Partida Rol por web

Paris, 1875

Palacete de la condesa Desmouline

Cargando editor
28/10/2016, 15:49
"Nuestros días se van..."

Tus sirvientes atienden a tus peticiones, mientras amorosamente te preparan para dormir. Una de ellas trae tu camisón favorito, mientras otra te prepara un delicioso y calentito baño de rosas. La más joven te lleva tu bata de piel de tejón blanco con tus zapatillas, mientras la más adulta planifica el orden por el que deben atenderte. Una vez limpia y cómoda, te conducen hasta tu habitación, que está totalmente sellada pues es bien conocido lo que te molesta que te dé la luz mientras descansas. Tu mayordomo te escucha, y te promete que a la noche siguiente te traerá al joyero en cuestión. 

Descansas en tu cómoda cama de plumas de cisne, rodeada de tupidos cortinajes de terciopelo. El día termina y le sigue la noche, y en cuanto eres debidamente vestida y maquillada, en el salón, a la luz de tus numerosos candelabros, te encuentras a un hombre mayor, de pelo ralo y temblorosos modales, debidamente vestido y con unas pequeñas gafas que apenas sostiene en su nariz aguileña. Te hace una enorme reverencia mientras tu mayordomo se acerca a ti a informarte de su procedencia.

Mademoiselle... como usted pidió, aquí está monsier Favre, excelente joyero de la calle Luxemburgo. Me he permitido la libertad de encargarle que trajese lo que restaba de su género, por si mi señora gustaba de ampliar su colección - el mayordomo fuerza una reverencia, esperando ansioso tu felicitación por semejante licencia.

Cargando editor
29/10/2016, 11:31
Jacqueline Desmouline

- Muy bien - se limito a decir Jacqueline. No quería mostrar demasiado entusiasmo, aunque su mayordomo había tenido una excelente idea.

- Encantada de conocerlo, Monsieur Favre - saludo al muchacha a la usanza de la época - Veamos su trabajo - invito con la mano a extender lo que había traído en una mesa cercana.

- Excelentes piezas... - dijo mientras observaba y cogía para ver mas de cerca cada una de ellas - Lo cierto, es que estaba mas interesada en cierto collar, uno que por alguna razón no fue robado la otra noche... ¿Qué puede contarme acerca de el? ¿esta aquí? - dijo sin dejar de observar con detenimiento las joyas, como restando importancia a la pregunta.

Cargando editor
30/10/2016, 14:18
Monsier Favre

El joyero besa tu mano con una gran inclinación y procede a mostrarte un maletín lleno de maravillosas joyas mientras tú hablas.

Estas beldades las tenía guardadas en casa, y doy gracias a Dios Santísimo por ser así. Sólo las muestro cuando la clienta cuenta con una posición digna de llevarlas, como es el caso - el joyero se lleva las manos al pelo de nuevo, esbozando una sonrisa zalamera en un intento de agradarte, mientras, sigue escuchándote - ¿el collar que no fue robado? ¡por todos los santos! mi señora, si me permite el atrevimiento, esa joya no es en absoluto para una dama de su altura. Yo mismo estoy convencido de que está maldito, y allí lo tengo, guardado en un cajón bajo llave, porque soy incapaz de deshacerme de él, ¡menudo influjo hace sobre mí! - el hombre se repone del susto - pero mademoiselle, insisto, no es una joya que pudiera vender a alguien como usted y poder quedarme tranquilo... estoy esperando a ver si algún coleccionista excéntrico me la pide para alguna rara colección y así poder librarme de la maldición, porque desde que lo poseo no levanto cabeza... - sacude sus manos, en gesto de librarse de algo invisible - pero he de admitir que desde que me robaron estoy bastante más tranquilo... como si el collar hubiese sido cambiado... pero ya le digo, es pura sugestión.

El hombre sigue mostrándote verdaderas maravillas de diamantes y zafiros, gemas y amatistas perfectamente engarzadas que darían envidia a cualquier dama que las viese.

Cargando editor
30/10/2016, 19:46
Jacqueline Desmouline

- Son increíbles - dijo admirando con una fascinación fingida las piezas que el joyero le enseñaba. Su cabeza estaba centrada en esa otra pieza que no había traído.

- ¿Por que piensa que no puedo ser digna para es pieza? - le dijo sorprendida, casi ofendida por las palabras de Favre. Por supuesto, no era del todo cierto. - No creo en las maldiciones, es mas, todo ese asusto me llama la atención, poder llevar un collar que la gente crea maldito... - le dijo sin rodeos. - ¿por que cree que ha sido cambiado? - pregunto como sin darle importancia, examinando el genero, cogiendo algunas de la joyas y apartándolas, dando a entender que las compraría.

