Partida Rol por web

Otosan Uchi

NIEBLA

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26/09/2010, 13:24
Director

Adiós. Más allá de la neblina una niebla más profunda.

Mitsuhashi Takajo

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26/09/2010, 13:39
Director

El puente que unía el Distrito Kasuga con el Higshikawa estaba en reparaciones, así que no te queda más remedio que usar un pequeño bote para cruzar hasta el distrito que es ahora tu objetivo.

El cielo se ha despejado un poco, y ya no llueve tanto, pero es evidente que de quererlo, podría volver a llover. No obstante la fortuna te sonríe con una travesía en barca bastante tranquila.

Lo único que resulta contrario a la calma es la cháchara despreocupada de patrón, que no deja de hablar, aunque tiene claro que no vas a contestarle sigue con lo suyo. Seguramente la vida de un hombre así sea muy triste y solitaria, y si no habla con sus pasajeros no tenga nada emocionante que contar al volver a casa.

Aun así, su información es recibida y almacenada. Resulta que en los últimos días, desde que se cerró el puente, han llegado muchos samuráis de distintos clanes a el distrito. No te sorprendería si no fuera por el aporte curioso que añade, sobre que aquella misma mañana habían subido varios, como si fueran un grupo, siendo totalmente dispares.

Eso te recuerda tu anterior misión, seguir a los hombres de Otomo sama. Seguramente sea solo una mera coincidencia, pero te lo anotas mentalmente.

Desembarcas y lo primero que te llama la atención son los pilotes de madera robusta que sostienen las casas y almacenes que están mas pegados al rio de sol.

El olor a salitre y pescado, así como otros que prefieres no identificar te acompaña mientras te adentras en el distrito. Las calles están limpias, pero no pueden borrar el olor, o no del todo.

Casi todo el distrito tiene la misma apariencia. Parece un poblado de pescadores, la cosa solo mejora hacia el noroeste, donde se encuentra la zona comercial del distrito.

Es hora de buscar pistas. Así que repasas la nota en tu mente una vez más.

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26/09/2010, 17:56
Bayushi Haru

El Escorpión escuchaba la cháchara del barquero sin prestarle mayor atención, sumido en sus propios pensamientos. Respondía cada tanto con alguna nueva pregunta intrascendente, o se limitaba a asentir con gesto ausente. Ni siquiera el penetrante hedor del Distrito conseguía sacarlo de su mutismo.

En verdad, no era aquella una actitud demasiado típica de Haru, que solía sacarle jugo a las piedras en cuanto a conseguir información se refería. Pero en aquellos momentos su mente estaba algo dispersa, divagando entre sensaciones que nada tenían que ver con su deber. Jamás se atrevería a confesarlo, pero su misión de la noche anterior había tocado una fibra muy íntima de su ser, y aún le costaba recomponerse.

No podía estar seguro sobre las causas de semejante incomodidad, pero empezaba a abrigar la certeza de que seguramente estaba vinculada con dos cuestiones: o era su máscara… o Kokoro.

La sencilla joven lo había impresionado profundamente, eso era innegable, y el Escorpión no era tan necio como para mentirse a si mismo. Además, aunque Haru estaba bastante acostumbrado a ese tipo de enamoramientos pasajeros, que lo arrebataban con arrasadora pasión durante un tiempo para desaparecer tan pronto como habían llegado, presentía que ésta vez las cosas podían ser bien distintas. No podía definir aún por qué, pero tenía la plena certeza de que aquella sumisa y recatada muchacha era mucho más de lo que parecía, y eso intrigaba al Escorpión tanto como la llama a la polilla.

Sin embargo, había algo más. De esto también estaba seguro. Y luego de darle muchas vueltas al tema, llegó a la conclusión de que debía tratarse de su máscara… o de la falta de ella, para ser más precisos. Aún estaba dilucidando como había afectado ello a su espíritu… pero las conclusiones a las que arribaban lo preocupaban mucho más que los dulces ojos de Kokoro.

Pagó al barquero casi sin reparar en su rostro, y se dirigió a la zona de los muelles. Primero haría un reconocimiento visual de la zona, y quizás más tarde pudiera investigar un poco más a fondo. Quizás ese Fokuda fuera realmente un capataz. O tal vez fuera un barco o una posición de las estrellas. En aquel nuevo mundo de los secretos en el que se había internado, nada era lo que parecía.

