Partida Rol por web

¡UN NUEVO COMIENZO!

¡Rayos, que dolor de cabeza!

Todo daba vueltas en un incansable afan por acrecentar la jaqueca que ya sufriaís. ¿Donde estabaís? Lo unico que os venia a la cabeza era la tormenta de ayer; el cielo partiendos en dos con cada estruendo, el mar encabritado... las olas... ¿Las Olas? ¿Como habai sido la ultima ola? La cabeza... ¿Había volcado el barco? ¡Dios! No había forma de recordar nada...

Vuestra prespectiva del lugar se iba ampliando a medida que ibaís volviendo en sí; paraecia un cuarto de invitado, solo que más maltrecho y con poca luz. Las paredes estaban acolchadas de felpudo rojo, el sueño enmoquetado y diriaís que a un lado de la estancia habia una pequeña chimenea encendida... curioso ¿Qué? ¿El suelo se mueve? ¡No! era un balanceo... como el de un barco... ¿Pero cual? El lugar no os sonaba de nada.

Menos os sonaban las caras de la gente que tenías delante; un joven algo risueña [Zoan], un parejita "encantadora"  [ Hei y Lybi], y un joven bastante siniestro a un lado de la estancia [Dark]. Por lo demas, diriaí que estaba todo en orden, vuestros objetos pesonales se encontraban a un lado de la pared, justamente junto a la puerta, que quedaba un poco entreabierta....

Hei se incorporó levemente, trató de abrir los ojos, pero sintió como si se los apuñalaran. El dolor de cabeza era brutal, y, por más que se esforzaba en recordar como había llegado hasta allí, su cabeza no le dejaba.

La primera reacción fue mirar a su alrededor, buscar a su protegida, se alarmó al no verla, pero la figura aun acurrucada no muy lejos de allí le tranquilizó: era Lybi.

No estaban solos. Allí habia un tipo y una chica.

Se apoyó contra la pared, aun no podía ponerse en pie, las piernas le fallaban.

-Ouhh...

Se le escapó el quejido de sus labios. Se acarició la frente, a la par que sus ojos castaños miraban a su alrededor: Sus cosas estaban allí, incluida su katana.

Gateó por el suelo, había un va y ven agradable, como si estuvieran en un barco. Alzó la mano y cogió la espada, sentirla en su mano, le reconfortaba, le hacía sentirse seguro. Con ella, era imparable.

Usándola como bastón improvisado, se acercó a Lybi y le colocó la mano en el hombro.

-Lybi, despierta...

Siente como la zarandean suavemente y reconoce la voz de Hei.

- Hei..?- dice sin abrir aún los ojos.

Cuando los abre le ve ahi, mirandola, ella siente un fuerte dolor de cabeza. Intenta incorporarse pero no puede, se lleva las manos a esta.

Mira a su alrededor.

- Do..donde estamos..?

Dark se encontraba a un costado de la sala, una jaqueca inmensa se apoderaba lentamente de la cabeza del joven de cabellos oscuros quien lentamente comenzaba a dar señales de vida, primero fueron sus dedos los cuales lograron moverse solo para lograr crear un puño en su mano derecha.

Recuerdos, pensamientos, ideas, jaqueca, si más y más jaqueca mientras que unas imágenes continuaban apareciendo en su mente cientos de capas blancas y gorras que creaban una sombra que evitaba que el rostro de los sujetos en aquellas imágenes pudieran divisarse mejor, pero de un momento a otro todo estuvo en un silencio absoluto y el sonido de una disparo logro escucharse.

"¡¡Mierda!!"

Dark dio un leve salto en el mismo lugar en que estaba y sus parpados se abrieron con velocidad pudiendo apreciar la excelente estructura que los constructores del barco lograron con el techo de aquella habitación, vaya que buen trabajo hicieron, pero ese no era el tema ahora.

El joven de ojos índigos oscuros se fue incorporando lentamente logrando sentarse en aquel rincón en que había despertado minutos atrás, no tenia nada cercano a él, ni una sola arma al parecer solo una pequeña mochila con unas cuantas pertenencias, rápidamente su mano derecha se fue a posar a su cabeza mientras cerraba el ojo derecho y observaba a sus acompañantes y con un tono de voz frío y sorprendentemente elegante dijo.

-¿Quienes son ustedes?

Dijo logrando articular con fluidez mientras su mirada estaba dirigida claramente a la pareja sin poder evitar luego realizar un leve reojo hacia la otra muchacha.

