Partida Rol por web

El médico palidece ligeramente.

- ¿Una fisura en el reactor? - pregunta. ¿Es incluso remotamente posible que sigamos volando con eso? - Bazooka, me temo que vamos a tener que ir a la sala de máquinas para que me enseñes eso. No tenemos trajes de protección, pero creo que había un dosímetro en la enfermería.

Randall asiente, confiado. Ciertamente lo más seguro es medir primero la cantidad de radiación emitida para poder decidir la mejor opción.

- Por cierto, señor Kuwayan - el apelativo formal de Bazooka dejaba claro que no hablaba totalmente en serio - me temo que las máscaras anti-gas serán bastante inútiles para protegerle de la radioactividad. - Por un instante, incluso a pesar de la seriedad de la situación, su mirada se ilumina con un brillo malicioso. - Al menos puesta de forma usual en la boca. Seguramente sería más eficiente en los genitales, que son mucho más sensibles a los rayos gamma...

Se vuelve hacia el resto.

- Volveremos en un minuto. Será mejor que no vengan con nosotros para no exponerse a la fuga.

- Wuo Dwei Nee Boo Ting Boo Jen - protesta el capitán ante la última frase del médico. - Esta es mi gorran nave, así que puedes estar seguro de que voy a ir a la sala de máquinas con vosotros.

El médico se encoge de hombros, incapaz de oponerse a Hoban.

- Randall, Bazooka, pensaba que los revestimientos del reactor estaban diseñados para durar mucho más tiempo que la propia nave. Incluso los malditos Reavers los retiran sin que suponga un problema para los motores. ¿Cómo demonios se ha podido fisurar el nuestro?

-Bueno, y entonces ¿que? ¿Me dirijo a Persephone o no?.

No puedo evitar la tentación de juntar las piernas en un vano intento de proteger mis bienamados testículos...

- Sigo pensando que hay gato encerrado, estas cosas no pasan así como así.- Refunfuño mientras agarro los mandos de la nave y miro fijamente la consola de navegación.

(Respondiendo a Todd) Deberíamos ir a un planeta, estación orbital o lo que sea cuanto antes... (Ya hablando en general) Lo que no sé es si una reentrada atmosférica es buena idea.  Deduzco por cómo funciona la electrónica y por no haber volado por los aires que el reactor funciona correctamente solo que pierde fotones por el "boquete" quizá podríamos arreglar el revestimiento del reactor para minimizar la emisión y poder entrar en la atmosfera con menos peligro.

Yo me apunto a ver también como está todo, además a la que pasamos por la enfermería a por un contador geiger podemos tomarnos unas pastillas de Yodo

Bazooka se quitó la máscara de gas, dudando si ponérsela donde le había dicho Randall o no. Tras dudar un instante, se la cuelga al cinturón y se quita la camiseta, completamente empapada. Acompañado de la botella siguió al resto de la tripulación hasta la sala de máquinas... aunque un poco reluctante.

Estas cosas no pasan así como así, repitiendo en su cabeza la frase de Todd.

Quizás Persephone no es el mejor sitio para reparar la nave. ¿Qué tal Hades o Renao? (Son sus lunas)

Durante un momento te planteas si es posible llevar el Cuervo a alguna de las lunas de Persephone, en vez de directamente al planeta. En los muelles de Eavesdown puedes encontrar cualquier cosa, pero problablemente la nave llame demasiado la atencion. Sin embargo, la gravedad de las lunas es demasiado baja y probablemente carezcan de los recursos necesarios para una reparación de este estilo. ¡Maldita sea! Es probable que ni siquiera estén terraformadas.

Por supuesto, siempre es posible dejar allí la nave y volar al planeta en la lanzadera hasta encontrar un lugar seguro en el que reparar el Cuervo. De cualquier forma, si finalmente os véis obligados a parar la nave, váis a tener algunos problemas. No sabes cuánto puede costar arreglar el recubrimiento del reactor, pero no parece algo barato ni una reparación que os vaya a llevar un par de días. Lo más probable es que acabe con todos vuestros ahorros y os haga perder a los pasajeros que lleváis.

Hoban no quería ir directamente a Persephone, prefería a una de las lunas, claro que las reparaciones, conseguir los objetos y los precios no iban a ser lo suficientemente buenos como para que sirviese de algo. Había, además un añadido, el hecho de ir a Persephone, podría significar que alguno de los pasajeros se bajasen.

- Si, maldita sea, llevalo a Persephone, pero evita cualquier tipo de escaner y escolta, que no sepan que estamos tan desesperados como parece que estamos.