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27/09/2010, 21:50
Director

Te bajas en una zona poco frecuentada. Te llaman la atención como las casas y almacenes están levantados como pilotes. Pero con la lluvia de ese día, no te sorprende. Has oído hablar bien de las crecidas rápidas y mortales del rio del sol.

Primero das una vuelta por el barrio comercial. Casas de juego y de descanso. Zonas para tomar el té y tascas corrientes inundaban las calles.

Buscaste el mercado, y casi no diste con él. Preguntando te enteraste que la calle del mercado no era precisamente tal. Sino más bien una zona poco definida donde se montaban puestos callejeros, lo que hacía que dependiendo del día, el mercado fuera más grande o más pequeño.

Intuías que también seria difícil encontrar dos días seguidos al mismo comerciante, y te pareció adecuado en un distrito gobernado por un escorpión.
Habías escuchado hablar de él. Según los rumores era casi un Junshin. Pero que con el tiempo se había visto mucho más resolutivo que muchos otros leales. Lo que te llevaba a pensar que debía de ser un tipo astuto y peligroso.

Habías aprendido por la vía dura, que aquellos que mostraban sus debilidades abiertamente, lo único que conseguían era provocar una respuesta de los rivales, y casi siempre, morir por la picadura de un aguijón fuera de la vista.

Al caminar al Este del distrito, hacia la costa, pudiste ver la residencia del mismo. Grande y majestuosa, y sencillamente bien cuidada. Sin embargo, a pesar del tamaño y el cuidado, no parecía que quisiera impresionar. Era ridículamente sencilla. Era algo a tener en cuenta.

Los muelles era otro lugar distinto. Grandes calles despejadas de transito, salpicadas por carros y trabajadores que a pesar del tiempo se dedicaban a sus labores abnegadamente. El distrito no era muy grande, pero sabias que era una pieza económica importante, puesto que parte de los ingresos de la ciudad entraban por mar a la capital del imperio.

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02/10/2010, 17:49
Bayushi Haru

 

Haru encaminó sus pasos hacia la zona Oeste de los muelles. Durante un largo rato simplemente vagó por ahí, observando a los curtidos hombres de mar hacer su trabajo, sin inmiscuirse con ellos. Tenía el aire inconfundible de un refinado personaje de ciudad, quizás algo fuera de lugar por aquella zona, pero que parecía ocuparse de sus propios asuntos, fueran estos cuales fueran.

Puntualmente, observaba las distintas embarcaciones, y los nombres que estas tenían. Aún albergaba la esperanza de que “Fukoda” no fuera una persona. Además, también se detenía para estudiar los comportamientos de la gente del puerto, principalmente aquellos que parecían estar en pleno proceso de carga o descarga de una nave. Sus oídos estaban atentos, siempre a la espera de poder pescar en el aire aquella palabra mágica.

 

- Tiradas (1)

Tirada: 3d10
Motivo: Percepción
Resultados: 3, 8, 8

Notas de juego

Bueno, básicamente deambulo por ahí durante un tiempo, a ver si puedo pescar el nombre "Fukoda" sin necesidad de preguntar. La tirada es un poco para eso, y también para identificar a alquien que parezca estar ocupando puestos de importancia entre los trabajadores.

La hice solo con Percepción, aunque no se si pueda agregarle Investigación u otra cosa.

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04/10/2010, 13:23
Director

Caes en cuenta, despues de una hora deambulando, que la mayoria, por no decir todos los estivadores, antes de comenzar con un barco, o despues de acabar con el, pasan por un edifico pequeño en el extremo mas suroeste del puerto.

Incluso algunos que parencen capitanes de navio se acercan. Todos entran y salen al poco tiempo.
No hay carteles, por eso es dificil adivinar que hay dentro, pero el movimiento de personas constante te advierte de que debe de ser un lugar importante.

Notas de juego

Si tira tambien investigacion. Por norma, siempre tirame una caracterisca con una habilidad, excepto cuando no tengas la habilidad, pero se supone que lo intentas con ella.
No me explico bien, pero bueno, jejeje.