Hei miró a su protegida, ella empezaba ha abrir los ojos despacio. El espadachín apoyó la espada en el suelo y le apartó los cabellos de la cara.

-No se donde estamos, pero lo averiguaremos.

Le dijo. Los ojos avispados del espadachín se fueron hacia un lado, escuchó que alguien se movía levemente, la madera crujía y no sera por las olas. Hei agarró la espada y se giró, con los dedos envolviendo la empuñadura.

El chico se había despertado.

-¿sabes por que estamos aqui?

Respondió con otra pregunta.

Snirch abrió súbitamente los ojos, cruzó las piernas, y se incorporó de golpe. Miró a un  lado, viendo a una pareja, miró al otro lado viendo a un hombre, volvió a repetir el mismo movimiento de cabeza un par de veces, más, cuándo finalmente rse dió cuenta de que fallaba algo.

mmm, hola!!!!!

Claro, eso fallaba, no les conocía de nada, ni se habían presentado, y un extraño dolor de cabeza común debía tener algo que ver en todo eso.

Soy Snitch D. Zoen, dijo la chicha con una amplia y bonita sonrisa, vosotros pareceis majetes, dijo mirando a la pareja, me decís donde estámos? es que ese chico de ahí me da un poco de miedo..dijo susurrandoles, pero sin dejar de perder en todo momento su sonrisa

Vaya un dolor de cabeza eh? seguro que ayer os corristeis una buena juerga ejje, espera, si yo no bebo, porque me duele a mi tambien?

Tras meditarlo largamente durante aproximadamente 4 segundos, Snitch se levantó de la cama.

Bueno, voy a ver si hay algo de comer por ahí, alguien viene?

El joven muchacho peli-negro observo como la escena comenzaba a tomar fluidez el chico de aquella pareja respondió a su pregunta con otra pregunta la cual le pareció innecesaria de contestar en aquel momento debido a que posteriormente la joven de cabellos rosas decidió interrumpirles con un pequeño murmullo hacia la pareja.

Él en cambio simplemente decidió observar nuevamente la habitación con sus ojos fríos y una tranquilidad que fácilmente se podía expresar a través de ellos, su mano izquierda paso levemente a posarse en la pared del cuarto dejando sentir en la punta de sus dedos la estructura del barco y a la vez levantarse del suelo y llevar su mano derecha hasta el bolsillo de su pantalón y sin mediar más palabras su andar se dirigió hacia la puerta de la habitación con claro rumbo a salir de aquel lugar.

No paso  mucho tiempo antes de oir el crujir de los tablones más alla de la pared. Era de un andar pesado, como si tardase una eterninada en dar xcada zancada, y en el momento en el que el suelo tomaba tierra las maderas temblaban. Se oyo un rumor des de fuera, y os quedasteís helados en el lugar, atentos a lo que fue a entrar por esa puerta,Hei asomo incluso su mano a su fiel espada. La manibela giro lentamente, y la puerta se entono un poco hasta filtrarse pequños rayos de luz.

Tragasteís saliba, esperando encontraros con cualquier cosa... Wha, wha, wha... ¿Ahora se sentian jadeos? Esto no era normal. Poco a poco la puerta se fue abriendose más y más, cegandos durante un segundo por el resplandor del exterior. Se trataba de un barco, efectivamente,  o mejor dicho, la cubierta de un velero chapado de placas de acero y practicamente desierto, excepto quizas por una silueta humano en la popa y el jadeo que no cesaba cerca de la puerta. Pronto os invadio una sensación de frio, era temprano, justo parecia despues del alba, y a lo lejos se vislumbraba la sielueta de glaciares como si de una precisa postal de recuerdo del artico. Solo que eso no era una postal, ni esto una broma pesada...

De nuevo el ruido de pisadas cercanas a la puerta, aparte de eso, solo el incesante ruido de cuando se rompen las olas y un intenso  olor a agua marina.

Hei se quedó mirando al chico unos segundos, tenía una mirada distinta, si algo era capaz Hei por sus años de experiencia, era calcular que clase de persona tenía frente a él.

Una chica menuda se levantó, se presentó y él hizo lo mismo.

-Mi nombre es Hei.

Iba a contestar serio a la chica, cuando, la puerta se abrió, entró un viento gelido desde fuera, por unos instantes, la luz le apuñaló los ojos de nuevo, el espadachín apartó la cara pero luego lo miró de frente, sus ojos tenía que acostumbrarse a la luz.

