Partida Rol por web

Orbis 6: Nuanta [DM09/21]

03 Kuthäk Arniëk

Cargando editor
26/09/2021, 20:49
Nuanta

Mientras duermes, sueñas con un ritual. Sueñas con rostros de plata haciéndose cortes, vertiendo su sangre y entregándola a su dios. Mientras duermes, tienes visiones de ese dios, pútrido y abominable dios, atrapado en un cuerpo obsceno, atrapado en una caverna olvidada. Mientras duermes, ves cómo toda la sangre de Nuanta baña ese cuerpo, lleno de pústulas y heridas abiertas, infectadas. Mientras duermes, sientes cómo ese dios, invocado por los rituales argénteos y sangrientos, despierta poco a poco, devorando las almas de los inocentes y agotando la Luz que mana de la Fuente.

Cargando editor
27/09/2021, 14:04
Alantar Reginloc

La fuente me fascina y me aterroriza al mismo tiempo. Como un prisma de cristal que absorbe la Luz y la descompone. Pero este prisma está korrupto; no devuelve todos los colores de la Luz de la misma forma. Algunos languidecen, casi desaparecen, mientras que otros se muestran poderosos e implacables. No hay equilibrio. Y eso no está bien.

Es un sumidero de Luz y un sumidero de vida del otros mundos. De mi mundo. 

Un ruido, una vibración me trae de vuelta de mis pensamientos. Miro a mis compañeros para ver si ellos también lo han sentido. Parece que sí, incluso los que dormían se han despertado. 

Dispongo mi escudo y desenvaino mi espada. El rastro de calor que emana me infunde valor en esta hora Oskura, preparado para enfrentar algo que presiento maligno. Un devorador de almas.

Mi alma es tuya, padre de Luz. No permitas que sea devorada por las tinieblas.

Cargando editor
27/09/2021, 17:07
Eranor "Vista aguda"

Paso la guardia estudiando la fuente, y como acercarse a ella, además de estar alerta por si algo o alguien se acercaba a ellos. Y dio sus frutos, aunque muy difícil, habría un camino que podrían seguir. Pero cuando estaba a punto de finalizar la primera guardia, le quedó claro, que no iba a poder descansar, al menos no de momento. Avisó a sus compañeros y en voz baja les dijo, mientras les señalaba primero a la amenaza que convergía hacia ellos, y luego hacia la fuente.-Algo enorme se acerca a nuestra posición, posiblemente sea el ser que guarda este lugar, y que esta corrompido. Nos dijeron que habría que cambiarlo, y purificarlo, para convertirle en un aliado, pero no creo que eso sea fácil, antes de tratar de purificar la fuente.-Y luego mirando hacia la fuente y hacia el inmenso abismo que allí se habría en el mundo.-He podido ver una forma de alcanzar el interior de la fuente, pero es peligroso en extremo. Son una especie de rocas flotantes, candentes y traicioneras, que ascienden y descienden, que podríamos usar a modo de precarios puentes, y que con grandes riesgos, podrían conducirnos al corazón de la fuente. Lugar en el que supongo que se podría intentar hacer algo para cambiar el equilibrio, pero que no se que pueda ser, y desde luego no creo que pueda ser yo quien lo realice. Pero puedo guiaros hasta allí, y de cerca podréis ver el peligroso camino. No hay otro, y no creo que este sea el mejor momento para enfrentarnos a este poderoso enemigo, que tal vez podamos transformar en aliado.-

Mucho estaba hablando Eranor, en su pueblo no le habrían reconocido, hombre sereno y serio, de pocas palabras, no era fácil oírle hablar tanto. Pero los tiempos eran muy delicados, de hecho estaban ante la posibilidad del final de su mundo, tal y como lo conocían. Y esto nunca dejaría indiferente al cazador, el haría todo lo posible por evitarlo, hasta su última gota de sangre y su último aliento, por dejar un mundo donde poder vivir a su esposa e hijos, y a todos los que en el habían quedado. 