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04/10/2010, 17:47
Bayushi Haru

Haru se dirigió hacia el edificio pequeño del rincón suroeste, y deambuló por las cercanías durante un rato. No tenía intenciones de interrumpir a su contacto en medio del ajetreo diario, sobre todo si realmente ocupaba algún puesto importante. Así que se limitó a esperar a que disminuyera un poco el continuo ir y venir de personas por el lugar.

Finalmente, cuando los trabajadores hicieron una pausa, se apresuró a ingresar al edificio.

Notas de juego

No es necesario que la zona quede vacía. Pero que al menos no tenga toda una fila de tipos aguardando su turno detrás de Haru. Que no esté tan congestionado.

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11/10/2010, 12:27
Director

Al tiempo, parece que los hombres dejan de entrar y salir. Seguramente el turno de mas ajetreo de la mañana este acabando.

El establecimiento es un lugar pequeño, hecho en madera, y con ventanas a los muelles uncamente en la entrada. La habiatacion principal es relativamente pequeña, aunque llegaba a entrar mucha gente, debian de estar bastante apretados.

No hay asientos en ningun lado, y enfrente de la entrada hay un mostrador. Alli un hombre viejo pero musculoso lleva una tablilla y parece entretenido en marcar algo en ella.

Otro hombre, que tampoco parecia un jovenzuelo esperaba con los brazos cruzados a un par de pasos del mostrador.

El viejo le dijo un nombre, y este contento salio por la puerta. Luego levanto la cabeza para mirarte. No se sorprendio, al fin y al cabo era un distrito gobernado por un escorpion, aunque era evidente que algo, en tu presencia quizas hacia que el hombre su hubiera puesto sutilmente hosco.

Sin decir palabra se giro e iba camino de la trastienda del lugar.

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12/10/2010, 15:39
Bayushi Haru

- Disculpad !!! – se apresuró a comentar en voz alta el Escorpión, intentando ganar la atención del sujeto antes de que este desapareciera por la trastienda del salón.

Haru se acercó rápidamente al mostrador y se inclinó ante él, saludándolo con una cortés reverencia al hombre de la tablilla.

- Konichiwa, honorable samurai. Espero podáis disculpar mi interrupción, os aseguro que solo será un momento. Estoy buscando a alguien, y tengo entendido que trabaja por aquí.

- Es conocido como “Fukoda”, el capataz del muelle oeste. Desearía hablar con él.

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13/10/2010, 13:41
Director

El hombre se gira para mirarte, y te dibuja entero con la vista. Cada detalle de ti es observado con inquina por el trabajador portuario en completo silencio.

En un momento desagradable, que acaba con el hombre volviendo a girarse hacia el interior de la trastienda, y contestando de espaldas.

Espere ahí.

Después de esto silencio por su parte. Oyes como trastea en la parte de atrás, y te figuras que estará colocando cosas o haciendo su trabajo. No sabes cómo ponerte en contacto con Fukoda, o si este aparecerá allí.

Al cabo de unos 10 minutos, el viejo vuelve a salir, y te echa una de esas miradas, de "todavía estas aquí". Con cara resignada, el viejo se acerca al mostrador y te hace un gesto con la mano para que te acerques.

Muelle del sur. Barco La cobra Gris. Allí encontraras a quien buscas.

Sin nada más que añadir, deja de mirarte y sigue ordenando cosas tras el mostrador. Decididamente no es el tipo más simpático del mundo. Y no parece contento con tener que tratar contigo. Te preguntas si es por ti, o es como se tratan los estibadores en el puerto.

Sales del lugar. La mañana sigue siendo gris, pero rayos de sol atraviesan las nubes oscuras, haciendo que en el suelo y los charcos se dibujen pequeños espejos de luz y calor.

Caminas una vez más por entre los muelles de aquel distrito, esta vez buscando un barco en concreto. Jurarías que lo habías visto ya, te sonaba el nombre, así que tus pasos eran firmes al dirigirte hacia la zona donde te habían comentado que podía estar tu contacto.

