Partida Rol por web

Veo al ahora patético nigromante ahogarse con su propia sangre pedir clemencia, pero la vedad es que no se puede fiar nunca nadie de un mago perverso...

- Elssa ponle la daga en el cuello, si hace o dice cualquier gesto que no entiendas le cortas el cuello sin pensarlo, mientras Barnoth procura que no pueda mover las manos...

- Bien, contesta por que no habríamos de matarte???

Siguiendo las indicaciones de Khahan apoyo la punta de una de mis dagas en la base trasera de su cuello, alerta a cualquier movimiento extraño.

La verdad es que me interesan enormemente las palabras que tiene que decirnos el nigromante. Ha logrado despertar mi curiosidad al solicitar clemencia.

 Roger se ha escabullido a gatas por la sala hacia un rincón, tumbado y en posición fetal, murmurando en voz baja.

Todo sucedió a la vez, lo que os llevó a pensar que las acciones estaban relacionadas por algo común:

Roger dejó de gritar y llorar definitivamente, sus imagenes terroríficas se habían ido para siempre.
Los abobados zombies se destruyeron a causa de una autoexplosión de luz blanca.
Un lejano ruido de roca pesada se escuchó a lo lejos.
Y la chica, la cual habiais salvado del nigromante, que estaba desmayada, volvió en si.

El denominador común sin duda era el nigromante, el cual el corazón habia dejado de latir, sus huesudos dedos dejaron libre su daga.

La chica, era tan bella como las princesas de las historias de los bardos, o incluso más. Abrió los ojos y dijo con voz baja:

-D...Dónde estoy? Quienes sois vosotros?

 Al percatarse de su estado, con las mejillas húmedas, tumbado en el suelo, el lugar. El soldado, tras unos momentos de confusión, se levanta con ímpetú. Una vez en pié recoje su acero del suelo y se dirige con determinación hacia el ensangrentado nigromante, ajeno a la escena. Dispuesto a descargar su rabia en él.

Veo como suceden los acontecimientos y noto como una figura ( la de Roger)se abalanza sin racionalizar contra el nigromante el cual yace en el suelo enfrente nuestro, con un gesto de la mano intento imponerme al soldado...

- Quieto!! Ya a acabado, está muerto, mejor te relajas, piensa un poco en lo que quieres hacer...

Después sin mas me agacho y compruebo si su corazón late o no, después cojo la daga que le a caído de la mano del nigromante y la pongo delante de la nariz por si pudiera controlar los latidos, así podría comprobar si respiraba si la daga s empañaba un poco... Escucho a la dama...

- Shekaroth!! Puedes encargarte de ella??? Por favor...

Después guardo la daga y registro al nigromante en busca de algo que nos pueda ser de utilidad, que nos pueda dar una pista de lo que pretendía conseguir, pues mis pensamiento me llevan a que intentaba algo en especial, mas que asustar a unos aldeanos...

-Ahora me ocupo de ella, Khahan -afirma Shekaroth y se dirige a la bella dema a la que con voz suave habla intentando que no se pusiera nerviosa. En cuanto me acerco examino si tiene alguna herida para así poder curarla.- Tranquila señorita, hemos venida a ayudarla. El Nigromante ya no le tocará más. Se encuentra bien? Le han hecho daño? Puedo aliviar su dolor.

Realmente el Nigromante habia sido un buen comienzo, pero le preocupaba que realmente sólo fuera eso el inicio de algo mucho más brutal y horrendo. Estarian preparados para tal aventura? QUé habria querido decir el mago negro? Qué más imponente podría mover sus hilos esperando a que actuaramos para intentar exterminarnos cual insectos? Preocupante.

Perfecto. La situación parece bajo control.

Roger se encuentra mejor, tras la horrible experiencia sufrida parece estar ya prácticamente recuperado. Khahan, se ha hecho cargo de todo y ahora está registrando al nigromante por si encuentra algo que pueda servirnos de ayuda; y Shekaroth está tranquilizando a la muchacha que también está recuperando la lucidez.

Lastima que el nigromante haya muerto. La historia queda coja sin su testimonio... y lo cierto es que había logrado despertar mi interés.

¿Qué es lo último que recuerdas?.- pregunto a la muchacha, intentando completar algún fragmento más de la historia.

Sé que mi voz ha sonado excesivamente fría dadas las circunstancias, por lo que me apresuro a añadir??

¿Te encuentras bien?

 La intromisión del mago frena el avance cegado de Roger, respirando con fuerza, oiendose su respiación a través del yelmo de metal. En este momento de pausa observa la escena, el nigromante caído, restos de zombis desparramados, la muchacha está siendo tratada por el piadoso Shekaroth. Todo parece que ha tomado cierta cordura. Ya no se precisa de él, así pues se girá y va en busca del pesado escudo, olvidado en un rincón y se lo calza, en silencio.

