Partida Rol por web

- Elegida Militsa: Le digo lo que se, lo que me han dicho, y mi agente, que no tiene motivos para mentirme, de hecho todo lo contrario, me ha dicho que el Alto Consejero ha sido visto con el que parece el jefe de los ladrones y asesinos en su campamento, y ha visto a Amina Otnis hablar con Erik van Hunden en el campamento de este. ¿Qué hacían ahí? No lo se. Podría ser bueno, pero, ¿por qué ocultarlo entonces? Por culpa de este van Hunden, hemos perdido a nuestros escuderos enanos y han poseído a nuestros ayudantes gnomos, que ya no están entre nosotros. - Hice una pausa, con una expresión de molestia por haber perdido a los enanos.

- Y permítame que no responda a si les creo capaces o no, tras estos acontecimientos estoy condicionado para responder. Además, personalmente, no es de mi gusto el consejero Alantar Reginloc, y por otro lado, los elfos y los enanos mantenemos cierta tensión ancestral, como bien sabe... Mi respuesta ahora no puede ser imparcial. Pero los hechos son los que son, y con ladrones, y gentes de magia oscura con van Hunden, espero que cuiden la Joya.  

Voz de Rupert: - Elegida Militsa * digo * * * * * * * dicho * * agente * * tiene motivos * mentirme * hecho todo * contrario * * dicho * * Alto Consejero * sido visto * * * parece * jefe * * ladrones * asesinos * * campamento * * visto * Amina Otnis hablar * Erik * Hunden * * campamento * * * hacían * * * * Podría * bueno * * * ocultarlo entonces * culpa * * * Hunden, hemos perdido * nuestros escuderos enanos * * poseído * nuestros ayudantes gnomos * * * están * nosotros * permítame * * responda * * * creo capaces * * * estos acontecimientos estoy condicionado * responder. Además, personalmente * * * * gusto * consejero Alantar Reginloc * * otro lado * elfos * * enanos mantenemos cierta tensión ancestral * bien sabe... * respuesta ahora * puede * imparcial * * hechos * * * * * * ladrones * gentes * magia oscura * * Hunden, espero * cuiden * Joya.

Casi estábamos llegando a lo que creía el final de la conversación cuando Rupert dio un giro inesperado a la misma.

- Vaya, Vitûr... Veo que o bien me ha estado espiando, o bien conoce a Oriandë mejor de lo que yo hubiera pensado- digo decepcionado-  Sí, me reuní con Oriandë- admito- Cuando volvimos del Cónclave mi campamento había sido atacado, y al ser informado de que un grupo sospechoso había sido visto en el bosque, me dirigí allí para ver si podían tener alguna relación. No tenía ni idea de que se tratara de él hasta que llegue allí, se lo aseguro. Y mis conversaciones fueron encaminadas principalmente a esclarecer los hechos acaecidos en mi campamento, que acabaron con la vida de varios servidores de Pelor. ¿ O eso no se lo ha contado quien sea que le haya dado esa información?

Gracias por "sincerarse" Vitûr. Buenas noches- digo devolviéndole la sonrisa y dando media vuelta camino a mi campamento.

- No, a usted no le estabamos espiando... mandé a alguien a vigilar el entorno por si veía algo extraño, y casualmente le vio con aquellos que pueden ser un peligro. Es ese campamento ilegal el que tuve bajo vigilancia. ¿No le ha parecido importante decirlo? No deberían estar ahí, y lo sabe. Nosotros hemos sido atacados, pero no hemos ido a parlamentar, téngalo por seguro. - Concluí, dándole a entender que no eran los únicos que habían tenido problemas, pero dejando claro que con aquellos malhechores no había que hablar. 

—Entiendo —me limité a decir.

Luego miré a la Sacerdotisa a los ojos, y sonreí.

—¿Al lado oscuro? —aquello, desde luego, me hizo gracia—. ¿Se refiere a mi tono de piel? De otra forma, no entiendo a qué puede referirse con ese... calificativo.

Ante la llegada del Vitûr, y su escolta, ordené que mi séquito vigilara firmemente a todos y cada uno ellos. No quería que ninguno se atreviera a infiltrarse en mi campamento, especialmente si estaba allí esa... espía del Vitûr. Cualquier movimiento en falso, y deberían dar la voz de alarma. Si el Vitûr planeaba algún tipo de estratagema, habría cometido un grave error...