- ¿Quién robaría una joyería y sustituiría una joya? Si no hubieran robado nada... - pregunto continuando su pantomima y dejando que contestase sin agobiarlo. - Tiene usted buen genero, si me permite decírselo, ¿son todas obras suyas? - quiso saber para adularlo, buscando a la vez, saber la procedencia de ese collar maldito. - Y ese collar, ¿lo hizo usted también? - tomo una pulsera de oro y rubies y la examino de cerca.

Cargando editor
30/10/2016, 20:26
Monsier Favre

Los ojos del joyero se abrieron en una mueca de sorpresa.

No, no, no por favor, mademoiselle, no me malinterprete, usted es demasiado digna para esa joya - comenzó con gestos exagerados halagándote excesivamente - y lo de que me lo hayan cambiado es más una fantasia mía que una realidad, simplemente me han dejado de pasar desgracias desde el robo, pero puede que la maldición ya haya acabado conmigo y considere excesivo seguir cebándose a mi costa... pero ya le digo que son simplemente percepciones de un pobre anciano... 

Siguió con los ojos como separabas algunas joyas, y su rostro se iluminó de codicia al ver que eran las más exquisitas y también las más caras. Siguió contestando a tus preguntas.

Sí, esos pendientes de esmeraldas son obra mía... traídas desde África en bruto, finamente talladas y engarzadas en este maravilloso oro. Me permití el lujo de añadirles unos cuantos diamantes pequeños, creo que la combinación es maravillosa, ¿no cree? - siguió hablando de numerosas joyas, unas hechas por él, otras traídas desde diferentes ciudades como Mónaco, Roma, Florencia... cuando le preguntas por el collar, su conversación para en seco - ¿ese collar obra mía? en absoluto mademoiselle... esa pieza tiene una oscura historia detrás. Se dice que era una joya de la mismísima Cleopatra regalada por Marco Antonio, y que les trajo la desgracia a ambos como ya sabemos... esa joya se perdió en Egipto, y fue encontrada en el medievo en manos una princesa de Transilvania, que posteriormente fue condenada al claustro de por vida por alimentarse de jóvenes doncellas vírgenes... ¡ya me dirá la locura que fue eso! después de aquello la historia se vuelve más oscura, y llega casi a nuestros días, en donde... - el joyero baja la voz mientras sigue hablando de la joya - Maria Antonietta la compró antes de lo que usted y yo ya sabemos... fue robada por la revolución y vendida de joyero en joyero, hasta que llegó a mí, y no sabe lo arrepentido que estoy de haberla comprado - una vez hecha la confesión, y muy animado al ver que has separado una pequeña fortuna en joyas para comprar, sigue hablándote de la maldición con más tranquilidad - las viejas lenguas dicen que el collar desea volver a Egipto, y por eso maldice a todos sus poseedores hasta conseguir todos su objetivo, para volver a manos de su legítimo dueño, aquel al que le fue robado por manos de Marco Antonio... sé que era un faraón, pero no recuerdo su nombre - quitándole importancia al asunto, decidió hacerte un ofrecimiento - pero si usted quiere arriesgarse o desea cumplir la voluntad del collar, puedo traérselo y probárselo... sin duda es una pieza única que le quedaría estupenda en su precioso y blanco cuello - el anciano se queda mirando, expectante por tu respuesta.

Cargando editor
30/10/2016, 22:18
Jacqueline Desmouline

- Si sin duda son una elegante combinación - Le dijo en referencia a los pendientes y obviando el comentario sobre el cambio de la joya. Jacqueline ya comenzaba a elucubrar posibles teorías conspiratorias al respecto. Tal vez, si pudiese ver el lugar del robo con detenimiento, pudiera averiguar algo mas. - Creo que me quedare con ellos - dijo apartando los pendientes a un lado.

- Lo cierto es que cuantas mas cosas me cuenta de ese collar, mas aumenta mi curiosidad por el - le dijo embobada en los pendientes, como si la afirmación careciese de importancia.

 - He de salir, pasare cerca de su joyería, puedo acompañarle hasta allí, ver ese collar y luego continuare mi camino - sugirió - Tal vez lo compre, si me gusta lo suficiente, y continua contándome cosas de el... - sonrio amablemente. - Maldiciones, Egipto, Marco Antonio y Cleopatra... Seguro que no dudo en adquirirlo. - termino por decir mostrando su interés para convencer al hombre de que la llevase hasta su local.