Cargando editor
27/09/2021, 17:47
Militsa

Despierto sobresaltada por una vibración que me hace temblar y al abrir los ojos no soy capaz de discernir si aún se trata de los sueños que me han perturbado o si es la realidad la que me sacude.

Rápidamente me pongo en pie y me preparo atenta a mi alrededor y a las palabras de Eranor -Pongámonos en marcha cuanto antes, tratar de enfrentarnos al guardián sería un suicidio ahora que estamos tan cerca de entrar en la fuente. Seguimos sus pasos Eranor-

A continuación me dirigí a Desmond – Cuando lleguemos a la entrada con esas piedras flotantes, le liberaré, si todos estamos de acuerdo- miré al resto de mis compañeros esperando algún signo de aceptación a mi propuesta.

 

Cargando editor
27/09/2021, 17:54
Rupert

La guardia fue aburrida, si es que eso puede ser en un lugar dónde la magia surcaba en forma de ríos y el poder se podía prácticamente tocar. Estuve mirando vagamente a los alrededores, sintiendo todo aquel lugar que nos rodeaba. Para pasar la guardia y hacerla más amena, paseé, de un lado a otro, dejando a un lado a Alantar y al resto, para que viera que no intentaba nada extraño. 

Pero cuando se acercaba la hora del cambio, noté algo. Al principio pensé que era mi cabeza, solamente, y sus sombras, pero luego, cuando Alantar se puso en posición de alerta, me di cuenta de que además había algo de peligro en los alrededores. De hecho, sentía a la propia sombra que me oprimía, como que estaba esperándonos. No podríamos descansar. Miré a los dos, y entonces, habló Eranor. Lo escuché con mucha atención. Miré a la fuente, y me pregunté como podía estar detectando tantos detalles y estar tan seguro del camino. Me pareció que tenía cierto sentido, así que me ofrecí a ayudar. 

- Perfecto. Vayamos. Algo se acerca, yo también lo he notado. Pero además, rondan las sombras, los espíritus como Zanduräs, y nos esperan. Están deseando terminar de apoderarse de toda la magia. Yo no se si podré ayudar a restablecer la Fuente, pero estoy dispuesto a intentar llegar. - La verdad, de pronto, se sentía responsable de las palabras que había recibido Desmond con Zanduräs, y deseoso de hacer algo bien... que era lo que los que le habían querido habían intentado que hiciera. - Con respecto a Desmond, o a mi mismo, haced lo que sea necesario. Cuando lleguemos allí... quizás las circunstancias decidan solas el curso de la acción. 

 

Cargando editor
27/09/2021, 18:09
Desmond

Tumbado, intentando encontrar un momento de descanso, los pensamientos empezaron a llegar a Desmond de forma inevitable. Sobre sus compañeros. Sobre la situación en la que estaban. Los pensamientos nocivos lo mantenían despierto, llenando su cuerpo de sensaciones agridulces.

La Oskuridad era odiable, pero la Luz no era mucho mejor. Los que veían el mundo como un lugar donde solo existía el blanco y el negro le ponían de los nervios. No eran más que una panda de hipócritas dogmáticos demasiado enamorados de unos valores rígidos y de una visión del mundo desvirtuada, donde los sentimientos y la humanidad morían a favor de un imposible llamado lo correcto. Como si eso existiera. ¿Qué habría sido lo correcto para él, que tanto se había ganado su depsrecio? ¿No cumplir la última voluntad de Zulira, atravesarla con la espada sin escuchar siquiera sus últimas palabras? ¿Huir como otros habían huído?

Si en lugar de él Alantar, Eranor o Militsa hubieran sido los que se encontraban frente a ella, ¿qué habrían hecho? ¿Se habrían dignado a escucharla, o la habrían considerado una amenaza que no merecía recepción? ¿La habrían matado con una fachada estoíca, repitiendose a si mismos que no había otra manera? ¿Habrían sentido siquiera algo de empatía?

