Partida Rol por web

El Capitán me arrebató el periódico sin ni siquiera pedírmelo, estaba intentando que me cayese bien, pero no lo conseguía y menos después de la escenita que acababa de presenciar. Entendía a Kaito, ¿cómo no iba a odiar al Capitán después de lo que este le había hecho? Pero claro, como a todos, la imperiosa necesidad de salir de aquella isla que ahora dejábamos atrás había ganado y se había unido a nosotros...

Suspiré, asi que iríamos a Dragon Town, me parecía bien, era un buen nombre para una isla, y me picaba la curiosidad por verla, además me llamó la atención aquello que dijo el Capitán de que tenían una cultura interesante.

Ya que no tenía mucho que hacer y cada uno estaba a sus cosas me fui a curiosear por el que ahora era nuestro barco. Me encontré con dos habitaciones, como había dicho la chica, bien si les hacían caso una seria para nosotras. Me senté sobre una cama cercana a la puerta y saqué una libreta que siempre llevaba encima, tenía la costumbre de anotar los sucesos más relevantes del día.

Por fin salimos de la isla, en un barco Marine robado, nos dirigimos hacia Dragon Town, en el barco se masca la tensión.

Tras dejar las habitaciones me encontré con la cocina, donde vi al corpulento hombre organizándolo todo a su gusto, lo saludé y seguí dando una vuelta por allí hasta volver a cubierta, allí me puse en el lugar más alto que encontré y me quedé divisando el horizonte tranquilamente, desde allí podría ver bien en cuanto la isla apareciese en el horizonte.

Media Hora Después...

El cocinero de la tripulación hizo sonar cucharas y platos en la mesa de la cocina. Estaba llamando la atención de todos en el barco.

-¡Vengan rápido, o se acabara! ¡Jar jar jar!.- Gritó en voz alta el alegré Bee Don para que todos fueran a comer. No había tardado mucho en cocinar pues ya tenía varios ingredientes en la mochila, acompañando todo lo que encontró en la cocina, pudo hacer una buena cena.

La mesa tenía colocada varios platos con deliciosa comida. Uno de ellos tenia un pollo enteró, decorado con diferentes vegetales y salchichas. Otro tenía los camarones bien colocados sobre la lechuga. Uno platos con un delicioso estofado de carne estaban frente a cada silla de la mesa, dando un total de seis. Una cesta con panes para acompañar todo, y unas jarras de madera hasta arriba de sake.

Antes de que alguien pudiera llegar, Bee ya tenía en su mano una pata del pollo, dandolé le primer mordisco.

El capitán no salió de su camarote. Ni siquiera respondió con un "No tengo hambre".

El capitán era fuerte, había sido una decisión acertada el seguirle, había levantado sin mucha dificultad a Kaito y sin que este se diese cuenta, al parecer había muchos roces entre el capitán y el resto de la tripulación, no entendía porque, si tienes un problema con alguien lo hablas con los puños, el vencedor es el que tiene la razón, así de fácil, los más fuertes imponen su voluntad sobre los más débiles y merecen respeto.

De pronto llegó un sabroso olor y se escucho a Bee gritar desde la cocina, ¡hora de comer!... ¿eh? ¿no acabamos de comer algo hace un rato? bueno ¿quién soy yo para oponerme? hay que mantener el estomago lleno mientras se puede.

Tome lugar en la mesa y empece a servir me de todo un poco en un plato -¡Todo se ve excelente Bee!, me alegro de estar en una tripulación con un gran cheff- note que el capitán no se encontraba presente -...el capitán no ha venido, tal vez alguien debería ir a buscarlo- dije eso mientras empezaba a comer, no iba esperar más con comida tan apetitosa frente a mi.

No había mucho que hacer mientras estaba al timón, aunque admirar el placido mar sin duda era una tarea increible...