 

Cargando editor
03/11/2016, 12:59
Monsier Favre

Por supuesto, mademoiselle - monsier Favre apartó cuidadosamente los pendientes, mientras sacaba una impecable libreta en donde apuntaba el precio para luego pasarte la cuenta - tengo un carruaje esperando en la puerta, si le complace podemos compartirlo y luego podrá disponer de él a su absoluto deseo - el joyero sabía cómo agradar a una dama - aún así, mi señora, le pediría que si adquiere el collar y nota algo extraño, se deshaga de él de inmediato - su cara era de súplica. 

Con una reverencia, se encaminó hacia la puerta, y con zalameras palabras te dijo que esperaría fuera a que estuvieses preparada para salir.

Cargando editor
05/11/2016, 10:25
Jacqueline Desmouline

- No será necesario, iré en mi propio carruaje - le dijo la muchacha - no quisiera importunarle - y con esto quería decir que confiaba mas en la discreción de sus propios empleados que en los de otro.

- Por supuesto, si es de mi gusto, y finalmente lo adquiero, hare lo que me pide. - le dijo sonriendo - aunque he de decirle que es la curiosidad lo que mas me atrae, y no las supercherías que lo rodean. Nos veremos en su local en una hora, si no le parece mal. - era amable con aquel hombre - He de ultimar algunos preparativos - le informo.

En cuanto el joyero se marcho, dio las ultimas instrucciones a sus empleados para los preparativos del viaje que emprendería la siguiente noche. Tras ellos, monto en su carruaje y marcho hacia la joyería, donde aquel lo hombre la esperaría.

Cargando editor
06/11/2016, 20:22
Monsier Favre

Al llegar a la joyería, encuentras el mismo escenario que la noche anterior. Una puerta cerrada por un candado y tablones tapando la apertura de cristales rotos. Monsier Favre se encuentra allí, esperando en la puerta con un farol de gas. Te invita a pasar a su casa, que se encuentra justo en la parte de arriba de la joyería, ya que el escenario de la tienda es realmente desolador. Una vez dentro, y con una pequeña caja cuadrada atada por una cuerda, te pide que tomes asiento y desvela lo que tanto anhelas ver.

Una maravillosa pieza, que calculas que será desorbitadamente cara. Los ojos del joyero están expectantes, parece que por fin se podrá deshacer de semejante collar y encima a cambio de una pequeña fortuna.

Notas de juego

Tirada de percepcion+alerta, dif. 8

 

Cargando editor
06/11/2016, 21:19
Jacqueline Desmouline

Jacqueline observo, tras acompañar al joyero a su casa, la deslumbrante joya que le enseño. Su brillo refulgía a la luz de los faroles de gas que alumbraban la estancia. Parecía ser un enorme zafiro azulado rodeado de mas de una quincena de diamantes claros como el agua de tallas cuadrangulares y octogonales. Todo estaba engarzado en una perfecta concordancia sobre un collar que contaba con otro gran número de diamantes de similar tallaje. Sin duda, una gran obra, que seguramente tendría un valor incalculable...

- Es una hermosa joya - dijo emocionada - Sin duda me encantaría poseerla, es una autentica obra maestra - dijo decidida, aunque no muy segura de poder permitírselo. - ¿Podría verla mas cerca? - quiso tenerla en sus manos, verla de mas cerca, tocarla, saber si eran realmente joyas y si estas poseían alguna cualidad "esotérica"...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Que puedo tirara para :

- Saber si son falsas.
- Saber si existe algún tipo de maldición sobre el.

Cargando editor
06/11/2016, 21:43
"Nuestros días se van..."

Al inspeccionar de cerca la joya, tu ojo clínico perfectamente entrenado con las alhajas descubre que esa es una vulgar falsificación de un collar de la monarquía española, famoso por estar maldito, pero que ni de lejos el cristal azul que lo conforma puede tener algún valor, aunque admites que es una obra maestra de la falsificación que engañaría hasta a un buen joyero. Tus conocimientos sobre joyas e historia te permiten adivinar que para el gusto de la época, Cleopatra jamás se pondría una joya así, ya que calculas que ese diseño se puso de moda durante el barroco. 

Notas de juego

Tirada magistral, verdaderamente increible. Descubres todo de la joya.

Si quieres saber si existe alguna maldición sobre esa falsificación: Inteligencia+ocultismo, dif,7

Cargando editor
06/11/2016, 23:00
Jacqueline Desmouline

- Voy a adquirirla - dijo en un tono serio - Pero a su precio justo, es una hermosa imitación - dijo obviando que se trataba de una falsificación, no quería acusar al joyero - muy bien hecha, pero no es la joya que cree que es. Es del barroco, de la monarquía española, no creo que perteneciera a Cleopatra. - afirmo - Sin embargo... me interesa - declaro.