La mano del espadachín se aferró a la empuñadura de la espada con fuerza.

-Lybi, ten cuidado, no te separes de mi.

Le dijo a la chica, luego se volvió hacia la otra, la tal Zoen.

-Si quieres, puedes venir también.

Miró al chico de nuevo, a él, no necesitó decirle nada. Solo asintió con la cabeza, mirándolo. Con eso le transmitió todo lo que tenía que decirle: "Vamos allá"

Con las rodillas flexionadas, y el pulgar pegado al tsuba listo para desenfundar, Hei avanzó hacia fuera, el viento le golpeaba el pecho y la cara con brutalidad. ¿¿Donde se suponía que estaban??

No entendía que pintaba allí, no recordaba tampoco como habían llegado pero lo que le tranquilizaba es que no les habían separado, que estaba con Hei.

Escucha lo que decían los demás, había una chica más que parecía simpática pero los ruidos comenzaron y la puerta se abrió. Se incorporó y le siguió detrás.

- Yo soy Lybi - dijo a la chica.

Siguió a Hei, nunca se separaba de él.

Al ponerse de pie y notar el vai ven del barco Snitch se tambaleó.

Whohooo estámos en el mar!!!! que caña!!!!!

La puerta se abrió de repente dejando entrar el frio, que cambió rápidamente la temperatura en la habitación mientras la jocosa y ruidosa jóven no perdía su sonrisa..

Y parece que estámos en el hielo!!!! Ésto cada vez se pone mejor..mmm, veamos...esa comida.......

Justo cuándo estaban a punto de salir, unos jadeos se oían al otro lado de la puerta, junto con unas pisadas.

Jadeos....pisadas.....estámos perdidos en medio de un barco vete tu a saber donde....

!!!!!!Es un pervertido!!!!!! Snitch abrió de golpe la puerta, y señaló hacia el fondo del pasillo al que daba la habitación.

No será hoy, pervertido!!!!!

El joven quien se encontraba con unos extraños ropajes que parecían que estuviera en medio de una ceremonia de soldados o algo por el estilo se detuvo en seco al sentir como la puerta empezaba a ser abierta por afuera seguido por un crujido de vieja madera, una de sus cejas se levanto arqueándose mientras la calma se iba transformando en un poco de angustia y a la vez ansias de ver lo que al otro costado se encontraba, la luz ilumino fugazmente la sala a lo cual el joven respondió evitando rápidamente la luz entrecerrando los ojos y llevando su mano derecha hasta frente de sus ojos abriendo los dedos para intentar ver algo.

Cuando ya se acostumbro a la luz pudo alejar su mano de enfrente de si y abrir sus ojos en su totalidad notando como el lugar era extrañamente confuso para él, jamás había visto un lugar así en su vida, el agua congelada debido a la temperatura y convertida en grandes rocas de un extraño material blanquino y algo transparente, su curiosidad aumento totalmente cuando sus fríos ojos se posaron en la silueta que se encontraba en popa, rápidamente avanzo unos cuantos pasos solo para ser derribado de cara al suelo fuera de la habitación por la estampida creada por la chica de los cabellos rosas quien sin tomar en cuenta al peli-negro comenzó a lanzar gritos contra la silueta.

Dark se mantuvo en el suelo un par de segundos y luego se levanto con lentitud mientras se resentía levemente del golpe y con un rostro un tanto intranquilo esbozo contra la chica de cabellos lisos.

-¿Que mierdas sucede contigo?

Dijo sin perder ese tono de elegancia aun cuando haya usado un vocabulario algo vulgar.

Snitch sintió cómo algo la golpeaba, cayendo, cómo un objeto  muerto al suelo, y quejándose por ello.

Mientras señalaba hacia el pasillo, miró para ver que era lo que había tropezado con ella, y ahí estaba ese misterioso y sombrío hombre que había amanecido con ellla en la misma habitación, aunque en diferntes camas.

Oh vaya....parece que tropecé contigo....mostrando una gran sonrisa, y una risa un tanto bobalicona, continuó, jajaj, parece que no eres tan temible cómo creía, jaja.....mmmm quizás no debí decirle eso....ha sonado tan mal en alto cómo ha sonado en mi cabeza?, espera, lo he dicho en alto, o sólo estaba pensando?? mal......me está mirando......creo que lo dije en alto....la he tramado...ay que hago ahora......

Snitch le tendió la mano,para ayudarle a levamtarse, vamos, no tenemos tiempo que perder!!!! hay que desayunar, es la comida más importante del día!!! mmmm que hambreee!!!