Finalmente hayas lo que buscas. Un barco de pesca bastante grande, con la madera del casco pintada de verde y rojo, y la cabeza de una serpiente tallada en la parte delantera. Las velas, grandes que están regidas sobre el mástil central, son de un color gris ajado por el tiempo.  Pudieron haber sido azules, o de otro color hacia años, pero ahora tenían un pálido color gris.
Los remiendos de las velas, y de ciertas partes del casco indicaban que aquel navío había tenido más horas de trabajo que muchos otros del muelle, o puede que se hubiera metido en más problemas.

Nadie estaba alrededor del navío, pero había una pasarela que daba acceso al interior.

 

Notas de juego

Ya esta

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18/10/2010, 13:25
Bayushi Haru

 

Haru observó durante unos momentos los alrededores de la nave, estudiando un poco el terreno. A simple vista, parecía una embarcación tan simple como cualquier otra. Pero si realmente se trataba de la persona que buscaba, seguramente su contacto habría tomado precauciones. Quizás pudiera encontrar alguno de los varios pares de ojos que seguro estudiaban cada uno de sus movimientos.

El Escorpión se adelantó unos pasos por la pasarela, y antes de terminar de cruzarla, aplaudió un par de veces para indicar su presencia.

 

- Tiradas (1)

Tirada: 5d10
Motivo: Investigación
Resultados: 6, 9, 1, 1, 9

Notas de juego

La tirada es más que nada para estudiar la tapadera del contacto. Siendo más de lo que realmente aparenta, quizás encuentre algun pequeño descuido en su disfraz (vigilantes que se hacen pasar por simples pescadores, objetos que no deberían de estar ahí, o que están abandonados y en desuso cuando deberian ser utilizados casi a diario).

En definitiva, cualquier cosa que me haga pensar que el tipo de ahí no es solo un simple pescador.

Otra cosa, tengo examen el lunes que viene, así que calculo que voy a estar medio desaparecido.

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18/10/2010, 17:13
Director

Subes la pasarela hasta la cubierta. Es un camino sencillo, casi en linea recta, puesto que los navios rokuganeses, no solian ganar en altura.

Habias oido que los Gaijin usaban barcos del tamaño de palacios para moverse. Pero la logica indicaba, que semenjantes construcciones estaban abocadas a hundirse en el mar.

Al principio distes por sentado que estabas solo, pero algo te indicaba que no. Cuando menos lo esperabas, un hombre de ciertad edad, y mayor envergadura aparecio a tu derecha.
Por la expresion de su cara podias saber dos cosas. Debia de llevar años en la mar, y no le gustaban las visitas.

Llevaba una camisa sin mangas, y podias ver sus poderosos brazos morenos. Muchos años al sol, frente al mar se necesitaban para tener aquella musculatura.
El hombre que te miraba serio con los brazos cruzados sobre el pecho esperaba que hablaras.

Estaba claro que aquel tipo era peligroso, aun no sabias hasta que punto. No portaba armas, al menos no que tu pudieras percivir. Vestia escuetamente, asi que descartastes que pudiera llevarlas ocultas. Pero estabas en su terreno particular. Asi que pretendias ser cauteloso.

Notas de juego

No te preocupes, esta partida es solo para ti, asi que a tu ritmo.

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03/11/2010, 05:05
Bayushi Haru

Haru se inclinó ante el extraño en una profunda reverencia y lo saludó en tono firme pero cordial. No tenía en claro si se dirigía a un heimin o a un samurai, así que optó por mostrar una indudable cortesía pero sin atenerse demasiado a las formas.

- Mi nombre es Bayushi Haru, y junto con mis saludos os extiendo también mis más sinceras disculpas. No pretendo ser descortés, pues se bien que no he sido invitado a vuestra morada. Sin embargo, aún así espero poder intercambiar algunas palabras con vos.

- Deseo hablar con aquel que llaman Fokuda, el capataz del muelle Oeste, y tengo entendido que puedo encontrarlo por aquí. También he oído algo sobre sus gustos, y no pretendo presentarme ante él sin las debidas formalidades.

Apenas alzando su enmascarado rostro, el Escorpión se irguió lo suficiente como para dejar entrever el objeto que su mano derecha empezaba a sacar de los pliegues su kimono. Se trataba de los pasteles de arroz que había traído consigo desde su albergue en el Hayasu.