Pero rápidamente el olor de la comida sustituyó al de la brisa marina haciendo que mi barriga gruñera un poco. A pesar de que habíamos comido algo hace relativamente poco pero esa comida te hacía abrir un segundo estomago. Ví poco a poco a los demás marcharse a por la comida, pero... no quería soltar el timón, por ello antes de que Denna se fuera adentro del barco la pedí un favor - Esto, Denna, no quiero dejar el timón sin nadie controlandolo, por ello... ¿me puedes traer algo de comida por favor? - dije con una sonrisa nerviosa ante aquella petición. Realmente, se lo agradecería

De repente me vino un delicioso aroma y pude oír la voz del cocinero llamándonos a la mesa. Aunque no hacía mucho que nos habíamos deleitado con sus platos, pero ¿quién podía resistirse?

Justo cuando iba a ir hacia allí pude escuchar la voz de Hitomi dirigiéndose a mí.

- Sí claro, cuenta con ello.

Entré con los demás y les saludé. Piqué algo por allí y por allá de manera rápida mientras iba llenando un par de platos para Hitomi, con un poco de cada cosa pues no tenía muy claro que le gustaba a la chica.

- Voy a llevarle esto a nuestra navegante y vuelvo... ¿No deberíais avisar alguno al Capitán? Y por cierto Bee, no se como lo haces pero esta todo delicioso.

Dicho esto salí de allí y fui hasta el timón donde estaba la joven.

- Como no sabía que preferirías te he traído un poco de todo - sonreí y le ofrecí los platos - aunque está todo delicioso, solo por la comida del cocinero ya merece la pena estar en esta tripulación.

Pensaba irme pero al final me giré y le pregunté - ¿sabes si queda mucho para llegar a Dragon Town? - si íbamos a ser una tripulación, deberíamos hablar un poco más, hasta ahora nadie parecía haber hecho muchas migas con nadie...

Gracias - le dije a Denna antes de que entrara, y cuando volvió con comida estaba muchisimo más agradecida - MUCHISIMAS GRACIAS - la euforia salía al ver comida tan deliciosa, así que cogí rápido el primer plato y empecé a comer. Fue entonces cuando Denna me hizo aquella pregunta y sin esperarmela la miré un tanto extrañada.

Tragué lo que tenía en la boca y saqué la libreta que llevaba conmigo mostrandole el mapa del East Blue. - Nosotros estamos aquí, Dragon Town aquí. Por la hora que hemos salido y a esta velocidad en linea recta... calculo que tardaremos como unos dos días. Sí, llegaríamos pasado mañana por la mañana. Es un largo trayecto ¿Verdad? Espero que Bee guarde ingredientes para estos días. También para que no se alargue nuestro camino hay que esperar que no nos topemos con marines o piratas. Con suerte, si pillamos una buena racha de aire, llegariamos antes, pero mejor no tentar a la suerte. - Entonces la miré después de darle toda la información de sopetón y reí. - No te preocupes, te avisaré cuando se vislumbre la isla. - Una vez hecho eso guardé la libreta y seguí comiendo mientras manejaba el timón.

Pero un pequeño detalle se me ocurrió al recordar lo que dijo Dante que era Denna - Por cierto ¿Qué sabes de Dragon Town? La verdad es que se poco de esa isla, el lugar en el que está y poco más, pero supongo que tendrá historia ¿No?

Un libro llego a tu mente. En este se hablaba de algunas islas del East Blue, entre estas, Dragon Town.

Una isla de un tamaño medio, con habitantes y visitantes constantes. No tiene ningún bosque, pues la mayor parte de la isla es una villa estilo japonesa. El nombre "Dragon Town" viene por la decoración, pues por donde veas, habrá alguna escultura, pintura, o incluso juguetes de dragones. Esto se debe a que la fundadora de la villa decía poder hablar con los dragones, y que ellos querían ser conocidos sin entrar ni poner en peligro.

Cada año, se hace un festival en honor a estas míticas criaturas, con banquetes y juegos, ademas de que se elige a un rey o una reina al final del festival por su "Espíritu Dragón"(o mejor conocido, como espíritu festivo), quien es honrado con una corona y una botella del mejor sake de la isla, el cual se prepara solo 1 vez al año para la ocasión.