Puede que todo eso no fuera más que su resentimiento hablando. Al fin y al cabo, sus manos todavía estaban manchadas con la sangre de la doncella a la que había asesinado a sangre fría. No era mejor que ellos, pero suponía que al menos él era consciente de lo que era. De lo que se había convertido.

El cansancio, en cualquier caso, terminó por imponerse frente al conflicto interior, y el sueño llegó a Desmond como una sombra que acecha a su dueño. Para él ya no existía el descanso de verdad desde hacía mucho tiempo, pero aquella vez fue especialmente terrible. Con claridad escalofriante observó al terror putrefacto, con su estómago revuelto tanto por anticipación como por asco. ¿Qué opción podía tener él —o nadie— contra algo así?

Cargando editor
27/09/2021, 18:09
Desmond

Cualquiera que observara a Desmond comprendería de inmediato que el guerrero no estaba disfrutando de un sueño especialmente reparador. Especialmente hacia el final su piel estaba completamente perlada por el sudor, y su rostro torcido en una mueca extraña. Que sus facciones se hubieran vuelto tan sombrías con el paso del tiempo, desde luego, no hacía mucho por darle mejor aspecto.

Se despertó de golpe, dejando escapar un jadeo, como si hubiera escapado de una pesadilla por los pelos. Sin embargo, era mucho más correcto decir que había despertado en una. Los terrores que podía conjurar su imaginación empalidecían frente a los que aquel lugar podía hacer caer sobre ellos. O, en ese caso, más bien los replicaban a la perfección. Se levantó, todavía algo agitado, y recogió su mandoble del suelo.

Había visto a la criatura. Alimentada por la korrupción, grotesca, enorme. No se imaginaba que fueran a ser capaces de tumbarla sin un esfuerzo que no sabía si tenían la capacidad de hacer.

En el peor de los casos... —chasqueó con la boca. Una parte de él no quería decir lo que iba a decir—. Es posible que algunos de nosotros tengamos que distraerlo. Aquellos a los que purificar no nos vaya a resultar exactamente natural, por ejemplo.

Cargando editor
27/09/2021, 21:27
Nuanta

Sin perder ni un instante, Eranor emprende a la carrera el camino hacia el precipicio, donde las rocas, levitando sobre el abismo infinito, sobre los pozos de oskuridad, conectan la Fuente con el resto de Nuanta. Militsa y Rupert le siguen sin mirar atrás. La Luz a su alrededor se distorsiona, se transforma, se disipa, cambiando de color y naturaleza, kaprichosamente, haciéndose casi insoportable.

Las rocas, de distintas formas y tamaños, incrustadas con cráneos y huesos, no cesan en su errátiko movimiento. Unas giran sobre sí mismas, otras danzan en espirales y elipses, otras suben y bajan sin describir una trayectoria predecible. Aunque traicioneras y resbaladizas por la sangre, la mayoría son lo suficientemente grandes como para poder pararse de pie sobre ellas. Otras en cambio son pequeñas, amenazantes proyectiles capaces de hacer caer al vacío a quien se atreva a intentarlo.

Atrás quedan Alantar y Desmond, firmes, preparados, empuñando sus espadas, vistiendo sus armaduras, demostrando su valor ante la tenebrosa presencia que se aproxima haciendo crujir la tierra. Del suelo bajo sus pies, una enorme grieta parte en dos el lugar. Densa Luz de colores es expulsada a borbotones, como lava candente proveniente de las entrañas de este lugar maldito, acompañada de rocas, cadáveres y sangre. Del interior de la oskura tierra surge el Guardián, una descomunal kriatura con cientos de extremidades y ojos, una kriatura kambiante, esquiva y cruel. Su cuerpo, recubierto de duras escamas, se retuerce y cambia radikalmente de forma, dejando ver un interior torturado y mancillado. Le rodea un vertiginoso séquito, una plaga, compuesta por insectos y deformidades, por sombras y otros parásitos que le adoran incesantemente, en un depravado y kaótiko ritual perpetuo.