Notas de juego

Al fin de vuelta !!! Ahora espero retomar el ritmo y "darle caña", como dicen ustedes. Tengo muchas cosas en carpeta para este sujeto Haru...

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04/11/2010, 12:51
Director

El hombre te devuelve una mirada fiera. Te hace sentir incomodo. Pero parece que no tiene intecion de echarte del barco.

Mi nombre es Fokuda. Y no suelo recivir visitas inesperadas en mi barco. No trabajo con Escorpiones, asi que esta reunion sera breve.

El fornido hombre chasquea los dedos, y como por arte de magia, tres hombres se dejan caer en la cubierta del barco. No sabes de donde han salido, pues jurarias que habias percivido cada detalle de aquel lugar al subir.

Aun te quedaba mucho por aprender, pero al menos podias sentirte orgulloso de tu instinto. Te habia avisado de que alli habia un peligro. Y aunque aun sentias esa sensacion, podias notar que menguaba.

Los hombres se dedicaron a enrollar cuerdas o lustrar el suelo. Parecia un barco completamente normal, sin embargo, tenias la sensacion de que no era asi.

Que el tal Fukoda dijera abiertamente que no trabajaba con Escorpiones, te llevaba a pensar que podia estar mintiendo por algun motivo. Tu sabias de seguro que era un confidente. Habia algo extraño en la situacion.

Sin embargo, cada respuesta deberia ser respondida a su tiempo.

Cuando hicistes ademan de entregar la comida, te mostro con un gesto un barril sobre el cual ponerlos. Y te invito a pasar dentro del barco. Receloso caminaste con orgullo hasta la entrada y pasastes delante de el.

Dentro, habia una estancia pobremente amueblada, pero con todo lo necesario. Otro hombre estaba alli. Vestia un kimono de samurai, con colores azul y tierra, y letras doradas en las mangas. Era joven, y a pesar de que se notaba su nerviosismo parecia estar decidido a obtener respuestas.

Imaginastes que tu cara tras la mascara, podia ser facilmente como la de el. Te preparastes para lo que venia.

Fukoda hablo de nuevo.

Los dos habeis venido por lo mismo. La niebla asfixiante. No se como habeis dado conmigo. Y sinceramente no me importa. Todo lo que os diga tendra un precio, que mas tarde o mas temprano mandare cobrar, y espero sea pagado gustosamente.

La sociedad que buscais tiene ojos y oidos por todas partes, y ahi que andarse con mucho ojo cuando se la nombra. Afortunadamente este lugar es seguro hoy.

El grupo que buscais, tiene dos sedes en la capital del imperio. Solo conozco la hubiacion de una, la que esta en el distrito Jinjiko. Se que existe otra, pero desconozco cual es su hubicacion. Es mas, ni siquera se en que parte del distrito Jinjiko esta la que se que existe.

La unica pista, seguir los carros con pergaminos. Eso es todo cuanto puedo decir. Esa gente es peligrosa, opera a muchos niveles, he conocido gente que trabajaba para ella, sin saberlo. Hay que ser cuidadsos.

Sin mas palabras se acerco a la puerta y la abrio invitandoos a salir con la mirada.

Haru salio primero para escuchar como Fukoda rezaba que aquello no era un barco de recreo y no hacian viajes nadie.

El otro hombre salio tras de ti, y se comportaba como si hubiera cerrado un trato. Era todo una cuestion bastante extraña.
Aun no tenias claro que habia pasado, y sin embargo habia pasado todo.

El otro joven, salio tras de ti, y caminaba muy cerca tuya por los muelles. Quizas seria prudente preguntarle. O quizas seria mejor evitarlo. Parecia que los muelles no fueran un lugar seguro. En cualquier caso, algo habia sido verdad. La reunion habia sido breve.

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15/11/2010, 06:41
Bayushi Haru

 

Haru abandonó la embarcación con una sensación de profunda intranquilidad atenazándole el estómago. Era una sensación extraña, que no podía definir del todo, pero tenía mucho de confusión y de sorpresa. Algo estaba mal, pero el Escorpión no podía determinar que diablos era, y eso precisamente lo hacía sentirse profundamente intranquilo. Casi hubiera preferido sentir miedo.