Habré desviado su atención? ..espero qu eno la tome conmigo, aunque me sigue mirando raro....grrrr, k hambre....

Con el jaleo montado por Zoan parece que habeís conseguido llamar la atención del hombre de proa, y con calma se acerca hacia vosotros. Tragaís saliva (bueno, por lo menos Hei y Lybi ^^) y esperaís a que se acerque unos metros más para verlo con mayor claridad. Entre tanta tensión nos os percataís de que los jadeos a vuestras espaldas cesan y algo comienza a moverse...

1... 2...3!

De un brinco una gigantesca sombra se cierne sobre Dark, que aún incorporandose de la caida, no lo ve venir... Involuntariamente cieras los ojos y tecubres la cara para no presencia lo que se cierne sobre ti. Los demas solo podeís contemplar la escena con espanto. Dark, inmobil en el suelo se recupera como esfuerzo de una segunda caida cuando nota una substancia caliente y resvaladiza que le cae y le pringa toda la cara. Cuando logra abrir los ojos no da credito a lo que ve: ¡Un perro! ¡Un enorme perro blanco babeandole la cara! Debia ser un haski, pero sus proporciones no eran desde luego normales, porque ya solo sentado parecia el animal más grande que  el joven.

El sabueso movia alegremente la cola mientras ladraba y  sacaba la legua mirando fijamente a Dark con cierto jobialidad ¿Pero que demonios...?  Aúnque el golpe no le hizo daño alguno el peso del animal era axfinsiante y atrapado como estaba no conseguia quitarselo de enciama.

Detras del perro se oyo una voz, y todos (excepto el pobre Dark que no s epodía mover) os volteasteís apara ver a un hombre regorde y fondon forrado completamente con sombrero y gabardina de piel.

- ¡Dak! ¡Perro malo! ¡Salte de ese chico ahora mismo! -

El pedro dejor ir un gruñido de pena y se aparto a un lado, dejando que Dark se incorporara. El perro jadeaba y emita constantes ladridos de muy buena gana.

Dark continuaba mirando a la joven de aun nombre extraño para él, sin importarle mucho lo que ella estaba hablando e incluso rechazando totalmente su invitación a levantarse decidió incorporarse por sus propios medios los cuales eran lo más que suficiente para esa sencilla tarea. De repente una enorme silueta sale de la nada frente al joven veinteañero, las luces se apagaron de repente para Dark quien no pudo evitar cerrar los ojos y desviar el cuerpo para intentar proteger lo más posible ante un probable ataque, y aunque no fue un ataque el enorme cuerpo de la extraña criatura se poso encima de su cuerpo ahogándole completamente y las babas comenzaban a posarse por su rostro.

-¡¡Fuck!!

Grito intentando liberarse pero la criatura era de tal tamaño que solo en el instante en que su dueño hizo que se quitara, Dark quedo libre levantándose con rapidez y una mirada fría y punzante se posó frente al gran perro.

-Deberías cuidar más a tu mascota, haber si le pones una correa, o mejor un ancla.

Dijo esto ultimo mirando ya completamente hacia el extraño tipo que había llegado recientemente.

Hei se acercó despacio hacia la figura, se incorporó levemente para que no pareciera que iba a luchar, pero mantuvo la mano cerca de la empuñadura de la espada, que descansaba en su mano zurda, cogida por la vaina.

-Saludos.

Hei torció el gesto al oir a la chica gritar, se aclaró la garganta y suspiró, de sus labios surgió el vaho.

-¿Sabes que hacemos aqui? ¿es tuyo el barco?

Inquirió el espada de alquiler.

Se escondió más tras Hei cuando vió al perro enorme saltar sobre Dark, temiendo lo peor.. que lo fuera a destrozar, porque con esas fauces no esperaba menos.. Pero pasó todo lo contrario, el perro era juguetón y cariñoso, y tenía dueño que consiguió que se quitara de encima del chico.

Cuando Hei comenzó a hablar con el dueño, ella ya se relajó y salió de su escondite llamando con la mano al perro, le gustan los animales, para poder acariciarle.

Loso ojos de Snitch rebosaban de alegria, y un aura chispeante se podía ver salir de sus ojos. La emoción que albergaba no cabía dentro de ella, y una ligera brisa inundaba la habitación.

Los las dos manos juntas, se acercó al dueño del enorme perro, y empezó a rogarle

Whoooaaaa, que perro más grandee!!!! puedo tocarlo? y jugar con  el? y acariciarlo?, es k parece tan...uuhhh,,,como un peluche gigante!!!