Notas de juego

Cruzar saltando de una piedra a otra es realmente peligroso. El fondo del abismo es un distante negro que lo engulle todo. Para conseguirlo debéis superar 5 tiradas consecutivas de Agilidad a Dificultad 12. Os recuerdo que podéis aumentar en 1 la Fatiga para aumentar en 1 el resultado de cualquier tirada, tantas veces como queráis; o bien aumentar 1 de Korrupción para añadir un dado a cualquier tirada, también tantas veces como queráis.

Los que no saltéis quedaréis en el precipicio, que se quiebra bajo vuestros pies, y deberéis enfrentar al Abeloth y asumir vuestro destino.

Me he tomado la libertad de desatar a Desmond.

Cargando editor
27/09/2021, 22:05
Director

Notas de juego

Pelor te ayuda, tus rezos tienen recompensa, otorgándote 1d6 a la tirada que elijas, sin necesidad de aumentar tu Korrupción.

Cargando editor
28/09/2021, 19:52
Eranor "Vista aguda"

Para Eranor estaba claro que el momento había llegado, o al menos uno de los momentos más difíciles de su vida. La solución tenía que estar en la propia fuente, pero el camino para llegar hasta ella, era casi imposible, plagado de peligros que podían llevar a una muerte directa. Por si eso no fuese suficiente, el guardián estaba allí, terrible y poderoso como un dios, de oskuridad y muerte. Alantar y Desmond parecía que se querían enfrentar a el, tal vez eso les daría el tiempo que necesitaban para bajar el abismo, pero a que coste. Sin tiempo para pensar y casi ni para hablar, se dirigió tras estudiar un rato a las piedras que podrían conducirle hasta la fuente, o hasta su final. Pero antes de saltar y entrar en aquel descenso de pesadilla, tuvo un instante para hablar con sus compañeros.-La solución, si la hay, tiene que estar ahí abajo, en la propia fuente, aquí poco o nada podemos hacer por cambiar el equilibrio. Aunque casi roza el suicidio, hay que bajar o todo este esfuerzo no habrá servido de nada.-Y con un fuerte, pero calculado impulso, salto sobre la macabra pasarela que tenía más cerca, y desde esta a otra y así, sucesivamente, descendiendo en aquel abismo de locura. Lo mejor era tener la mente fría, vacía, no pensar en nada, tan solo en el movimiento de las rocas, para tratar de leer o descifrar sus cadencias y movimientos, evitando las múltiples trampas en su terrible descenso.

- Tiradas (1)
Cargando editor
28/09/2021, 20:36
Alantar Reginloc

- Haced lo que sea que haya que hacer ahí adentro. Intentaremos daros tiempo conteniendo a la criatura.

Aprieto con fuerza el pomo de mi espada,tanto que mis nudillos pierden su color. Contemplo con horror el espectáculo de infraseres que la acompañan en una coreografía macabra.

Cargando editor
28/09/2021, 20:53
Alantar Reginloc

El resto del grupo toma rumbo hacia la fuente.

Empiezo a sentir una energía que brota de mi espada y recorre mi brazo. Sigue su camino, tiene propia voluntad y se está sirviendo de mí para cumplirla. 

Que esta espada guíe mi mano y no al contrario. 

Lo estaba entendiendo. El juramento de Paladín estaba cobrando sentido literal.

Miré mi escudo y recordé:

Al igual que este escudo me protege de la Oskuridad, juro proteger de ella a todos aquellos que se acogen a la misericordia del Padre Sol.

Miré a Desmond y le dije, alzando la voz entre la kakofonía kaótica que nos estaba rodeando:

- ¡ Desmond! ¿ Renuncias a la Oskuridad y te acoges a la misericordia de Pelor?

Notas de juego

No he marcado a todos porque creo entender que nos dividimos. Si no es así o alguien más se queda, edito para incluirlo

Cargando editor
29/09/2021, 01:04
Desmond

Desmond suspiró. Había sido poco probable que él hubiera conseguido superar aquellos obstáculos con la armadura que llevaba encima de todas formas.

