Partida Rol por web

Out of the Abyss

3. Lagoscuro

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10/02/2019, 10:37
Director

Sesión 3 (09/02/2019)

Durante el séptimo día de huida una mortífera cornisa dispersa parte del grupo. Uno tras otro, Shuushar, el príncipe Derendil, Sarith y Arriba se pierden en la oscuridad del abismo tras un mal paso. Por fortuna, Galdor y Jimjar consiguen salvarse en el último momento después de perder pie también en aquel peligroso camino.

En las primeras horas de la octava jornada alcanzáis por fin el Lagoscuro. Se trata de una intrincada red de ríos subterráneos, túneles naturales y vastos canales que conectan una increíble miriada de cavernas y cámaras sumergidas en aguas negras como el tizón.

De camino al asentamiento kuo-toa que os sugirió Shuushar, el grupo es emboscado por un violento destacamento de hombres pez, que no supone una amenaza real y del que dais cuenta con rapidez. Algo más tarde volvéis a encontraros con otra patrulla. No obstante, en lugar de atacaros, el líder de la misma, un sacerdote de la Madre Marina llamado Ploop, os solicita ayuda para derrocar a su hija, que ha comenzado un revolucionario y sangriento culto al Padre de las Profundidades. Aceptáis hacer de cebo, como ofrenda de reconciliación entre ambas deidades, y los acompañáis en calidad de "pesca capturada" al poblado kuo-toa de Sloobludop.

Tras largas horas de deliberaciones, Blopp, la sacerdotisa del Padre de las Profundidades, accede gustosa al gesto de buena fe presentado por su padre. Con medio millar de hombres pez como testigo sois conducidos frente al altar del oscuro dios para ser sacrificados. Sin embargo, como habíais acordado, Ploop y sus allegados inician el ataque sorpresa sobre la facción enemiga. A pesar de que Blopp aguanta un severo castigo por vuestra parte, la sacerdotisa termina sucumbiendo sobre el mismo ídolo de ofrendas concluyendo un ominoso ritual que da paso al más terrible caos. ¡Habéis convocado al mismísimo Demogorgon!

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23/02/2019, 22:35
Director

Sesión 4 (23/02/2019)

Tratando de sobreponeros al terrible caos que sigue a la nefasta convocación del Princípe de los Demonios, corréis hacia el cochambroso embarcadero de Sloobludop para huir antes de que el Demogorgon alcance el poblado kuo-toa. Lamentablemente, Fargas Pierruidoso es capturado por una de las demoníacas mantas raya, que lo arrastra hacia el fondo del Lagoscuro para siempre.

Tres jornadas más tarde, después de sufrir el vil ataque de un grell empecinado en secuestrar a Dak, por fin podéis desembarcar para continuar vuestro camino por tierra firme. Hambrientos y desorientados, un inesperado derrumbe del túnel por el que avanzabais a paso ligero a instancia de Jimjar, ante la amenaza de un posible encuentro con los drow de Velkynvelve, os abre una única vía de escape. Las cavernas os conducen hasta un abandonado templo dedicado al agua que está comenzando a inundarse. Después de hacer frente a varios cienos grises, dialogar telepáticamente con un cubo gelatinoso y vencer a un pudín negro que termina matando a Eldeth Feldrun, llegáis hasta una estancia cuyo techo se viene abajo dejando que el agua del Lagoscuro ascienda rauda por todo el complejo al tiempo que os brinda una angustiosa salida a la infraoscuridad.