Con Shekaroth y Elssa intentado tranquilizar a la damisela y a Khakhan haciendo entrar en razón a Roger se quedó solo junto al cuerpo inerte del nigromante... ¿llevaría algo de valor?

El bárbaro se agachó y rebuscó entre los pliegues de la túnica del muerto algo que pudiera resultar util o de cierto interés. Tras eso advirtió algo...

Cita:

...y agarrando una de las antorchas que habían sujetas a la pared se desplazó, sin alejarse demasiado del resto, para investigar que había sido aquel extraño ruido.

Khahan, la daga que usaba el nigromante es exactamente igual que las que usais en la Academia, pero tiene en su empuñadura cuatro pequeñas gemas incrustadas en ella.

Rebuscais entre sus pertenencias y encontrais varias cosas:

• Una hoja de pergamino con el hechizo Convocatoria

• Un libro tapizado en carne humana quemada, en sus paginas hay simbolos extraños, son indescifrables para vosotros, quizá alguien experto en antiguas lenguas misticas pueda deciros algo.
• Una bolsa de tela, dentro de ella hay veinte pequeñas gemas transparentes, del tamaño de una uña, como las que están incrustadas en la daga del fallecido nigromante.

Barnoth te alejas un poco pero no consigues darte cuenta del por qué del ruido.

La chica estaba turbada y confusa:

-N...No sé como he ido a parar aquí... sólo recuerdo que me caí de un árbol y... por cierto... donde estoy? Quienes sois vosotros? Qué quereis de mi?- Dice poniendose un poco nerviosa.

Miro la daga y me la acabo guardando, es muy peculiar y me puede ser de gran utilidad, después me fijo en el pergamino y después de inspeccionarlo compruebo que puede ser utilizado por cualquier persona sin necesidad de la magia, así que se lo ofrezco a alguno de mis compañeros por si le ven útil, el libro también me lo acabo guardando pues deberé hablar con un mago experimentado para sacar información, en cuanto a las gemas se las ofrezco a Elssa...

- No se que valor deben tener, pero creo que es mas utilizado para la magia, tal vez por ello sean muy valiosas...

Al levantarme del cuerpo veo como Barnoth se aleja con la antorcha...

- Sucede algo... - Levanto la voz para que alcance a oirme...

-Cálmese señorita, venimos de parte de la Academia para ver qué estava ocurriendo aquí y enmedio del entresijo nos hemos encontrado con usted. No queremos hacerle daño, todo lo contrario. No recuerda cómo llegó aquí?

De reojo Shekaroth observa como Barnoth se aleja, suponia que para investigar alguna salida, Roger revisaba sus pertenencias después del mal trance al que estuvo sometido y Khahan y Elssa comentaban los objetos que habian podido sacar del mal logrado cuerpo del nigromante. El ruido podria ser la caida de la piedra que tapa la entrada o cualquier obertura en la cueva.

-No... no recuerdo nada... mi nombre es Adniera... ¿Dónde estamos?- Dice incorporandose con la ayuda del clérigo. Luego mira al cuerpo sin vida del nigromante, con toda la sangre alrededor. Y... quien es ese? Le habeis matado vosotros?

Shekaroth sonrie para acabar de calmar a la chica.

-Pues saludos, Adniera. Nos encontramos en el cementerio de Sahj-Toron, -y señalando a mis compañeros le indico- y a los aqui presentes te presento a nuestro silencioso pero efectivo Elssa, al audaz Khahan, Roger el temible para sus enemigos y investigando por la cueva tenemos a Barnoth el fiero. Yo soy Shekaroth, un humilde curador. Elssa y Khahan se han encargado de ese bastardo, así que ya no puede hacernos nada. Así que consigamos salir de aquí quiere que le acompañemos a algun lugar?

A la chica se le abrieron los ojos como platos.
-Sahj? Eso queda muy lejos de donde yo vivo... No sé como diablos he venido a parar aquí... Yo soy de uno de los últimos grupos de humanos que habitan en el bosques de Montaña Rocosa, a varias semanas de aquí... Ya me las arreglaré sola, es mucho viaje para vosotros, ya habeis hecho suficiente. Ahora salgamos de aquí.

Emprendeis el camino de vuelta y al subir las escaleras vuestros temores se confirman, no hay salida. Una enorme losa de piedra tapona la salida de la cripta.

Con lentitud recojo las piedras que me tiende Khahan y las guardo en una pequeña bolsita que escondo en uno de los múltiples bolsillos de mi jubón. Cuando estemos en lugar seguro decidiremos qué hacer con ellas.

La historia de Adniera me sorprende, sobre todo el hecho de que sea de tan lejos. Todo es tan sospechoso. Estoy convencido de que me siguen faltando piezas de el rompecabezas.

Cuando caminamos hacia la salida y veo que estamos atrapados, se confirman mis sospechas...