Sin esperar mucho tiempo a la respuesta del hombre, Snitch se acerca entusiasmada al perro y le acaricia suavemente  el pelaje por encima de la cabeza.

Jooo, siempre quise tener un prerro así...el que yo tenía no medía ni 2 metros...

Mientras juguetaba con el enorme Haski, Snitch  paerció que se llegó al calmar un poco.

Señor, que hacemos aqui?, más concretamente, donde es aqui?

El hombre se acerco al gigantesco Husky y le acoracio el lomo, este respondio con un ladrido y meneando alegremente la cola.

- No seas tan duro con el, Dak es muy jugueton, lo unico que ha veces puede sser un poco pesado heheeheh Me parece que le caes bien chico - mira al perro como si le dijiese algo - ¿Verdad? heheheh, me alegro de ver que ya habeís despertado. Pero en medio de la cubierta no es lugar parra hablar, acompañadme, la capitana seguro que desea veros -

El husky se le vanto y siguio al hombre con calma, a la vez que este os conducia al castillo de popa. Por lo que podías observar, parecia encontraros en el nivel más alto del barco, y la habitación de donde habíais salido paricia tener función de habitación de invitados. Por el estado del barco podiaís suponer que llevaria años en uso, pero sobretodo os llamaba la atención las planchas de acero que cubrian la mayor parte del casco. Eran de negras como el carbon, pero curiosamente no parecian servir para refrorzarla estructura de madera del navio.

Finalmente bajastis unas escaleras y despues de que el hombre picara la puerta se oyo una voz, potente pero suave, que le invitaba a entrar.

[Continua]

Ante vosotros se habria un cuarto de un modesto tamaño pero de un esplendor magestuoso. Las paredes estaban recubiertas de un papel blaco con finos entramados de color dorado que dibujaban formas como flores o ribetes. A un lado habia una comoda de roble con fruta y alguna otra zafata ya dispuesta, en frente una mesa del mismo material cubierta por brujulas y mapas, al fondo un ventanal del tamaño de toda la pared con lo vidrios empañados, y del techo colgaba una lampara de aceite que se balanceaba con el triki-trake del barco. El husky fue el primero en acomodarse, parecia tener un sitio ya servado en una esquina del la estancia, luego le siguio el hombre, quien sep uso a un lado, firme como un tronco, y finalmente vosotros.

Pero de todo lo que pudiese haber en esa habitación era la figura que posada sobre el escritorio, analizando detalladamente con cartabon y compas un de los mapas. Era una mujer, una mujer de una belleza salvaje. Su rostro expresava una dureza extraña, que contrastaba con su fina y palida tez. Sus cabellos dorados caian de su hombros por sus espaldas, adornados por un tricornio de almirante en negro y rojo. Estaba concentrada en su labor, y parecia ignorar totalmente vuestra presencia. Durante unos segundos el silencio reinaba en el ambiente, solo perturbado por el sondo del carbonzillo al rozar con los papeles.

- Capitana... estos són...- se atrevio a decir, el hombre. No lo decia con miedo, pero algo habia en su voz que parecia no desear inportunar a su capitana en plena tarea.

La respuesta no fue instantanea. La mujer se tomo su tiempo en dejar de un lado los utisensilios de navegación , bajarse de la mesa y colocarse bien el tocado, antes siquiera de dignarse a miraros. Al fin y con la cabeza alta se giro, dejo caer su mano en el pono de su sable con jesto de autoridad y comenzo:

- Encantada. Soy la pirata White Bay, la capitana de este rompehielo. - su rostro esbozaba una sonrisa sarcastica, pero el resto de cuelpo no se movio lo mas minimo - Voy a saltarme el resto de las presentaciónes si nos os importa. Tengo la mayoria del personal fuera del barco en estos momentos, así que intentad no molestarme en exceso. - ahora comenzo a moverse y se dirigio hacia el ventanal - Ante la primera pregunta que os estareís preguntando; os encontramos hace tres días en una zona de glaciares, parece ser que la tormeta os arrastro a una capa de hielo, tubisteis suerte de no morir congelados. A la segunda pregunta que os formulareís; No, no soys prisioneros, y os podreís bajar en el primer puerto que atraquemos, Yuki, de aquí tres días. Por lo demas, si no teneís nada más que tratad retiraos a vustro cuarto y Rudo - señalando al hombre - ya se hara de vosotros... -