¿Es que crees que no lo habría hecho ya si fuera tan fácil? —escupió en respuesta, apretando la empuñadura del mandoble y alzándolo en dirección a la criatura—. Olvídate de dogmas y cúbreme las espaldas porque la vida de los dos depende de ello.

Vanguardia era un arma temible, y cuando se comparaba su longitud con la de una persona resultaba especialmente intimidante. Era una espada que, en un buen golpe, era capaz de partir y cercenar a todo lo que se encontrara a su paso. Y, aun así, parecía sencillamente insuficiente frente al horror que tenían frente a ellos. ¿Qué arma no lo habría parecido?

Pero, honestamente... no sé cómo vamos a mantener a una abominación así a ralla.

Cargando editor
29/09/2021, 08:17
Rupert

Se sentía capaz de saltar siguiendo a Eranor, la verdad. Aunque aquella luz brillaba en demasía, y las rocas se movían en un kaos que parecía sin sentido, sin orden. Observó como Eranor se detenía, como Militsa tenía dudas, cómo Desmond se giraba para enfrentarse a su destino junto a Alantar, que de verdad parecía un paladín, pero que tenía, como todos, miedo. 

Intenté seguir el primer salto de Eranor, y prácticamente me quedé al borde, al filo de esa roca, de hecho, tan desequilibrado por culpa de un cráneo incrustado, que miré y salté a la siguiente, rápidamente y sin demasiados miramientos. Así que caí de bruces, raspándome las palmas de las manos, y rápidamente me puse en pie y dije: - Estoy bien, ha sido un pequeño error de cálculo... - La verdad, no me recordaba tan ágil, tan capaz. Algo de aquello era extraño, pero en cualquier caso, seguía vivo. 

Miré las rocas, su movimiento, su absurda danza... ¿danza? Quizás pudiera aprovechar eso en mi favor. Sacando la flauta, entrecerrando los ojos, intenté notar cómo se movían unas rocas y otras, intentando encontrar algún patrón. Justo al revés de los bailarines que acompasan a las notas, esta vez sería el bardo el que se adaptase a los pasos de baile. Moví los dedos con cuidado, intentandolo, y aunque no es que estuviera muy seguro, el tercero de los saltos fue bastante mejor. Miré para atrás, a ver cómo iban mis compañeros

- Tiradas (3)

Notas de juego

Perdón, el modificador es 8, no 5, así que la pasa por los pelos

Lo dejo en la tercera tirada, por si al final se puede ayudar a Militsa, para no dejarla muy lejos. Por ayudar, ¿puedo realizar alguna tirada por si las rocas, aunque parezcan impredecibles, pudieran tener algún patrón? ALgo con música o con percepción

Cargando editor
29/09/2021, 16:56
Alantar Reginloc

Me veo ante un doble peligro. La criatura que tenemos al frente y Desmond, a quien no sabré si tendré realmente de mi lado cuando llegue el momento o será poseído de nuevo por el espíritu de Zanduras. 

- La protección de Pelor no es un dogma. Es la única esperanza que tenemos ahora. Si no podemos sobrevivir, al menos que muramos bajo su manto para no convertirnos en una de estas sombras- replico a sus palabras, justo antes de que mi espada empiece a llevarme hacia el Abeloth, abriéndose paso entre las sombras. 

Notas de juego

Tefrain, ya me dices si debo ir haciendo tiradas de eliminar sombras y espektros camino al Abeloth, porque la espada va para allá. 

Cargando editor
29/09/2021, 18:23
Militsa

Me acerco al abismo de la entrada a la fuente, veo cómo Eranor y Rupert avanzan casi sin problemas pero al mirar atrás Alantar y Desmond tratan de contener a la bestia. Me debato entre la inercia de continuar los pasos de los que me preceden o tratar de iniciar el cambio desde la superficie.

Con determinación clavo mi portaestandarte en la tierra y doy comienzo al conjuro.