Había encontrado a su contacto, había conseguido la información, y ahora se dirigía a proseguir con sus investigaciones, tal como había hecho el día anterior. Todo parecía demasiado sencillo. Casi parecía innecesario mantener la guardia en alto.

Y por último, aparecía aquel sujeto.

No un curtido profesional del espionaje, de aguda mirada y temple de acero, capaz de irradiar seguridad a cada paso, sino un simple jovenzuelo inexperto, tan nervioso e inseguro como él mismo. Prácticamente inofensivo…

Hacía tiempo que Haru había aprendido a desconfiar de las coincidencias. Pero aún se movía entre nieblas, y solo podía ver formas borrosas en la penumbra. Era demasiado pronto para hacer planes y sacar conclusiones. Así que solo quedaba tantear el terreno.

- Por favor, disculpad mi falta de cortesía, buen samurai. – dijo cuando se hubieron alejado ya varios pasos de la pasarela que conducía a la embarcación. – Todo ha transcurrido demasiado rápido allí dentro, y no he tenido ocasión siquiera de presentarme.

- Tampoco quisiera poneros en un compromiso. Dada la peculiaridad de nuestro encuentro quizás no sea del todo pertinente una presentación formal, con nombres, rangos y demás protocolo. Pero sabed al menos que es todo un honor para este seguidor de Bayushi el haberos conocido, y que os deseo la mayor de las suertes en vuestro cometido.

Haru se inclinó en una profunda reverencia, más propia de un educado cortesano que de un par de sujetos que se movían por las sombras de un barrio difícil.

 

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16/11/2010, 17:34
Director

El muelle seguia desierto. Caminabas junto al chico extraño. Que parecia darle vueltas en la cabeza a la informacion que acababais de averiguar.

Podias leer en el tan facilmente que te parece extraño. Era como si no puediera estar buscando tan despreocupadamente lo mismo que tu.

Te presentastes, y el joven se quedo mirando tu cara un rato, mas bien tus ojos, pues la mascara seguia alli. Luego sin que pudieras hacerte una idea de como iba  reaccionar empieza a hablar rapido y bajo cerca tuyo.

Yo soy Tombo, bueno, soy un Libelula. Esa maldita secta intento acabar conmigo hace solo dos dias.

Recordabas ese dia, te habia tocado seguir a un cangrejo y a tu objetivo escorpion. Un chico de tu curso, que no tenia mucha tecnica, y que habia acabado trabajando para un poderoso politico venido a menos en la capital imperial.

Me salvaron unos samurais que pasaban por alli. Y luego resulta que trabajan para el hombre que mi padre habia dicho que me ayudaria.
Vine hasta aqui buscando informacion, aunque no se muy bien que hacer con ella.

Toda la historia del chico era, cuanto menos, un poco inverosimil. Muchas casualidades habia en ella. Y viniendo de donde venias eso olia mal.

Supongo que hablare con Otomo sama para comunicarle lo que he averiguado.

De aquella frase sacastes dos conclusiones.

Una. Que era un temerario o un inconsciente, porque parecia que hablar de ese grupo era algo verdaderamente peligroso.

Dos. Que su aliado era un tipo que seguramente seria poderoso. Un Otomo, un hombre o quizas una mujer que pertenecia a una de las familias imperiales.

Estabas a punto de sugerir que lo acompañarias a la ciudad interior, cuando el chico empezo a andar otra vez, solo que un poco mas ligero. Era como si haberse dado cuenta de que tenia que hacer, le hubiera otorgado fuerzas para moverse mas rapido. Sin embargo tan rapido como empezo a moverse, se paro en seco.

Que suerte, alli estan mis amigos. Dijo señalando hacia aldelante, para empezar a hacer señas y hablar para atraer su atencion.

No te costo divisar de quien hablaba, solo habia dos samurais en la zona. Uno que seguro era un Leon. Y otro que estaba agachado en el suelo haciendo algo extraño en el suelo.
Al Leon no lo reconocias, o al menos te resulta alguien nuevo. Pero el tipo agachado, sabias que lo habias visto hacia solo un par de dias.