Tras la pregunta de la chica me quedé pensativa intentando recordar todo lo que había leído sobre la ciudad a la que íbamos hasta que todo vino a mi mente...

Dragones, la ciudad que adoraba a los dragones... Sí, y empecé a recordar...

- Pues según lo que he leído, en Dragon Town tienen una simpatía especial por los dragones, cuando lleguemos podrás comprobarlo, en cada rincón de la ciudad hay referencias a ellos, unas más grandes y otras más sutiles. Todo esto se debe, dicen, a que la fundadora de la ciudad podía hablar con ellos, sí, con los dragones. De hecho lo festejan una vez al año, no se en que fecha, pero estaría muy bien que coincidiese con nuestra llegada -sonrío- el sake corre libremente y dicen que es una gran fiesta. Y eso es todo lo que recuerdo al menos por ahora, la verdad es que tengo ganas de ver la ciudad, siempre han llamado mi atención esas criaturas, los dragones.

Escuché atenta la explicación de Denna tan fascinada como iba pensando totalmente que era un cuento de hadas, hasta que dice lo de que la fundadora hablaba con los dragones. Entonces agité mi cabeza - Espera, los dragones son un cuento de hadas ¿Verdad? - Suspiré ante la misma historia que contaba - Bueno da igual existan o no solo deseo no encontrarme con uno. Por otro lado, si llegamos en esa festividad, no le digas nada a Dante del Sake, se volverá loco. Ah, y muchas gracias por la información - dije con una sonrisa - Así que dragones... uff... no quiero... Bueno por ahora no te preocupes de eso Hitomi, ahora solo falta que llegue la noche.

- Yo no he visto a ninguno pero me encantaría, como historiadora me gustaría documentar ese tipo de cosas. Así que con suerte comprobaré si son de verdad. Bueno vuelvo dentro que yo aún no acabé de comer, si quieres algo ya sabes donde estamos.

Tras hablar con Hitomi me había quedado pensando en los dragones, ojalá viese alguno... En fin, volví con los demás y aunque casi se habían acabado toda la comida, pude saciarme. También vi que el capitán seguía sin aparecer, ¿qué mosca le habría picado?

Asentí a Denna al ver que se iba a seguir comiendo - Que aproveche - y yo volví entonces a mi comida, aún pensando en los dragones - Mierda... ¿Por qué he tenido que ser tan amable de preguntar donde ir? No quiero toparme con un dragón... - Suspiré con un trozo de comida en la boca - Supongo que da igual, mi sueño es ver el mundo entero, y con ello poder tener o crear un mapa del mundo... Tendría que empezar por algún lado, incluso las islas que no me gusten

Seguía mirando y comiendo hasta que de nuevo un suspiro salió de mi - No quiero ir a Dragon Town... No me gustan los dragones. - dije cual niña pequeña en voz alta.

La borda estaba sola, tu eras la única que no estaba en la cocina ademas del capitán.

Luego de un par de segundos de que dijeras tu confesión en voz alta, alguien detrás de ti colocó su mano en tu hombro derecho. Tu ni siquiera sabías que había alguien detrás de ti.

-No te gustan... o... ¿les temes?.- Fue lo que dijo el capitán del barco de una manera calmada.

El susto te lo habías llevado igual. En ningún momento escuchaste o viste al capitán salir de su camarote.

WAAAAAAAAAAAAA - Fue lo que salió de mi boca al notar la mano en mi hombro, mientras me giraba para propinar un puñetazo a lo que fuera que hubiera detrás mio...* Pero entonces al ver que era Dante. Me llevé las manos a la boca. - Espera un momento, se lo tiene merecido, es un pirata - Justo para que ese pensamiento cruzara mi cabeza - ¿COMO SE TE OCURRE ASUSTARME DE ESA MANERA? - pregunté cabreada ahora - Te lo tienes merecido. Menudo susto... casi no lo cuento - llevé mi mano a mi corazón notandolo palpitar inquietantemente mientras respiraba tranquila para bajar su ritmo.