Escuché atentamente las palabras del Vitûr, sin embargo llegó un momento en el que no pude reprimir esbozar una sonrisa cargada de ironía...

—Es muy interesante todo lo que mencionas, Vitûr —mencioné—. Pero... ¿de verdad se atreve a venir a mi campamento a hablarme mal del Alto Consejero y... encima, a pedirme que sea YO quien le convenza a USTED primero? ¿YO? Piénselo, si de verdad quisiera convencerle, ¿no debería haber sido yo quien fuese a solicitad su audiencia y no al contrario?

Negué con la cabeza, sin dejar de sonreír...

—Convénzame usted a mí, y luego pensaré si me merece la pena continuar con la conversación. De lo contrario, puede retirarse de mi campamento.

Cómo se atreve...

Me giro, apretando los puños sin dar ni un paso hacia él para dejar claro que son mis últimas palabras antes de marcharme.

- Vitûr, si usted prefiere tener las manos limpias antes que la conciencia, es su decisión. No le juzgo- respondo airado- Pero tampoco usted se atreva a juzgarme si para mí , mi conciencia y la preocupación por los míos son más importantes, aunque ello suponga tener que rebajarme a hablar con un vulgar criminal. 

Digo las últimas palabras en voz alta, ya de espaldas y en marcha de nuevo:

- Dudo que a quien le preocupa más su reputación que los suyos, se vaya a preocupar mucho del bien de los demás pueblos... usando el poder de Beory para el bien de todos. 

Y si alguien ha escuchado estas últimas palabras... me trae sin cuidado.

Incrédula ante las palabras de Anwië, respondí -Por supuesto que no me refiero a su tono de piel, usted pertenece a los elfos oscuros, ¿no es verdad? ¿o también se trata de un secreto a voces?-  no era de mi agrado cuando las personas se hacen como que no entienden.

-Por todos es sabido que tanto usted como el Barón, utilizan magia oscura. Los druidas no, a eso me refería. Pero en el caso que le incomode la pregunta, bastará con su silencio para entender que no tiene intención de contestarme- dije tranquilamente y mirándola fijamente a los ojos.

Salí escoltada por Sarïf en dirección al campamento de Abatis. Allí pedí tener una reunión privada con el Altísimo Consejero Alantar. Mientras esperaba la respuesta del Consejero le comuniqué mi deseo de que no estuviera presente a mi escolta, podría vigilar pero desde una distancia prudente.

—Entonces se está refiriendo a mi color de piel —dije, encogiéndome de hombros indiferente—. A diferencia de lo que ustedes creen, la naturaleza de los elfos oscuros no es hacer magia oscura. El adjetivo oscuro sólo destaca nuestro color, diferente al del resto de elfos. Lo demás sólo son mitos. Creía que alguien con su sabiduría podría entender lo que son las habladurías mundanas de lo que es la realidad.

Me parecía divertido que tratara de asociarme con la magia oscura...

—En cualquier caso, ¿cree que puedo hacer magia oscura? —reí irónicamente—. ¿Sería malo si fuera así?

Era como lo recordaba. Orgulloso, juzgando a los demás por su propia visión, rápido en etiquetar al resto. La mirada que le dirigí no dejaba lugar a dudas, mis ojos le acusaban y le miraban con un enfado que probablemente le debían contrastar con el resto de la conversación, y de mi actitud hasta entonces. 

- Siempre actúa igual. - Dije, dándome yo la vuelta, y pensando lo iluso que era. - Conciencia limpia. Ja. Nosotros si que habíamos hecho por arreglar lo que pasaba. Pero, claro, el Alto Consejero, sólo pensaba en él. - Pensé mientras me alejaba

- Oh no, no me malinterprete, Tenebrïs, no he venido a decir nada malo del Alto Consejero, y realmente podría.-Dije, con una mirada extraña, como descartando hablar en aquel momento de ese tema, pues había cosas más importantes. - Pero tiene razón en que quizás, las normas de cortesía deban hacer que el invitado exponga sus posturas antes de que lo haga el anfitrión. 

Sonreí con amabilidad ante el comentario de exponer, y abrí las manos, para exponer la posición de Anelûk. 

