podemos apostar... alguien sabe que no tenemos dinero :P

Comienzas a preguntar a la gente de la ciudad. Nadie te responde con grandes datos, la mayoría tiende a evitarte por tus ropas de pirata (o simplemente por no ser de clase alta); y los borrachos no resultan una buena fuente. Puedes ver como Timmy tambien se ha puesto en marcha, y os distribuís por la calle para preguntar a todos.

Cansado de preguntar, ves a un hombre que no parece ni un pirata ni un ricachón, sino más bien un "criado" que aunque no llevara ropas de mayordomo, su tatuaje a modo de marca de la familia que lo tenía contratado lo delataba. Era algo típico en muchas islas el que una familia de criados perteneciera de por vida a una familia de grandes señores.