Observa aun la joya en sus manos, dedicando profundas miradas a su interior, y también al joyero. Queria tenerlo, pensaba que en el futuro, quizás pudiera serle de utilidad.

- Tiradas (1)
Cargando editor
11/11/2016, 15:32
"Nuestros días se van..."

El joyero prepara una hermosa caja para la joya, aunque su rostro se ha tornado avinagrado después de tu declaración sobre la veracidad del collar. Después de la correspondiente réplica y disculpa, monsier Favre te vende el collar. La cuenta asciende a varios miles de francos, algo totalmente esperable después de los pendientes que has comprado antes. En cuanto al collar, tiene la decencia de rebajartelo hasta el precio de casi una bagatela, por lo que has hecho una compra perfecta.

Notas de juego

- Perfecto, ahora toca prepararse para el viaje. Dime qué órdenes vas a dar en tu palacete, qué equipo vas a llevar al viaje... lo que se te ocurra para dejar todo listo para una semana y media de ausencia.

Cargando editor
11/11/2016, 20:21
Jacqueline Desmouline

El carruaje de Jacqueline esperaba fuera, era la hora de emprender el regreso a la mansión. Cogió la caja con las joyas y le dio instrucciones al joyero para cobrar la cuantía de sus compras.

Al llegar al palacete, comenzó a dar ordenes al servicio. Estaría fuera dos semanas, y eso implicaba tener que delegar ciertos compromisos y obligaciones. A su mayordomo le dejo las instrucciones necesarias para pasar esas dos semanas, tampoco era tanto trabajo, se trataba de mantener el palacete lejos de miradas curiosas y seguir con los quehaceres diarios.

Dio ordenes de preparar su carruaje para tan largo viaje...

Notas de juego

- eh... no se que se lleva en estos casos... XD si fuese en la tierra media me llevaba mis armas y armaduras, pero en este mundo... estoy perdido!!

Cargando editor
12/11/2016, 21:30
"Nuestros días se van..."

Jajaja te comprendo, te cuento lo que haría yo:

- Vas a un viaje largo en el cual desconoces los peligros, pero eres una mujer con cierta reputación, ¿qué llevar? ¿armas pequeñas y discretas; puñales, abrecartas, pequeños cuchillos, una cuerda para degollar...? lo que se te ocurra y concuerde con la época. Si quieres llevar veneno en un guardapelo que robaste a alguna víctima tuya, me vale. Lo que quieras, mientras la historia de detrás sea creible.

- En cuanto a la armadura... si quieres llevar un corsé especial de cota de malla, tú misma, pero repito, una historia coherente, y no vale decir: "su corsé de cota de mallas que siempre guardó en el armario y al fin le encontró uso..." puedes llevarte una armadura de cuero en tu maleta que encontraste en el castillo por casualidad perteneciente a algún anterior propietario... recuerda que mientras seas elegante, puedes ser todo lo friki que quieras.

- Otra cosa imprescindible: sangre. Necesitarás sangre, y como no puedes llevarte un cargamento a cuestas, necesitarás los medios para conseguirla. Recuerda que tú sólo puedes beber un tipo de sangre, creo que viene en tu historia, y que eso no debe saberlo nadie porque podrían usarlo contra ti, pero lo tendré en cuenta a la hora de la dificultad en tus tiradas de cacería. Llévate vestidos bonitos, si quieres joyas (por si te hace falta el dinero), dinero... imagínate que eres una vampira en el siglo XIX que vive en un palacio y te vas de viaje, ¡imaginación al poder!

Cargando editor
13/11/2016, 19:36
Jacqueline Desmouline

Jacqueline dio las ultimas instrucciones a sus sirvientes. Debían tener preparado su transporte, una diligencia, no demasiado ostentosa, le esperaría la noche siguiente con sus seis caballos preparados. Era un lujoso medio destinado a cubrir grandes distancias de manera bastante cómoda. Sus asientos de terciopelo rojo tenían la capacidad de llevar hasta a seis personas en su interior. Las ventanas no eran muy grandes, y habían sido adaptadas para poder trancarlas desde el interior y evitar, junto a unas gruesas cortinas, la entrada de lamas mínima luz del sol. Las ballestas basculantes harían del camino algo agradable. El tema del transporte lo tenia solucionado.