- ¿Como has venido hasta aquí? ¿Y a qué viene esa pregunta? Da igual si no me gustan o les tengo miedo, simplemente no quiero toparme con uno - Y entonces giré de nuevo para tomar el timón que había dejado suelto por un momento. Tras responder a la pregunta no estaba tan cabreada, sino más bien preocupada por imaginarme un encuentro con uno. - En fin... ¿Has comido algo? - Le pregunté más por educación que por preocupación.

Él no hizo ningún movimiento con la intención de detener el golpe, mas bien, se mantuvo lo mas quieto posible para que pudieras propinarle el puñetazo. Su expresión estaba básicamente apagada y desanimada. Ni siquiera el susto que te acababa de meter le hizo sonreir aunque sea un poco.

-La ventana del camarote del capitán se puede abrir, y no es difícil escalar hasta la borda...-  Dijo en un tono suave y deprimido.

No lo conocias de nada, pero se te hacía un poco raro verlo en ese estado.

-¿Comer? Na... Quiero que mis tripulantes coman todo lo que puedan... unos días sin comer no me harán nada...-

Le miré ahora con cara de verdadero horror al verlo tan deprimido. Me acerqué un poco para mirarle la cara - ¿En serio? ¿Está deprimido? Tengo que comprobarlo - También hay sake - le dije en complemento a la comida, pero al igual que antes parecía seguir igual, fue entonces cuando de golpe me pegué contra el timón atemorizada - ¿PERO QUE COÑO PASA AQUÍ? - Entonces explicó como había llegado y que no quería comer.

-Eh... eres un poseedor de Akuma ¿no se supone que gastas más energía al usarla? Tu también debes comer - O si no quieres te mataré aún más facilmente... - Fue entonces que me dí cuenta de que como no hiciera la pregunta clave no me libraría de él - _{Se que me voy a arrepentir} - dije en un susurro casi inescuchable - ¿Qué te pasa? ¿Quieres contarmelo?

El sake no le hizo cambiar la expresión en lo mas mínimo.

-No suelo usar mucho mi akuma... la use en la isla por culpa del carpintero y del luchador, pero por mí, es solo una maldición que no me permite nadar.- Fue su respuesta a tu primera pregunta.

No pudo escuchar tu susurro, y tampoco quería hacerlo. Pero tu otra pregunta hizo que cambiara un poco la cara, a una levemente curiosa, pero seguía basicamente igual.

-Si eso es lo que quieres, pues...- Tomó algo de aire para luego soltar un suspiro.- Estoy preocupado... Por toda la tripulación... No los conozco absolutamente de nada, y ustedes tampoco a mi, pero... veo potencial en ustedes, pero, sencillamente se niegan... No confían en su capitán, aunque bueno, no puedo culparlos... ¿quien confiaria en alguien como yo?.- Tras decir eso, se volteó y camino hasta el borde para apoyarse en este con los brazos mientras observa el mar.- Pertenecí a dos tripulaciones... Una me apoyaba en todo, pero yo siempre yo les llevaba la contraria, pensé que había mas para mi en este mundo y... los abandone... Luego hice mi propia tripulación, salimos al mar, tuvimos algunas aventuras, pero al final... no me soportaron, y me abandonaron en el mar, donde fui... bueno, eso no te debe interesar... el punto es, que terminé en Ishmagata, pensando que hay había acabado mi vida pirata, mis aventuras, y todos mis lujos, pero, cuando ustedes me buscaron para salir de la isla, me sentí... esperanzado... Y-Yo... no soy malo, s-solo quiero mostrarles que no todo es tan sencillo como parece... ¿verdad?.- Preguntó al final de la breve explicación sobre su historia mientras volteaba la cabeza un poco para verte. En realidad, no tenía ni idea si de verdad lo estabas escuchando, pero al menos, no lo sentía así.