{Obad-Hai exarca de Beory, permíteme expandir tu fuerza sobre esta tierra muerta,

Otórgame el dominio de arraigar desde tu estandarte,

Que se desarrollen raíces capaces de atrapar a los oskuros de corazón,

Robándoles hasta el último aliento,

Tus ojos me guían y vigilan que el equilibrio se restaure}

Repito esta estrofa cuatro veces

 

{Diosa de la vida, como sacerdotisa de Beory te ruego,

Concédeme el poder de controlar el animal que ven mis ojos,

Que el Abeloth cese en su ataque a la luz y se agote su sed de nuestra sangre,

Permíteme que lo libere de la dominación a la que lo tienen sometido,

Mostrémosle el camino de regreso a la luz,

Que el guardián regrese a su hogar}

Repito esta estrofa tres veces

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me sumo 4 heridas para pasarlo todo

 

 

Cargando editor
29/09/2021, 21:22
Nuanta

Eranor y Rupert comienzan a saltar. El bardo llega algo más lejos, analizando el movimiento de las piedras, buscando algún patrón o armonía, sin encontrarlo. El cazador, seguido por el lobo, sólo avanza un poco, un salto. Ambos se quedan a medio camino, lejos del precipicio, lejos de la Fuente, rodeados por piedras en movimiento, parados. Muchas piedras pasan a su lado a gran velocidad, y algunas les golpean. En el caso de Rupert la roca le golpea con fuerza, empujándole al borde, haciéndole perder peligrosamente el equilibrio.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Eranor, recibes 1 Herida (2 Absorción). Haz las 4 tiradas que te faltan para llegar a la Fuente o sólo 1 para volver atrás.

Rupert, recibes 2 Heridas (1 Absorción). Haz una tirada de Agilidad a dificultad 15 para evitar caer al ser golpeado. Luego haz las 2 tiradas que te faltan para llegar a la Fuente o 3 para volver atrás.

Cargando editor
29/09/2021, 21:29
Nuanta

Alantar y Desmond se preparan para el combate. El Abeloth fija sus incontables ojos poliédricos sobre ellos, rezumando pestilencia y korrupción entre las resbaladizas escamas de su cuerpo. Su mente, su terrible mente, es más poderosa aún que sus fauces. Sin haberse siquiera acercado, lanza un ataque psíquico contra el paladín y el guerrero. Alantar consigue soportarlo, firme y convencido sobre la Luz de Pelor. Desmond sin embargo es alcanzado, y su Voluntad quebrada.

El Abeloth, el Guardián de la Fuente, chilla con un sonido insoportable para el oído humano. Su cuerpo cambia, muta, desplegando unas alas de sombras. Su séquito se pone en movimiento, gusanos portadores de podredumbre y deformidades pegajosas se arrastran hacia vosotros, envueltos en una nube de infames insektos.

El luminoso paladín toma la iniciativa, guiado por su espada flamígera, asestando golpes al aire, derribando spektros, llenando el aire de fuego purificador. Algunos insektos se apartan, temerosos de la Luz, otros en cambio rodean a Reginloc con intención de penetrar entre las piezas de su armadura.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Desmond, recibes 1 de Korrupción. Estás atrás y todavía no has entrado e combate.

Alantar, haz las tiradas de ataque de tu espada: Ataque CC 2d6+5 y luego 2d4+2 de Daño. El éxito está asegurado, ya que estáis rodeado de enemigos.

Cargando editor
29/09/2021, 22:23
Zanduräs

Le tienes. Le tengo.

Un digno sakrificio para mí.

Una ofrenda a tu señor.

Apaga su luz, apaga su espada.

Y entrégame su alma.

Notas de juego

La voluntad de Zanduräs es que ataques a Alantar.

Cargando editor
29/09/2021, 22:26
Zanduräs

Salta. Arrójate al vacío.

Escapa de tu cuerpo.

Libérate.

Y entrégame tu alma.

Por siempre me pertenecerás.

Únete a mí.

Notas de juego

La voluntad de Zanduräs es que saltes.