- El plan que proponemos tiene tres ventajas que son patentes y manifiestas: La primera, es que si el poder pudiera usarse como fuente, podría activarse de inmediato, está todo preparado y está simplemente a la espera de esa fuente de energía. Sabemos que funcionan, pero no tenemos capacidad para activar tantos. Por tanto, es un plan que se puede usar ya, es un plan que está listo.  En segundo lugar, el poder sería empleado por tan sólo los más grandes entre los enanos, que serían los que animarían y controlarían los entes que tenemos preparados. Repartir el poder entre muchos, para que cada uno lo use, corre el riesgo de que alguien lo use de mal modo. Al ser pocos, lo reducimos. En tercer lugar, y conectado con esta misma idea, es que se puede desactivar del mismo modo que activar, por lo que si alguien teme que luego ese poder se utilice de mala manera, puede ser controlado por los druídas que se retire. - Tras la pequeña perorata, tomé aire, la miré, y le pregunté con amabilidad - ¿Desea que le aclare alguno de estos puntos?

Me comunican que la sacerdotisa de Beory ha llegado al campamento con intención de que tengamos una reunión.

 -Sacerdotisa... - digo sorprendido cuando me reúno con ella - ¿ A qué debo este honor?

-Bueno, nada es malo o bueno, sólo depende del uso que se le dé- contesté sin entrar demasiado en su juego al despiste.

Hice un ademán de incorporarme -No le robaré más de su valioso tiempo y agradezco que haya accedido a tener esta reunión- agradecí en pie y con una leve reverencia dije mis últimas palabras antes de abandonar la tienda -Le deseo que descanse y gracias de nuevo- 

—Exacto: depende del uso que se le dé.

Sonreí, y observé cómo se preparaba para salir.

La conversación había terminado; aunque, lejos de importarme, lo prefería así...

—Gracias a ti por venir —me limité a contestarle, sin levantarme de mi asiento.

Escuché atentamente sus palabras. Finalmente, cuando terminó de exponer su plan, y me preguntó que si era necesario que me aclarase alguno de los puntos, negué con la cabeza.

—No es necesario —le contesté, aunque luego sonreí—. Pero supongo que la razón principal por la que ha venido a mi campamento es para solicitar mi voto mañana, ¿no es cierto?

Le miré al rostro.

—No necesito explicarle nada de mi plan que no sepa ya. A diferencia de lo que pueda pensar, todo lo que hablé durante el Cónclave era cierto; por lo que es decisión suya si confía en mí o no... En cualquier caso, ambos sabemos a quién van a votar las Enviadas... No por nada han solicitado incluir a los druidas. Por lo tanto, la votación se complica para el resto de reinos.

Debo decirle que usted me suscita interés, Vitûr. Podría llegar a votarle, pero... ¿haría usted lo mismo conmigo?

Por supuesto, no confiaba en el Vitûr... y jamás cedería mi voto a aquellos malditos enanos. Pero... si podía conseguir su voto con una falsa esperanza, saldría ganando. En cualquier caso, ¿sería tan idiota como para creerme? Estaba segura de que no, y que esta misma conversación que estaba teniendo conmigo, la habría tenido antes también con el Alto Consejero. Mi voto iría a los druidas como tenia ya planeado... La votación, por tanto, estaba ya decidida; sólo quedaba conseguir el Artefacto por medio de la intriga...

-Altísimo Consejero- dije saludando con una leve reverencia.

-Ante todo, agradezco que me dedique su valioso tiempo. Quisiera repasar algunos puntos de su propuesta que no me quedaron claros, sé que mañana nos volveremos a reunir todos de nuevo, pero veo oportuno agilizar todo cuanto esté en mis manos. No me andaré con rodeos, quisiera conocer más acerca de la magia que practican en Abatis. Me llama la atención que según sus palabras en el Cónclave, proviene de un Dios de la luz, la fuerza y la curación y que jamás puede usarse para hacer daño a otros, ya que su dios no permite usar el poder con fines oscuros- 

-Además quería agradecer su sinceridad, pues habiéndose encontrado con escasa información acerca del artefacto, en igualdad de condiciones que sus compañeros, ha sido el único representante que se ha mantenido cuidadoso en su propuesta. Teniendo en cuenta esta falta de información, poco se puede concretar en su uso. Parece usted comedido en sus palabras y sensato en su discurso. Es algo que he valorado- dije sonriendo a Alantar