De su armario saco algunas de sus posesiones mas preciadas, un par de Remigton 95. Dos pistolas lo suficientemente pequeñas, como para poderse esconder fácilmente entre los pliegues del vestido, o bien sujetas al muslo con una cartuchera al efecto. Durante una recepción en el Pavillon de Flore donde se dieron cita grandes magnates de uno y otro lado del gran océano, pudo conocer ni mas ni menos que a Philo Remington, el hijo del fundador de la empresa E. Remigton & sons del que pudo obtener el regalo, de un modo muy persuasivo, de un hermoso estuche con las dos piezas que ahora se guardaba Desmouline. También guardo una pequeña daga, sencilla, corta y delgada. Supuestamente perteneció a Alejandro Medicí, el duque de Florencia. Fue una adquisición de gran valor económico, un puñal con una gran historia detrás. La adquirió en una visita a un reconocido anticuario.

En un gran baúl guardo varios de sus vestidos. Algunos eran pomposos, pro si la ocasión lo requería, pero también llevaba algunos trajes mas cómodos, destinados a facilitar tan largo viaje. Por supuesto no dudo en llevar también su traje de monta. Ese traje constaba de un corsé de cuero con algunos sutiles adornos de encaje y cosido con coloridos hilos. Se lo ponía sobre una camisa de un blanco brillante. No llevaba falda o vestido, si no unos pantalones amplios también de cuero, con refuerzos de terciopelo en las articulaciones. Llevaría también una importante cantidad de monedas, los viajes largos no estaban reñidos con el lujo, y no tenia la necesidad de privarse de ellos. Entre varias de las joyas que llevaría también consigo, incluyo el recién adquirido collar, y los pendientes que había comprado esa misma noche.

Todo lo material estaba pensado, no creía siquiera que fuese a usar todo aquello, pero nunca estaba de mas dada la duración del viaje. Pero había algo importante que todo individuo de su condición, necesitaba, era su base, su necesidad. No era comida, no vino, ni siquiera la compañía de una buena pareja. Era un instinto primario, sangre. Su liquido vital, aquello de lo que se alimentaban y que era toda una necesidad. Allí en la ciudad era fácil encontrar de quien alimentarse, pero una vez abandonaran la seguridad de la urbe, aquello se tornaría en un problema por la dificultad de encontrar el preciado elixir. Además, Jacqueline estaba limitada en cuanto a la "fuente" de la que beber, lo que hacia mas complicado su existencia. Se vería obligada a hacer paradas mas largas, a aguantar mas sin saciarse, pensaba en la manera de poder llevar una buena reserva, pero nada se le ocurría que no pasara por cargar una docena de personas en una maleta.

 

Notas de juego

completamente perdido con el tema sangre. No hay transfusiones, ni manera de guardar sangre en esta época. Podria llevarme una "bolsa de sangre" a los mad max... XD

Cargando editor
17/11/2016, 20:11
"Nuestros días se van..."

Notas de juego

El truco más bien está en que te asegures de ir lo suficientemente atrayente como para conseguirla. Salvo algunos vampiros, los demás suelen seducir a su víctima, llevarla aparte, chuparte el cuello (hasta dejarlo mareado o hasta matarlo, pero esto último llama mucho la atención) y largarse. Aquí las heridas en el cuello no duelen, las notan como un cosquilleo indescriptible, y la saliva cicatriza (está todo muy bien pensado xD). ¿Mi consejo? Lleva vestidos, perfume, maquillaje... lo que te asegure una buena caza. 

Cargando editor
20/11/2016, 13:16
Jacqueline Desmouline

Ok, pensaba que una chica de mi posición ya iría bien provista (intrínsecamente) de tales cosas. ¿Necesitas una lista detallada o voy tirando sobre la marcha de las cosas llegado el momento (las cosas lógicas que llevaría, no voy a inventarme que llevo dos toneladas de chanel n5, si podría llevar un par de frascos)?

Cargando editor
21/11/2016, 19:18
"Nuestros días se van..."

A gusto del consumidor, en este tipo de partidas a la gente le gusta especificar, pero mientras no lleves un fusil mataelefantes, pues puedes rolear insitu que llevas cualquier tipo de vestido o maquillaje. 

Cargando editor
06/12/2016, 19:26
"Nuestros días se van..."

En la última noche de los preparativos, el sonido de la puerta rompe tu concentración. Uno de tus criados va a abrir obedientemente, volviendo al momento bastante confuso y avergonzado por no poder transmitirte quién era o qué quería. En su mano, una simple nota escrita en tinta negra con agradables florituras:

A mi refugio debes venir,

si el secreto quieres descubrir.

Al lado del Elíseo habito,

muy cerca me permito,

leer mucho sin delito.

Mi Biblioteca está situada,

en una calle muy ajetreada.

Una vocal contiene,

y cuatro consonantes tiene.

Un famoso compositor,

da nombre a mi callejón.

El Bibliotecario.