Era el tipo que acompañaba a tu objetivo, el escorpion. Y de repente un monton de teorias empezaron a pasar por tu mente. ¿Quien era ese joven?, ¿Que estaba pasando alli?.

 

Joven Tombo.

Notas de juego

Ahora voy a postear otra vez, y a dar paso a otros dos jugadores a esta escena.
Si tienes cosas que decirme en solitario, o en tu escena de peronaje, o en esta marcandome solo a mi.

A ver que tal. XD

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16/11/2010, 17:52
Director

 

El joven Tombo era lo que los jóvenes samuráis estaban buscando. Un samurái entre un millón de habitantes de toda una ciudad imperial.

Y sin embargo parecía que era imposible encontrarlo.

El Kuni, estaba arrodillado en el suelo preparando un pequeño ritual para convocar a los Kamis y solicitar quizás su auxilio en una tarea sencilla pero a la vez complicada.

Sin embargo, el León a pesar de no querer interrumpir cosas que no entendía termino por hacerlo.

 

 

Kuni san, creo que no hace falta. Tombo san viene directo hacia nosotros.

La extraña situación sorprendió a todos. Incluso al Escorpión que viajaba con Tombo san. Que parecía ciertamente descuadrado.

 

No era extraño, que en un distrito gobernado por escorpiones, estos hubieran decidido escoltar a su peculiar amigo. Y este demostraba al mirar a aquellos dos samuráis que estaba tan sorprendido del encuentro como podían estarlo ellos.

Sin embargo, antes de que nadie pudiera decir nada. El joven hombre de las montañas empezó a hablar.

Kuni san, Akodo san, que casualidad os estaba buscando. En conseguido información. Iba de camino a comentársela a Otomo sama.

O disculpad, este es mi amigo Bayushi san. Me estaba echando una mano aquí.

Dijo sonriente. A pesar de que los demás estaban todos serios. Estaba claro que la etiqueta de los samuráis de los clanes menores, era, cuanto menos, parca.

 

Notas de juego

Bueno, lo he añadido a la escena. Ya puedes postear.

La cara del Kuni no te la pongo, porque la diseño el propio jugador, y no la tengo en internete para poder usarla.

Suerte.

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18/11/2010, 21:52
Director

Notas de juego

Bueno, por lo que sea, ha habido problemas con los destinatarios de los post.
Estais los tres en esta escena, junto con el Tombo.

A jugar!

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18/11/2010, 23:51
Kuni Kiru

-Los Kamis nos guían por senderos sinuosos- digo mientras me incorporo y me sacudo con delicadeza la tierra del kimono.  -Nosotros también os estábamos buscando, es una suerte que las fortunas nos hallan atendido con tanta presteza- continuo diciendo mientras miro a nuestro nuevo compañero.

-Mi nombre es Kiru de la famillia Kuni y mi compañero, Akodo Iroshi San, espero que nos digas tu nombre porque desde que se nos una el resto del grupo empezaremos a tener problemas con las familias- digo socarronamente dirigiéndome al escorpión, por fin estaba algo más tranquilo al tener al Tombo localizado y eso hacía que estuviera algo menos tenso que de costumbre. Aun teniendo en cuenta que el tiempo nos apremiaba.

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23/11/2010, 19:26
Bayushi Haru

- Es un honor conoceros, honorables samurai. – contestó el Escorpión con cuidado respeto, inclinándose ante cada uno de sus interlocutores. La máscara que llevaba no permitía distinguir sus facciones, pero a juzgar por su mirada y el tono de voz, parecía un muchacho joven, no mucho mayor que el Tonbo que lo acompañaba. Como rasgo particular, podía decirse que no mostraba la típica tonada Escorpíón, suave y meliflua, sino que parecía hablar con una templanza bastante alegre. – Mi nombre es Bayushi Haru.

- Las Fortunas han querido que nuestros caminos se crucen en este punto, y no puedo sino rendirme ante sus designios. Por otro lado, ya me han hecho tropezar con nuestro amigo, aquí presente. – dijo dirigiéndose al Tonbo – En un acto que puede ser muy beneficioso para todos, pues tal parece que tenemos intereses bastantes… similares. – concluyó luego de buscar algunos instantes la palabra correcta.