Partida Rol por web

Tras revisar el equipo y aseguraros de que todo está preparado para el viaje, partís hacia el destino. Os montan en un hovercraft. El viaje por Poseidón dura unas horas. Cuando llegáis a la zona de despliegue, el piloto os informa. Os encontráis a un kilómetro de las coordenadas del campamento. El teniente Alden ha dado las indicaciones de que sea así por razones de seguridad. No quiere que vuestra presencia sea advertida demasiado pronto.

En un mapa digital os marca la posición del objetivo y la ruta que deberéis seguir. Os desea buena suerte y acto seguido se sube a la nave con intención de marcharse del lugar.

Por fin se encontraban en campo abierto, listo y dispuestos para lo que sería una cumplir con su misión. Pero para Daniel era algo mas: era una manera de conocer aquel extraño lugar, interactuar con ese planeta de manera real y no a través de sus libros y su ordenador. 

Bueno, creo que nos toca ponernos en marcha- mira a Rodrigo- tu eres nuestro guía, así que creo que tu mandas ahora. 

En el viaje no pierdo detalle, aunque solo sea agua, quiero impresionarme de la geografía de este planeta antes de que empiecen los... percances.

Cuando llegamos cojo el equipo y miro el mapa que marca la ruta. Voy a abrir la boca para comenzar la incursión pero las palabras del médico hacen que me lo piense.

Carraspeo ante las palabras del médico pero no las contradigo. Espero las indicaciones de Rodrigo.

Insubordinación...Interesante.

Por suerte, Irina no era de esas que se molestasen por que las pisaran el puesto. Me hago cargo de que Daniel no es militar propiamente dicho, aunque haya recibido el adiestramiento pertinente. Lo mismo que yo no obstante. Aunque siempre he sido más taciturno y discreto.

Según pongo los pies en tierra me hago a la idea de que estoy en territorio enemigo. Dejo que el instinto me guíe. Empuño el rifle y adopto una postura natural de combate. Las piernas ligeramente flexionadas y el torso encogido. La vista alta. Hago barridos en arcos cada vez más amplios a derecha e izquierda hasta abarcar toda la zona.

Comienza la fiesta.

No estoy acostumbrado a que los colonos me traten con este respeto, pero me gusta.

-¿Cómo podemos ponernos en contacto con la base? -pregunto al piloto antes de que se marche- Contaba con poder disponer del sistema de comunicaciones de la nave -bueno, y de la nave en sí, qué demonios-, nuestros comunicadores personales sólo tienen un radio de diez kilómetros -me vuelvo hacia mis compañeros-. ¿Alguno de ustedes lleva un ordenador personal? ¿Pueden acceder a NucleoCom desde aquí?

Yo también tengo ganas de ir hacia el campamento, pero es mejor aclarar algunas cosas antes de partir.

Lo siento, yo no tengo ese equipo incorporado- responde el médico. A decir verdad, suponía que ese tipo de transmisores lo tendría o bien Irina o Kevin. 

Una vez asegurada la zona, informo sin más -Zona segura.

Lo cierto es que Rodrigo tenía razón. No teníamos modo de comunicarnos con  la base para pedir un vehículo de extracción... Tendrían que agenciarse alguno. Según parecía... Poseidón no daba más que problemas.

Me encojo de hombros. Y permanezco alerta.

Miro al equipo y me encojo de hombros. Yo también pensaba que tendríamos una nave.

- Bien... esto... - carraspeo - Lo mejor será que miremos la ubicación del campamento en algún mapa, donde estamos y los caminos. También sería buena idea saber como comunicarnos con la base....

Espero que no nos hayan abandonado aquí..

El piloto antes de despegar, se gira a Rodrigo.

- Mi recomendación es que se dirijan al lugar habitado más cercano. No debería estar lejos. Santa Elena seguramente sea la mejor opción. Aunque si quieren un sitio más... amigable, Jalisco es la alternativa.

Hace un gesto algo apenado.

- Lamento dejarles aquí, sólo cumplo órdenes.

Comienzo a avanzar lentamente. Sólo para ampliar la zona de despliegue. Según el mapa hay tres "elevaciones" en toda la isla, una de ellas de bastante altitud. Lo mejor sería bordearlas por la selva o los valles entre las mismas. Pero precisamente por esa misma lógica serán las zonas más vigiladas.

Señor Watanabe. ¿Dónde se encuentra nuestro punto de misión? ¿Hacia dónde?

Kraken estaba hecho para actuar en soledad, pero contaba con una férrea disciplina. Obligado a trabajar en grupo aceptaría ordenes y las cumpliría casi sin pensar. Le habían entrenado bien. Sabía perfectamente que la ¿Teniente? Irina era la nueva jefa. Pero creía que el más cualificado en este momento era Rodrigo. Nunca se le dieron bien las cadenas de mando

Sonrió bajo la máscara.

Era en este momento cuando Roberto tenia que empezar a realizar su trabajo de guía. Al fin y al cabo, él era el nativo de esas zonas. Tendría que decidir que rumbo tomar mejor.

¿Cual es nuestra mejor opción?- le pregunta. 

-Um... mejor Jalisco que Santa Elena. Nadie en su sano juicio se fiaría de GenDiver. Esa gente ni siquiera reconoce la autoridad de GEO, por no hablar del profundo desprecio que sienten hacia los nativos como yo. Además, en Jalisco hay un puesto de la Patrulla Nativa, con un sistema de comunicaciones y una Hidrolanza. Desgraciadamente, el personal no podrá prestarnos mucha ayuda. Allí sólo hay un patrullero, y soy yo.

Hago una pausa mientras saco el uniforme de combate fototrópico de la bolsa.

-En primer lugar, pongánse sus uniformes de camuflaje. Después, yo les guiaré hasta el campamento. Conozco estas selvas y sus peligros, pero puede haber alguien nuevo operando en la zona, con intenciones hostiles.

Dicho esto, me pongo el traje mientras observo y evalúo el terreno que nos rodea. Al terminar, consulto mi GPS.

Yo pensaba que ya llevaba puesto el uniforme fototropico. desde que salimos de la base he estado preparado para meterme en un entorno hostil

-Vaya -me detengo, mirando mi equipo de navegación-, me temo que nuestro destino no se encuentra en esta isla, sino más allá de ese estrecho, así que espero que sepan nadar. Sugiero que, aquéllos de ustedes que lo necesiten, se pongan su traje de agallas. No tenemos mucho que temer de la fauna marina de esta región, pero es mejor intentar no atraer la atención de los nativos, muchos de los cuales son cetáceos, ya que pueden ser hostiles.

Esta vez se han lucido los de Refugio, sí señor.

Su primera misión y ya se iban a mojar. Claro que aquel lugar no se llamaba Planeta Azul por nada. Claro que lo que mas le preocupaba de todo ello no era bañarse, sino la posibilidad de tener algún encuentro con alguna extraña criatura acuática. Que vale que Rodrigo les estaba advirtiendo que no había peligro, pero aún así...

Al menos ya tenían una dirección por la que moverse. Algo era algo. Daniel comenzó a ponerse el traje de camuflaje.

Con el uniforme fototrópico puesto desde hacía horas lo único que se me ocurre es asegurar  mis armas de alguna manera al cuerpo y tener a mano el cuchillo de hoja de diamante.

En el agua las armas de fuego de poco servirían.

De todos modos tampoco esperaba problemas, o eso decía Watanabe, él siempre esperaba problemas, era parte de su condición y lo qe le había mantenido vivo estos años antes de GEO.

Ahora sólo quedaba esperar que Watanabe abriese la marcha.

O que Irina diese la orden...