Miró al médico. Era el mejor momento de decirle las cosas.

- Richard, agarre a Bazooka y llevelo a enfermería. No quiero que por esto tengamos más bajas de las estrictamente necesarias. - le tendió la mano para que le diera el medidor de radiación - Randall, ¿crees que podrías guiarme a través de la ventanilla sin entrar ahi dentro conmigo? - Estaba claro lo que queria el capitán. Que nadie más de los necesarios se expusieran directamente al riesgo de radiación. Y no es que le apeteciera hacerse el héroe, pero si alguien tenía que entrar ahi, debía de ser el que fuera menos "importante" de todos.

Rick sonríe al ver cómo el bueno del mecánico duda qué hacer con la máscara. Siempre ha sido un blanco fácil para las bromas, especialmente si hay mujeres por medio, y el médico prefiere relajar un poco la tensión.

Cuando escucha las órdenes del capitán se encoge de hombros.

- Hoban, antes de asumir que hay algún peligro real deberíamos medir la radiación - explica. - Además, Bazooka es quien sabe exactamente donde está fracturado el blindaje del reactor, así que debería entrar contigo para enseñártela. Si queréis llevar vosotros el Geiger, me parece bien, pero decidme la marcación máxima. De todas formas, no debería ser peligroso entrar ahí durante periodos reducidos de tiempo... Al menos no más que quedarnos aquí. Si la radiación fuera tan intensa como para suponer daños físicos, es bastante probable que afectase a toda la nave.

- ¿Entonces si Bazooka entrara ahi de nuevo, estando ya afectado, no sería como una suma de tiempo? No ha pasado lo suficiente como para que se recupere. Si es capaz de indicarme donde está, al menos podría echarle un vistazo antes de salir. - Pensó en las consecuencias que tendría un gasto de combustible muy grande. - Todd - le indicó al piloto pulsando el botón de la pared - No gastes cargas de combustible en acelerar. Vayamos a la velocidad que tenemos ahora, gastando el mínimo.

(Hablando para sí mismo mientras acompaña al grupo que se dirige a la sala) La radiación es uno de los fenómenos más interesantes del universo. El paso de materia a energía, la marca de cada estrella, partículas activas durante milenios,... Creo que en el próximo planeta en el que paremos me bajare unos cuantos manuales sobre el tema en general y nuestro modelo de reactor en concreto. Y creo que instalare un medidor geiger en la sala del reactor que mande lecturas cada poco al ordenador de la cabina. (Respondiendo al capitán sobre la sobreexposición del mecánico:) Cuando tengamos el medidor, sabremos qué grado de radiación hay hasta ahora y cuanto podemos exponernos… si es que podemos seguir exponiéndonos, igual ya es tarde y dentro de unas horas empezamos a vomitar y a caérsenos el pelo (Esto último lo piensa, como una anécdota pues los circuitos eléctricos funcionan demasiado bien para que sea el caso, aunque es tanto lo que aun ignora sobre el tema)

-¡Oído cocina! capi, velocidad de crucero.- respondo al intercomunicador.- En un par de horas estaremos

-Bueno, ahora toca esperar, por lo menos no llevamos nada ilegal a bordo y las molestas gestiones con el espaciopuerto serán más sencillas.- Pienso, revisando la ruta otra vez mientras me limpio las uñas con un cuchillo claramente no destinado a ese menester.

-Esto costará un dinero extra. Reparaciones, tasas, sobornos... a Hoban seguro que no le hace puta gracia.- Sonrío visiblemente -Tendremos que conseguirlo de algún sitio...

Gideon se había asegurado de ubicar a la viuda en un espacio en el que no pudiera escuchar la reunión. Al médico le había confiado apenas que se trataba de un asunto serio, pero sin peligro inmediato, "aunque dado el estado de la mujer, ¿comprende, doctor? es mejor que no sepa nada...ya sabe, por si es menos importante. A veces pasa...Tampoco hay que preocupar a nadie si no sabemos..."

El doctor Hawthorne parecía del tipo de persona en quien se puede confiar. Tenía incluso la impresión de que le era levemente familiar. En fin, no se complicó mucho, dejó a la pareja con una sonrisa y se reunió con el resto de la tripulación.

En apenas cinco minutos de conversación, se había convertido en una sudorosa figura de cera. Apenas era capaz de tragar y creía que sus ojos le iban a saltar de las órbitas como si fueran ranas. ¿Radiactividad? ¿Cómo iban a salir de la nave si estaba contaminada? ¿Acaso podrían llegar a Persephone? Un traje de vacío. Pensar en el traje de vacío sólo sirvió para ponerle más nervioso.

-Eeeeeeemmm...-comenzó, pero se detuvo. Era incapaz de pronunciar palabra.

Wilson mira al médico mientras echa otro trago casi vaciando la botella. Al ver a Gideon se la pone entre las manos mientras le da una palmada. Él sí que está blanco. Luego cruje su cuello y después los nudillos, con cara de pocos amigos. Mierda... prefiero estar muerto a que me duelan las pelotas o algo parecido. Pero el capi quiere que entre... Necesito otro trago... Más bien parece que se dirige a un combate en algún pitfight perdido en un asteroide fuera del Verso... o a lanzarse sobre Doc Highwarden con su famoso gancho de izquierda... pero toma el pasillo de la sala de máquinas, obediente, mientras comprueba con su mano que todo está bien ahí abajo.

- Vamos. Os enseñaré la dichosa fisura.

Mientras Todd pone rumbo a Persephone, todos los demás salen de la cabina, manteniendo los comunicadores encendidos para seguir en contacto.

- Gideon, tal vez deberías ir a hablar con los pasajeros - dice Rick mientras avanzáis por el pasillo. - Si vamos a parar en el camino, deberían estar informados. Dependiendo de lo que tarden las reparaciones de la nave, es probable que quieran coger otro transporte, pero seguramente tú seas el más indicado para negociar con ellos - añade mirando a Hoban, aunque omitiendo un "con permiso del capitán".

- Voy por el dosímetro - añade dirigiéndose a la enfermería.

Richard llega con el dosímetro y lo introduce tímidamente en la sala de máquinas con la puerta entreabierta. Inmediatamente, el aparato empieza a emitir un ruido rascante, como si alguien frotase papel contra arena. El médico tuerce el gesto y extrae el medidor.

- No es tan malo como me esperaba - dice. - Aunque tampoco es nada bueno. No nos va a salir un tercer ojo de momento, - esta vez evita bromear con el mecánico - pero vamos a tener que repararlo lo antes posible.

Se queda pensativo un momento.

- Podemos entrar sin protección, aunque no recomendaría a nadie pasar más de cinco minutos en esta sala. Al menos no con el motor encendido. - Mira de nuevo el Geiger y tuerce la cabeza. - Tampoco recomendaría pasar más de cinco horas en la propia nave, capitán.

Se vuelve hacia Randall. - Como decías unas pastillas de yodo nos vendrán bien. Sin embargo la máscara será completamente inútil. No hay ningún gas tóxico ni ningún tipo de fuga que no sea mera radiación.

El mecánico escucha las palabras del médico, cada una que dice acompañándola de un meneo de cabeza y poniendo los ojos en blanco, quejándose con varios resoplidos. Al oír lo del yodo hace un gesto con la barbilla a Randall, urgiéndole a que vaya a por esos chicles yodados. Luego se pone frente al capitán:

- Si hay que entrar se entra, capi... pero para repararlo... yo... bueno... estaría más tranquilo si el núcleo no está activo, ya me entiendes. - luego da un paso hacia la puerta, haciendo ademán de entrar, mirando desafiante al resto de la tripulación - Pero que no se diga que Bazooka tiene miedo de un agujero...

Riéndose de su propia broma mira a Hoban Qing esperando sus órdenes. Sean las que sean las cumplirá... si hay que hacer un apaño se arriesgará por el bien de los tripulantes y por la salud del pequeño Cuervo.

Entráis en la sala de máquinas y véis aún partes del sistema eléctrico desmontadas por Bazooka mientras buscaba la avería. El mecánico os lleva hasta el fondo de la sala y señala la pieza que está mal. Lo hace desde lejos, como si temiese acercarse demasiado.

Os agacháis un poco y véis que efectivamente el recubrimiento del reactor tiene una pequeña grieta de un par de centímetros. Fruncís el ceño, pues, como Hoban dijo antes, se supone que estas cosas debían durar tanto como la propia nave. Randall mira a su alrededor, observando extrañado las vigas y cuadernas de la sala de máquinas. Incluso se atreve a apoyar la mano en pieza fracturada, en la parte más alejada de la grieta. Cuando vuelve a mirar a sus compañeros, confirma lo que el mecánico ya había dicho con palabras menos técnicas: el recubrimiento del núcleo funciona exclusivamente como blindaje y no está sujeto a ninguna carga que pueda haber producido esa fractura.

No tenéis ni idea de cómo ha aparecido, ni si se podía haber hecho algo por evitarla, pero desde luego la grieta está ahí.